La caja negra de Darwin (8)
Comentario de: Michael J. Behe, Darwin’s black box: the biochemical challenge to evolution, Free Press, New York 2006; 10th anniversary edition, with a new afterword.
El autor se pregunta lo siguiente: si los sistemas bioquímicos complejos, como los ejemplos analizados en los Capítulos 3-7, no han sido explicados por nadie, ¿qué tipos de trabajos bioquímicos han sido publicados bajo el rótulo de “evolución”? En el Capítulo 8 (“Publica o perece”), Behe muestra qué ha sido estudiado en esta área y qué no.
El autor comienza su relevamiento por una revista especializada de mucho prestigio, el Journal of Molecular Evolution (JME), dedicada exclusivamente a la investigación orientada a explicar el origen de la vida en el nivel molecular. Durante la década anterior, el JME había publicado alrededor de mil artículos científicos. Esos artículos pueden ser clasificados fácilmente de la siguiente manera:
• Más del 80% corresponde a comparaciones de secuencias de ADN o de proteínas.
• Alrededor del 10% corresponde a la síntesis química de moléculas consideradas necesarias para el origen de la vida.
• Alrededor del 5% corresponde a modelos matemáticos de la evolución molecular o métodos matemáticos para comparar e interpretar datos de secuencias.
Una comparación de secuencias es una comparación de dos proteínas diferentes, aminoácido por aminoácido; o una comparación de dos porciones diferentes de ADN, nucleótido por nucleótido. Aunque útil para determinar posibles líneas de descendencia, lo cual es una cuestión interesante por sí misma, comparar secuencias no puede mostrarnos cómo un sistema bioquímico complejo logró su función, la cuestión principal tratada en este libro. Behe explica esto con una analogía: los manuales de dos modelos diferentes de computadoras producidos por la misma compañía pueden tener muchas palabras, frases o incluso párrafos idénticos, sugiriendo un origen común (quizás el mismo autor escribió los dos manuales), pero comparar las secuencias de letras de los manuales nunca nos dirá si una computadora puede ser producida paso a paso comenzando con una máquina de escribir (y, agrego yo, cambiando piezas en forma aleatoria).
Por otra parte, los modelos matemáticos de la evolución molecular, aunque útiles para entender cómo los procesos graduales se comportan en el tiempo, asumen como hipótesis que la evolución en el mundo real es un proceso gradual y aleatorio; no lo demuestran ni pueden demostrarlo.
En cuanto a la investigación sobre el origen de la vida, se ha desvanecido el optimismo prevalente en los años 1950 después de los famosos experimentos de Stanley Miller. Behe cita la siguiente evaluación global de Klaus Dose, un científico prominente en esta área: “Más de 30 años de experimentación sobre el origen la vida en los campos de la evolución química y molecular han conducido a una mejor percepción de la inmensidad del problema del origen de la vida en la Tierra más que a su solución. En la actualidad todas las discusiones sobre las teorías y experimentos principales en este campo terminan en un estancamiento o en una confesión de ignorancia.” (p. 168).
Behe sostiene que los artículos publicados en el JME incluyen muchos artículos valiosos e interesantes, pero ninguno que contradiga el mensaje de su libro. Este mensaje no consiste en negar la existencia de la evolución por mutaciones aleatorias y selección natural, sino en negar que esa clase de evolución pueda explicar todo en el ámbito de la biología. Behe se pronuncia así: “Como los analistas de secuencias, yo creo que la evidencia apoya fuertemente el origen común. Pero la pregunta radical sigue sin respuesta: ¿Qué ha causado la formación de los sistemas complejos? Nadie ha explicado jamás de un modo detallado y científico cómo la mutación y la selección natural podrían construir las estructuras complejas e intrincadas discutidas en este libro.” (p. 176).
