¿Libertad versus seguridad?
La visión de la libertad y la seguridad como dos valores en conflicto proviene de una ideología anticristiana: el individualismo.
El individualismo puede ser definido como la corriente filosófica que ve al ser humano como un individuo que existe básicamente para sí mismo, no como un ser social por naturaleza. La sociedad en sí misma no sería un bien para el hombre, sino más bien un mal necesario. El individualista concibe su libertad como un ámbito dentro del cual puede hacer lo que se le antoje, mientras no afecte la libertad de los demás, concebida del mismo modo individualista. Como se suele decir (erróneamente): “mi libertad termina donde empieza la libertad de los otros". Esto hace de los otros adversarios de mi libertad, y por lo tanto en el fondo los convierte en mis enemigos. Si lleva sus principios hasta sus consecuencias más extremas, el individualista (de derecha o de izquierda) llegará a afirmar el derecho al suicidio. Su individualismo le impide admitir que cualquier suicidio daña a los demás moralmente y que todos tenemos derecho a que ningún ser humano se quite la vida. En definitiva, según el individualista no existe el amor entendido como búsqueda desinteresada del bien del otro. El individuo buscaría siempre y en todo lugar su propio interés y esto sería lo bueno para él.
El individualismo es una racionalización del egoísmo, pero no la única. Mencionaré dos ideas análogas: a) la concepción de la empresa que atribuye a ésta como único fin supremo la maximización de los dividendos de sus accionistas; b) el maquiavelismo político, que inspiró un famoso lema de Lord Palmerston, que suele resumirse así: “Inglaterra no tiene amigos permanentes ni enemigos permanentes, sino sólo intereses permanentes".A la inversa, el individualismo es una traducción del maquiavelismo a la esfera de las relaciones interpersonales.
Partiendo de premisas individualistas1, la libertad y la seguridad se conciben como dos valores en conflicto. El “estado de naturaleza” imaginado por los padres del contractualismo2 brindaba máxima libertad y mínima seguridad. Según ellos, por medio del “contrato social”3 los individuos renunciaron, en todo o en parte, a su libertad a favor del Estado, a cambio de un incremento de su seguridad.
Las principales ideologías políticas contemporáneas comparten esta búsqueda de un equilibrio óptimo entre libertad y seguridad, consideradas como valores contrapuestos. Acerca de ese equilibrio pretendido existe una amplia gama de posturas. La “derecha” tiende a privilegiar la libertad en detrimento de la seguridad; en cambio la “izquierda” tiende a privilegiar la seguridad en detrimento de la libertad. Es verdad que la izquierda puede caracterizarse también por la búsqueda de otros valores, como la igualdad o la justicia, pero éstos son de algún modo correlativos a la seguridad. Aquí analizo el eje libertad-seguridad porque es el más simple, pero se puede decir algo análogo de los ejes libertad-igualdad y libertad-justicia.
El cristianismo es la antítesis del individualismo. Según la fe cristiana, existimos por amor y para el amor, para buscar no sólo nuestro propio bien sino también el bien de los demás. La felicidad no está en el egoísmo sino en el don de uno mismo a Dios y al prójimo. La amistad desinteresada es posible y deseable. En la perspectiva cristiana, en última instancia el conflicto entre libertad y seguridad se disuelve. Mi libertad no es enemiga sino aliada de la libertad de los demás. Si los demás crecen, yo no disminuyo, sino que crezco con ellos. Casi todo lo que podemos conocer o hacer (el lenguaje, la ciencia, la técnica, todas nuestras tradiciones, etc.) depende de lo que hemos recibido y seguimos recibiendo continuamente de los demás. Si yo hubiera crecido solo en la selva ni siquiera podría hablar. Por supuesto, cada uno de nosotros también hace sus aportes, mayores o menores, en todos los órdenes citados. El ser humano es a la vez plenamente individual y plenamente social y no hay ninguna contradicción entre ambos aspectos. En la filosofía cristiana no tiene sentido hablar de un conflicto de valores o de derechos. El derecho a la vida del hijo no entra en conflicto con el derecho de la madre a la autodeterminación, porque las proposiciones “El hijo tiene un derecho inalienable a la vida” y “La madre tiene derecho al aborto voluntario para proteger su libertad” no pueden ser ambas verdaderas a la vez. El conflicto entre los derechos verdaderos no es posible.
El individualismo es una de las causas principales de la decadencia moral de nuestra cultura. El cristiano debe afanarse en la lucha contra la cultura individualista y a favor de la construcción de una “civilización del amor".
Notas
1) Por ejemplo: a) el hombre es un lobo para el hombre (Hobbes); b) el individuo primitivo aislado es bueno ("el buen salvaje"), pero la sociedad lo corrompe y lo esclaviza (Rousseau); c) la amistad es un amor sexual, como todo amor, pero en ella el deseo sexual es inconsciente y el fin sexual es inhibido (Freud); d) el infierno son los otros (Sartre).
