CXIII. Los resucitados y el milenio
1394. –¿Los resucitados serán inmortales?
–Después de la explicación de la resurrección, que ha ofrecido Santo Tomás en los capítulos anteriores, presenta dos consecuencias, en los dos siguientes. La primera es que: «en la resurrección futura los hombres resucitarán de modo que no volverán a morir».
Para confirmarla da varios argumentos filosóficos y teológicos. Uno de los meramente racionales es el siguiente: «Si los hombres resucitados vuelven a morir, volverán a resucitar de dicha muerte o no». En el primer caso: «hay que afirmar que resucitarán, porque «si no resucitan, las almas permanecerán perpetuamente separadas, cosa que no conviene, como ya se dijo (IV, c. 79). En el segundo caso, «si no resucitan después de una segunda muerte, no hay razón para que resuciten después de la primera».
No obstante, en este segundo caso, a pesar de todo: «si han de volver a morir, habrá un proceso infinito, que alternarán la muerte y la vida en un mismo sujeto». Pero es también un inconveniente, porque: «es preciso que la intención de Dios se dirija a algo determinado», y, en cambio, «la alternación sucesiva de vida y muerte es como una cierta transmutación, que no puede ser un fin, ya que el fin es contrario a la esencia del movimiento, porque todo movimiento tiende hacia algo», que es su término o fin.