A continuación Behe presenta los resultados de su relevamiento de los 400 artículos sobre evolución molecular publicados entre 1984 y 1994 por otra revista prestigiosa: Proceedings of the Nacional Academy of Sciences (PNAS). Este relevamiento arroja un resultado muy similar al del JME. Luego el autor recurre a los libros y a las reuniones científicas. Behe afirma: “La búsqueda puede ser extendida, pero los resultados son los mismos. Nunca ha habido una reunión, ni un libro, ni un artículo sobre detalles de la evolución de sistemas bioquímicos complejos.” (p. 179).
Finalmente, Behe presenta un relevamiento de treinta libros de texto de bioquímica publicados entre 1970 y 1995 y usados en universidades importantes. Este relevamiento muestra que muchos libros de texto ignoran completamente la evolución, mientras que el resto le dedica muy poca atención. Por ejemplo, uno de esos libros de texto (Conn et al., 1987, John Wiley & Sons) tiene una sola referencia a la evolución en su índice temático, que tiene en total unas 2.500 referencias. Se refiere a una frase de la página 4: “Los organismos han evolucionado y se han adaptado a las condiciones cambiantes en una escala de tiempo geológica y continúan haciéndolo.” No dice nada más. (p. 183).
Behe concluye: ““Publica o perece” es un proverbio que los académicos toman en serio… La teoría de la evolución molecular darwinista no ha publicado, y por lo tanto debería perecer.” (p. 186). (Continuará).
Daniel Iglesias Grèzes
Nota: Las citas han sido traducidas por mí.
19 comentarios
1. Mutación genética
1. La ley de probabilidades
2. Altas tasas de éxito de la eficiencia reproductiva
Para que una teoría sea científica, se necesita:
1. Experimento: reproducible en cualquier laboratorio
2. Formulación: matemática y físico-química
3. Predicción: dice lo que pasará en ciertas condiciones
4. Falsabilidad: el error y la revisión de teorías
No obstante, hay aspectos que no son científicos porque no cumplen alguna condición anterior, en especial, porque no se pueden experimentar, pero que no por ello dejan de ser reales:
1. Matemática: ciencia abstracta pura
2. Moral, derecho, usos y costumbres, creencias
3. Belleza, verdad y bondad
4. Conceptos metafísicos como "yo existo" o "hay un mundo exterior a mí"
5. Conceptos psicológicos como emoción, sentimiento, sensación e intuición
6. Todas las disciplinas (que no ciencias) que no admiten experimentación de laboratorio: arte, antropología, historia, derecho, sociología, criminología, lingüística, filología, literatura, filosofía, religión, psicología, metereología, parte de la farmacia, medicina y veterinaria, las hipótesis de física avanzada como la teoría de las cuerdas...
El neodarwinismo, por ello, se sustenta sobre una base científica (el gen y la mutación) y en otra que no es científica, o sea, no experimental, las matemáticas, y en otra que es compleja, la reproducción y la demografía:
1. Ley de probabilidades
2. Tasa (estadística) de éxito de la eficiencia reproductiva
Además, el neodarwinismo no cumple los cuatro requisitos científicos:
1. No ha podido realizar experimentos de laboratorio para reproducir temas como el origen de la vida: el caldo originario y el ADN-ARN; el gradualismo: la aparición de los órganos y tejidos complejos y su coordinación; el origen del hombre.
2. Formulación: modelo matemático lógico-estadístico y formulación físico-química que pueda ser comprobada y verificada por cualquiera en el mundo
3. Predicción: el neodarwinista nunca puede hacer predicciones de la evolución, dado que todo funciona al azar, y el azar, por sí, es impredecible (como la metereología)
4. Falsabilidad: no admite la falsabilidad, tanto desde el punto de vista subjetivo: por ejemplo, Dawkins, defensor del ateismo, no admite ninguna refutación o alternativa al neodarwinismo; como desde la óptica objetiva: el concepto de azar no es experimentable, la reproducción y la demografía están sujetas al azar y a causas complejas y desconocidas.
