(603) El Espíritu Santo- 8. El don de fortaleza
–¿No puede haber algo de pelagianismo en buscar la fortaleza?
–Si se busca la fortaleza como virtud y don del Espíritu Santo, no hay peligro. Hay humildad.
2. El don de fortaleza
–Sagrada Escritura
En el Antiguo Testamento, los fieles captan espiritualmente a Dios como una fuerza inmensa e invencible, como una Roca, y al mismo tiempo como Aquél que es capaz de confortar a sus fieles comunicándoles una fortaleza inexpugnable.
«Yo te amo, Señor, tú eres mi fortaleza, Señor, mi roca, mi alcázar, mi libertador; Dios mío, peña mía, refugio mío, escudo mío, mi fuerza salvadora, mi baluarte» (Sal 17,2-3). «El Señor es mi fuerza y escudo; en Él confía mi corazón. El Señor es fuerza para su pueblo, apoyo y salvación para su Ungido» (27,7-8).