Nuestra Señora de Luján, maestra de obediencia
En el Evangelio del IV Domingo de Pascua Jesucristo muestra su acuerdo completo con el Padre cuando explica que da su vida por sus ovejas porque: “este mandato he recibido de mi Padre” (Jn. 10, 18). Explica S. Gregorio de Nisa:
“Es conveniente que quienes están al frente de sus hermanos se esfuercen más que los demás en trabajar por el bien ajeno, se muestren más sumisos que los súbditos y, a la manera de un siervo, gasten su vida en bien de los demás, pensando que los hermanos son en realidad como un tesoro que pertenece a Dios y que Dios ha colocado bajo su cuidado.” (“Sobre la conducta cristiana”)
Ntra. Sra. De Luján representa la Inmaculada Concepción, la correspondencia perfecta a la luz de la Gracia Divina por una criatura, que además se llamó “la esclava del Señor”. La estatua original muestra a cuatro querubines, los cuales están cubiertos por la tela que añadieron a la estatua [como se ve en las fotos de www.corazones.org].