Eduardo Verástegui y la gracia de ser apartado de la gente
Hay momentos en que ayuda mucho comunicarse con alguien en privado en vez de hacerlo en público. El Señor hizo eso con el sordomudo del Evangelio del XXIII Domingo de Tiempo Ordinario: “apartándolo de la gente a un lado” (Mc. 7, 33) para abrirle los oídos y desatarle la lengua.
Algo parecido le ocurrió al actor y cantante José Eduardo Verástegui a los 28 años, como explicó cinco años después en una entrevista en “Nuestra fe en vivo” (EWTN) antes de estrenarse la película “Bella”. En estos dos vídeos (de 6) de la entrevista, describe el fracaso que supuso para él correr la misma carrera vacía que muchos otros. También se queda sin habla recordando su experiencia de conversión, de cómo el Señor le apartó de la gente tocando su corazón de tal forma que en la soledad humana encontró a Dios:
En el resto de la entrevista, explica que no por nada se llama “Metanoia Films” la productora de películas que creó con otras dos personas. Tomó “Metanoia” del título de un capítulo en una biografía de S. Francisco que le regaló una artista amiga de la Bta. Madre Teresa de Calcuta. Esa palabra significa “cambio” o “conversión”, que para S. Francisco de Asís tuvo lugar en la iglesia de S. Damiano, ante el crucifijo [que hoy en día está en la Basílica de Sta. Clara - ver foto]
Para José Eduardo Verástegui, la conversión tuvo lugar cuando estaba lejos de su país y de su familia, “sordo” a los consejos y a las oraciones de su madre y “mudo” sin poder expresar lo que anhelaba. Dios tocó su corazón por medio de un idioma que no entendía. De hecho, comenta en la misma entrevista que entendía sólo un 10% de lo que le decía la maestra de inglés que fue instrumental en su conversión.
La gente le presentó a Jesús un sordomudo para que le curara el Señor, pero Él nunca se contenta con sólo una cura física, sino que busca sanarnos por completo, cuerpo y alma. Jesús le concedió al sordomudo un encuentro muy personal con Él porque el que lee corazones sabe mejor que nadie lo que necesitamos aunque no se lo digamos o no lo sepamos. Algo muy importante en la vida de José Eduardo Verástegui fue darse cuenta de que la sociedad no siempre busca lo mejor para el individuo, pero Dios sí:
“…muchas veces nuestros sueños pueden ser nuestros peores enemigos si esos sueños no van en línea con la voluntad de Dios, si son sueños egoístas y esos eran los sueños que yo tuve por muchos años… yo quiero esto, quiero eso, yo quiero la fama, yo quiero esto, quiero lo otro … porque la sociedad te dice que si no llegas a la cima de la montaña, si no te vuelves en alguien, en alguien exitoso, eres un fracasado. ”
Al principio de su conversión, José Eduardo Verástegui se quedó sin palabras para describir lo que le estaba pasando, pero por medio de un sacerdote se le desató la lengua. Obtuvo la gracia de acercarse más al Señor rechazando proyectos que le ofrecía la gente que no se alineaban a las promesas que hizo al convertirse. Volvió al Señor frecuentando los Sacramentos, prometiendo asistir a Misa y a rezar el Rosario todos los días y cumpliendo esa promesa.
Ayudado por un sacerdote, discernió que el Señor le llamaba a compartir su experiencia y a evangelizar en el ambiente en que se encontraba. Formó un grupo para educar a otras personas en Hollywood sobre la ética en las artes y sobre temas de apologética. Llegó a comprender su propósito en la vida: “Nací para conocer, amar y servir a Dios”. Lo mismo hace el Señor con nosotros porque “Todos somos llamados a ser santos”.
Preguntas del día [Puede dejar su respuesta en los comentarios]: ¿Ha tenido alguna vez la sensación de que el Señor le apartaba de la gente para conocerle mejor? ¿Cree que el Señor le ha confiado con una misión particular en el mundo?
Mañana: El Nacimiento de la Ssma. Virgen María - “mirando al cielo” (Mc. 7, 34)
18 comentarios
contesto a la pregunta : no tengo una gran misión pero si cositas pequeñas que se añaden a las de los otros.
¿Cómo explicar esa gracia a alguien? ¿Cómo compartir el dolor que nos parte para poder alabar dignamente al Señor, que nos sostiene? Tan infinita como es Su Grandeza, así de inmensa es nuestra nada. Y más patente lo es cuando nos quedamos solos ante Dios Todopoderoso.
¡Qué maravilloso testimonio de fe que no desesperara ese hombre sino que desde ese momento dejara al Señor actuar por él para dar esperanza a otros como dice! Saludos.
Estoy convencida de que todos tenemos una misión semejante de atraer más almas a Dios tras haber recibido Su Gracia. Fíjese que la conversión de ese hombre se debió a alguien en su familia (su madre), a alguien en el mundo profesional (su maestra de inglés) y a personas consagradas (los sacerdotes que le ayudaron). Todas esas personas viviendo con coherencia su fe tuvieron una parte importante en la vida de ese hombre y por consecuencia en la vida de todas las personas a quienes ha tocado su testimonio de conversión.
Y se ve más claro la Grandeza y Bondad del Señor en cómo usa Dios lo poco que podemos hacer cada uno según nuestro estado en la vida. Mientras que hagamos todo lo que Él quiera que hagamos, por muy poco que nos parezca, es una gran misión en el Plan Divino. Un saludo.
El éxito es personal, no debe estar sujeto a la aclamación popular. Una persona puede sentirse satisfecha de su vida porque se ha sacrificado por quién más quiere, porque ha entregado lo mejor de sí mismo para lograr el beneficio de sus seres queridos. El beneplácito de los demás, los aplausos, no son éxito si sólo se busca eso. Es vanidad.