2) Hobbes, Locke y Rousseau.
3) Un concepto mítico, no histórico.
Daniel Iglesias Grèzes
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6 comentarios
¿Se podría hacer una crítica al individualismo sin entrar en el orden de la religión cristiana, es decir, desde una filosofía política realista?
¿Y cuáles serían las consecuencias de esa errónea teoría contractualista según la cual el poder de los gobernantes sería dado a los mismos por el pueblo, en el cual residiría primigeniamente?
Gracias.
Solo añadir que el individualismo, al igual que el relativismo, solo es una estación de paso. No la definitiva.
Dios es el dueño de la vida. Y el creador de la naturaleza. Satanás, de mano de los satánicos, quieren hacerse con ese poder. No les interesa que Pepita, individualmente, decida acabar con la vida de su hijo con síndrome de Down o acabar con su propia vida. Les interesa que las personas después de "haber matado a Dios" en sus vidas, otorguen ese poder a otro. ¿A quién? Pues lo dicho, a Satanás. No directamente, tal vez, sino a los gobiernan en su nombre. Y que ese nuevo poder totalitario decida por ellos quién puede nacer y quién no. Cuándo debemos morir nosotros y cómo. Etc.
Si muchos afectados de Alzheimer se suicidan, se iría imponiendo la idea en la sociedad de que vivir así no sería "digno". Y muchos de los que viven "sin Dios" permitirían que la corriente les fuera arrastrando, hasta que ese diagnóstico nos llevara directamente al matadero (cuasi)obligatoriamente. ¿Por qué los Down mueren casi todos antes de nacer? ¿Por individualismo? No, creo que no. Ahora ya por arrastre social. Y todavía no es obligatorio. Como eso, todo.
Formemos un resto fiel 💓✝️🕊️🛐
Resto fiel 💓✝️🕊️🛐. Con Dios podremos. Sin Dios no.
Se menciona en el escrito que “el ser humano es a la vez plenamente individual y plenamente social” con lo cual estoy de acuerdo ya que seria un falso dilema, solo que al presentar al individualismo como una deformación del ser individual no presenta la contraparte, la deformación del ser social que sería el colectivismo. Uno ve al ser humano como un individuo que existe para si mismo y el otro ve al individuo que existe para la colectividad. Por tanto si “el cristianismo es la antítesis del individualismo”, también debería pensarse lo mismo del colectivismo social.
Además del falso dilema libertad-seguridad, yo comentaría otro falso dilema “libertad-verdad”, desde siempre dentro y fuera de la iglesia muchos piensan que la verdad sólo puede ser alcanzada por unos pocos iluminados (gobernantes con poder de coacción) quienes deben guiar a las mayorías, reduciendo su libertad individual (por su propio bien) ya que la mayoría no es capaz de conocer la verdad, aquí entra la perversidad del sistema democrático para imponer por mayoría a la minoría más pequeña el individuo, la educación, la salud o la vivienda y ahora están imponiendo una nueva moral anti cristiana.
Quiero dejar muy claro que estoy de acuerdo con el escrito en cuestión, sí solo sí, esta visión moral no se pretende imponer por la fuerza del gobierno, sino que se busca evangelizar a un ser humano que Dios a dotado del libre albedrío y de la razón para conocer la verdad, de lo contrario caeríamos en el actual absurdo de que élites políticas y económicas nos imponen ideologías como el colectivismo y el individualismo entre otras ideologías anti cristianas.
Dicho esto, yo añadiría que si el cristianismo se opone al individualismo, también se opone igualmente al colectivismo.
Por otra parte, también añadiría que si la libertad de otros puede enriquecernos, también nos puede dañar. En el artículo se indica (correctamente) que buena parte de lo que hacemos o conocemos es gracias al aporte de los demás. Pero tengamos también en cuenta que mucho de lo que no podemos hacer o conocer, es porque otros haciendo uso de su libre albedrío nos lo han impedido (pensemos en todos los niños abortados, y todo lo que podrían haber hecho si se les hubiera dado la oportunidad de nacer). Es cierto que en esos casos, quienes hacen daño a otros no ejercitan la auténtica libertad cristiana sino solo su libre albedrío, pero es precisamente sobre ese libre albedrío que se aplica la ley positiva (no sobre la libertad cristiana).
En resumen, quizás el problema es que desde el individualismo se confunde libertad con libre albedrío. En ese caso, el conflicto para la ley civil sería el equilibrio entre libre albedrío y seguridad.
Yevgeny Zamyatin, inspirador de Orwell, en "Nosotros" (1921):
"Nosotros proviene de Dios, el Yo proviene del Diablo"
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