La fecundación in vitro es inmoral
La doctrina católica sobre la fecundación in vitro está expuesta en cuatro documentos principales del Magisterio supremo de la Iglesia. A continuación citaré los textos pertinentes de esos cuatro documentos, comenzando por los dos más sintéticos y siguiendo por los dos más extensos y especializados.
Compendio del Catecismo de la Iglesia Católica, 499:
“¿Por qué son inmorales la inseminación y la fecundación artificial? La inseminación y la fecundación artificial son inmorales, porque disocian la procreación del acto conyugal con el que los esposos se entregan mutuamente, instaurando así un dominio de la técnica sobre el origen y sobre el destino de la persona humana. Además, la inseminación y la fecundación heterólogas, mediante el recurso a técnicas que implican a una persona extraña a la pareja conyugal, lesionan el derecho del hijo a nacer de un padre y de una madre conocidos por él, ligados entre sí por matrimonio y poseedores exclusivos del derecho a llegar a ser padre y madre solamente el uno a través del otro.”