(439) Fátima, 5: Misericordia, Señor, hemos pecado
–La Virgen de Fátima da a la Iglesia en 1917 una urgente llamada a la conversión.
–Pero el pecado no ha disminuido, sino que ha aumentado mucho en estos cien años.
El mensaje de la Virgen en Fátima «No sigan ofendiendo a Dios» (438), sólo es acogido si el pueblo responde confesando, Misericordia, Señor, hemos pecado (439). Pero no ha sido así, como lamenta Juan Pablo II: «¡La invitación a la penitencia, a la conversión y a la oración no han encontrado aquella acogida que debía!» (Fátima 13-V-1982). Por eso la única manera sincera que tiene la Iglesia para celebrar el Centenario de Fátima está en reiterar aquel mismo mensaje de la Santisima Virgen que en gran medida ha sido ignorado, resistido o incluso combatido hasta nuestros días.
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