Dom Bernard Orchard (1910-2006)
Una celebración de sus últimos años
Dennis Barton
Muchos obituarios han llamado la atención sobre los logros de Dom Bernard en la educación, su entusiasmo durante toda su vida por promover la Sagrada Escritura y su humildad personal. Pero su obra más valiosa, que coronó su larga vida de 96 años, a menudo es omitida. Esto se debe a una falta de conocimiento de sus logros en los estudios bíblicos durante los últimos años de su vida. Él cumplió su ambición de establecer una alternativa creíble a la teoría de la prioridad de Marcos, en relación con el orden en que se compusieron los Evangelios.
Aunque Dom Bernard estudió economía e historia en la Universidad de Cambridge, su amor por las Escrituras pronto se hizo evidente. De 1939 a 1945 enseñó el Nuevo Testamento en la Abadía de Downside, donde se volvió monje en 1932 y sacerdote en 1939. La encíclica Divino Afflante Spiritu, publicada en 1943, alentó la comprensión de las Escrituras reconociendo la “crítica literaria” como una herramienta excelente para la investigación. Dom Bernard dio una respuesta inmediata, ese mismo año, al comenzar a trabajar como el editor general y del NT [Nuevo Testamento] del Comentario Católico de la Sagrada Escritura. Publicado en 1953, éste fue el primer comentario católico de este tipo en un solo volumen. De esta manera, él tomó la iniciativa en la promoción del estudio y uso católico de la Biblia en todo el mundo de habla inglesa.
Era ampliamente reconocido que la Versión Estándar Revisada de la Biblia era la más clara y precisa disponible [en inglés]. Se basaba en la Versión Autorizada del Rey Jacobo, protestante. Dom Bernard negoció con los autores de la edición revisada moderna e hizo que la Edición Católica de la Versión Estándar Revisada del Nuevo Testamento estuviera disponible para su publicación en 1956. Empero, las autoridades católicas se negaron a otorgarle el imprimátur [permiso eclesiástico para imprimir un libro].
En noviembre de 1965, el Concilio Vaticano II publicó la constitución dogmática Dei Verbum y, en la nueva atmósfera, Dom Bernard obtuvo rápidamente un imprimátur. Con el Padre R. C. Fuller como coeditor, la Edición Católica de la Versión Estándar Revisada de la Biblia fue publicada en 1966 por la CTS [Catholic Truth Society = Sociedad de la Verdad Católica] de Londres. Con su portada roja, [ésta] se convirtió en un elemento importante de la vida católica británica.
Dom Bernard estuvo activo de otras formas durante esos años, como por ejemplo dando conferencias en 1969-1970 sobre el Nuevo Testamento en el Instituto Misionero Totteridge de Londres. Además, en 1969 fue miembro fundador y primer presidente de la Federación Católica Mundial para el Apostolado Bíblico, y al año siguiente se convirtió en su secretario general.
Después de cuatro años como director espiritual en el Colegio Beda de Roma, se volvió Profesor Visitante de Estudios del Nuevo Testamento en la Universidad de Dallas, Texas. También fue nombrado miembro del consejo y presidente de la Asociación Bíblica Católica de Gran Bretaña y miembro de la Sociedad de Estudios del Nuevo Testamento de Gran Bretaña.
Después del Concilio Vaticano II se sintió la necesidad de revisar el Comentario Católico de la Sagrada Escritura. Por lo tanto, se creó un consejo editorial y él se convirtió en su presidente. Pero el comité editorial nombró a partidarios de la prioridad de Marcos para escribir los comentarios sobre los Evangelios. Ésta fue una época triste para Dom Bernard. Durante años se había dedicado a promover las Escrituras. Sin embargo, ahora los académicos católicos afirmaban que la libertad de investigación, permitida por la Dei Verbum, justificaba que ellos ignoraran la historicidad [de los Evangelios] que la Iglesia mantenía. Ellos adoptaron, como si estuviera probada, la teoría de la prioridad de Marcos sostenida por los racionalistas y los protestantes liberales. Afirmaron que el primer Evangelio que se escribió fue el de Marcos, y que ninguno de los cuatro [Evangelios] fue escrito por un autor que hubiera conocido a Cristo. En 1969 se publicó Nuevo Comentario Católico de la Sagrada Escritura.
