3.06.21

22.05.21

(643) El Espíritu Santo, causa de unidad, no de cismas

–Faltan apóstoles.

–Es un fragmento del cuadro.

 

De Babel

Desde el pecado original de Adán y Eva, la división, y a veces la división hostil, marcan la raza humana incesantemente: Caín y Abel, el crecimiento de «la maldad de los hombres sobre la tierra, cuando todos sus pensamientos y deseos sólo y siempre tendían al mal» (Gén 6,5-7), el arrasamiento de la humanidad por el Diluvio, del que Dios salva sólo a Noé y su familia; pero su descendencia en Sem, Cam y Jafet, traen «la tierra corrompida ante Dios, y llena de toda iniquidad» (6,11); el intento de construir la torre de Babel, en un acto de soberbia, que indigna al Señor: «bajemos y confundamos allí su lengua … Y los dispersó de allí por la superficie de la tierra y cesaron de construir la ciudad» (11,1-9).

Al fondo el diablo, la fuente del mal, que introduce el pecado en el mundo, que separa y divide a los hombres, contraponiéndolos en grupos hostiles…El mundo ignora ya durante milenios la paz de la unidad.

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17.05.21

26.04.21

(641) Espiritualidad 19 – Sacerdotes santos: modos propios de la santidad sacerdotal

 

–Tengo entendido que los antiguos celebraban los Jueves una hora santa pidiendo por los sacerdotes.

–Los «antiguos», como usted dice, ponían más su confianza en esas reuniones con el Santísimo y otros actos semejantes. Ahora se llevan más «las reuniones» del clero a todos los niveles, a veces también con laicos, y la «renovación» frecuente de planes y de métodos pastorales. O quizá no sea así: vaya usted a saber. No hay metro para comparar situaciones de tiempos diferentes.

 

–Sacerdocio ministerial y sacerdocio común de los fieles se complementan

No rivalizan entre sí: cuanto más crezca uno, más disminuye el otro. No falta quien dice: «Si disminuye mucho el clero, ¡ésta es la hora de los laicos!»… Esa visión no sólo es falsa, es ridícula. Y contraria a la historia de la Iglesia, cuyos laicos han sido mejores cuando han tenido pastores más numerosos y santos. Y viceversa, cuánto más cristianas han sido las familias, más y mejores han sido los sacerdote y religiosos. Por otro lado, se trastorna y debilita a la Iglesia si, pretendiendo acrecentar en ella la unidad de las vocaciones y su fecundidad apostólica, los laicos son clericalizados, y los sacerdotes son secularizados en vida y ministerios. Pastor y rebaño se pierden entonces juntamente.

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20.04.21

(640) Espiritualidad 18 – Sacerdotes santos; especialmente santos

 Sanzio - Gregorio IX

–Yo nunca he oído predicar del sacramento del Orden, como no sea en alguna ordenación.

–«¿Cómo oirán si nadie les predica?» (Rm 10,14)… «El justo vive de la fe» (1,17), «la fe es por la predicación, y la predicación por la palabra de Cristo» (10,17).

 

–Por experiencia: el sacerdote necesita la santidad 

Sin un grado considerable de santidad el sacerdote no es capaz de «vivir» según el sacramento del Orden, y menos aún podrá «realizar su ministerio». A él se le exige re-presentara Cristo: pensar, hablar y obrar in persona Christi, etc. Al menos debe «pretender» ir adelantando hacia la santidad personal, aunque todavía le haga falta crecer mucho. El cristiano que no tenga una voluntad firme de «tender» a la santidad, no debe «pretender» ser sacerdote. No debe ser admitido en el Seminario.

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