La evolución religiosa reciente de América Latina y particularmente de Uruguay
A través de esta noticia del diario “El País” de Montevideo me enteré de la publicación de los resultados de la última encuesta de Latinobarómetro sobre la religión en dieciocho países de América Latina: http://www.elpais.com.uy/informacion/uruguay-pais-mas-agnostico-region.html
Con respecto a Uruguay, el título y el copete de esa noticia son muy ilustrativos, aunque contienen un error importante: “Uruguay, el país más agnóstico de la región; casi igualan a católicos.” “Uruguay es el país más agnóstico de América Latina y con el menor porcentaje de católicos en su población. Además, es el único país de la región en el que se da un proceso “acelerado de secularización"”. El error consiste en que la categoría utilizada por la encuesta no es “agnóstico”, sino “ateo/agnóstico/ninguna (religión)”. Esta categoría, además de a los ateos y los agnósticos, probablemente agrupe a panteístas, deístas, masones y seguidores de la New Age y también a muchos “creyentes sin religión”.
El informe de Latinobarómetro se titula “Las religiones en tiempos del Papa Francisco” y se encuentra completo en esta página: http://www.latinobarometro.org/latNews.jsp
Latinobarómetro hizo encuestas sobre la religión en América Latina en forma anual desde 1995 hasta 2013, con una sola excepción (el año 2012). Según Latinobarómetro, el porcentaje de quienes, ante la pregunta “¿Cuál es su religión?”, se declararon católicos, ha descendido del 80% en 1995 al 67% en 2013: un descenso del 13% en 18 años, que equivale a un 0,7% anual. Si esta tendencia se mantuviera en el futuro, dentro de unos 25 años el catolicismo dejaría de ser la religión mayoritaria de América Latina.
Cabe preguntarse cómo calcula Latinobarómetro el porcentaje de católicos de América Latina. Me inclino a pensar que utiliza un promedio simple de los 18 países incluidos en la encuesta, no un promedio ponderado con base en la población de cada país. El promedio simple distorsiona la realidad, porque asigna el mismo peso a cada país independientemente de su población. Así, el país menos poblado de los 18 considerados (Uruguay, con unos 3,3 millones de habitantes) tiene la misma incidencia que el país más poblado (Brasil, con unos 195 millones de habitantes). Considerando los datos de 2013, mis cálculos dan un 66% de católicos en América Latina utilizando el promedio simple y un 70% utilizando el promedio ponderado. Latinobarómetro indica un promedio del 67%, lo que me lleva a sospechar que emplea el promedio simple. La diferencia con mi 66% quizás se deba a errores de redondeo. De todos modos, la diferencia entre un 67% y un 70% de católicos, aunque no es despreciable, tampoco cambia demasiado el panorama general.
No dispongo de datos estadísticos anteriores a 1995 para esta variable, pero pienso que se puede asumir razonablemente que los católicos rondaban el 98-99% de la población de América Latina hacia 1900 y el 85-90% hacia 1960. Por lo tanto, resulta claro que la disminución del porcentaje de católicos se ha acelerado en las últimas décadas.
Volviendo a los datos de Latinobarómetro, de los dieciocho países estudiados en 2013, el país con mayor porcentaje de católicos era Paraguay (con un 88%) y el país con menor porcentaje de católicos era Uruguay (con un 41%). Entre 1995 y 2013, el porcentaje de católicos disminuyó en 16 de los 18 países analizados. La máxima disminución se dio en Nicaragua: una caída del 30% (del 77% al 47%). En Uruguay, la caída del porcentaje de católicos en esos 18 años fue del 19% (del 60% al 41%). De continuar esa tendencia descendente, de un 1,1% anual, dentro de 20 años sólo un 20% de los uruguayos serán católicos.
En Uruguay, a diferencia de lo que ocurre en otros países latinoamericanos, la importante disminución del porcentaje de católicos no se debe a un crecimiento de las comunidades evangélicas. De hecho, considerando los promedios de los últimos cinco años, se ve que el porcentaje de evangélicos en el Uruguay se mantuvo casi constante en el entorno del 5-6% durante un período de catorce años (1999-2013).
