La mejor razón para viajar
Todos los anuncios publicitarios de las agencias de viajes muestran motivos para viajar que atraen a muchos hacia lejanos destinos.
Podrían ofrecer delicias gastronómicas, la posibilidad de visitar a parientes o a amigos, de conocer al amor de su vida o a conocerle mejor si ya le encontró. El entorno natural o histórico que sirve de fondo a deseos de escape, de conocimiento y de desarrollo cultural también sirve para avances económicos, lingüísticos y religiosos.
S. Roque (c.1300-c.1327) viajó de Montpellier (Francia), a Roma, y de vuelta a Francia por lo que el Papa Juan Pablo I explicó en su última Audiencia General como la mejor razón para viajar:
“En clase de filosofía, el profesor me decía: ¿Conoces el campanario de San Marcos? ¿Sí? Esto significa que éste ha entrado de alguna manera en tu mente; físicamente sigue estando donde estaba, pero ha impreso en tu interior una especie de retrato suyo intelectual. En cambio, ¿amas el campanario de San Marcos? Esto quiere decir que ese retrato te empuja desde dentro y te mueve, casi como que te lleva, te hace caminar con el alma hacia el campanario que está fuera. Resumiendo: amar significa viajar, correr con el corazón hacia el objeto amado. Dice la Imitación de Cristo: el que ama “currit, volat, laetatur", corre, vuela, disfruta
( I. III, cap. V, 4).“Amar a Dios es, por tanto, viajar con el corazón hacia Dios. Un viaje precioso. De muchacho me entusiasmaban los viajes narrados por Julio Verne […]. Pero los viajes del amor a Dios son mucho más interesantes. Están contados en las vidas de los santos.”
(“Audiencia General 27.09.1978″)
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S. Roque nació en una familia muy rica y se dice que con una marca de una cruz rojiza que le identificaría tras su muerte. Nació con un propósito en el Plan Divino como todos los hombres, incluyendo el Señor. Jesucristo, que vino al mundo y viajó mucho en su vida, comentó en el Evangelio del XX Domingo de Tiempo Ordinario: “El Padre que vive me ha enviado” (Jn. 6, 57).
“El amor a Dios es también viaje misterioso: es decir, uno no lo emprende si Dios no toma la iniciativa primero. “Nadie —ha dicho Jesús— puede venir a mí si el Padre no le atrae”(Jn 6, 44). […]Dios te atrae no sólo de modo que tú mismo llegues a quererlo, sino hasta de manera que gustes de ser atraído (San Agustín, In Io. Evang. Tr. 26, 4).”
“[Dios] Es el bien infinito y será nuestra felicidad eterna: el dinero, los placeres y las venturas de este mundo comparados con Él, apenas son fragmentos de bien y momentos fugaces de felicidad. No sería prudente dar mucho de nosotros a estas cosas y poco a Jesús.”
Por eso, cuando se quedó huérfano a los 20 años, S. Roque vendió toda su herencia y la dió a los pobres. Como dice el Papa Juan Pablo I:
“Jesús ha señalado también cómo amar al prójimo, o sea, no sólo con el sentimiento, sino también con las obras. Éste es el modo, dijo. Os preguntaré: tenía hambre en la persona de mis hermanos pequeños; ¿me habéis dado de comer cuando estaba hambriento? ¿Me habéis visitado cuando estaba enfermo? (cf. Mt 25, 34 ss.)”
Quizás S. Roque pensó en esas palabras de Jesús cuando viajó a Italia para cuidar de los que sufrían de la peste. Tres años después, volvió a viajar para escapar la fama que le dió en Roma su gran caridad. En Plasencia se le apareció una llaga que le excluyó del hospital.
“El viaje comporta a veces sacrificios, pero éstos no nos deben detener. Jesús está en la cruz: ¿lo quieres besar? No puedes por menos de inclinarte hacia la cruz y dejar que te puncen algunas espinas de la corona, que tiene la cabeza del Señor (cf. Sales, Oeuvres, Annecy, t. Xxi, pág. 153).“
S. Roque se alejó para vivir como un ermita, pero Dios le llamó de nuevo a vivir entre los hombres. Un perro le llevaba pan todos los días de la casa de su amo, que al encontrar a S. Roque le alojó y le curó. El santo volvió entonces a su ciudad. No le reconocieron, sino que le creyeron un espía y le encarcelaron. Allí sufrió todo con paciencia y practicó la caridad perdonando y sólo tras su muerte se dieron cuenta de que era el antiguo bienhechor de la ciudad.
La caridad de S. Roque se mantuvo firme en las pruebas, aún cuando la gente le despreciaba: “A algunas personas es fácil amarlas; a otras, difícil; no nos resultan simpáticas, nos han ofendido y hecho daño; sólo si amo a Dios en serio, llego a amarlas, en cuanto que son hijos de Dios y porque Dios me lo pide.” Su amor no se fundaba en lo que esperaba de los hombres sino en Dios mismo.
