Adivina, adivinanza... ¿puede resolver estos 3 acertijos?
Las adivinanzas (o acertijos si son en prosa) suelen entretener a los niños, pero también son muy didácticas. Podríamos recordar de nuestra infancia adivinanzas como:
“Blanca como la nieve,
negra como la pez,
habla y no tiene lengua,
anda y no tiene pies.”
(la carta)
Los católicos leemos la Palabra de Dios en las Sagradas Escrituras sabiendo que contienen muchos misterios de fe. Pero, habrá quienes las tomen como una serie de largos acertijos para descifrar sólo a nivel humano, y esto a voluntad. Pero el Señor vino al mundo y reveló en sí mismo la carta de amor de Dios a los hombres que encierran las Sagradas Escrituras.
Tras leer una profecía mesiánica de Isaías, el Señor declara: “Hoy se cumple esta Escritura que acabáis de oír.” (Lc. 4, 21). Dio la respuesta correcta a una cuestión que preocupaba a muchos en su tiempo, la venida del Mesías tan esperado. Sin embargo, muchos no están contentos con esa respuesta y leen la Biblia como si fuera un acertijo meramente humano.
La primera reacción de los que oían la revelación del Señor en Nazaret fue una de adulación cortés, como la de los que dicen que el Señor fue un gran maestro pero niegan su divinidad: “Y todos le expresaban su aprobación y se admiraban de las palabras de gracia que salían de sus labios.” (Lc. 4, 22)
“Un ala avanza,
pero no es ave,
¡Quién me lo sabe?”
(La alabanza)
Pero no se creían del todo la respuesta que Dios les había dado sobre la identidad del Mesías y nos dice el Evangelio del IV Domingo de Tiempo Ordinario que continuaban a adivinar la identidad del Señor: “¿No es éste el hijo de José?” (Lc. 4, 22), y hasta querían matarle. No podían creerse que estaban ante el Hijo de Dios y sólo veían a alguien como ellos.
“¿Qué animal es el que anda
de mañana a cuatro pies,
a mediodía con dos,
y por la tarde con tres?”
(El hombre)
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Jesucristo vino del Cielo y tras redimirnos volvió al Cielo. Pero, sabía que sus conciudadanos tendrían dificultad discerniendo su verdadero origen y les dijo que “ningún profeta es bien mirado en su tierra” (Lc. 4, 24)
Acertijo 1) “ Un oso camina 10 Km. hacia el sur, 10 hacia el este y 10 hacia el norte, volviendo al punto del que partió. ¿De qué color es el oso?” [Solución en juegosdelogica.com]
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Alguno podría decir que lo tenían más fácil en su tiempo los que le podían ver en persona, pero no nos es necesario verle para comprender la verdad teniendo en cuenta lo que nos dicen las Sagradas Escrituras. Todos le podían ver y oír al Señor cuando predicaba, pero no todos le siguieron. Sin embargo, muchos santos a lo largo de los siglos le han sido fiel sin haberle visto.
Acertijo 2)“ En una mesa hay tres sombreros negros y dos blancos. Tres señores en fila india se ponen un sombrero al azar cada uno y sin mirar el color.
Se le pregunta al tercero de la fila, que puede ver el color del sombrero del segundo y el primero, si puede decir el color de su sombrero, a lo que responde negativamente.
Se le pregunta al segundo que ve sólo el sombrero del primero y tampoco puede responder a la pregunta.Por último el primero de la fila que no ve ningún sombrero responde acertadamente de qué color es el sombrero que tenía puesto. ¿Cuál es este color y cuál es la lógica que usó para saberlo?” [Solución en juegosdelogica.com]
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Tampoco nos es necesario más revelaciones de las que nos dio el Señor hasta Su Ascensión al Cielo, y podemos ver la fe en práctica en la tradición de la Iglesia. En este acertijo no parece que tenemos bastante información para responder a la pregunta, pero los datos provistos sí son suficientes:
Acertijo 3) “Un encuestador se dirige a una casa donde es atendido por una mujer:
‘¿Cantidad de hijos?’ ‘Tres’, dice ella. ‘¿Edades?’ ‘El producto de las edades es 36 y la suma es igual al número de la casa’, responde.El encuestador se va pero al rato vuelve y le dice a la mujer que los datos que le dio no son suficientes; la mujer piensa y le dice: tiene razón, la mayor estudia piano. Esto es suficiente para que el encuestador sepa las edades de los hijos. ¿Cuáles son? [Solución en juegosdelogica.com]
El Magisterio de la Iglesia Católica nos guía a la Verdad y ésta no se agota sino que invita a todos a profundizar en el conocimiento del gran misterio divino en vez de seguir adivinando a lo largo de la vida otra respuesta que la que nos dio Jesucristo, la única correcta.