Además, la categoría que Latinobarómetro llama “Otros”, que puede incluir a pentecostales, mormones, testigos de Jehová, fieles de las Iglesias protestantes “históricas” (luteranos, metodistas, valdenses, etc.), “cristianos sin Iglesia”, judíos, musulmanes, budistas, umbandistas, etc., tiene una tendencia decreciente en Uruguay: pasó del 16% en 1995 al 13% en 2013.
Con respecto al porcentaje de católicos de Uruguay, los datos de Latinobarómetro permiten dividir el período analizado en tres subperíodos claramente diferentes:
• Durante el quinquenio 1995-1999 el porcentaje de católicos se mantuvo bastante estable, en el entorno del 59%.
• Durante el subperíodo 1999-2007 ese porcentaje tuvo una tendencia decreciente muy marcada y casi continua, descendiendo del 59% al 43% (16% en 8 años: un 2% anual).
• Durante el sexenio 2007-2013 se producen extrañas turbulencias, con grandes aumentos y disminuciones de un año a otro. El dato del último año es el menor de todo el período, pero considerando los promedios de los últimos cinco años la tendencia decreciente, aunque permanece, se suaviza bastante.
El porcentaje de los ateos, agnósticos o sin religión es bajo (del orden del 5, 10 o 15%) en casi todos los países de América Latina. Sólo dos países escapan de ese patrón: Uruguay (38%) y Chile (25%). Sin embargo, se trata de dos casos muy distintos entre sí. En Uruguay, el porcentaje de ateos, agnósticos o sin religión superó siempre el 20% desde 1996 (salvo en 2001) y superó siempre el 30% desde 2003 (salvo en 2011). En los años 2009 y 2010 llegó al 46 y 47% respectivamente, superando incluso (aunque sólo en esos dos años) al porcentaje de católicos. En cambio en Chile el porcentaje de ateos, agnósticos o sin religión tuvo un comportamiento bastante similar al del resto de América Latina durante casi todo el período analizado, pero subió bruscamente en los últimos dos años (2011 y 2013).
Uruguay (48%) y Chile (44%) son también los únicos dos países estudiados en los que la confianza en la Iglesia era menor que el 50% en 2013. En todos los demás países esa variable se ubica entre el 64% (México) y el 87% (Paraguay y Honduras). La confianza en la Iglesia repuntó bastante en la última medición, subiendo del 64% en 2011 al 73% en 2013. Esto probablemente tenga mucha relación con la elección del Papa Francisco, el primer Papa latinoamericano. Cabe señalar que la confianza en la Iglesia era aún mayor que hoy en el período 1996-2000 y que todavía hoy la Iglesia es la institución que suscita más confianza en los latinoamericanos, con mucha ventaja. La Iglesia ocupa el primer lugar en una lista de doce instituciones, con un 72% de confianza. En segundo lugar vienen las radios con un 53%. El último puesto de la lista es ocupado por los partidos políticos, con un 22% de confianza.
Uruguay (33%) y Chile (27%) son también los dos países estudiados donde menos personas se consideraron como “practicantes” de su religión en 2013. En Uruguay los “practicantes” (según la auto-declaración del encuestado) son el 24% de los católicos (10% de la población total) y el 57% de los evangélicos (5% de la población total). La auto-calificación de muchos católicos uruguayos como “practicantes” parece ser muy generosa, si se compara con otros datos que permiten deducir que la actual participación en la Misa dominical ronda en el 3% de la población. Sobre esto, véase: http://infocatolica.com/blog/razones.php/1307291205-reflexiones-sobre-el-descenso#more21008
En resumen, se trata de datos muy preocupantes, que deberían conducir a una rápida, profunda y seria revisión de las estrategias y tácticas pastorales que han predominado en la Iglesia Católica de nuestro país y nuestra región en los últimos 50 años. El llamado del Papa Beato Juan Pablo II (que será canonizado dentro de pocos días) a una “nueva evangelización” (nueva en su ardor, en sus métodos y en su expresión) de las naciones de antigua tradición cristiana es más actual y urgente que nunca.
Daniel Iglesias Grèzes
16 comentarios
Y ahora digo que esto es imparable, porque los que podrían hacer algo no sé si quieren, pero me temo que aunque quieran no saben como hacerlo.
