1.03.19

(535) Escándalos sexuales. Tomemos medidas ¡y procuremos virtudes!

–La Iglesia se acusa públicamente a sí misma de ciertos escándalos sexuales.

–Y se propone acabar con ellos «tomando medidas» fuertes, concretas, eficaces…

—La impunidad amenaza la vida de la Iglesia

Ciertas normas doctrinales y leyes morales pueden infringirse en buen número de Iglesias locales de modo público y persistente sin que ocasionen sanción alguna. Por ejemplo:

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17.02.19

(534) Evangelización de América, 61. Perú. Arzobispo Mogrovejo, santo (y 4)

  Iglesia de la Compañía de Jesús - Cuzco, Perú                                                                 

–Santo Toribio es patrono de todos los obispos de Latinoamérica.

–Ser patrono significa ser especialmente modelo e intercesor.

«Esta Iglesia y nueva cristiandad de estas Indias»

El Concilio III de Lima, en sus cinco acciones, logró un texto relativamente breve, muy claro y concreto en sus exhortaciones y apremios canónicos, y sumamente determinado y estimulante en sus decisiones. No se pierde en literaturas ni en largas disquisiciones; va siempre al grano, y apenas da lugar a interpretaciones equívocas.

Se ve siempre en él la mano del Santo Arzobispo, la determinada determinación de su dedicación misionera y pastoral, su apasionado amor a Cristo, a la Iglesia, a los indios. El talante pastoral de Santo Toribio y de su gran Concilio pueden concretarse en varios puntos:

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8.02.19

(533) Evangelización de América, 60. Perú. Santo Toribio, III Concilio de Lima (3)

Católicos peruanos de Lima

–¡Qué hombre, qué Arzobispo!…

–Santo Toribio de Mogrovejo es el patrono del Episcopado hispanoamericano.

Lutero enseña que el cristianismo es sola gratia; y que, por tanto en la Iglesia toda ley o norma implica una judaización falsificadora del Evangelio. La Iglesia católica en cambio, siempre y en todo lugar, ha confesado lo contrario. Unas buenas normas disciplinares facilitan mucho el ejercicio de la caridad: estimulan la caridad de los pastores en su servicio a los fieles, señalándoles deberes y límites; y ayuda la unión de los fieles en la caridad, encauzando sus vidas en las normas comunes, propias de toda sociedad organizada. «Si me amáis, guardaréis mis mandamientos… y si guardáis mis mandamientos, permaneceréis en mi amor» (Jn 14,15; 15,10).

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3.02.19

(532) Evangelización de América, 59. Perú. Santo Toribio: calumnias; lenguas indígenas (2)

Sto. Toribio de Mogrovejo

–¿Y por que fue perseguido Santo Toribio siendo tan bueno con todos?

–Precisamente por serlo. Como nuestro Señor Jesucristo.

El proceder de los Santos siempre ha ocasionado la persecución de los mediocres y más aún de los malos. El santo Arzobispo Mogrovejo no fue exceptuado de esta ley mundana.

 

–Protestas, acusaciones y calumnias

A no pocos capitalinos de Lima no les hacían ninguna gracia las interminables ausencias del señor Arzobispo. Muy conscientes de vivir en la Ciudad de los Reyes –éste fue el nombre primero de la capital–, no se conformaban con tener habitualmente un sustituto del Señor Arzobispo, aunque éste fuera el prudentísimo don Antonio de Valcázar, provisor. No debe, pues, extrañarnos que un grupo de canónigos del Cabildo limense, molestos con el Arzobispo por un par de cuestiones, escribieran al rey con amargura:

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26.01.19

(531) Evangelización de América, 58. Perú. Santo Toribio, arzobispo de Lima (1)

Sto. Toribio de Mogrovejo

–Estas vidas parecen imposibles.

–San Juan Crisóstomo, comentando la vida del Apóstol: «Qué es el hombre, cuán grande su nobleza y cuánta su capacidad de virtud lo podemos colegir sobre todo de la persona de San Pablo». Algo así diremos de Santo Toribio.

 

–Un buen cristiano

Toribio Alfonso de Mogrovejo nació en Mayorga, hoy provincia de Valla­dolid, en 1538, de una antigua familia noble, muy distinguida en la co­marca. Su padre, don Luis, «el Bachiller Mogrovejo», como le decían, fue regidor perpetuo de la villa, y su madre, de no menor señorío, fue doña Ana de Robledo. Tuvo dos hermanos mayores, Luis y Lupercio, y dos hermanas menores, Grimanesa y María Coco, que habría de ser religiosa dominica. Muertos los dos primeros, a él le correspondió el mayo­razgo de los Mogrovejo. Recordaremos aquí su vida según la amplia y ex­celente biografía de Vicente Rodríguez Valencia, y la más breve de Nicolás Sánchez Prieto.

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