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Creo en Dios Padre, Todopoderoso, Creador del cielo y de la tierra.
Creo en Jesucristo, su único Hijo, Nuestro Señor,
que fue concebido por obra y gracia del Espíritu Santo,
nació de Santa María siempre Virgen,
padeció bajo el poder de Poncio Pilato,
fue crucificado, muerto y sepultado, descendió a los infiernos,
al tercer día resucitó de entre los muertos, subió a los cielos
y está sentado a la derecha de Dios Padre Todopoderoso.
Desde allí vendrá a juzgar a vivos y muertos.
Creo en el Espíritu Santo,
la Santa Iglesia Católica, la comunión de los santos,
el perdón de los pecados, la resurrección de la carne y la vida eterna. Amén.
Preguntas del día [Puede dejar su respuesta en los comentarios]: ¿Conoce alguna adivinanza o acertijo del cual podemos aprender algo sobre nuestra fe? ¿Por qué cree que los habitantes de Nazaret en tiempos del Señor tuvieron tanta dificultad reconociendo al Hijo de Dios entre ellos?
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21 comentarios
"Dichosos los que creen sin haber visto", es claro que los sentidos, sin fe, más bien entorpecen que ayudan.
Además, la imagen que en el Israel de la época, se habían hecho del Mesías, no concordaba con las propuestas de Jesús, de ahí que la "inculturación" del verdadero Mesías, profetizado y escrito pero poco conocido, acabara en el fracaso, humano, de la Cruz Redentora.
Por otra parte intento "empatizar" y entender las dificultades que tuvieran, porque tuvo que ser muy difícil para los contemporáneos del Señor en Palestina pasar de un rígido monoteísmo de la Antigua alianza a la revelación del Dios Uno y Trino.
Es una cuestión misteriosa esa del endurecimiento de sus contemporáneos, porque también fueron testigos de sus milagros...Menos mal que es el Señor el que ha juzgado los corazones de aquella gente.
Por cierto, me alegro mucho de ver que también tiene un blog católico. Un saludo.
A mí me interesan los acertijos y me gusta poder adivinar la respuesta, pero los que son demasiado fáciles los olvido enseguida y los que son demasiado difíciles y no entiendo ni siquiera la respuesta, probablemente no los compartiría tampoco, excepto para ver si alguien me lo podría explicar. Los que más me gustan son los acertijos cuyas respuestas no sé pero las entiendo cuando alguien me lo explica.
Lo maravilloso es que el Señor nos deja suficiente pistas en nuestras vidas como para que nos fijemos en Él y nos oculta lo suficiente para que nos interesemos en encontrarle y nos esforcemos para hacerlo. Un saludo.
Cuando pecamos nos puede pasar lo mismo, que si estamos en esa oscuridad bastante tiempo, nos podemos acostumbrar y hasta rechazar la luz.
Pero, me anima saber que los mismos apóstoles del Señor no comprendieron enseguida que Jesús era el Hijo de Dios. Igual que ellos llegaron a entender la Buena Nueva por permanecer con Jesús, nosotros también podemos hacerlo si frecuentamos los Sacramentos. Gracias por compartir su reflexión.
Si recordamos la palabras de Cristo: para entrar en el Reino hay que ser como niños... lo que quiere decir limpios de mente y corazón para entender. Esta limpieza no es ignorancia ni distracción... es conocimiento y concentración en lo verdaderamente importante.