A partir de ese momento, vemos que Dom Bernard centró su mente en defender la Dei Verbum y en buscar una teoría bien fundada que estuviera de acuerdo con el análisis literario y textual moderno, sin entrar en conflicto con la enseñanza tradicional. Su postura contra la prioridad de Marcos no fue popular y él sabía que iba a recorrer un camino solitario. Es este último período de su vida el que no ha sido comprendido ni reconocido por los escritores de obituarios.
Providencialmente, su Orden había preparado a Dom Bernard para esta misión. Un compañero benedictino, Dom John Chapman (1865-1933), había examinado con cuidado la teoría de la prioridad de Marcos y había descubierto que carecía de pruebas que la respaldaran. Los hallazgos de Chapman se publicaron en Matthew, Mark and Luke (Mateo, Marcos y Lucas), de 1937. Otro benedictino, el abad (más tarde obispo) Christopher Butler (1902-1986) continuó este trabajo en:
- St. Luke’s Debt to St. Matthew (La deuda de San Lucas con San Mateo), en: Harvard Theological Review 32 (1939) 237-308.
- St. Paul’s Knowledge & Use of St. Matthew (El conocimiento y uso de San Mateo por parte de San Pablo), en: Downside Review 60 (1948) 363-383.
- The Originality of St. Matthew (La originalidad de San Mateo), Cambridge, 1951 (libro).
Dom Christopher Butler también había contribuido con un artículo sobre el problema sinóptico en el Nuevo Comentario Católico de la Sagrada Escritura de 1969. Allí presentó una historia del problema, pero no fue responsable de los artículos sobre los Evangelios individuales.
Durante años Dom Bernard había vivido cerca de estos dos compañeros benedictinos, estudiosos clarividentes de la Escritura. Así él fue inmune a la prisa católica posterior al Vaticano II por aceptar teorías racionalistas y protestantes liberales.
Dom Bernard se sintió alentado por el trabajo de William R. Farmer, un profesor metodista estadounidense de estudios bíblicos. Después de enseñar la prioridad de Marcos durante años, Farmer se dio cuenta de que los argumentos que usaba para enseñar a sus estudiantes no eran sólidos. En su libro The Synoptic Problem (El problema sinóptico), de 1964, Farmer reconoció cómo los argumentos presentados por el abad Butler contra la prioridad de Marcos lo habían persuadido. El libro de Farmer se limitó a mostrar los errores de la teoría; pero en una edición ampliada publicada en 1976 dio a conocer su pleno apoyo a la secuencia de composición Mateo-Lucas-Marcos.
Ese mismo año, Orchard publicó Matthew, Luke & Mark (Mateo, Lucas y Marcos). Este libro fue el disparo inicial de una campaña de treinta años. En la primera página escribió: “Este libro es el cumplimiento de una ambición de larga data. Es decir, seguir el trabajo iniciado hace más de cuarenta años por Dom John Chapman y continuado por el obispo B. C. Butler y por el profesor William R. Farmer… La hipótesis de los dos documentos [o de las dos fuentes] y la prioridad de Marcos todavía son sólo hipótesis, no dogmas infalibles; y han permanecido firmes durante tanto tiempo principalmente porque nadie ha podido ofrecer una alternativa satisfactoria”.
Encontrar esta alternativa fue la ambición de Dom Bernard durante el resto de su vida.
En 1987, Dom Bernard y Harold Riley, un sacerdote anglicano, publicaron The Order of the Synoptics: Why Three Synoptic Gospels? (El orden de los sinópticos: ¿Por qué tres Evangelios sinópticos?). Allí expusieron las razones para apoyar la secuencia Mateo-Lucas-Marcos, basándose en el análisis literario y textual y en la evidencia proporcionada por los primeros historiadores [cristianos].
En la revista Downside Review de julio de 1990, Dom Bernard publicó Dei Verbum and the Synoptic Gospels (Dei Verbum y los Evangelios sinópticos). Allí mostró la dificultad de conformarse a las enseñanzas de la Dei Verbum y al mismo tiempo aceptar la teoría de la prioridad de Marcos.
