Fe y Razón N° 109 -con la alocución del Papa Francisco sobre el genocidio armenio

Muy oportuna la transcripción de la homilía papal, Daniel.
En la cual nos encontramos con el siguiente párrafo:
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"La humanidad conoció en el siglo pasado tres grandes tragedias inauditas:.... Y más recientemente ha habido otros exterminios masivos, como los de Camboya, Ruanda, Burundi, Bosnia. Y, sin embargo, parece que la humanidad no consigue dejar de derramar sangre inocente. Parece que el entusiasmo que surgió al final de la segunda guerra mundial está desapareciendo y disolviéndose. Da la impresión de que la familia humana no quiere aprender de sus errores, causados por la ley del terror; y así aún hoy hay quien intenta acabar con sus semejantes, con la colaboración de algunos y con el silencio cómplice de otros que se convierten en espectadores. No hemos aprendido todavía que «la guerra es una locura, una masacre inútil»"
---- Fin de la cita

Muy buena reflexión.
Las Guerras Mundiales y su ominoso entorno constituyeron la disputa por el Poder más grande, más inhumana, más cruel y más inmoral de la Historia.
Ganaron las Logias. Las cuales desplegaron -vía Hollywood- un inmenso aparato propagandístico para convencer de que había sido un gran triunfo "moral" de la Democracia, que abría las puertas a una "primavera" de la humanidad. O sea que nos vinieron a contar que habian ganado los "buenos" y que debíamos estar muy contentos, porque después del Horror venía la Felicidad.

Ahora es el Papa Francisco quien nos advierte, con los irrefutables argumentos de los hechos consumados e innegables, que esa inmensa burbuja de alegría fabricada a escala industrial y global, estando aún fresca la sangre de millones de víctimas inocentes, era una mentira.

Es muy serio esto, porque todo el orden actual -ONU incluida- descansan en los presupuestos de la postguerra. O sea, en una mentira.
Y las mentiras tienen patas cortas.