LXXVI. El pecado y su castigo en el mundo
867. –Por la gracia, el pecador sale y se recupera del pecado. ¿Tiene que reparar por el pecado cometido?
–Después del capítulo de la Suma contra los gentiles, dedicado a la necesidad que tiene el hombre pecador de la gracia, Santo Tomás explica que: «como el hombre no puede ir hacia uno de los contrarios si no se separa del otro, para que vuelva mediante el auxilio de la gracia al estado de rectitud, es necesario que se separe del pecado, por el cual se había desviado».
Este estado recto, porque la razón se sujeta Dios, las otras facultades a la razón y el cuerpo a su alma racional, requiere que ya no se cometa pecado. «Y como el hombre se dirige hacia el último fin y se aparta de él principalmente por la voluntad, no sólo es necesario que el hombre se separe del pecado con un acto exterior, dejando de pecar, sino también que se separe con la voluntad, para levantarse del pecado por la gracia». Tiene que dejar de querer o desear el pecado.