CÓMO ORCHARD LOGRÓ SU AMBICIÓN
Por esa época, Orchard se interesó por la forma en que el Evangelio de Marcos sonaba como la transcripción literal de un taquígrafo. Muchos estudiosos, incluido B. H. Streeter, habían hecho comentarios sobre esto en el pasado, pero fue la aplicación de Orchard de este aspecto a la secuencia Mateo-Lucas-Marcos lo que puso de manifiesto su importancia.
En 1990, el folleto de Orchard The Evolution of the Gospels (La evolución de los Evangelios) fue publicado por la CTS de Londres. Allí él no sólo defendió la secuencia Mateo-Lucas-Marcos, sino que también propuso que Pedro había dado una serie de cinco charlas para combinar los Evangelios de Mateo y de Lucas. Orchard afirmó que el registro de estas cinco charlas, que Marcos realizó en taquigrafía griega, era lo que luego se conoció como el Evangelio de Marcos.
En 1991, E. R. Richards, en The Secretary in the Letters of Paul [El secretario en las cartas de Pablo], confirmó que tanto la taquigrafía griega como la latina se usaban ampliamente en la época en que Pedro estuvo en Roma. Esto fortaleció la base sobre la que Orchard había construido su teoría.
En 1993, Dom Bernard explicó sus ideas en Annales Theologici [Anales teológicos]. Cuando se publicó una versión separada en inglés, se puso a disposición de un público más amplio con el título The Making and Publication of Mark’s Gospel (La composición y publicación del Evangelio de Marcos). El mismo año él editó una edición ampliada de su panfleto de 1990 bajo el título The Origin and Evolution of the Gospels (El origen y la evolución de los Evangelios).
Así que, en 1993, Orchard había establecido y dado a conocer su hipótesis de que el Evangelio de Marcos no había sido escrito en un estudio apartado utilizando un “griego deficiente”. Era un relato taquigráfico en koiné (griego común) de las charlas públicas dadas por Pedro al combinar los Evangelios de Mateo y de Lucas. Orchard había elaborado una teoría de la composición de los Evangelios consistente con la evidencia de los historiadores antiguos, con el análisis literario y textual y con lo que sostenía la Iglesia.
Pero en 1993 los partidarios de la prioridad de Marcos estaban bien afianzados en los establecimientos educativos y editoriales. Dom Bernard tenía 83 años y no fundó una organización para continuar su trabajo. Se concentró en consolidar sus investigaciones con la intención de publicarlas en un libro final tituladoThe Fourfold-Gospel Hypothesis (La hipótesis del Evangelio cuádruple).
Su muerte en 2006 impidió que se [completara y] publicara ese trabajo, pero tenemos artículos (disponibles en otra parte de este sitio [Church in History]) que esbozan sus ideas:
- Dei Verbum and the Synoptic Gospels (Dei Verbum y los Evangelios sinópticos), 1990
- The Making and Publication of Mark’s Gospel (La composición y publicación del Evangelio de Marcos), 1993
- The Origin and Evolution of the Gospels (El origen y la evolución de los Evangelios), 1993
Dom Bernard también promovió Bismarck y los cuatro Evangelios de W. R. Farmer (1992), donde se mostraba cómo la política había influido en gran medida en el establecimiento de la teoría de la prioridad de Marcos en las universidades alemanas.
Algunos de los logros a largo plazo de Orchard no se han reconocido ampliamente. Su versión RSV-CE [Versión Estándar Revisada-Edición Católica] de la Biblia es la más aceptada [en inglés] por su precisión dentro de la Iglesia Católica. Se utilizó para proporcionar las citas bíblicas en el Catecismo de la Iglesia Católica [en inglés] y en traducciones al inglés de otros documentos de la Iglesia. La popular Biblia de Ignacio es una segunda edición de la RSV-CE. La Biblia de Estudio Católica de Ignacio, editada por Scott Hahn y Curtis Mitch, se basa en ella. Las traducciones [al inglés] de las obras del Cardenal Ratzinger (y del Papa Benedicto XVI) han utilizado tanto la RSV-CE como la segunda edición de la RSV-CE.
21 de octubre de 2016
Nota: Dom es un título de respeto que se utiliza a menudo antepuesto a los nombres de los monjes benedictinos.
Fuente: http://churchinhistory.org/s3-gospels/(g221)-dbocelibration.htm
Texto traducido al español por Daniel Iglesias Grèzes.
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