Cambios al juramento hipocrático : ¿Se toma en serio todavía?
La gente suele asociar el aforismo “Primum non nocere” (“Primero no hacer daño”) con el juramento hipocrático aunque no figura en éste. Según Gonzalo Herranz, médico y profesor de la Universidad de Navarra, ni tiene su origen en Hipócrates, ni en Galeno, sino en las enseñanzas orales del médico Auguste François Chomel del s. XIX en “un tiempo de conflico, cuando la agresividad de terapistas tradicionales chocaba contra el abstencionismo de los que creían en las capacidades curativas de procesos naturales” [traducido de la publicación en inglés].
A pesar de eso, la percepción pública es que el juramento hipocrático mantiene principios éticos fundamentales que afirman la vida desde la concepción hasta la muerte natural desde comienzos del s. V A.C. y que siendo tomado ese juramento por los médicos al entrar en la profesión, se les puede responsabilizar de ello. Pero, nada más lejos de la realidad.
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Se han hecho muchos cambios al juramento hipocrático a lo largo de los siglos (se pueden ver diferentes versiones adoptadas en este enlace) y no todos los médicos toman el mismo juramento, si acaso lo hacen ya que no se les obliga a hacerlo en los EE.UU., por ejemplo.
“Según una encuesta de 1993 de 150 facultades de medicina en los EE.UU. y Canadá, por ejemplo, sólo 14% de juramientos modernos prohiben la eutanasia, 11% son una alianza con una deidad, 8% abjuran el aborto, y un mero 3% prohibe el contacto sexual con los pacientes – todas máximas consideradas sagradas en la versión clásica. […] Quizás sea más revelador que mientras el juramento clásico evoca ‘lo opuesto’ del placer y de la fama para los que rompen el juramento, menos de la mitad de los juramentos hechos hoy insisten que el que lo toma sea
responsabilizado para cumplir la promesa.
“De hecho, un creciente número de médicos han llegado a sentir que el Juramento Hipocrático es inadecuado para tratar las realidades de un mundo médico que ha presenciado enormes cambios científicos, económicos, políticos y sociales, un mundo de aborto legalizado, suicidio asistido por médicos, y pestilencias insólitas en tiempos de Hipócrates.” (“The Hippocratic Oath Today” (“El Juramento Hipocrático hoy en día”), NOVA)
Algo parecido refleja un resumen de un estudio publicado en 1998 en “Medicina”:
”De las diez Facultades de Medicina [en Argentina] que usan una fórmula, seis emplean la Declaración de Ginebra y las cuatro restantes, textos propios. Ninguna Facultad usa el Juramento Hipocrático. Ninguno de los cinco tipos de Juramentos usados indica los cuatro principios [del Juramento Hipocrático] a la vez. La regla de confidencialidad es la más mencionada; le siguen los de beneficencia y de justicia. Los principios de no maleficencia y de respeto por la autonomía del paciente, en general, y la regla de veracidad, en particular, no son incluidos. Estos resultados son similares a los hallados en otros lugares.”(Vol. 58, No. 2, 1998)
No sorprende entonces que en 2005, la Facultad de Medicina Weill Cornell (EE.UU.) cambió institucionalmente la fórmula de juramento para los nuevos médicos para ajustarse a prácticas modernas. Un comunicado de prensa (en inglés con enlace a una copia de la nueva fórmula) indica: “El juramento reafirma una ‘sagrada confianza’ entre médicos y pacientes, recordando a los médicos que ‘usen su poder sabiamente’”. Además, “los miembros [del comité] eligieron reemplazar frases que tienen una conotación religiosa con expresiones más ecuménicas”, ya que ‘queríamos ser respetuosos de la diversidad de perspectivas de fe y de creencias’.
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En una entrevista de Zenit, el presidente de la Federación Internacional de Médicos Católicos, José María Simón, afirma:
“Sí, los médicos católicos tenemos una fórmula de juramento aprobada por la Santa Sede, que tiene una primera parte para el médico católico, y otra para el médico que aunque no sea creyente, comparta los valores humanos que defendemos.
Personalmente me gusta más el juramento de Maimónides, judío español, que hablaba del único Dios, mientras Hipócrates hablaba de los dioses paganos. Aunque me conformaría con que en Occidente se respetara el juramento hipocrático. Ya sería un gran paso adelante.”
Existe al menos una versión antigua cristiana del juramento hipocrático [traducción del manuscrito en la primera ilustración del post] y una católica (en inglés). Pero, “Profesionales por la Ética señala que el documento vaticano Dignitas Personae ‘proclama el juramento hipocrático del siglo XXI’”.
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Los médicos tienen como patronos (con S. Lucas) a Ss. Cosme y Damián (s. IV), médicos gemelos árabes que ofrecían sus servicios médicos en Cilicia sin paga, comprendiendo bien las palabras del Señor en el Evangelio del XXV Domingo de Tiempo Ordinario sobre cómo el mayor entre sus discípulos debe ser: “el último de todos y el servidor de todos” (Mc. 9, 35). Entre estos están los más indefensos, como los no nacidos. Esos dos santos (se piensa que con tres hermanos suyos) dieron su vida antes de hacer cosas contrarias a su fe en Cristo. Que Ss. Cosme y Damián intercedan por todos los médicos para que tomen conciencia de su deber de respetar la vida desde la concepción hasta la muerte natural.
