Planificación familiar para tener niños multimillonarios
El Señor, con gran generosidad, nos anima en el Evangelio del XXIII Domingo de Tiempo Ordinario [04.09.2011] a: “pedir algo” (Mt. 18, 19) a Dios Padre, prometiéndonos que nos lo concederá si nos ponemos de acuerdo con otros en qué pedirle. Pero un obstáculo, según S. Pablo es que: “…no sabemos pedir lo que nos conviene” (Rom. 8, 26).
Para darnos cuenta de ello, no hay que ir más lejos que cualquier anuncio de la “teología de la prosperidad”, aunque hasta allí se puede aprender algo. Simplemente, se toma uno de esos anuncios [me encontré uno en inglés] y se cambia “el dinero” por “la santidad” y “ricos” por “santos” y alguna cosilla más y se puede conseguir algo tan llamativo como esto:
“Y si quiere que su hijo sea santo, entonces uno de los pensamientos importantes que necesita tener en cuenta es su actitud hacia la santidad. Usted debe tener una actitud positiva no sólo de la santidad, sino también de los santos.
Piense en esto: ¿Cree que ser santo no es necesariamente una buena cosa? ¿Cree que los santos suelen ser santurrones? ¿Cree que los santos están obsesionados con la santidad y no prestan atención a otras cosas? ¿Cree que los santos son locos solitarios que no se preocupan de la sociedad en general? Si es así, entonces, ¿cómo puede animar e inspirar a sus hijos a hacerse santos?
…tenga en cuenta que su hijo responderá a sus actitudes y que suele hacer lo que a usted le complazca. O sea que haga planes respecto a las actitudes que desea que su futura familia tenga y el ambiente especial que necesitará para lograrlo.
Si en actualidad no es santo, se debe probablemente a la misma razón por la cual su hijo probablemente no llegará a ser santo – a no ser que rompa el ciclo. Nuestros propios padres fueron probablemente criados de la misma forma en que nos criaron. ¡Debemos romper completamente la cadena de pensamientos que resulta en seres humanos que no aceptan la abundancia de gracia que nos es disponible a todos!”
Claro que la teología de la prosperidad orientada hacia los bienes de este mundo es defectuosa y no concuerda con las enseñanzas de la Iglesia Católica porque hace hincapié en la importancia de disfrutar los bienes de este mundo y cómo nosotros mismos podemos conseguir atraer toda la riqueza de este mundo sin hacer gran esfuerzo porque esa es la voluntad de Dios y nos lo merecemos todo. Nada más lejos de la verdad, cuando el Señor nos dice:
“No acumuléis tesoro en la tierra, donde la polilla y el moho destruyen, y donde los ladrones entran a robar. Acumulad tesoros en el cielo, donde ni la polilla ni el moho destruyen y donde los ladrones no entran a robar. Porque donde tengáis vuestro tesoro, allí tendréis también el corazón.” (Mt. 6, 19-2)
Él mismo nos dice que los que deseamos seguirle debemos negarnos a nosotros mismos, tomar nuestra cruz cada día y seguirle, y ni siquiera eso podemos hacer por nuestra propia cuenta.
Volvamos a la cita de S. Pablo, esta vez leyéndola por completo: “El Espíritu nos ayuda en nuestra debilidad porque no sabemos pedir lo que nos conviene” (Rom. 8, 26). Este apóstol pidió tres veces al Señor que lo librara de una aflicción y el Señor le respondió: “Te basta mi gracia, que en la debilidad se muestra perfecto mi poder.” Explica S. Agustín:
“Esto, en efecto, fue escrito para que nadie se enorgullezca si, cuando pide con impaciencia, es escuchado en aquello que no le conviene, y para que nadie decaiga ni desespere de la misericordia divina si su oración no es escuchada en aquello que pidió y que, posiblemente, o bien le sería causa de un mal mayor o bien ocasión de que, engreído por la prosperidad, corriera el riesgo de perderse. En tales casos, ciertamente, no sabemos pedir lo que nos conviene.” (“Carta a Proba”)
Sí debemos poner de nuestra parte con la gracia de Dios para que los hijos que Dios ponga bajo nuestro cuidado se hagan multimillonarios, pero no con oro de este mundo, sino con tesoro en el Cielo, animándoles a buscar la santidad de vida. Así serán agradables no a si mismos, sino a Dios Todopoderoso, la fuente de toda riqueza celestial que no tiene fin.
