Quasimodo, ¿qué tiene que ver el Jorobado de Notre Dame con el IIº Domingo de Pascua?
Es probable que si solo conoces la historia de «El Jorobado de Notre Dame» por Disney te asombre la pregunta, «lo católico» no suele aparecer. En un ambiente de referencias culturales católicas, no causaría perplejidad. Casi no hay nada más clerical que un anticlerical como lo era Victor Hugo.
El pequeñito deforme, giboso, con una verruga gigante que cubría su ojo izquierdo, fue abandonado en la cama de los expósitos de la catedral y encontrado y encontrado el «Domingo Quasimodo», el primer domingo después de Pascua por Frollo, el archidiácono de Notre Dame. Lo adoptó y bautizó con el «santo» del día, como era costumbre en muchas familias. Hoy no habría habido historia, habría sido eliminado en el seno materno.
Domingo Quasimodo
El segundo domingo de Pascua hoy es más conocido como el Domingo de la Divina Misericordia. En el año 2000, el Papa Juan Pablo II canonizó a Santa Faustina y durante la ceremonia declaró:
Es importante entonces que aceptemos todo el mensaje que nos llega de la Palabra de Dios en este Segundo Domingo de Pascua, que a partir de ahora en toda la Iglesia se llamará «Domingo de la Divina Misericordia».
Pero también ha recibido otros nombres:
- Domingo de «Santo Tomás», porque se proclama el Evangelio de la incredulidad y posterior confesión del Apóstol (Jn 20, 19-31);
- Domingo «de la Octava», pues en él culmina la Octava de Pascua. La misma perícopa del Evangelio hace mención a la Octava, cuando dice que Jesús se volvió a aparecer a sus discípulos en el Cenáculo ocho días después del primer día de la semana (Jn 20, 26).
Pero este domingo era especialmente conocido como «Dominica in albis» o más exactamente como «Dominica in albis vestibus depositis», y hacía referencia a la costumbre de que los bautizados en la Vigilia Pascual participaban por primera vez habiéndose quitado las vestiduras blancas –albas- el sábado, en las vísperas de la Octava.
Durante la Octava, que se vive como un gran Domingo, la Iglesia pide especialmente por esos nuevos hermanos
En la Plegaria Eucarística I, en la conmemoración de vivos
Acepta, Señor, en tu bondad, esta ofrenda de tus siervos y de toda tu familia santa, que hoy te ofrecemos especialmente N. y N. (aquellos) que has hecho renacer del agua y del Espíritu Santo, perdonándoles todos sus pecados; ordena en tu paz nuestros días, líbranos de la condenación eterna y cuéntanos entre tus elegidos.
Hanc ígitur oblatiónem servitútis nostrae, sed et cunctae famíliae tuae, quam tibi offérimus pro his quoque, quos regeneráre dignátus es ex aqua et Spíritu Sancto, tríbuens eis remissiónem ómnium peccatórum, quaesumus, Dómine, ut placátus accípias: diésque nostros in tua pace dispónas, atque ab aetérna damnatióne nos éripi et in electórum tuórum iúbeas grege numerári.
En la Plegaria Eucarística II, en las peticiones
Acuérdate también de los neófitos [N. y N.] que hoy, por el bautismo [y la confirmación] han entrado a formar parte de tu familia; ayúdales a seguir a Cristo, tu Hijo, con ánimo generoso y ferviente.
Con las palabras de Pedro se les acogía ya desde el introito (antífona, salmo y gloria que se cantan mientras ministros y acólitos se dirigen al altar):
«Quasi modo geniti infantes, rationabile sine dolo lac concupiscite, ut in eo crescatis in salutem»
«Como niños recién nacidos, desead la leche espiritual pura, a fin de que, por ella, crezcáis para la salvación»
De esta manera, el Domingo tomaba nombre de la primera palabra introito, Quasi modo, como otros domingos señalados del Año Litúrgico, como el Domingo Gaudete (tercer domingo de Adviento) o el Domingo Laetare (cuarto domingo de Cuaresma).
Otras costumbres del Domingo Quasimodo
Es un domingo muy eucarístico. Todos lo son pero en este con una simbología especial puesto que se le acercaba la Sagrada Comunión a enfermos o ancianos que no pudieron hacerlo en el Triduo Pascual. Algunas parroquias celebraban una procesión eucarística. De ese modo se facilitaba poder cumplir con el precepto pascual (también conocido como tercer mandamiento de la Iglesia, que sigue vigente, para despistados).
En estos tiempos pandémicos y de restricciones de movilidad no sería una mala costumbre para recuperar con toda la solemnidad que se pueda.
Quizá la más famosa y ya mezclada con el ambiente de fiesta sea el Cuasimodo en Maipú, en el Valle Central chileno.
21 comentarios
Enhorabuena por esta iniciativa.
@julian, tienes toda la razón. Otro año escribo un poco más sobre el asunto, es como lo cuentas: amor al Señor sacramentado.
Que todas las almas alaben la insondable e inescrutable Misericordia Divina por toda la eternidad!
Muchas bendiciones!
17 de diciembre: Oh Sabiduría...
18 de diciembre: Oh Adonai,,,,
19 de diciembre: Oh renuevo del tronco de Jesé...
20 de diciembre: Oh Llave de David y Cetro de la Casa de Israel...
21 de diciembre: Oh Sol que naces de lo Alto...
22 de diciembre: Oh Rey de la Naciones y Deseado de los Pueblos...
23 de diciembre: Oh Emmanuel, Rey y Legislador nuestro....
El texto suele ir acompañado de una Virgen embarazada que, supongo, es María de la O.
Lo de María de la O también saldrá por aquí. Sí, se refiere a las antífonas marianas, de expectación, por eso es la Virgen de la Esperanza, la Macarena ;-)
@Diácono: ojalá podamos ir recuperando esa tradición eucarística de este día, de verdadera preocupación por los demás, especialmente de los que no han podido acercarse a recibirle.
Pero más raro fue lo que le pasó a mi abuela, que, como mi padre había venido del Norte de África al Norte de España, mi abuela materna pensó que mi nombre no era cristiano y se fue al párroco, el cuál, sacando el santoral, le señaló la festividad mariana del 5 de agosto: Nuestra Señora Virgen de África. La tradición y la liturgia contiene innumerables anécdotas. En este caso Víctor Hugo, por raro que parezca, conocía muy bien el año litúrgico porque entonces hasta el más despegado había sido instruido en la Fe.
Convendría que los católicos nos preocuparemos más de nuestra religion. Oración y estudio, seria una combinación perfecta.
Muchísimas gracias por todo el interés que ponen, para 1ue nosotros aprendamos.
Victor Hugo fue lo que fue, pero a veces y sin proponérselo, le salían intuiciones profundas.
Mantendré los dos blogs, objetivos distintos.
Era un par de horas estupendo para los críos, que andábamos como una especie de angelotes de los cuadros de Murillo revolviendo y revoleando, ¡peeerooo!, recolectábamos caramelos de los asistentes para todo el rato, y aún para el resto de la semana... cosa en aquellos tiempos, muy a tener en cuenta...
Después de años de ser publicado, sigue ayudando a muchos a comprender la riqueza de nuestra fe.
Así mismo los aportes de otros hermanos.
Dios nos bendiga y María Santísima nos acompañe siempre.
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