El neodarwinismo es una simple explicación sin fundamento científico, y su aceptación se estructura de acuerdo con un criterio de apariencia de lógica:
- Si una teoría carece de prueba empírica, entonces de todas las posibles explicaciones se escoge la más elegante por su sencillez y simplicidad (navaja de Occam)
El neodarwinismo, por tanto, escoge tres tipos de conceptos:
1. No experimental: la ley de probabilidades
2. Complejos: reproducción y demografía
3. Científico: el gen (observable)
Es decir, que, en definitiva, con la (macro)evolución estamos hablando de ciencia-ficción, no de realidad objetivable y experimentable a través del método experimental hipotético-deductivo usado por la ciencia moderna para poder confirmar leyes científicas o realizar asertos con bastantes probabilidades de certeza y acercamiento a la verdad de los hechos observados en laboratorio.
Después de la síntesis que has hecho, poco más se puede decir, que rendirse a la evidencia.
La verdad podrá ser cuestionada, en el ámbito de la ciencia que sea (filosofía, teología, astronomía, geología, biología, entomología...), pero el resplandor de la verdad terminará por deslumbrar incluso a los "ciegos" que no querían ver.
Por ejemplo, Milenko, blogger de infocatólica cree, dicho por el mismo que es más probable que el proceso de la creación durara seis días como se constata en la Biblia.
Yo diría, que esa es su opinión, pero no por eso, me atreveré a decir que es un fundamentalista retrogrado, que no sabe de ciencia, o que hace una lectura simplista y literal de las Sagradas Escrituras.
Yo más bien me inclinaría por decir que la Tierra fue creada hace miles de años, quizás unos 40000 años aproximadamente, aunque lógicamente realizar dataciones con fechas exactas es imposible.
Además que la universalidad de las ciencias empíricas hayan probado la excesiva longevidad de la Tierra no es cierto, ya que nadie ha estado allí para ratificar ese dato.
Es más posible con los instrumentos de los que dispone la ciencia actualmente, datar materiales u objetos con una separación de años relativamente trempana, que acertar a probar con números astronómicos.
Dios no tendría porqué necesariamente infundir el alma humana a ese cuerpo animal evolucionado, pues aunque Dios pueda hacer indudablemente tal cosa y hacer de esa manera al hombre, sinembargo desde un punto de vista teológico no aparece como totalmente necesario que deba actuar así y no pueda actuar de otro modo en la creación del hombre.
Se puede pensar también como muy posible que a Dios le pareciese mejor y más apropiado con su perfección divina y con la propia dignidad humana, no infundir el alma a ese animal evolucionado, aunque pudiese hacerlo, ya que si se la infundiese resultaría que el primer hombre tendría unos padres y próximos parientes antecesores (abuelos, tíos, posibles hermanos) que serían no mas que animales, pues no tendrían alma humana; y parece mas conforme con la perfección y bondad divinas y con la propia dignidad humana que tal cosa no sucediese.
Pongámonos en la situación, fácilmente imaginable, de que cualquiera de nosotros fuese el primer hombre o la primera mujer y se encontrase con que sus padres, abuelos, tíos y hermanos son meros animales. Para mí desde luego sería un shok, una aberración, una gran incongruencia divina y humana.
Sinceramente no creo que Dios, aunque sea posible, se haya decidido a hacer al hombre de manera tan rara y chocante, pudiendo hacer al hombre directamente de manera que se evitase tan inhumana y chocante situación.
Me parece más digno del primer hombre y más conforme con la perfección y bondad divinas, que el cuerpo del primer hombre proceda de Dios, aunque sea sirviéndose de la arcilla, como nos relata el Génesis, que el primer hombre tenga por padres y parientes a animales irracionales y sin alma espiritual.
A la arcilla no la podríamos llamar padre ni madre pues no procederíamos de ella por generación animal, mientras que a nuestros progenitores animales si que les tendríamos que llamar padres y parientes pues procederíamos realmente de ellos por generación animal sexual, no ciertamente en cuanto al alma pero sí en cuanto a nuestro cuerpo.
