E-book con la segunda edición de mi libro sobre la actual crisis de la Iglesia

Ya lo he comprado. Estoy interesado en la terrible crisis eclesial actual

Continúo la refutación.

Dice usted:

“Atribuir las numerosísimas enseñanzas bíblicas sobre el castigo divino a "la forma [supuestamente errónea] en la que el pueblo de Israel entendía la revelación divina" es contrario a la fe cristiana en la inerrancia de la Biblia”.

Respondo:

Pues no, no hay tal contradicción. De hecho la constitución dogmática Dei Verbum nos dice: “Habiendo, pues, hablando dios en la Sagrada Escritura por hombres y a la manera humana, para que el intérprete de la Sagrada Escritura comprenda lo que El quiso comunicarnos, debe investigar con atención lo que pretendieron expresar realmente los hagiógrafos y plugo a Dios manifestar con las palabras de ellos.

Para descubrir la intención de los hagiógrafos, entre otras cosas hay que atender a "los géneros literarios". Puesto que la verdad se propone y se expresa de maneras diversas en los textos de diverso género: histórico, profético, poético o en otros géneros literarios. Conviene, además, que el intérprete investigue el sentido que intentó expresar y expresó el hagiógrafo en cada circunstancia según la condición de su tiempo y de su cultura, según los géneros literarios usados en su época. Pues para entender rectamente lo que el autor sagrado quiso afirmar en sus escritos, hay que atender cuidadosamente tanto a las formas nativas usadas de pensar, de hablar o de narrar vigentes en los tiempos del hagiógrafo, como a las que en aquella época solían usarse en el trato mutuo de los hombres.

Y como la Sagrada Escritura hay que leerla e interpretarla con el mismo Espíritu con que se escribió para sacar el sentido exacto de los textos sagrados, hay que atender no menos diligentemente al contenido y a la unidad de toda la Sagrada Escritura, teniendo en cuanta la Tradición viva de toda la Iglesia y la analogía de la fe. Es deber de los exegetas trabajar según estas reglas para entender y exponer totalmente el sentido de la Sagrada Escritura, para que, como en un estudio previo, vaya madurando el juicio de la Iglesia. Por que todo lo que se refiere a la interpretación de la Sagrada Escritura, está sometido en última instancia a la Iglesia, que tiene el mandato y el ministerio divino de conservar y de interpretar la palabra de Dios”.

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DIG: Este texto de la Dei Verbum, rectamente entendido, refuta su posición, no la mía (que no es "mía", sino que es la de la doctrina católica). La Biblia, por medio de muchos autores, épocas, culturas y géneros literarios y de dos o tres lenguas, dice de cientos de maneras distintas que Dios premia a los buenos y castiga a los malos; y que el castigo divino se realiza en este mundo y en el Purgatorio por medio de penas temporales y en el Infierno por medio de una pena eterna. La Tradición de la Iglesia es unánime en ese sentido y el Magisterio de la Iglesia, con la autoridad que Cristo mismo le dio, interpreta que estas afirmaciones de la Divina Revelación no son meros símbolos o metáforas, sino verdades de fe. Por eso la catequesis de la Iglesia las ha enseñado siempre y en todo lugar, y quien las niega, niega la fe católica.

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Como ve la tal contradicción no existe, decir que la biblia no yerra no contradice el hecho de que los autores de los distintos libros bíblicos entendieran muchas cosas de Dios de acuerdo a su cultura. Y esto no lo niegan ni siquiera los que afirman que Dios si castiga. Entienda una cosa, para que comprenda cuál es el punto voy a decirle esto: Si cuando usted dice Dios castiga, entiende castigo como disciplina está bien, pero si usted dice castigo como algo de una justicia.

El punto al que yo voy es: creo en el castigo entendido como corrección o disciplina, pero en el castigo que no creo es en el castigo con una intención de justicia.

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DIG: Eso que usted no cree es lo que enseña la Iglesia Católica. Las penas temporales son medicinales y la pena eterna es un acto de la justicia divina.

