(110) Católicos y política –XV. ¿Qué debemos hacer?. 2
–Perdone, pero ¿se ha dado cuenta de que si no planta un poste pronto, caerá en el foso del «ver más blogs»?
–Lo sé, lo sé. Por eso termino como sea este artículo, lo cuelgo, y ya seguiré con el tema.
Resulta difícil hablar de la dimensión espiritual de la acción política. El mundo político está tan, tan, tan secularizado, que las palabras que sobre él deben ser pronunciadas y escuchadas no están listas, apenas resultan inteligibles, son un lenguaje olvidado, que hoy resulta casi in-significante. Cuando el pueblo cristiano, con sus representantes políticos, intenta sanear la Ciudad del Diablo, liberarla con la fuerza de Cristo de tantos males horribles –leyes criminales, abortos, pornografía, divorcios, suicidios, drogas, educación perversa, televisión basura, política anti-Cristo–, ignora muchas veces que en su lucha no se enfrenta sólamente con ejércitos de hombres carnales, sino que va ante todo contra «los dominadores de este mundo tenebroso, contra los espíritus malos» (Ef 6,12).