(235) La exaltación de la Santa Cruz
–Hoy la cosa va en serio.
–¿Y cuándo no?
Hoy la Iglesia universal celebra en su Liturgia la Exaltación de la Santa Cruz. Vivamos con alegría inmensa y con gratitud indecible hacia Dios esta maravillosa fiesta del Año litúrgico. «Tanto amó Dios al mundo que le entregó su Hijo unigénito [primero en Belén, por la encarnación, y finalmente en la Cruz, en el misterio de la redención), para que todo el que crea en Él no muera, sino que tenga vida eterna» (Jn 3,16). La Cruz es la máxima declaración de amor que Dios nos hace a los hombres. Es la epifanía suprema de Dios mismo, que es amor.
La Tradición católica de los Padres, del Magisterio y de los grandes maestros espirituales «dice» una y otra vez que Dios quiso en su providencia el sacrificio redentor de Cristo en la Cruz. Lo afirmamos hoy en todas las iglesias del mundo al celebrar la Misa, rezando en la oración colecta:
–«Señor Dios nuestro, que has querido realizar la salvación de todos los hombres por medio de tu Hijo, muerto en la cruz; concédenos, te rogamos, a quienes hemos conociddo en la tierra este misterio, alcanzar en el cielo los premios de la vida eterna».