En cuánto a la misión. Yo creo que cada uno cumple una función. Puede ser silenciosa o pública. A veces haces o dices algo que no te das cuenta del bien que haces. No me atrevería a decir si el Señor me ha confiado alguna misión. ¡Ojalá, fuera así! Pero podría decir que tengo una familia maravillosa y unos hijos de los que me siento orgullosa y cuando sientes el cariño que te dan es porque algo bien has hecho. Y por ello, doy gracias al Señor.
Preciosa la película Bella que protágonizó Eduardo Verástegui. Y hermoso su corazón.
Yo encontré, definitivamente al Señor, a 570 Km de mi lugar natal,por traslado de mi familia debido al nuevo trabajo de mi padre. De Egipto llamé a mi hijo es una frase que tiene fuerte resonancia para mi.
Respecto de lo segundo,sin duda mi vocación a la santidad, en la más genuina expresión, según el sentido paulino del término.
Me parece que al ser bautizados recibimos nuestra misión como católicos de ir por el mundo anunciando la Buena Nueva según nuestros talentos y capacidades (que más no espera el Señor de lo que podemos hacer), pero sobre todo el mismo propósito que menciona el autor del Catecismo: "conocer, amar y servir a Dios".
¿No es toda vocación una misión según el estado de vida de uno? Dios nos pone en el seno de una familia a todos, hasta los que no tienen familia de sangre. Pienso que ser hija, hermana, esposa, madre, amiga, etc. son misiones que me ha confiado el Señor según las circustancias en las que me pone y no hay ningún día idéntico a otro, lo cual hace muy interesante nuestra "misión". Un saludo.
Creo que muchas veces me veo a través de la vocación como esposa y madre, por ejemplo, pero me parece más hermosa aún esa vocación a la santidad que menciona, que debe penetrar todo. ¿Cómo entiende ese sentido paulino de la vocación a la santidad?
Porque todos los que habéis sido bautizados en Cristo, de Cristo estáis revestidos. Ya no hay judío ni griego; no hay esclavo ni libre; no hay varón ni mujer; porque todos vosotros sois uno en Cristo Jesús. Gálatas 3:27-ss
Segui y sigo a Eduardo Verastegui y su productora Metanoia. La claridad de sus palabras respecto a su "mision", impresiona y es un ejemplo.
Compre la pelicula Bella, de tan buen mensaje y factura. Pero sobre ella, me queda una duda que, aunque me salga del hilo, comento. Al final de la pelicula, se encuentran el, Eduardo Verastegui; la ninia de unos 6 anios, que supuestamene ha sido cuidada esos anios por el; y ella, la madre, que supuestamente la confio al cuidado de el tras nacer y no la vio mas. Se encuentran, transcurridos esos anios para iniciar una vida juntos (es decir, con la madre que habia estado ausente). ?Estoy en lo cierto o me equivoco?.
Es un mensaje para esas mujeres que dicen no encontrarse preparadas para la maternidad. Si así es, deben dar oportunidad de vivir a su hijo, pese a todo. Si no han comprendido el milagro de la maternidad, lo verán claro cuando tengan a su hijo en sus brazos.
Cuando la vi por primera vez, ansioso por verla completa, me parecio que habia un salto grande entre el momento en que se despiden ella y el, una semana antes del parto esperado, y ese encuentro final 6-7 anios despues.
El personaje de ella se habia ido revelando, por ejemplo, con esa conversacion de noche tumbados en la playa tras conocer a la familia de el. Cuando a la maniana siguiente volvieron en tren a la ciudad, yo pense que estarian juntos desde ese momento. Ella le dijo que necesitaria un amigo la semana siguiente (se supone, en el parto). Por eso me descoloco que la siguiente escena es otro tren que lleva a ella al encuentro de el y su hija, otra vez a la playa, !tantos anios despues!.
He tenido que verlo varias veces para entenderlo, pero tenia dudas. Ahora, con el comentario de Azahar, me he asegurado. Otra vez, gracias.
Personalmente, he tenido en mi madre, que en paz descanse, un ejemplo de abnegacion y entrega que me ha hecho entender el amor de Dios. Gracias infinitas para ella.
Me parecieron también interesantes sus comentarios sobre la película.
[Por cierto, mi hijo no lloró ni una lágrima el primer día de escuela y jugó muy contento. Se preocupó un poco al llegar a un cuarto con muchos otros niños llorando (no vi a ninguna niña llorando) y preguntó por qué nos teníamos que ir mi esposo y yo, pero se contentó con nuestra respuesta y empezó a jugar como si nada. Espero que el comienzo del año escolar de su hijo también fue bueno.] Un saludo.
Desgraciadamente, yo no pude estar con mi madre antes de morir al vivir tan lejos (sera una pena para siempre; aunque su mismo ejemplo me ayuda a llevarlo). Pero, en la linea de lo que comenta, su amor luminoso responde al amor de Dios que esta por encima. Gracias a nuestras madres (y padres) y gracias a Dios.
(Me alegro mucho de las buenas impresiones del principio de curso de su hijo. Aqui, el curso escolar comienza en el mes de abril, propiamente. Ahora empezo el curso despues de las vacaciones de verano y seguimos dandole a los "kanji", ideogramas, que hay que machacar todos los dias para aprenderlos. Que Dios nos siga ayudando... y a usted y a todos los lectores tambien).
Los "kanji" me recuerdan a un amigo mío de Alaska que quería aprender japonés en la universidad. En su residencia había tarjetitas con "kanji" por todas partes. :) Muchas gracias por sus oraciones.
Los comentarios están cerrados para esta publicación.