Preguntas del día [Puede dejar su respuesta en los comentarios]: ¿Se puede imaginar un anuncio publicitario para que la gente quiera ser santa? ¿Qué actitudes tiene respecto a la santidad y los santos y cómo las expresa en su familia?
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14 comentarios
Por eso tenemos el hecho de que la mayoría de los partidos políticos que usan la bandera de PROVIDA, apoyan políticas económicas que solo favorecen al sistema individualista e inhumano del capitalismo salvaje, tan condenado por las Encíclicas Sociales
Sobre la Planificación Familiar hay que entender que hay al menos dos tipos extremos
La de los "ricos", movida por el egoísmo, el individualismo y la acumulación de bienes
Y la de los "demás", movida en muchos casos por la situación de miseria, principalmente en el tercer mundo.
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Esteban, también es un placer verle pasar por aquí de nuevo.
Por respeto a los que no apoyan ni toleran la "teología de la prosperidad" en la Iglesia, edité los detalles que mencionaba en su comentario, pero creo que todavía se entiende su punto de vista.
Es una lástima que por el supuesto "bien" de unos pocos se prive de la vida a tantos en el mundo a causa de la planificación familiar. Claro que en el post uso el término para referirme a que la familia, abierta a la voluntad de Dios respecto a los hijos, haga de su parte y planifique el bien espiritual de esos hijos. Un saludo.
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Vicente, oremos pues, para que el Señor nos conceda la gracia de seguir el gran ejemplo del Señor, obediente hasta la cruz, como hizo Su Ssma. Madre, la "esclava del Señor".
A mi, en lo personal, me encanta saber sobre la vida de los santos. Es una de esas cosas que nunca vas a terminar de conocer bien ¡porque sencillamente son muchos! Y, últimamente, pensando un poco acerca de la clase de educación que me gustaría darle a mis hipotéticos hijos futuros (aunque todavía falta algo para eso), me gustaría poderles hablar siempre acerca de los santos de nuestra Iglesia.
Gracias por compartir de nuevo (¡y con tanta frecuencia!) con nosotros, María Lourdes =)
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Daniel M., el "anuncio" en el post resultó fácil porque es una adaptación de una traducción que hice de cómo he visto que se promueve por Internet la teología de la prosperidad". Tenemos que ser "astutos como serpientes", ¿verdad?
Me alegro que estando comprometido a casarse piense además (supongo que con su comprometida) en la futura formación de los hijos que el Señor les conceda. Es una labor que los padres hacen junto con el Señor, presente en su familia por el Sacramento del Matrimonio.
Espero poder continuar a publicar posts con regularidad, Dios mediante, pero no publicaré posts los domingos, por ejemplo. Le agradezco su apoyo del blog.
María tambien me ocurre como a Daniel M.,me encanta saber cosas de la vida de los santos,a principios de verano leí mucho sobre San Pio de Pietrelcina,y me sorprendió bastante(fue el primer sacerdote estigmatizado)puesto que San Francisco no fue sacerdote ¿ tienes algun post antiguo que puedas sugerirme? gracias María Lourdes.
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Odet, la fiesta de S. Pio de Pietrelcina es el 23 de este mes. Aquí tiene unos posts con información sobre él:
"Sacerdote que se oyó condenado al infierno explica la vedadera contrición" [se incluye un vídeo con imágenes de la vida diaria de este santo]
"Los estigmas de los santos y la misión del sufrimiento"
"Supersticiones japonesas"
Le tengo mucha devoción a este santo también.
Sin embargo, que no entre la vanidad de buscar el vernos buenos e impecables, que lo tiraremos todo por tierra, siendo miembros del Cuerpo Místico la santidad está a nuestra alcance, sí esa santidad en la que "tu mano izda. no sepa lo hace tu mano dcha."
“El cristiano, cuyo corazón está lleno de la voluntad de Dios, no necesita reflexionar sobre lo que tiene que hacer en cada momento; le basta con mirar cuál es la voluntad de Dios” (Theresita).