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Perseverar en la Caridad debe ser un reto para todos de camino al Cielo:
“De los palafitos, las cavernas y las primeras cabañas, hemos pasado a las casas, los palacios y los rascacielos; de los viajes a pie o a lomos de mulo o de camello, a los coches, los trenes y los aviones. Y se desea progresar todavía más con medios cada vez más rápidos, alcanzando metas cada vez más lejanas. Pero amar a Dios —ya lo hemos visto— es también un viaje: y Dios lo quiere cada vez más intenso y perfecto. Ha dicho a todos los suyos: ‘Vosotros sois la luz del mundo, la sal de la tierra’ (cf. Mt 5, 13-14); ‘sed, pues, perfectos como perfecto es vuestro Padre celestial’ (Mt 5, 48).
“Esto quiere decir amar a Dios no poco, sino muchísimo; no detenerse en el punto a que se ha llegado, sino con su ayuda avanzar en el amor.”
¿Nos atrae bastante ese viaje como para emprenderlo con más ganas desde hoy mismo?
Preguntas del día [Puede dejar su respuesta en los comentarios]: ¿Ha hecho viajes que le han cambiado la vida? ¿Le ha atraído más el Señor alguna vez mientras estaba de viaje?
Mañana: Sta. Beatriz de Silva – “vivirá por mí” (Jn. 6, 57)
10 comentarios
El 16 de Agosto se celebra la festividad de San Roque. EN Galicia tiene un grandísimo número de devotos y hay mucha gente que va a misas en su honor, lo visita en diversas iglesias y ermitas...
Es el patrón contra las epidemias y peste. Yo he pensado que se puede ampliar su protección para evitar la famosa gripe A, así que me acojo a su intercesión para no padecerla ni yo ni mi familia.Hago extensible esta petición a los lectores de este blog. Es un santo , como decimos por aquí, muy "milagreiro".
En los EE.UU. los inmigrantes italianos son los que han difundido más la veneración a ese santo (S. Rocco, como le llaman), con la procesión en Nueva York siendo más conocida por aparecer en la película "El Padrino II".
En Wikipedia tienen una larga lista de lugares donde se celebra su fiesta en España: http://es.wikipedia.org/wiki/Roque. No mencionan a Galicia y por eso me alegro que comentó la devoción. Mencionan la quema de un boto en Palazuelos, Guadalajara y una procesión con cohetes en Tolox, Málaga.
Muchas gracias por sus oraciones.
No conozco a nadie personalmente que se llame Roque o Rocco. ¿Celebran en Montpellier la fiesta del santo de alguna forma en particular? Saludos y gracias por sus oraciones.
No conocía ese dicho de Tenerife. No la hubiera entendido si no la hubiera explicado. Supongo que recordarán entrañablemente en Garachico que recibiron la estatua de Sevilla. Aquí en los EE.UU. cada 4 de julio (día de la independencia) suelen hacer encuestas los periódicos para ver cuántos estadounidenses (especialmente en Nueva York), saben de dónde es la famosa Estatua de la libertad y pocos se acuerdan de que es un regalo de Francia. Muchas gracias por la información.
Mi abuelo nos repetia mucho el trabalenguas "El perro de San Roque no tiene rabo porque Ramon Ramirez se lo ha cortado..." .
Un saludo
Me parece maravilloso que tantas personas oigan mejor al Espíritu Santo en la gruta de Lourdes. Es un lugar muy especial. Me sorprende que el otro lugar que mencione sea Japón, un lugar asociado en los EE.UU. con el estrés académico y laboral, pero comprendo muy bien lo del cambio de entorno. Aprecio mucho más poder estar ante el Santísimo Sacramento expuesto o reservado en el sagrario cuando me encuentro sola y lejos de mis conocidos en otra ciudad o país, por ejemplo. El mismo consuelo habría encontrado S. Roque viajando como peregrino. Un saludo.
Viajar significa "moverse", ir de un sitio a otro. Eso me recuerda lo poco que se cuidan las procesiones previas a la Santa Misa. Antes de iniciar la Eucaristía, el sacerdote (junto a diáconos y acólitos) debería realizar un "viaje" (procesión), para simbolizar ese cambio de estado, de lo mundano a lo celeste y celebrar así más dignamente el misterio de la fe. Ese viaje, más espiritual que físico se ha perdido en muchos católicos. Por ejemplo, si uno va a viajar a la playa, no lleva la misma ropa que cuando está en la ciudad. Pues lo mismo, si uno va a "viajar" hacia el Padre en la Eucaristía, debería "cambiarse las vestiduras interiores" para recibir con la mejor disposición a Cristo.
San Roque es el mejor ejemplo de lo que supone viajar en consecuencia. Ojala muchos supiesen qué destino tienen para que así pudieran preparar mejor su equipaje.
+ Bendiciones.
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