Separada de su bebé por rechazar una cesárea innecesaria
A pesar de que la Organización Mundial de la Salud recomienda que en ningún país sea la tasa de cesáreas mayor del 15%, según “CDC’s Nacional Center for Health Statistics” (.pdf en inglés del 18.3.2009), 31,8% de los nacimientos en los EE.UU. del año 2007 fueron por cesárea, un incremento de 50% desde 1996. Según “Need for transparency increases as Cesarean rates rise”, la tasa también varía entre estados y hospitales: “por ejemplo, una mujer dando a luz en New Jersey tiene una mayor probabilidad (73%) de tener una cesárea que una mujer en Utah”.
Precisamente en New Jersey, en 2007, le quitaron un bebé (V.M.G.) de su madre (V.M.), porque ésta no quiso que le hicieran una cesárea durante el parto. Los médicos pensaron que habría problemas, pero la madre tuvo razón en que el bebé nació sano y sin problemas. A pesar de eso, diciendo que el comportamiento de la madre fue “combativa y errática” durante el parto (algo que podría describir a muchas mujeres en la misma situación), le denunciaron por “abuso y negligencia” del bebé (aunque legalmente allí no se le considere al bebé como una persona hasta que nazca).
Tras una batalla legal de dos años, en los que los padres no han podido tener a su bebé, una corte de apelación del estado declaró el mes pasado que no había caso contra el padre, B.G., y que continuaban a negar a V.M. la custodia del bebé por “abuso y negligencia” debido a que se custionó la salud mental de la madre por haber recibido cuidado psiquiátrico durante 12 años antes del nacimiento de V.M.G., lo cual no fue la razón por la que le quitaron el bebé en primer lugar. Declaró la corte que el rechazo de la cesárea y su comportamiento durante el parto ya no era la razón por no devolverle el bebé. Si la razón por la cual se separó al bebé de su madre se considera inválida, ¿por qué buscan otras para mantenerles separados?
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Una cesárea, como operación mayor quirúrgica, sigue teniendo sus riesgos para la madre y el bebé por la cirugía y la anestesia, aunque muy reducidas comparadas a las que solía haber y menos para el bebé (problemas respiratorios, por ejemplo), que para la madre.
Se suele recurrir a la cesárea por problemas médicas con el cordón umbilical, por la posición o tamaño del bebé, problemas del bebé (por enfermedades como espina bífida o por cambios en el ritmo cardíaco durante el alumbramiento, por ejemplo), si la madre tiene problemas graves de salud como preeclampsia severa o problemas con la placenta.
Como los beneficios deben sobrepasar los riesgos, es muy importante que los padres (que ante el Señor son responsables de los hijos que Dios les concede) estén bien informados sobre los riesgos y las razones por las cuales se podría llevar a cabo una cesárea y así poder tomar decisiones responsables, en el caso de que se presentara la cesáresa como una opción por razones médicas. Esa es una de las recomendaciones en “Lo que puedes hacer para evitar una cesárea innecesaria”.
En “State by state resources”, los padres en los EE.UU. pueden encontrar algunos recursos por estado con estadísticas sobre cesáreas en cada estado.
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La madre de S. Ramón Nonato (s. XIII-1240) no tuvo la oportunidad de consentir a la cesárea por la cual nació el santo porque sacaron al bebé por cesárea tras su muerte. Se le llama “Nonato” al santo por no haber nacido por parto natural y por eso, como Patrono de las parturientas, muchas madres piden su intercesión ante el Señor para un buen parto. Este santo español de Portell, Cataluña, demostró en vida todo lo contrario de lo que dijo el Señor en el Evangelio del XXII Domingo de Tiempo Ordinario hace impuro al hombre:
“Porque de dentro, del corazón del hombre, salen los malos propósitos, las fornicaciones, robos, homicidios, adulterios, codicias, injusticias, -fraudes, desenfreno, envidia, difamación, orgullo, frivolidad. Todas esas maldades salen de dentro y hacen al hombre impuro.” (Mc. 7, 20-23)
Mientras pastoreaba ovejas crecía en devoción a la Ssma. Virgen María, que le indicó su deseo de que ingresara en la Orden de los Mercedarios de S. Pedro Nolasco. Se entregó a ese buen propósito de irse en misión para redimir tanto el cuerpo y el alma de cualquier cautivo. Frente a la injusticia del secuestro, pagó rescates para muchos y se ofreció a sí mismo también.