Y todavía hay quien cree que esto se arregla potenciando las comunidades de base. ¡¡¡ JE !!!!
Recogemos la cosecha sembrada durante las décadas pasadas. Y los evangélicos, felices de nuestra necedad.
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DIG: Sí. En los seis países de América Central, en Brasil y en otros países latinoamericanos, las comunidades protestantes están creciendo mucho a costa de la Iglesia Católica; pero en Uruguay no es así. Aquí el crecimiento protestante casi se ha detenido y ahora lo que ocurre es un crecimiento masivo de la increencia. Como en Europa.
¡Felices Pascuas para ti y los tuyos!
Responden más, responden menos, responden rápido, responden lento, pero siempre responden a la voluntad de los que detentan el poder político.
¿Quiénes detentan el poder en Hispanoamérica? De manera global los EEUU, país fundado y dominado por al Masonería. Incluso en Brasil, miembro que es del BRICS pero que no se atrevió a darle cobijo a Snowden a pesar de la valiosa información que les podía proveer.
Otrosí digo: la herejía protestante en general fatalmente desemboca a la larga en la increencia, víctima de su propia lógica antropocéntrica.
¡Felices Pascuas de Resurrección!
Hace unos cuantos años, era clara la preferencia por "una Iglesia más pequeña, pero más comprometida", así que nadie se puede quejar de los resultados!! Y lo que pasó fue eso: más pequeña y más comprometida... con la tarea de seguir siendo pequeña, de mil y una formas. Sintiéndose "dueños" de una Parroquia, por ejemplo, y no dejando que las cosas se hagan de otra forma a como "siempre" se han hecho.
Me parece que la Iglesia debería hoy fijarse en lo que hacen los que logran atraer a mucha gente. Debería tomarse muy en serio que el que trae a la gente es el Espíritu Santo y no la ideología de los fieles, o del sacerdote, o su actitud simpática con las "fuerzas vivas" de la zona.
Ante la frase «Además, es el único país de la región en el que se da un proceso “acelerado de secularización"”» no me parece cierta, en Chile el avance de movimientos que exigen poco menos que encerrar la religión católica en la casa bajo la condena de humillar a los fieles como retrógrados y fanáticos es cada vez mayor, sobre todo su dominio ideológico del lenguaje en los medios de comunicación y el debate político.
En Chile ciertamente se da también un avance de los grupos pentecostales y otras sectas "cristianas" exportadas directamente de EEUU, país desde donde siempre se ha soñado con eliminar el papismo de los países del sur. Por otro lado, también hay grupos de sectas paganas que en menor medida se hacen cada vez más presentes, sobre todo cuando mezclan sus ideas con supuestas ideas católicas para captar incautos.
También estamos en una sociedad que se burla (literalmente) de los antiguos valores y creencias fundamentales que eran el sustento de la vida. Y obvio, hay un individualismo que mata la comunidad, a veces promocionado por esas ideologías. En su lugar diversas ideologías intentan ocupar ese puesto. Por último, hay un bajo número de personas consagradas para tamaña población de fieles, y muchos de estos simplemente no enseñan la doctrina sino que la ideología que tienen en la cabeza.
Sé que sonare pesimista con estas expresiones, pero considero que la situación de la Iglesia católica iberoamericana es deplorable y cuando menos muy frágil. Y eso es letal, porque aunque haya un fuerte catolicismo en gran parte de la población, sin la Madre no sobrevivirán a la orfandad.
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DIG: No estoy de acuerdo, pero de todos modos gracias por tu opinión. ¡Felices Pascuas!
otro factor es la falta de catequesis de la gran mayoría de los católicos de a pie, un católico de calle rara vez puede defender la doctrina católica, siendo fácilmente embaucado por los evangélicos,que son tan agresivos a la hora de predicar.
solo le pido a Dios que le de a la iglesia latinoamericana la sabiduría para poder enfrentar esta situación que de bella y agradable no tiene nada.
Como supongo que aceptas esto, la propuesta que has hecho suena a lapsus.