Preguntas del día [Puede dejar su respuesta en los comentarios]: ¿Qué les parecen las diferentes versiones del juramento hipocrático? ¿Se le da importancia al juramento hipocrático en su país?
Mañana: S. Vicente de Paúl – “El que escandalice” (Mc. 9, )
7 comentarios
Lo único vinculante y limitante para la medicina actualmente es la ley, variable según el caprichoso vaivén de las mayorías.
Otro aspecto diferente es la conciencia moral de los médicos. Pero seamos realistas: no hay ningún contexto, instituión, ideología... que defienda la vida más que la Iglesia.
Creo que en la antiguedad se tomaba muy en serio ese juramento. De allí que se comenzaba pidiendo a los dioses paganos en el caso de Hipócrates que testimoniaran el juramento y se esperaba castigos de ellos si no se cumplía, como jurar sobre la Biblia al dar testimonio en las cortes hoy en día, por ejemplo. Hoy en día, como observa Tulkas, parece ser meramente simbólico en sus diversas variaciones. Un saludo.
En el enlace de Nova en el post se pueden leer en inglés comentarios de médicos sobre el uso del juramento y un profesor de una facultad de medicina católica expresó que sorprendió a todos un año que todo un curso se negó a tomar el juramento. Además, dijo que había observado una relación a lo largo de los años entre los que no querían tomar el juramento y los que se metían en la profesión sólo para hacerse ricos, sin espíritu de sacrificio y preocupación por sus pacientes que supuestamente enfatiza el juramento hoy en día.
Otra cosa es la práctica. Me temo que ni siquiera corresponde la ley civil ya sólo a las mayorías, sino muchas veces a las minorías más vocíferas y se fuerza en los EE.UU. a los hospitales (hasta los católicos) a algunas prácticas contrarias a la fe católica (o al menos eso me dice mi esposo, que está mejor informado que yo de esos asuntos). Pero, sobre la ley civil, todos tenemos la conciencia con la cual nos ha dotado el Señor. Un saludo.
Pero ya te digo que es sólo simbólico, tradicional, carente de contenido.
Nos dieron un papelito que comenzaba diciendo: "Juro por Apolo...".
El juramento hipocrático, por otro lado, no es de Hipócrates. Parece originado en una secta muy influída por la doctrina moral de Pitágoras (según he leído, que yo de Pitágoras no sé mas que el teorema y lo que dice Aristóteles en la Metafísica).
El significado del término "veneno" es ambiguo y no tiene por qué significar necesariamente "eutanasia" o suicido asistido.
A su vez, parece aludir a algún tipo de intervención quirúrgica ("la talla", pero otros traducen "la piedra").
También habla de una relación alumno-profesor propia de una comunidad esotérica (en sentido etimológico).
El juramento no es más que una curiosidad clásica que se ha mantenido a lo largo de la historia.
En mi facultad y en mis años (1998-2004) no había ninguna clase sobre aborto provocado, pero lo mismo actualmente sí la hay.
La eficacia docente de una facultad de medicina oscila entre 0 y 0,25 sobre 10 excepto en algunos casos laudables (Anatomía, Bioquímica). La carrera de medicina en España es una de las más anticuadas, inútiles y absurdas que se siguen impartiendo (a ver si Bolonia pone orden de verdad). El que acaba la carrera tiene un título bajo el brazo, pero NO ES MÉDICO EN ABSOLUTO.
Luego vienen los verdaderos 4-5 años de verdadera formación (como es mi caso).
Por eso, si la facultad no vale ni siquiera para enseñar lo que pone en un libro, ¿cómo va a valer para inculcar una serie de valores?
La facultad de San Pablo-CEU desde este año tiene ya la carrera completa, veremos a ver cómo les va. En principio me consta que cuenta con profesionales de relevancia mundial entre su profesorado y cuatro buenos centros (privados, pero buenos) en Madrid. Pero me pilla ajeno y no sé mucho más.
Mi hermano sigue en los EE.UU. una carrera que también consiste en 4-5 años en la facultad con algunos cursos de práctica en el hospital. Tiene que pasar dos exámenes nacionales antes de pasar a un año de "intern", con el cual comenzará su período de "residency", esa formación intensa que menciona antes de examinarse de nuevo para conseguir por fin la licencia para practicar la medicina en algún estado (de los EE.UU.)
El juramento hipocrático se hace en la ceremonia que mencioné casi como un rito de pasaje, para legitimizar de alguna forma que esos estudiantes estén en el hospital y sobre todo para darles a los pacientes cierta confianza de que los médicos les van a tratar bien (o al menos eso me dice mi hermano). Creo que la mayoría de los pacientes se sorprenderían al oír que "no es más que una curiosidad clásica".
Me pregunto si más bien que retocar las palabras hace falta recobrar un verdadero sentido de responsabilidad, de esa serie de valores que menciona (sobre todo respetar la importancia de la vida desde la concepción hasta la muerte natural). Le deseo todo lo mejor mientras completa ese período de formacion que le queda.
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