XCVI. El origen de Cristo
1148. –¿Cómo fue la concepción de Cristo?
–Sostiene Santo Tomás que se «demuestra la necesidad de que aquel hombre (Cristo) naciera de madre virgen», sin intervención natural» con varios argumentos. En uno de ellos, se toma como punto de partida que: «en la generación humana de Cristo, el último término de la misma fue la unión con la persona divina, y no la constitución de una persona o hipóstasis humana», como ocurre en las otras generaciones humanas. Por consiguiente, «el principio activo de esta generación» no podía ser el poder varonil, «sino el solo poder divino», De tal manera que, «así como en la común generación humana», la parte suministrada por el varón se une a la parte o «a la materia suministrada por la madre, así también en la generación de Cristo el Verbo de Dios tomó para su unión esa misma materia».
Añade que, por un lado: «también es manifiesto que convenía en la generación humana del Verbo de Dios resplandeciese alguna propiedad de la generación espiritual. El Verbo, según sale de quien lo profiere, tanto si es concebido interiormente como si es pronunciado exteriormente, no ocasiona la corrupción de quien lo profiere, sino que más bien es una muestra de la plenitud de perfección de quien lo pronuncia», porque manifiesta la perfección del acto de conocimiento. «Por consiguiente, fue conveniente que el Verbo de Dios fuera concebido y naciera según la generación humana de tal manera que no corrompiera la integridad de la madre».