Jesús.R, en el conflicto de Malvinas aprendimos que ningún país extracontinental se atrevía a ayudarnos porque Argentina pertenecía (y pertenece, pese a las bravuconadas por la galería de algunos payasos/as con poder) a una zona "protegida" por los EEUU.
Entonces, es fatal que mientras perdure la hegemonía de esa potencia, la influencia social de la Iglesia Católica no cesará de disminuir. En beneficio de lo que sea: pentecostales, Gauchito Gil, Umbanda o ateísmo, les da lo mismo. En lo que todos coinciden es en un anticatolicismo visceral. Porque es la única religión verdadera, la única capaz de poner límites a los poderosos de la Tierra.
Seguiremos pues viendo cómo se multiplica la "Iglesia Apóstata", los que se van, como los antiguos "lapsi" de Roma. Y veremos también a la "Iglesia Claudicante", timoratos de esperanza escuálida y fe vacilante que buscan básicamente NO-CONFRONTAR. A diferencia de los "lapsi", éstos no abandonan físicamente la Iglesia sino que pretenden seguir llamándose "católicos".
Que nadie se llame a engaño: duros tiempos nos esperan. NSJC nos advirtió que nos esperaban la expulsión (de la Sinagoga=Mundo) y la persecución, cuando no la muerte por defender una doctrina que es "locura para el mundo". Nuestra confianza se basa en que no nos será exigido más de lo que nuestras fuerzas soporten, y que el premio a recibir hará que nos parezca insignificante el costo aplicado en obtenerlo.
Muy felices Pascuas
Como los franceses estuvieron siempre a la vanguardia en lo que hace a la divulgación de esa gran mentira académica, literaria e histórica llamada la "Leyenda Negra Antiespañola y Anticatólica", no sería de extrañar que tal cambio de denominación obedeciera a un intento de borrar toda referencia a los orígenes de la Gran Nación Hispanoamericana.
Pero cometieron un error grave: a diferencia de los racistas anglosajones que conquistaron el norte del continente, jamás ni España ni Portugal arrinconaron y finalmente exterminaron a las etnias autóctonas sino que mezclaron su sangre con ellas, dando origen al elemento "criollo", también llamado "gaucho" en el Cono Sur. El cual en algunos países, como por ejemplo Paraguay, Bolivia, Perú y México, creo que es el étnicamente preponderante. Por lo tanto calificar a esa parte de América como "latina" haciendo referencia a la raza, constituye como poco una gran equivocación.
"Hispanoamérica" en cambio tiene connotaciones más religioso-culturales que étnicas. Es un término mucho más apropiado para designar la realidad de estas tierras que el palabro ideológico "latinoamérica".
Otro abuso es llamar "América" por antonomasia a los EEUU. Que los no hispánicos caigan es eso, pase, pero que en la propia España se hable así, realmente duele.
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DIG: Está totalmente fuera de tema, pero por esta vez pasa... ¡Felices Pascuas!
No fue un lapsus, ni quisiera que tal cosa suceda jamás. Fue una manera irónica(aunque no se note) de decir que, hasta que Argentina no viva en carne propia lo que otros paises vivieron, no va a darse cuenta del peligro del relativismo y demás estupideces.
Para dar la ironía completa, podría decir:
Argentina necesita un buen régimen comunista. Y como Argentina sabe que lo necesita, ella misma se va a encargar de tener uno.
En parte lo digo por la presencia, aún pequeña, de ciertos políticos de ultraizquierda en el Congreso. Además de otros motivos que me hacen pensar que nos encaminamos al abismo.
Pero, sin duda que la teología de la liberación y la secularización de parte de nuestros sacerdotes han sido nefastas. Acá en Uruguay, la presencia mínima de la Iglesia en los medios de comunicación y en la cultura, durante décadas esta dando sus frutos. Gracias a Dios, nuestros pastores se están dando cuenta de que cosas son prioritarias.
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DIG: En 1900 la esclavitud no existía en ningún país de América; y la guerra de la triple alianza ocurrió en el siglo XIX. Hacia 1900 casi todos los afroamericanos de Iberoamérica eran católicos; y los países masivamente católicos también han sufrido de vez en cuando la abominación de la guerra.
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