Por supuesto que todo lo dicho va dirigido a los que aceptan la verdades católicas, pues a los que no admiten la existencia de Dios ni del alma no les afecta ni les supone ningún problema que el hombre proceda por simple evolución de una especie animal.
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Esto encaja con la MicroEvolución, en la que estamos todos de acuerdo.
- El genoma más pequeño posible, por ejempo, el Mycoplasma genitalium, una bacteria parásita que causa infecciones urinarias, tiene 580.000 pares de bases (GATACA: AT - GC)
- El genoma del hombre contiene unos 3.200.000.000 de pares de base
Es decir, al azar es necesario pasar de 580.000 pares de bases de la bacteria a 3.200.000.000 del hombre:
de:..........580.000
a:..3.080.000.000
es decir, un multiplicador de x5.310,35
Y todo ello, además, combinado por 5 grandes extinciones masivas biológicas:
- 444 millones de años, extinciones masivas del Ordovícico-Silúrico.
- 360 millones de años, extinción masiva del Devónico, donde el 70% de las especies desaparecieron.
- 251 millones de años, extinción masiva del Pérmico-Triásico, la mayor catástrofe de la vida de la Tierra, desapareciendo cerca de 95% de las especies marinas, el 53% de las familias biológicas marinas, el 84% de los géneros marinos y aproximadamente el 70% de las especies terrestres (incluyendo plantas, insectos y vertebrados).
- 210 millones de años, durante la extinción masiva del Triásico-Jurásico, extinción de los arcosaurios excepto 3: Crocodilia, Dinosauria y Pterosauria, más la extinción total de los sinápsidos no mamíferos como el Thrinaxodon.
- Hace 65 millones de años en la extinción masiva del Cretácico-Terciario desaparecieron cerca del 75% de todas las especies, incluyendo los dinosaurios.
Sin tener en cuenta, además, los desastres locales y regionales, como la teoría de la catástrofe de Toba, una explicación de un hecho que se produjo en la isla de Sumatra, en Indonesia, hace entre 70 y 75 mil años, cuando un supervolcán situado en el lago Toba entró en erupción.
La espiral de los millones da pábulo a las más disparatadas teorías. Todo pudo haber sido posible en la inmensidad insondable del reino infinito de Cronos, ¡y vaya uno a discutir que no!.
Aunque la comunidad científica en su mayoría afirmase que éste es un dato cierto, siempre cabría la posibilidad de recurrir a la teoría de la falsabilidad, por los susodichos estudios e investigaciones que apuestan por una postura contraria.
Por eso, cualquiera puede legítimamente dudar o poner en entredicho ese "hecho", si conoce, aunque sólo sea un único trabajo de investigación serio, que sostenga la tesis de que la edad terrestre es relativamente temprana, y ello sea "probado" por ejemplo, desde el ámbito geológico.
Parece que:
Millones de años = Rigor y seriedad científica (Avance y progreso)
Miles de años = Absurdo e infantil (Arcaico y fundamentalista)
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La verdad es que no me imagino a Dios "esperando" millones de años hasta llegar a crear al hombre, a su imagen y semejanza, como si Dios necesitase pensarselo mucho.
En mi opinión, a lo largo de la historia hemos pecado de antropomorfizar a Dios en exceso, y en el fondo, no le hemos dejado a Dios ser Dios.
Todo el tinglado astronómico, geológico y paleontológico abusa de los miles de millones y los menciona como una realidad que se pudiera apreciar con sólo mirar por la ventana. Sospecho que si a tantos doctores se les exigiese que probaran científicamente sus millonarias dataciones, se verían en serias dificultades para demostrarlo.
Y me parece que es porque sencillamente, no se puede. Se recurre a dos subterfugios supletorios: Los argumentos de autoridad (¡lo dijo Einstein!) o bien la "trabazón lógica y coherente" de los sistemas explicativos propuestos. Que quedan muy bien y nos "cierran", sí, pero ¿y la demostración de la datación por el método científico?
