Cómo dirigir nuestras pasiones naturales hacia la santidad
En el Evangelio del XXIV Domingo de Tiempo Ordinario Jesús nos recuerda que sus discípulos tienen que negarse a sí mismos y además: “que cargue con su cruz y me siga” (Mc. 8, 34). Por si eso no fuera bastante, Sta. Teresa de Jesús nos dice : “un santo triste es un triste santo”. O sea, que cargamos la cruz con una sonrisa.
En “De mal humor pero aparentando alegría: ¿virtud o hipocresía?”, se comentó por qué uno debería de mostrarse alegre a otros aún cuando uno se sienta mal. Puede ser reconfortante saber, pues, que han habido santos a quienes eso de mostrarse alegre a otros no se les dabe muy bien, como Sta. Gema Galgani, que era naturalmente muy sería y tenía una gran devoción a la Misa diaria (el Sacrificio incruento de la Cruz) y al Vía Crucis.
Sta. María Emilia de Rodat (1787 - 1852) fue otra santa que también encauzó su tristeza natural hacia la santidad, llorando por sus pecados y las de otros, meditando la Pasión del Señor (aunque también amaba la Santa Infancia) y aprovechando su experiencia para consolar y animar a otros. Desde pequeña le costaba tanto sonreír que su abuela, que la cuidaba, solía acercar su cara a la suya y no soltaba su barbilla hasta que le mostraba una sonrisa. Años después, tras fundar la Congregación de la Sagrada Familia, animó a una novicia desanimada y triste, ofreciéndole su sonrisa todos los días cuando ésta cumplía su mandato de llevarle flores cada día.
Tuvo mal salud a lo largo de su vida, pero lo que le hizo decir que comprendía “el suplicio de un alma réproba, separada de Dios” fueron años terribles de sequía espiritual. Esta santa se esforzaba en mostrar buen humor a otros, aunque no siempre lo lograba. Cuando le obligaron a posar para un retrato y el artista le recomendaba sonreír, sólo consiguió llorar. A pesar de sus enfermedades, murió con una sonrisa celestial.
Una forma de combatir pasiones como la tristeza es orientarlas hacia un bien con mira espiritual. El P. Antonio Royo Marín, en “Teología de la perfección cristiana”, señala que:
“Una de las razones más comunes de tantos santos frustrados es que no han dado la necesaria atención al control y al uso de las grandes energías de sus pasiones. Sin pasión, efectivamente sin gran pasión dirigida hacia el bien, es practicamente imposible hacerse santo.”[traducido del inglés]
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Según el P. Antonio Royo Marín, estos son los objetos principales hacia los cuales deberíamos de dirigir nuestras pasiones:[traducido del inglés]
1) Respecto al amor, debería ser dirigido en la orden natural a la familia de uno, a buenas amistades, al conocimiento, al arte, al país de uno, etc. En la orden supernatural debería ser dirigida a Dios, a Cristo, a María, a los ángeles y a los santos, a la Iglesia y a las almas de nuestro prójimo.
2) El odio debe ser dirigido hacia el pecado, los enemigos del alma y cualquier cosa que nos podría rebajar o conducirnos al mal en el orden natural o sobrenatural.
3) El deseo debe ser transformado a la ambición lícita; en el orden natural, para ser de provecho para la familia de uno y el país de uno, y en el orden sobrenatural a conseguir la perfección en la santidad.
4) La huída o la aversión debería de ser usada para evitar las ocasiones de pecado y cualquier cosa que comprometería nuestra propia salvación o santidad.
5) El gozo debería de ser experimentado como resultado del cumplimiento perfecto de la voluntad de Dios para nosotros, del triunfo del bien por todo el mundo, de la posesión de la gracia santificante que le hace a uno un hijo de Dios y un miembro vivo de Cristo, etc.
6) La tristeza encontrará su expresión en la contemplación de la Pasión de Cristo, de los dolores de María, de los sufrimientos y la persecución de la Iglesia y de sus hijos, del triunfo del mal en el mundo, etc.
7) La esperanza debe alimentarse de la perspectiva de la felicidad eterna que nos espera en la vida futura, en confiada confianza en la asistencia de Dios durante nuestra vida, en la seguridad de la protección de María, ahora y en la hora de nuestra muerte, etc.
8) La desesperación debe ses transformada a una desconfianza prudente de nosotros mismos, fundamentada en el conocimiento de nuestros pecados y en la debilidad de nuestros poderes, pero equilibrado por una confianza en el amor y la misericordia de Dios y la asistencia de Su divina gracia.
