Lo poco que necesitamos un "Pitágora Süicchi" espiritual
“Pitágora Süicchi” (“interruptor de Pitágoras”) es un programa didáctico japonés para niños menores de 6 años, galardonado en Japón y en Alemania y visto en países como el Reino Unido y Brasil. Se puede ver un episodio aquí en japonés, con subtítulos en inglés. En 15 minutos incluye una gran variedad de segmentos, incluyendo muestras de “máquinas Rube Goldberg” (como se les llama en los EE.UU.), que son máquinas que de una forma muy complicada logran hacer algo muy simple.
Por ejemplo, la foto a la derecha muestra parte de una máquina para hacer zumo de naranja. Y en este vídeo se puede ver cómo ese programa ha tenido una gran influencia en el público infantil, en este caso en una niña que construyó su propio “Pitágora Süicchi”:
El Señor también fue un gran educador, pero no hacía montajes como los que se ven en ese programa infantil. Vivió su vida con gran sencillez y explicaba: “bástale a cada día su afán” (Mt. 6, 34). Enseñaba en sinagogas, pero también mientras caminaba. De Él podemos aprender “a ser sencillos, sin esas complicaciones que nacen del egoísmo de pensar sólo en nosotros.” (S. Josemaría Escrivá, “Es Cristo que pasa”, 143)
El Evangelio del VI Domingo de Tiempo Ordinario nos muestra lo que hizo el Señor tras elegir a sus doce apóstoles. Enseguida les enseña su celo pastoral pensando en el bien espiritual de la multitud que le seguía: “[…] bajó Jesús del monte con los Doce y se paró en un llano” (Lc. 6, 17) y predicó las bienaventuranzas allí mismo, con toda naturalidad, de camino a Cafarnaúm.
Sus discípulos también fueron muy sencillos, escuchándole allí mismo sin apresurarle. No le hacían preguntas con malas intenciones, como hacían algunos fariseos.
“La naturalidad y la sencillez son dos maravillosas virtudes humanas, que hacen al hombre capaz de recibir el mensaje de Cristo. Y, al contrario, todo lo enmarañado, lo complicado, las vueltas y revueltas en torno a uno mismo, construyen un muro que impide con frecuencia oír la voz del Señor.” (S. Josemaría Escrivá, “Amigos de Dios”, 90)
¡Cuántas veces por las distracciones de esta vida nos creamos caminos espirituales tan complicados como las máquinas de “Pitágora Süicchi”! El Señor nos pide que caminemos por el sendero estrecho, pero no por el torcido o el complicado.
“Mira: los apóstoles, con todas sus miserias patentes e innegables, eran sinceros, sencillos…, transparentes.
Tú también tienes miserias patentes e innegables. —Ojalá no te falte sencillez. (S. Josemaría Escrivá, “Camino”, 932)
El tiempo de Cuaresma que se aproxima será una oportunidad maravillosa para ser sencillos ante Dios, imitando con mayor interés el ejemplo del Señor mientras evitamos en lo posible la mayor complicación de este mundo: el pecado.
[Citas de www.escrivaobras.org]
[Fotos de Wikimedia Commons: máquina Rube Goldberg (jclarson) y Jesús predicando (Phillip Vere, 02.04.2010 - copyleft license)]
Preguntas del día [Puede dejar su respuesta en los comentarios]: ¿Cómo son algunas maneras en que nos complicamos la vida sin necesidad? ¿Qué otros ejemplos nos da el Señor de sencillez en su vida y en sus palabras?
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20 comentarios
http://www.museodelnino.es/expo_tmp/expo_tmp03/inventos_tbo/ivtos_tbo.htm#
Posiblemente los leíste de pequeña en el tebeo TBO.
Lamentablemente, la capacidad de montar complicados ingenios-trampa, por parte de los adultos es tan extensa que, a falta de principios, actúan como refugio de incongruencias, inconsecuencias e irresponsabilidades.
El Señor era sencillo, a mi entender, en tanto que sincero, y, a veces con riesgo de su vida (episodio de la sinagoga), siempre consecuente con su misión, aun a costa de desfallecer.
Los apóstoles, gente del pueblo llano y común no se hacían construcciones complejas, eran gente de "al pan, pan y al vino, vino"), la sencillez, ¡cuánto nos cuesta a algunos!, Dios nos ama, así, como somos;incluso, como diría mi padre espiritual "Dios nos ama con locura, porque somos así, limitados y pecadores".
