Revista "Fe y Razón" - N° 84 (17 de junio de 2013)
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A continuación reproduzco el artículo editorial, que trata sobre la votación del próximo domingo.
Votemos para defender el derecho humano a la vida
Equipo de Dirección
1. La votación del 23 de junio
El año pasado fue aprobada y promulgada la “Ley de Interrupción Voluntaria del Embarazo”, que legalizó el aborto en el Uruguay bajo condiciones muy amplias. Desde entonces se han efectuado quizás unos 2.000 o 3.000 abortos legales en nuestro país. Esos abortos han sido autorizados y probablemente financiados (a través del Fondo Nacional de Salud) por el Estado uruguayo; y en muchos casos han sido ejecutados por organismos del Estado. La Ley citada prevé incluso la posibilidad de que el Estado (a través de uno de sus Poderes) ordene la realización de abortos, en determinados casos. Por consiguiente, hablando con propiedad, esa Ley representa una legalización del aborto, no su mera despenalización, como hipócritamente se sostuvo para conseguir el voto de un Diputado católico oficialista que se mostraba reacio a apoyar el proyecto de ley original. Si se tratara de una despenalización del aborto (que también sería gravemente injusta), el aborto seguiría siendo un delito, pero no estaría penado; pero es evidente que no es así en nuestro caso, ya que sería completamente absurdo que el Estado autorizara, financiara, ordenara y ejecutara acciones que él mismo considerase ilegales o criminales.
Después de la promulgación de la Ley injusta en cuestión, todos los católicos implicados en el movimiento pro-vida tuvimos muy claro que debíamos procurar la derogación total de la ley. Sin embargo, surgió una discrepancia acerca de cuál es el medio más adecuado para alcanzar ese fin. Algunos propusieron la realización de un referéndum contra la ley, y comenzaron a juntar firmas con ese objetivo; otros pensamos que era mejor juntar firmas para solicitar a todos los candidatos, sectores y partidos políticos la derogación parlamentaria de la ley, y pusimos manos a la obra en ese sentido. Una primera declaración de la Conferencia Episcopal del Uruguay (CEU) consideró que ambas vías eran moralmente legítimas y que cada fiel católico debía optar por una de ellas o por ambas.
Ocurrió que las firmas recolectadas para la convocatoria del referéndum superaron el umbral del 2% de los ciudadanos habilitados para votar, por lo cual esa iniciativa pasó a una segunda instancia: el próximo domingo (23 de junio) habrá una votación cuyo objetivo es determinar si se convocará o no un referéndum contra la ley. Todos los votos emitidos ese día serán votos a favor de la convocatoria del referéndum contra la ley.
Recientemente, en una nueva declaración de la CEU, los Obispos del Uruguay exhortaron a todos los fieles católicos a votar el 23 de junio a favor del referéndum, para defender el derecho a la vida. Aunque inicialmente (por razones que no detallaremos aquí) no apoyamos la vía del referéndum, y sabiendo que miembros del Episcopado han reconocido públicamente el derecho de los fieles a no votar si su conciencia así se lo exige, por nuestra parte, los integrantes de la Comisión Directiva del Centro Cultural Católico “Fe y Razón” damos oído a la exhortación de los Obispos y votaremos el próximo domingo. Además invitamos a todos nuestros lectores católicos uruguayos a hacer lo mismo.
No obstante, nos parece muy importante subrayar que, para los católicos, el objetivo de la instancia electoral del 23 de junio no puede ser el de votar “para que el pueblo decida”, como dice buena parte de la propaganda pro-referéndum. Según la doctrina católica (y en contra de pensadores modernos como Rousseau), la soberanía popular no es ni puede ser absoluta. El pueblo tiene tanto derecho a legalizar el aborto como el Parlamento: o sea, ningún derecho. Los derechos humanos son un don inalienable del Creador. La ley civil no puede darlos ni quitarlos, sino simplemente reconocerlos. Por lo tanto, cuando un católico vota (ya sea como legislador en el Parlamento o como ciudadano en un referéndum) acerca de un derecho humano, su única opción moralmente legítima es votar a favor del reconocimiento legal de ese derecho.
Por las razones expuestas, los católicos no podemos aceptar de ninguna manera la tesis (sostenida por varios de los principales impulsores del referéndum) de que la decisión del cuerpo electoral representará el punto final de la discusión política sobre este tema. Si el 23 de junio no se alcanzaran los votos suficientes (25% de los habilitados para votar) para convocar el referéndum o si en un eventual referéndum hubiera mayoría a favor de mantener la ley, la obligación moral de procurar la derogación de la “Ley de Interrupción Voluntaria del Embarazo” seguiría vigente, exactamente igual que en el momento presente. Que esto quede pues muy claro desde ya: para los católicos y para el movimiento pro-vida, la lucha (por medios pacíficos y legítimos) continuará, en cualquier hipótesis, hasta que se logre la derogación total de esa ley inicua.
2. Ciclo de Conferencias con motivo del Año de la Fe
El pasado jueves (13 de junio), con buena concurrencia, tuvo lugar el primer evento del Ciclo de Conferencias con motivo del Año de la Fe organizado por el Centro Cultural Católico “Fe y Razón” (CCCFR) con apoyo de la Facultad de Teología del Uruguay “Monseñor Mariano Soler”. En esa ocasión Mons. Dr. Antonio Bonzani, Rector de dicha Facultad, disertó sobre el tema: La escatología en el Catecismo de la Iglesia Católica.
El próximo jueves (20 de junio) tendrá lugar la segunda conferencia. Mons. Dr. Jaime Fuentes, Obispo de Minas, Responsable de la Comisión Nacional de Cultura y Diálogo con los No Creyentes de la CEU, disertará sobre el tema: Cómo reformar la Iglesia. La enseñanza de Santa Catalina de Siena.
El jueves siguiente (27 de junio), en la tercera conferencia, el Ing. Daniel Iglesias Grèzes, Secretario del CCCFR, presentará una ponencia sobre el tema: El Concilio Vaticano II y el ecumenismo. ¿Renovación o ruptura?
Todas las conferencias tendrán lugar los jueves de 19:00 a 21:00 en el Aula Magna “Pablo VI” de la Facultad de Teología del Uruguay. La dirección del Aula Magna es San Juan 2666, entre San Fructuoso y Tapes (Montevideo). Está “a la vuelta” de la Facultad, cuya dirección es San Fructuoso 1019 esquina San Juan. La entrada a las conferencias es libre y gratuita. Se agradecería una contribución voluntaria al CCCFR.
Una vez más invitamos a nuestros lectores residentes en Montevideo o alrededores a participar de estas conferencias.
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