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Norberto, bueno, no se suele llegar a la meta en un instante, pero para correr la carrera me parece que hay que tener cierta idea de la meta hacia la cual nos dirigimos y para estar lleno de la Voluntad de Dios, hace falta aceptarla. ¡Gracias a Dios que tenemos los Sacramentos que menciona en su comentario!
Y olvidamos que sin los dones del Espíritu Santo, sin la Gracia, no hay santidad. Y que la mayoría de los santos no fueron reconocidos como tales mientras vivieron. No sé, pero imagino que debe de ser difícil vivir junto a un santo: la voluntad de Dios por encima de todo, esa es su meta, con todo cuanto ello implica, y sin olvidar la virtud de la prudencia, regla equilibradora en el ejercicio de las virtudes.
Creo que sí he conocido a algún santo, es decir, a personas que han vivido la virtud heroicamente, lo cual no significa que no tuviesen defectos. Me encantan los defectos de los santos, ver que eran profundamente humanos.
Eso sí, las personas a las que recuerdo como santas, tenían algo en común además de oración intensa y fe inquebrantable: eran entrañablemente acogedoras de manera que te sentías muy bien con ellas, era como si su sola presencia te revitalizase y rejuveneciese. Jamás olvidaré esa característica. Vamos, es que salías de su presencia dispuesta " a comerte el mundo ", como decimos por aquí.
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Flavia, ¡qué insufribles los santos, ¿verdad?! :) No tienen en cuenta los miramientos humanos, se atreven a ayudar a los marginados, siempre con una sonrisa, cada segundo hay algo que hacer por la gloria de Dios.... se cansa uno con sólo pensar en ello... :) ¡Qué exigente es este Señor Dios! :)
Creo que hay que ser algo "caradura" para empeñarse a vivir una vida cristiana, luchando contra carne, demonio y mundo, como se suele decir. Menos mal que no emprendemos estas batallas solos.
Un estudiante en la universidad donde trabaja mi esposo le pidió si le pudiera ayudar a crear un grupo pro-vida en la universidad, diciendo que no tenía que hacer nada por el grupo mas que apoyarles, firmando una solicitud. Por lo visto, no han conseguido ni siquiera eso de nadie más y se da una impresión de que hay cierto "temor" entre los profesores a asociarse a este grupo minoritario. Pues si hemos de tolerar a otros, que ellos nos toleren también, ¿no? Bueno, siento haberme alargado tanto... ¡Feliz domingo!
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Jesús, el Señor también se refirió a esos bienes como espinos que ahogan la buena semilla. Lamentablemente, a veces nos hace falta una buena dosis de sufrimiento para poder ver esa vanidad. Gracias por haber dejado su comentario.
La santidad no es la meta, es el Padre;la santidad es el traje adecuado para ese encuentro.
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Norberto, de acuerdo con esas imágenes también. ¡Muchas gracias!
• « Para darnos cuenta de ello, no hay que ir más lejos que cualquier anuncio de la “teología de la prosperidad”, aunque hasta allí se puede aprender algo. Simplemente, se toma uno de esos anuncios [me encontré uno en inglés] y se cambia “el dinero” por “la santidad” y “ricos” por “santos” y alguna cosilla más…»
Muy mal andan cuando se imaginan que la santidad puede comprarse con dinero.
Como sabemos la santidad es un don del Señor nuestro Dios. Solamente el hombre mal intencionado, se le ocurre usar el dinero incluso para comprar alguna gracia de Dios,
Hechos de los Apóstoles 8, 13-24
Hasta el mismo Simón creyó y, una vez bautizado, no se apartaba de Felipe; y estaba atónito al ver las señales y grandes milagros que se realizaban.
Al enterarse los apóstoles que estaban en Jerusalén de que Samaria había aceptado la Palabra de Dios, les enviaron a Pedro y a Juan.
Estos bajaron y oraron por ellos para que recibieran el Espíritu Santo; pues todavía no había descendido sobre ninguno de ellos; únicamente habían sido bautizados en el nombre del Señor Jesús.
Entonces les imponían las manos y recibían el Espíritu Santo.
Al ver Simón que mediante la imposición de las manos de los apóstoles se daba el Espíritu, les ofreció dinero diciendo: «Dadme a mí también este poder para que reciba el Espíritu Santo aquel a quien yo imponga las manos.»