Estuve ocupada, pero en cuanto pueda le escanearé y le mandaré las recetas de paella. Un saludo
El P. Iraburu habla en su último post sobre las preocupaciones. COmo siempre, muy interesante.
http://infocatolica.com/blog/reforma.php/1002131116-63-voluntarismo-semipelagiano-2
cuánta razón tiene cuando dice que mucha gente oculta sus dones para “agradar a Dios” en vez de convertirlos en semilla que llene su alrededor de una cosecha realmente agradable a Dios. La parábola de los talentos está clara: tenemos que “invertir” lo bueno que llevamos dentro para que, cuando Dios nos pida cuentas, podamos entregarle un "beneficio" del 100% de ese mismo don que puso a nuestro cargo.
Algo que admiro de los apóstoles es cómo no escondían sus faltas. S. Mateo era cobrador de impuestos, alguien despreciado por el pueblo judío, pero no lo esconodió en su evangelio. Se pueden leer también los errores de S. Pedro, de S. Juan y Santiago. Se sabían limitados y no se cansaban de preguntar al Señor cosas que no entendían (por lo cual salimos favorecidos).
Se puede ser sincero pero sin virtud, como cuando se insulta a otros diciendo la verdad, pero el Señor nos pide que seamos sinceros con humildad, que dependamos de Él y no de nuestras complicaciones. Un saludo.
La humildad es la verdad, como dice Sta. Teresa de Jesús. No consiste en negar los talentos que tenemos sino en reconocer que el Señor fue el que nos lo dió. Un sacerdote me dijo antes de que comenzara el blog que el Señor me había dado un talento para escribir y que debería usarlo. Que otros tienen mayor talento, no hay duda alguna. Pero, el que me dió el Señor es el que debo usar. Si no fuera por eso, no estaría dedicando parte de mi tiempo a esto y aprendiendo de los que pasan por aquí.
Muchas gracias por acordarse de las recetas. No se apure y mándemelas cuando pueda. Un saludo.
Un colérico sincero puede llegar a ser humilde, pero un hipócrita muy comedido...
Un dicho andaluz expone "Dios nos libre de las aguas mansas".
Su comentario me recuerda la canción de la Hna. Glenda: "Transparente". La incluí en el post "Una que dejó de complicarse la vida", sobre Sta. Jacinta de Mariscotti una monja franciscana que vivía en lujo hasta que se convirtió. Un saludo.
¿Cómo son algunas maneras en que nos complicamos la vida sin necesidad?
Pues, quizá como se la complicaba Marta (Lc.10:38-42) “afanosa en muchos quehaceres del servicio,” que hasta podemos imaginarla un poco indignada cuando por fin pregunta a Jesús “Señor, ¿no te preocupa que mi hermana me deje sola en la tarea?” Pero María, “que sentada a los pies de Jesús escuchaba sus palabras” había sabido elegir mejor. “Marta, Marta, andas inquieta y acelerada por demasiadas cosas, cuando bien poco, una sola es necesaria. María, en efecto, ha escogido la parte mejor, que no le será arrebatada”
Cuántas veces he pasado horas y horas (o días) dándole vueltas a la cabeza, buscando mil posibles soluciones a un problema; para no encontrar ninguna solución al final, o ver que ninguna sirvió.
¿Qué otros ejemplos nos da el Señor de sencillez en su vida y en sus palabras?
Hay un montón, yo diría que toda su vida y palabras son un ejemplo de sencillez. Voy a mencionar sin embargo las siguientes palabras de Jesús : “No os preocupéis ni por vuestra vida…ni por vuestro cuerpo… ¿por qué os preocupáis? Aprended de los lirios del campo”…”Buscad primero el Reino de Dios y su justicia y eso otro se os dará por añadidura” (Mt.6:25-33)
Después de de dar cabida durante años a inútiles preocupaciones como mencioné anteriormente, (aunque también confiaba en Dios) he aprendido a afrontar los problemas incluso con alegría y agradecimiento. Considero la vida como una carrera de obstáculos - en la que el primer objetivo es vivir con Dios y para Dios con una total confianza en sus designios- y en la que cada obstáculo nos hace más fuertes, nos enseña que pueden superarse y cada uno que pasamos nos acerca más a Dios.
Algunos quizás podrían pensar que es una pérdida de tiempo dedicarla al Señor cuando hay tantas cosas que hacer, pero cuando empecé a confiar más en Él y menos en mí, sorprendentemente muchas cosas se solucionaban gracias a Dios, cosas que por mis propios esfuerzos no hubiera conseguido nada.
Conozco a algunos que trabajan los domingos sin necesidad de hacerlo, descuidando así a veces la Misa dominical. Sin embargo, el Señor nos prometió que si buscamos primero el reino de Dios todo lo demás se nos será dado por añadidura, y el Señor nunca miente. Un saludo.
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