(26) Lenguaje de San Pablo
–Una pregunta. Cuando San Pablo, en su conversión, cayó de su caballo…
–¿Y de dónde saca usted que se cayó del caballo? San Pablo narra en cuatro textos su conversión (Hch 9,1-9; 22,1-10; 26,9-18; 1Cor 15,6-10) y no aparece en ellos ningún caballo.
El Apóstol predica con autoridad divina. San Pablo, como lo declara al inicio de varias de sus cartas, es plenamente consciente de su autoridad evangelizadora: «Pablo, siervo de Cristo Jesús, llamado al apostolado, elegido para predicar el Evangelio de Dios» (Rm 1,1). Sabe bien que su palabra es Palabra divina, la misma que creó el mundo, la única capaz de re-crearlo y salvarlo: es la voz de Cristo, «el que os oye, me oye» (Lc 10,16). Los apóstoles, pues, «somos embajadores de Cristo, es como si Dios os exhortase por medio de nosotros» (2Cor 5,20; «embajador encadenado», por cierto, Ef 6,20). Por eso elogia a los tesalonicenses: «incesantamente damos gracias a Dios porque al oír la palabra de Dios que os predicamos la acogisteis no como palabra de hombre, sino como palabra de Dios, cual es en verdad, y que obra eficazmente en vosotros, que creéis» (1Tes 2,13).