9) La valentía o el atrevimiento tiene que ser convertido a un espíritu intrépido y valiente para enfrentar y conquistar todos los obstáculos y dificultades que nos encontramos en el cumplimiento de nuestros deberes y en la labor de nuestra santificación, recordando que ‘el reino de los cielos está en tensión, y los esforzados lo arrebatan.” (Mt. 11, 12).
10) El temor debe concentrarse en la posibilidad del pecado, que es el único verdadero mal que nos puede acaecer, y en la pérdida temporal o eterna de Dios que es la consecuencia del pecado, pero no hasta tal punto que uno es conducido al desánimo, pero como un estímulo de morir antes que pecar.
11) La ira debería de ser transformada a una indiganación santa que se probará como una fuerte defensa contra toda clase de mal.
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El P. Antonio Royo Marín recomienda que la determinación de la pasión dominante de uno se haga con un buen director espiritual, que debería concentrarse en la reforma y control de esa pasión dominante, sin intentar eliminarla (algo inútil) ni tampoco desatender las otras pasiones.
Sta. María Emilia de Rodat encontró su vocación precisamente en un momento de gran desánimo, cuando se sentía espiritualmente hundida. Hizo una confesión general antes de reanudar sus prácticas piadosas. Convencida de la importancia de un buen director espiritual, no dejó de rezar para que el Señor le concediera uno hasta que encontró al abate Marthy.
Que el Señor nos conceda conocer mejor nuestras pasiones naturales para mejor ofrecernos por completo a Él.
Preguntas del día [Puede dejar su respuesta en los comentarios]: ¿Cree que su práctica de espiritualidad refleja bien sus propias pasiones naturales? ¿Le ayuda en el camino de la santidad conocer sus propias pasiones? ¿Le parece importante controlarlas?
Mañana: Ss. Andrés Kim, Pablo Chong y Compañeros mártires – “se marcharon de la montaña y atravesaron Galilea” (Mc. 9, 30)
34 comentarios
¡Qué grandes lecciones nos dan los santos,tan humanos,tan apasionados y ...tan santos!.
Sí,tienes mucha razón,cuando se conocen las pasiones,no es difícil conocerlas, pues tienen sus manifestaciones en los pecados capitales;sin embargo,se puede reconvertir la mala pasión en buena pasión al servicio del Señor y del Reino de Dios.
Theresita era más bien de temperamento llorón,y,mírala,apenas 25 años de vida, dónde llegó.
S.Teresa de muy anciana visitó un convento,iba de ronda de despedida, pues su enfermedad le indicaba que le quedaba poco tiempo de vida, y al encontrarse con la superiora,cuando era jovenzuela ella la crió espiritualmente,se quejó a su asistente, porque consideraba que no la había atendido con la debida prestancia.
Sta. María Micaela,en la Parroquia de dicho nombre,de Madrid,fuimos bautizados mis dos hermanas y yo,además, la P. Comunión) dominaba su soberbia limpiando los aseos con la lengua,echó una bronca de temblar el mundo a una monja que se había acobardado en la atención a los enfermos,estando en la cama aquejada de tifus y eso pocas horas antes de morir;no podía,pese a los consejos de sus allegadas,dejar solas a sus hijas en Valencia, donde estalló la epidemia y claro de atender a moribundos se contagió.
Las pasiones forman parte de nuestra persona,y,así nos quiere Dios,así nos creó,¡qué gran oportunidad!,no las miremos como algo negativo,sino como unas grandes señales indicadoras del camino hacia el Padre .
Los santos:tipos humanos,con sus defectos,con sus pasiones, que reconducen todo para la santidad.¡Dios nos conceda cruzarnos con alguno!,yo creo que he tenido esa gracia:mi padre espiritual (q.e.p.d.).
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Norberto, ¿y no habría una manera más higiénica? Esto, ¿lo cuentas en serio como modelo de virtud? El contagio, ¿no sería por "dominar su soberbia"?
Lo cuento como ejemplo de que la pasión,o sea el coraje,las agallas, [...], vamos, las encauzó a dominar la soberbia.¿Modelo?,probablemente no sea un estándar,pero a ella le sirvió,¿y a ti?;a mí que tengo fuerte temperamento, me recuerda que, si ella pudo, yo,seguro, también.
El que se ensalza será humillado,el que se humilla será ensalzado
El que quiera ser el primero de todos,que sea el último y el servidor de todos
Pero me callo y me marcho, que aquí no se polemiza.