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"Para el ser humano Dios es justo, y un Dios justo no puede perdonar todo porque la justicia no perdona, la justicia por definición castiga. Miren, ¿cuál es el problema que tenemos? ... Imagínense ustedes que dentro de diez años este país haga un proceso de paz al fin con las FARC, con el grupo guerrillero más fuerte de todos que ha hecho todos los atentados y tal... Pero el problema es que eso no es justo, porque esa gente mató, y mató a sangre fría, y pusieron carros bomba, y asesinaron policías, y hubo secuestrados que murieron en poder de las FARC... La justicia no perdona, la justicia juzga… Y si Dios es justo no perdona, si Dios es justo juzga, y todos estamos convencidos de que Dios es justo... (Esta prédica fue dada en el contexto del perdón)".

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DIG: Dios es siempre justo y siempre ofrece su perdón a todos. El perdón de Dios al pecador arrepentido no es injusto, aunque sí supera a la justicia, por amor. Pero perdonar a un pecador no arrepentido no sería justo.

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Ese es el verdadero Dios, corrige a sus hijos pero nunca castiga en un sentido de justicia, y nunca castiga porque respeta nuestro libre albedrío. Un Dios que respeta la libertad del hombre, no lo condena haga lo que haga.

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DIG: No es eso lo que enseñan la filosofía y la teología cristianas. El castigo divino (temporal o eterno) siempre es justo; pero además las penas temporales buscan la conversión del pecador. El respeto de Dios a la libertad humana tiene que ver con el hecho de que en esta vida Dios permite al hombre hacer el mal libremente, para que pueda hacer el bien libremente. Ese respeto, en cambio, en sí mismo no impide a Dios tener "potencia absoluta" para reaccionar de distintas maneras ante ese mal que permite. Por ejemplo, Dios, si quisiera (aunque, según su "potencia ordenada", no lo quiere), podría aniquilar a los pecadores.

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Es más cito algo que decía el teólogo Colombiano Wilson Tamayo subdirector Lazos de Amor Mariano (lo decía en una de las charlas de consagración de este movimiento a la virgen María): “El infierno es un estado de autoexclusión definitiva de la comunión con Dios (CIC 1033). ¿Saben que significa autoexclusión? ¿Recuerdan hace ocho días que poníamos el ejemplo de estar ante la presencia de Dios, y que el Señor perseguía a esa persona que se sentía tan sucia, y que con sus propios pies esa persona se iba para el infierno? Eso se llama autoexclusión, sus propios pies, los pies de las personas que saben que no estuvieron con Dios, que no hicieron las cosas bien, que durante toda la vida Dios intentó seducirle, intentó pescarle, intentó llenarle el corazón, intentó sanarle, y sin embargo no quiso, y cuando se enfrenta ante la presencia de Dios, no es capaz de resistir esa presencia, por eso se autoexcluye de la presencia de Dios”. Luego en otra charla dirá que el juicio en realidad no es más que la confirmación de la elección.

Y si va a decir que este hombre habla contra la doctrina de la Iglesia, recuerde que el teólogo es él y no usted. Por ende es el quien sabe más de la doctrina de la Iglesia que usted.

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DIG: ¿Por qué está usted tan seguro de eso último que dice? Yo ya estaba estudiando teología cuando el Sr. Tamayo aún estaba en el preescolar.

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Con respecto a lo que usted responde a lo que yo le dije sobre su idea de que decir que las consecuencias del pecado no vienen como un castigo divino es caer en una idea budista, pues si quiere argumentos… ahí le va uno: “Dios no lo evita no porque no pueda, no lo evita porque no pueda, sino precisamente porque Dios tiene un respeto exagerado por nuestra libertad.

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DIG: Dios respeta nuestra libertad y por eso nos permite hacer el mal. Dios es Justo y por eso castiga a los malos. Esto es lo que enseñan Biblia, Tradición y Magisterio.

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Que tenga buena noche.

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DIG: Que Dios lo bendiga.