Predicaba contra las maldades que menciona el Señor con tan gran entusiasmo, que fue arrestado varias veces y torturado. En vez de guardarles rencor a los que le torturaron durante meses, se preocupaba por la salvación de sus almas. Tras ser rescatado, humildemente se lamentó de no haber sido digno de ser mártir. Su vida casta y devota al Santísimo Sacramento terminó mientras iba de camino a Roma por obediencia del Papa, que le había nombrado Cardenal.
Que S. Ramón Nonato interceda ante el Señor por las mujeres embarazadas para que sus hijos no sólo nazcan bien, sino que también conserven la pureza del corazón a lo largo de esta vida para poder gozar de la visión de Dios en la siguiente.
[Fotos de Wiimedia Commons: cirugía (Bobjgalindo) / estatua de S. Ramón Nonato (Anual)]
Pregunta del día [Puede dejar su respuesta en los comentarios]: ¿Conoce a alguien que tuvo una cesárea o que nació por cesárea? Teniendo en cuenta las enseñanzas de la Iglesia Católica, ¿qué opina del caso de V.M.?
Mañana: S. Josué - “Dejáis a un lado el mandamiento de Dios para aferraros a la tradición de los hombres” (Mc. 7, 8)
5 comentarios
Si hubiera habido pruebas médicas de la necesidad no hubiéramos dudado en dar nuestro consentimiento, pero la situación no era tan clara. Hicimos todo lo posible para tomar una decisión bien informada por exámenes médicos e investigando en publicaciones médicas. Después de eso, como padres, dejamos nuestra decisión en las manos de Dios.
Por haber vivido tantas presiones de los médicos (hasta el último momento cuando ya estaba en el hospital para el parto), simpatizo con la madre en el caso de V.M., especialmente porque la corte llegó a reconocer que su rechazo de la cesárea en el momento del parto no era una buena razón para quitarle la custodia de su bebé en primer lugar.
Se recomienda mucho a las madres no llegar al hospital demasiado pronto porque en cuanto llega uno, en algunos les conectan a tantos aparatos que no se pueden mover con facilidad y estar más cómodas. Supongo que cobrarán más por todo eso.
Se suele pensar en los EE.UU. (donde no hay clínicas u hospitales públicos, que yo sepa), que se cobra siempre a las compañías de seguro más del precio justo por cada servicio. Quizás será porque no siempre les pagan todo (suele ser un porcentaje de la cuenta) y así se aseguran de al menos recibir lo justo o también para recuperar lo que pierden cuando atienden a personas sin seguro (lo cual tienen que hacer), aunque no lleguen a cobrar después por el cuidado médico. Tendrán que ganarse la vida de alguna forma, supongo.
Además, también creo que hay cierto temor de que hay más riesgo para los médicos de que se les haga una demanda legal si las cosas no salen bien (y tienen menos control cuando es un parto natural). Un saludo.
Como dice, la filosofía del ginecólogo tiene mucho que ver muchas veces con la rapidez con la que se opta por una cesárea en el hospital. Entre el grupo de ginecólogos que consulté, sólo uno no me presionó. La que más me presionaba resultó ser la que estuvo en el hospital y asistió al parto de mi hija. 15 minutos antes de nacer mi hija todavía me preguntaba si quería una cesárea aunque todo iba normal.
Claro que es maravilloso que se pueda salvar vidas por ella en caso de urgencia o cuando hay alguna razón grave, que el Señor quiere que usemos los medios que tengamos disponibles para hacerlo, pero que sea por buenas razones. Es una maravilla lo que Dios obra por las madres. Que el Buen Señor les siga bendiciendo a usted y a su familia. Un saludo.
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