Capté,aunque no seguí,el tono burlón de tu comentario;no,no es pecado siempre que no atente al 5º mandamiento, que alcanza al cuidado de la propia vida.
Los santos saben diferenciar,por la gracia, la diferencia entre penitencia y masoquismo;los directores espirituales,bien formados,saben dosificar las prácticas,convenientemente.
Más sufrió Stª Mª Micaela el desprecio de los de su clase,muy alta,de la Villa y Corte de finales del XIX,incluso las calumnias que a una persona de temperamento,opino,duelen sobremanera.
Uno se podría preguntar que por qué no es de otra forma, con menos carácter, o más valiente, o menos melancólico, etc. pero es que por medio de esos "defectos" que nos humillan, dominándolos, llevaremos nuestra cruz (que nos pide el Señor llevar la nuestra, no la que nos apetezca) como Dios quiere. Un saludo.
Cada uno sabrá mejor lo que sería penitencia en su propio caso. Algo que a uno no le importaría hacer quizás a otro le mortificaría mucho. Lo admirable de los santos es que por su humildad no les importaba reconocer lo que hacían a sus confesores y dejarles a ellos decidir la voluntad del Señor en su caso (aunque sin perder la cabeza por ello), continuando o dejando hacer ciertas penitencias según el discernimiento que se llevó a cabo. No es la penitencia el fin, sino el medio. Un saludo.
"'Podemos decir, si observamos lo que pasa en nosotros, que nuestras pasiones son todas reducibles al amor, que abraza y despierta a todas las demás. El odio por algún objeto no viene excepto por el amor que tenía por otra cosa. Odio la enfermedad porque amo la salud. No tengo ninguna aversión a nadie a no ser que sea un obstáculo para mí de poseer aquello que amo. El deseo no es nada más que un amor que se extendie a un bien que no se posee todaveia, y el gozo es un amor que se satisface en la posesión del bien. La aversión y la tristeza son un amor que se apartan de un mal que le deprivaría de su bien. La valentía es un amor que emprende, por la posesión de lo amado, aquello que es muy difícil; y el temor es un amor que, bajo la amenaza de perder lo que uno busca, está atormentado por ese peligro. La esperanza es un amor que tiene la confianza de poder poseer el objeto amado; la desesperación es un amor que está desolado al verse deprivado de ello para siempre, lo cual causa un abatimiento del que no se puede levantar. La ira es un amor que está irritado al ver que uno desea deprivarlo de su bien y se levanta para defender ese bien. En una palabra, reprime el amor y no hay pasiones; despierta el amor, y todas las demás pasiones nacen'". ("Teología de perfección cristiana" parte III, cap. 5)
Le confiaré que me encanta cómo superó y usó para bien su personalidad Sta. María Emilia de Rodat porque encuentro bastantes paralelos entre su personalidad y la mía [tengo bastantes fotos de cara larga de mi adolescencia que me gustaría olvidar], aunque carácter como Sta. Teresa de Lisieux y la susceptibilidad que menciona de Sta. Teresa de Jesús también tengo de sobra. ¡Lástima que no vienen con dosis de santidad, sino que uno tiene que trabajarlos como esas santas! (Aunque no olvidemos que los santos varones también tienen sus dosis de pasiones.)
Le ruego que no tome a mal lo que dije, que ya sabe que aprecio muchísimo lo que comparte para bien de todos. Lamentablemente, no es siempre fácil transmitir exactamente lo que uno quiere decir por Internet y seré la primera en admitir que malentendidos de sobra he tenido desde el comienzo del blog. Un saludo.
San Pedro fulminó a Ananías y Zafira por mentir, San Pablo le deseó a quien le abofeteó en la boca que Dios lo hiriera a él, Santa Genoveva tomó en sus manos una custodia para repeler a los bárbaros, Santo Tomás metía la cabeza en un sagrario para inspirarse, San Simeón vivió sobre una columna por décadas, San Alejo Romano el día de su boda abandonó a su mujer y se hizo mendigo, etcetera.
Dígase lo mismo de este ejemplo. Por eso, la Iglesia dice, "admirable, pero no imitable", "mirandus non imitandus".
No me ofendo,sino que cuando escribo,como hoy,con pasión,pues es natural que provoque pasión.Sobre "lo de Stª Mª Micaela",desconozco el dato de cuántas veces lo hizo,pero estoy seguro de que no fue una ocurrencia de soberbia sino para controlar la misma, veo la gracia actual ahí,por eso lo mencioné; podría habérmelo ahorrado,pero quise ponerlo para que se vea que la grandeza,y gloria,de Dios,incluso limpiando aseos, no alcanza fronteras.