Los vecinos de Nazareth eran gentes de su sitio y época. Esperaban un mesias a su medida, que respetara todo lo establecido.
Pero Dios no pensó enviar a un criado, ni a un simple sirviente. Dios mandó a su propio hijo con el objetivo de "prender fuego" a Israel... es decir... para transformar la naturaleza su pueblo.
Pero su pueblo no estaba preparado. Las tinieblas se opusieron a la luz para no perder su reino terrenal. Los vecinos de Nazareth solo fueron capaces de ver al hijo del carpintero que se daba a si mismo honores y hasta se atrevía a decir que el era el Hijo de Dios.
Fue más de lo que pudieron soportar y en parte por temor y en parte por ignorancia, decidieron poner fin a esa escena, tirando por el barranco al causante de tamaño despropósito.
Pero... vaya... el causante era más de lo que aparentaba y ellos eran capaces de ver.
Laudetur Iesus Christe!!!
Un abrazo fraterno :)
Tantas veces es anunciado la presencia del Señor en su pueblo desde su nacimiento... tantas oportunidades para que la gente le reconociera... y nos sigue ofreciendo a todos la misma oportunidad cuando nos olvidamos de Él en nuestras vidas cotidianas. Me parece muy importante esa limpieza que menciona, ese fijarse en la presencia de Dios en nuestras vidas. ¡Qué cerca está de nosotros, sin que nos enteremos muchas veces! Un saludo.
Me llama mucho la atención que por su fe no vea la necesidad de comprender todo, y exprese su inabilidad de comprender por completo el Amor de Dios. Me recuerda la poesía de S. Juan de la Cruz:
4. Coplas hechas sobre un éxtasis de harta contemplación.Hay otras muy bellas, como una que comienza: "Vivo sin vivir en mí / y de tal manera espero, /que muero porque no muero." Aquí se pueden leer más poesías del santo: http://www.mercaba.org/DOCTORES/JUAN-CRUZ/poesias.htm
Entréme donde no supe:
y quedéme no sabiendo,
toda ciencia trascendiendo.
1. Yo no supe dónde estaba,
pero, cuando allí me vi,
sin saber dónde me estaba,
grandes cosas entendí;
no diré lo que sentí,
que me quedé no sabiendo,
toda ciencia trascendiendo.
2. De paz y de piedad
era la ciencia perfecta,
en profunda soledad
entendida, vía recta;
era cosa tan secreta,
que me quedé balbuciendo,
toda ciencia trascendiendo.
3. Estaba tan embebido,
tan absorto y ajenado,
que se quedó mi sentido
de todo sentir privado,
y el espíritu dotado
de un entender no entendiendo.
toda ciencia trascendiendo.
4. El que allí llega de vero
de sí mismo desfallece;
cuanto sabía primero
mucho bajo le parece,
y Su ciencia tanto crece,
que se queda no sabiendo,
toda ciencia trascendiendo.
5. Cuanto más alto se sube,
tanto menos se entendía,
que es la tenebrosa nube
que a la noche esclarecía:
por eso quien la sabía
queda siempre no sabiendo,
toda ciencia trascendiendo.
6. Este saber no sabiendo
es de tan alto poder,
que los sabios arguyendo
jamás le pueden vencer;
que no llega su saber
a no entender entendiendo,
toda ciencia trascendiendo.
7. Y es de tan alta excelencia
aqueste sumo saber,
que no hay facultad ni ciencia
que la puedan emprender;
quien se supiere vencer
con un no saber sabiendo,
irá siempre trascendiendo.
8. Y, si lo queréis oír,
consiste esta suma ciencia
en un subido sentir
de la divinal esencia;
es obra de su clemencia
hacer quedar no entendiendo,
toda ciencia trascendiendo.
Un saludo y muchas gracias de nuevo por su comentario.
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Hebert, pues adivinaria que es el sol. Un saludo.
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Adivinanzas Difíciles, gracias por su aporte al blog. Un saludo y siento mucho la tardanza en publicar su comentario.
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Jhosue, no sé la respuesta de ese acertijo, pero le agradezco que lo haya dejado. Un saludo y gracias por su participación en el blog.
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