Pedro le contestó: «Vaya tu dinero a la perdición y tú con él; pues has pensado que el don de Dios se compra con dinero. En este asunto no tienes tú parte ni herencia, pues tu corazón no es recto delante de Dios.
Arrepiéntete, pues, de esa tu maldad y ruega al Señor, a ver si se te perdona ese pensamiento de tu corazón; porque veo que tú estás en hiel de amargura y en ataduras de iniquidad.»
Simón respondió: «Rogad vosotros al Señor por mí, para que no venga sobre mí ninguna de esas cosas que habéis dicho.»
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El problema de Simón (y el de otros muchos en la actualidad), que no comprendió la predicación de los apóstoles. Tan pronto que por el bautismo se le borró todos los pecados, tan pronto recae en esa tremenda maldad.
Sucede también que hay quienes pasan por el sacramento de la confesión, por vergüenza no confiesan todos sus pecados y se guardan algunos dentro de su corazón, y sale peor de cuánto entró.
O lo que oí, un comentario durante la JMJ, uno de los muchachos que después de confesarse dijo que había engañado al sacerdote.
Hay infelices pecadores, y falsos convertidos que no se toman el camino de la salvación en serio, y al parecer no les preocupa demasiado, porque después de alguna maldad cometida con obras o pensamientos, sin remordimientos de conciencia, busca con qué poner fin a la tristeza que tiene, pero que no comprende bien su causa, se va a divertirse según el mundo.
Este Simón, había creído, habría cogido con alegría la Palabra del Señor, pero no dio fruto de verdadera conversión, y la recaída es mucho más grave que el principio: (en 2P 2, 21-22). En la recaída el corazón se endurece, y ya no está tan disponible para acoger al amor de Dios. Pero nosotros no sabemos si se convirtió al final, Simón el mago. Pero nuestro fin ha de ser conforme al Corazón de Jesús, la perseverancia en el fiel cumplimiento de la Voluntad de Dios, negarnos a nosotros mismos.
Abramos la Sagrada Biblia, o pongamos atención en el Evangelio: Mt 13, 3-23; Mc, 4, 3-20. Se trata de la parábola del sembrador.
¿No nos sucede a nosotros algo parecido a lo que leemos? Porque también nosotros nos encontramos en esa parábola, y debemos darnos por aludidos.
Acojamos sí, con alegría la Palabra de Dios, pero para que el demonio no pueda robárnoslo de nuestro corazón, imitemos a María Santísima en su entrega total a Dios, y a la meditación de las palabras del Divino Jesús (Lc 1, 38. 2, 19. 51), y para nosotros también es bueno meditar y guardar las enseñanzas de la Iglesia Santa y Católica en nuestro corazón, conservar la doctrina de la Iglesia Católica significa también que debemos perseverar hasta el final (St 1, 21-24).
Hacer que el mensaje de Jesús sea una norma para nosotros, para amar más a Dios, a Cristo Jesús, la Segunda Persona de la Santísima Trinidad, con el Espíritu Santo. Cuánto más amemos a Cristo, más caridad y amor tendremos en el Señor a todos nuestros hermanos.
Nuevo Blog católico:
La Iglesia es santa y católica:
http://salvacionenlaiglesiacatolica.blogspot.com/
¡Feliz Domingo a todos hermanos y hermanas!
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José Luis, en el post me refería a que se podía aprender de la estrategia del anuncio publicitario, no el contenido en sí, que cambié. Como dice el post, la teología de la prosperidad es contraria a la fe católica.
La gente se esfuerza en ganar dinero y, como dice, la gracia de Dios no se "gana", pero sí nos pide Dios que pongamos de nuestra parte para recibir y mantener ese precioso don. No por nada nos ha dado la libertad de aceptarla o rechazarla. Además, podemos pedirle dones espirituales. Por ejemplo, nos indica el Señor que si los padres dan a los hijos cosas buenas, que cuánto más nos dará Dios Padre el Espíritu Santo si se lo pedimos.
Espero que esto aclara un poco la confusión que podría haber causado el post, lo cual no fue mi intención.