Si se quiere ser el primero,hay que humillarse,como se dice en el Evangelio de hoy;lo demás es flatus vocis,así lo hizo la santa,encauzó su pasión con espíritu reparador,¿cuántas veces?,las que Dios le inspirase,quizás una o dos,y ya está.
Por cierto no hay nada que perdonar,los post tienen ventajas e inconvenientes,entre ellos que determinadas expresiones han de ser captadas sin ver cara,ojos,tono de voz,etc.y, a veces, la imaginación construye su composición de lugar.
Claro que los santos, siendo humanos, también podían cometer pecados (sólo la Inmaculada Virgen María está exenta de todo pecado, incluyo venial) y no todo lo que hacían era siempre perfecto. Pero, que ciertas acciones se consideraran virtud en santos inspirados por el Espíritu Santo, como señala, nos debería de hacer comprender por qué no debemos juzgar las intenciones de nadie.
Respecto a lo de imitar, me parece que el amor de Dios inspira "locuras" diferentes a cada santo según su carácter, sin necesidad de que se copien exactamente. De allí que tenemos tantas anécdotas particulares a cada santo. Gracias por los ejemplos que dejó.
Creo que los santos llegaron a santos, precisamente por tener un modelo psicológico adecuado a sus objetivos. Muchas personas se desviven por avanzar por el camino de la santidad solos. Se hace evidente que son necesarios elementos de guía para afrontar los duros tragos que nos reserva la vida.
Santa Gema tuvo la gracia de Dios de conseguir un buen director espiritual que supo ir dado guía a su psicología para poderla de su parte.
Por desgracia, hoy en día la dirección espiritual es complicada. Ya es difícil encontrar sacerdotes para confesarse y cuando se da con uno... las colas son considerables. Pero Dios es esperanza...
Estupenda reflexión. Enhorabuena
Para empezar, ese enfoque del amor me parece mezquino: "tu familia", "tu país"...creo que habría que fomentar el amor que se hace prójimo del que está lejos, acercándonos a él, porque el amor a los "nuestros" es lo normal en cualquier ser humano salvo excepciones, mientras que lo cristiano sería ampliar el círculo.
Después, las excentricidades que se cuentan, prefiero no juzgarlas, pero desde luego, no creo que sirvan de nada bueno a las personas corrientes.
En cambio, yo esperaba "sabios consejos" sobre como convertir la cabezonería en constancia, el mal genio en energía constructiva, la tristeza en empatía, la alegría en simpatía....qué sé yo....
Si alguien tiene pistas sobre como sacar partido a nuestro temperamento, ya que la raíz de nuestras virtudes es la raíz de nuestros defectos, pues eso es lo que estaba buscando, y lo agradecería. La cuestión sería transformar la fuerza negativa en positiva o contrarrestar lo que no puede ser transformado, potenciando el valor opuesto que lo neutraliza.
Aunque quizás la mejor manera de dirigirnos hacia la santidad sea simplemente olvidarnos de nosotros mismos y concentrarnos en lo que se necesita que hagamos y hacerlo.
Perdonad si resulto muy negativa, pero precisamente es porque el tema me parece interesante y sin embargo no me sirve este enfoque.
Saludos cordiales
¿Debería hacer falta un director? Bueno, hará falta tomar consejo, en ocasiones, de personas que sean de fiar, pero dejarse dirigir por alguien es un arma de doble filo...
No lo veo nada claro.
El sabio consejo es:
-Si quieres ser santa,si quieres perder tu vida la salvarás.Dile al Señor que quieres cumplir su voluntad y colabora con la gracia santificante habitual y actual.Déjate aconsejar por alguien que te conozca y en quien tu confíes...el resto es cosa de Dios y de tu aceptación.Empieza por renunciar a verte buena y a verte progresar...¡ya está!.
Con todo cariño.
Me ha dejado pensando lo que ha dicho asun sobre que "la raíz de nuestras virtudes es la raíz de nuestros defectos"...
Un famoso psicólogo y fundador religioso es el P. Benedict Groeschel, que tiene un programa en inglés en EWTN, "Sunday Night Live", que es muy recomendable también. Habla a veces en su programa de cómo el campo de la psicología va aprendiendo de la doctrina cristiana.
Es verdad que es muy difícil encontrar buena dirección espiritual estos días, pero muchos pueden encontrar un buen sacerdote con quien confesarse regularmente y a quien pedir consejo espiritual cuando hace falta. Por la Confesión Sacramental nos ilumina y guía el Señor, además de concedernos Su Perdón y Gracia. Un saludo, y siento mi retraso en responder.