Como bien señala Koko, acá también hay dogma. Mientras el Carbono 14 servía a ese dogma, era bueno. Cuando se demostró que era falible, rápido a buscar otro método que nos asegure, por un tiempito, las dataciones millonarias.
Me da la impresión de que no es ésa una forma de proceder muy científica que digamos.
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Tiene que comprimir en 6.000 o 10.000 años todos los acontecimientos de la historia natural y la historia humana, sobrecargando de un modo totalmente inverosímil a esos pocos años y superponiendo o relacionando estrechamente épocas y hechos muy distantes entre sí. Por ejemplo, habría que imaginar a los hombres de tiempos de Noé conviviendo con los dinosaurios.
¿Y todo este absurdo anticientífico para qué? Sólo para aferrarse innecesariamente a una exégesis bíblica totalmente perimida, fundamentalista y contraria a las claras orientaciones del actual magisterio de la Iglesia. Esta clase de creacionismo no sólo no viene exigida por la fe sino que, en virtud de la armonía católica entre fe y razón, debe ser rechazada por los católicos; porque una misma cosa no puede ser verdadera en ciencia y falsa en teología.
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Daniel, creo que Vd. atribuye erróneamente al término fundamentalismo un significado que no tiene. El fundamentalismo que rechaza la Iglesia es aquel que se funda en un literalismo de la Sagrada Escritura al margen de las enseñanzas de la Iglesia y de su autorizada interpretación. Así por ejemplo cuando los evangelios nos hablan de los "hermanos de Jesús" una lectura fundamentalista no repararía en qué se entendía entonces con la palabra "hermanos" sino que le daría una significación literal -> hermanos de sangre (prescindiendo de la autoridad magisterial en este punto). Sin embargo, otra cosa muy distinta es hacer una lectura literal católica conforme al Magisterio de la Iglesia. En este sentido la Pontificia Comisión Bíblica a principios del siglo XX señaló importantes directrices para una interpretación que no traicione el sentido de los textos. Así por ejemplo nos indica (Denz. 2125) que en el relato del Génesis no es necesario tomar siempre en sentido propio todas y cada una de las palabras cuando estas parezcan estar usadas impropiamente, metafórica o antropomórficamente. Sería erróneo y disparatado pensar que Dios cogió con sus propias manos el barro para formar al hombre. Sin embargo afirmar que el mundo fue creado en 6 días no tiene NADA de fundamentalista. De hecho la misma PCB (Denz. 2128) dijo que «se puede tomar la voz Yôm (día) ora en sentido propio, como un día natural, ora en sentido impropio, como un espacio indeterminado de tiempo, y si es lícito discutir libremente sobre esta cuestión entre los exegetas.» Si la Iglesia enseña que la palabra día puede ser entendida en sentido propio es evidente que defender esa opinión no tiene NADA de anticatólico y fundamentalista. El mismo Santo Tomás de Aquino hace una interpretación literal del Génesis: Suma teológica, Parte Ia, Cuestión 67 y siguientes, ¿será un disparate seguir la enseñanza autorizadísima del santo Doctor?, ¿realiza el Angélico una interpretación fundamentalista?.
Según el criterio que Vd. aplica habría que tirar a la basura las Biblias antiguas ya que sus comentarios exegéticos son obsoletos y hasta fundamentalistas, y solo pueden confundir al católico del siglo XXI. Comprendo que en la actualidad haya biblistas que por ejemplo nieguen la historicidad del profeta Jonás, ¿pero es que acaso es fundamentalista defender su historicidad?, ¿es la "inverosimilitud" del relato un criterio suficiente para negar su veracidad histórica?. Con este método acabaríamos negando la historicidad de los milagros de Cristo, calificando de mito el Éxodo... y todo lo que parezca difícilmente compaginable con la ciencia moderna. Yo estoy absolutamente convencido de que Biblias como la de Juan Straubinger o Alberto Vaccari, que muchos tacharían de literalistas y anticuadas, son perfectamente católicas y muy recomendables hoy en día. Hay que ser más críticos con las teorías científicas que no han sido demostradas, y tener en mayor estima la enseñanza tradicional.