Totalmente de acuerdo: que nos aguanten
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Flavia, sorprendentemente, tengo un amigo no creyente que es más "tolerante" y hasta comprensivo de mi deseo de educar a mis hijos en la fe católica que algunos católicos no practicantes que conozco. Le parece que tiene muchísimo sentido que siendo católica quiera permanecer fiel a las enseñanzas de la Iglesia Católica. Creo que el simple hecho de querer vivir la fe católica (aunque con los defectos y faltas de uno) incomoda también a los que han elegido no practicar su fe, aunque no sea eso nuestra intención.
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Odet, gracias por ese enlace sobre el P. Pio, pero quizá podría resumir ese testimonio, ya que ese sitio incluye algunas revelaciones no aprobadas y además censuradas por la Iglesia por incluir contenido contrario a la fe católica (según tengo entendido) como las de María Valtorta y Catalina Rivas, y prefiero no incluir el enlace para no causar confusión. Un saludo.
Es que yo he aprovechado ese párrafo, para un par de puntos por lo menos, en España hay personas, la falsedad de los curanderos, dicen que reciben poderes del Señor para curar a la gente, a cambio suelen pedirles dinero. (Ya sé que no has hablado de eso)
El segundo punto, es para nosotros los católicos, que cuando vamos a misa, después de oír el Evangelio, si es que lo hemos oído, y la homilía del sacerdote, ni cinco minutos cuando hay quien piensan en cosas terrenales, y pierde la ocasión de meditar más atentamente la Palabra del Señor y guardarla en el corazón.
Lo del anuncio publicitario, es muy interesante. Si no vemos a sacerdotes que desde la lejanía nos habla de Dios por su sotana, o el hábito en el religioso o religiosa, no está de mal, que esos anuncio nos recuerde que Dios está entre nosotros. Que la vida de santidad siempre está al alcance de los corazones bien dispuestos.
Dios la bendiga con su familia.
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José Luis, aprecio su amable comentario, pero también sé que han habido bastantes ocasiones en las que gracias a los comentaristas del blog he podido corregir errores en los posts y también comentaristas a quienes he tenido que pedir disculpas por no haberles entendido bien y por haberme equivocado en mi respuesta a ellos.
Sé que no ofrezco nada más de información de lo que se puede encontrar por Internet (ya que allí me encuentro la mayor parte del material incluido en los posts), y también, como puede ver por la irregularidad de posts estos últimos dos años, que no podría publicar ningún post si el Señor no me lo permitiera, según las circunstancias en mi vida.
Le agradezco mucho sus reflexiones y sobre todo sus oraciones. Un saludo.
En el comentario de Flavia de la 1:19 le contestas a ella que hay catolicos no practicantes poco tolerantes o "comprensivos"en tu caso era en cuanto a educar a los hijos en la fe catolica.
Pues bien ayer me ocurrió que hablando con un amigo de la familia, de repente me dijo que yo no era ninguna santa,yo le contesté que yo era una pecadora y que todos lo somos,(él no es practicante)yo me pregunto¿así es como nos ven los no practicantes?pues que triste¿creen que vamos de perfectos y de santos?que equivocados están.
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Odet, no tiene por qué disculparse. Probablemente los que crearon el sitio no saben que ciertas "revelaciones" han sido censuradas por la Iglesia Católica. Incluyen "revelaciones" que sí han sido aprobadas, como "Mística Ciudad de Dios" por la Ven. María de Ágreda.
No me extraña lo que expresó ese conocido suyo. He tenido conversaciones con personas que me dicen que van a Misa, pero allí se escandalizan de que haya tantos "pecadores" presentes, como si no lo fueramos todos, como dice. Porque uno haya roto un mandamiento no significa que tiene por eso que romperlos todos [la obligación dominical sigue siendo obligación para todos, hasta los que no pueden comulgar por no estar en gracia con Dios]. Ir a Misa no garantiza llegar a ser santo, pero sí se pone muy difícil la cosa si uno deja de ir. Como se suele decir, la Iglesia no es un club de santos, sino un hospital para pecadores. :)
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Miriam de Argentina, gracias por haber dejado su comentario, con tan buenas recomendaciones. La meta de todo santo fue imitar a Jesucristo lo mejor posible en su estado de vida y según los talentos que el Señor les había concedido. Lo mismo debemos hacer nosotros, siguiendo el Modelo del Señor, pero la vida de los santos nos demuestra que hay tantas formas de hacerlo como personas ha creado Dios. ¡Qué grande y bueno es el Señor!
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