Esto es lo que me parece se puede aprovechar de las recomendaciones del P. Royo Marín:
1) el ejemplo de la familia de uno, etc., se da en el plano natural, pero el enfoque está en el plano sobrenatural (que sigue al ejemplo que menciona) hacia el que nos debemos dirigir, a Dios y al prójimo de forma más generosa. De lo natural, las pasiones, debemos pasar a lo sobrenatural, a aprovechar esos sentimientos que pocas veces podemos evitar sentir para hacer el bien.
2) Hacer todo por Amor y con Amor o hasta su buena recomendación de rezar puede resultar algo muy ambiguo para algunos, a quienes les ayuda que se traduzca ese amor y esa oración en ejemplos concretos que se pueden poner a la práctica. Por ejemplo, si uno tiende a sentirse triste, le podría ayudar meditar la Pasión del Señor cuando se sienta deprimido y aprovechar el don de lágrimas para crecer en Amor a Dios en vez de concentrarse en la pena de uno mismo.
Las sugerencias son prácticas porque señalan lo que le vendría mejor y más natural a cada uno meditar en la oración según su propio temperamento, y así dominarlo con la ayuda de Dios. Si uno está pensando en algo bueno, menos tiempo tendrá para lo malo. La fuerza negativa que menciona en su comentario me parece ser el desorden y lo positivo sería ordenarlo. Hasta el gozo puede ser negativo si es excesivo y desordenado y no se debe a algo bueno (estar muy contento porque le pasa algo malo a otra persona, por ejemplo).
No sé si eso le ayuda algo, pero quizás a otros sí. La dirección espiritual (o pedir consejo cuando hace falta a un confesor) ayuda porque muchas veces otros, iluminados por el Espíritu Santo, pueden ver nuestros problemas (y por lo tanto una solución) de manera más objetiva. Muchas veces los consejos que he recibido que me parecían menos pertinentes resultaron con el paso del tiempo ser los más acertados. Un saludo.
"Oí una vez decir a la Madre Angélica en su programa de EWTN que el Señor sabe muy bien los defectos que tenemos y que tenemos que esforzarnos en mejorarnos en esas áreas de nuestra vida en las que Dios quiere que le demos gloria de una forma única."
Creo que la clave está en darnos cuenta de que lo que consideramos defectos son medios que el Señor nos ha dado para perfeccionarnos. No quiso que S. Francisco de Asís fuera tan erudito como Sto. Tomás de Aquino, ni que Sta. Teresa de Jesús viviera en el silencio y anonimato de otra fundadora, Sta. Rafaela María del Sagrado Corazón, por ejemplo. Cada uno tiene que cargar su cruz, a cada uno pide lo que más le cuesta, como al joven rico. Un saludo.
En cuanto al reparo que le pone asun al texto del P. Royo Marín, yo diría que ese amor a la familia y a la patria son presentados como una serie de jalones a superar dentro del contexto de la perfección cristiana. Quien no ama a su familia difícilmente podrá amar a los demás. Evidentemente, el amor cristiano no se detiene ahí, ya que incluso exige amar al enemigo. Pero como mecanismo para medir el estado de nuestra salud espiritual o la un colectivo, esos dos puntos no están nada mal. Por ejemplo, en el caso de España, el diagnóstico resultante sería desolador, porque las familias están cada vez más descompuestas y de amor a la patria, poquito, poquito, salvo cuando se celebra algún exito deportivo.
Un saludo a María Lourdes, a asun y al resto de intervinientes.
Creo que la idea es convertir los defectos en virtudes para que menguen e idealmente controlarlos para que no se manifiesten en pecados contra otros. Así controlaba su temperamento S. Francisco de Sales, por ejemplo, usando su carácter para mantener vivo su celo por defender la Iglesia, prefiriendo aguantarse y mostrarse dulce con otros para no deshacer sus esfuerzos convirtiendo a otros. Su silla mostraba marcas donde se agarraba con fuerza para no mostrarse impaciente.
Estoy de acuerdo con el segundo párrafo y le agradezco sus interesantes comentarios.
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Rodolfo, su comentario me recuerda a S. Pedro andando sobre el agua hacia Jesús, confiando hasta que sintió el viento y se asustó. A pesar de su poca fe en ese momento, su gran amor por el Señor hizo posible que con la ayuda de Dios llegara a ser un gran santo. Muchas gracias por haber dejado su comentario, y siento que tardé tanto en publicarlo.
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