Sin embargo, no caemos en la cuenta de que hoy en día, los fundamentalistas, los dogmáticos, son los segundos, quizás con mucha más fuerza que los primeros. (Personalmente de los primeros (miles de años)casi no se oye hablar en la prensa, en los medios de comunicación, mientras que de los segundos (millones de años)estamos hartos de leerlos en el periódico repitiendo casi siempre las mismas cosas; todo para que el dogma no se pierda, y la huella pnemónica se imprima con más fuerza en la mente de los "ignorantes"). Y la razón última consiste en que la ciencia ha sido adoptada como una especie de pseudo-religión en la que casi nada, por no decir nada, le puede ser refutado, a no ser que uno de sus "dioses", Darwin, Einstein, R. Dawkins, F. Ayala, u otros de su "talla" logren superar con su genio científico, lo ya creído hasta el momento.
El que la ataca, ataca a "Dios", y por tanto, esa persona ha de ser relegada al más profundo de los olvidos. En la todopoderosa ciencia, nunca más se volverá a hablar de ese "imprudente", ni de sus tonterías venidas del vulgo más rancio. Por tanto, nadie puede acogerse a posturas que pongan en tela de juicio alguno de los dogmas del "Credo científico" porque ya sabe lo que le espera.
Eso sí, prefiero estar al "otro lado", entre los "pobres", los "ineptos", los "no válidos", pero que poseen un corazón esperanzado en que llegará un momento en que la humanidad cerrará los ojos y entonces relampaguearán como destellos luminosos tanto la verdad de Dios como la verdad del hombre.
- días-cronos: el tiempo objetivo
- días- kairós: el acontecimiento, por ejemplo, en el Apocalipsis, los sellos, las trompetas, las copas...
- días-evo: el tiempo divino, por ejemplo, una generación como 70 años; un día como mil años; "pronto" como "en pocos años" o "al final de esta era"...
Los eventos-kairós se desarrollan cronológicamente, y pueden hacerlo simultáneamente: un terremoto con maremoto puede causar enfermedad, delincuencia, contaminación y pobreza.
La Creación indica orden y progreso, diseño inteligente e intervención divina en el cosmos y la humanidad: Dios conocía todo lo que pasaba en la Tierra y en la vida, no se desentendió, y a cada cosa le dio su perfección y bondad propia. Y hay que tener en cuenta que la caída de Adán introdujo una herida misteriosa en toda la Creación: "la creación gime..." de San Pablo.
De hecho, aún esperamos el segundo Génesis del Apocalipsis: un cielo nuevo y una nueva tierra, un segundo Edén con un río de aguas vivas y un árbol de la vida que da fruto cada mes, y una humanidad sin muerte ni sufrimiento que tiene a Dios como Templo y sol perpetuo.
Los 6 días de la Creación quizás han esperado hasta el día de hoy para ser entendidos mediante la ciencia (evo, kairós y cronos): seis días-evo en los que se desenvuelven los acontecimientos-kairós ordenados, progresivos, buenos y perfectos, en un despliegue de días-cronos que la ciencia nos dice cuáles son.
En el Apocalipsis, por ejemplo, a medida que pasa la historia y se acercan los acontecimientos predichos, su contenido empezará a ser comprendido y desvelado.
Aunque ciencia y revelación vienen de Dios, la revelación es imprescindible para saber qué pasó en el origen del hombre con el fin de entender el por qué del mal presente y de la necesidad de la encarnación.
De lo contrario, sin la ayuda de la revelación, aún estaríamos esclavizados bajo los vanos y absurdos razonamientos neodarwinistas del origen de la vida y el hombre, como de ciertas teorías cosmológicas que son más bien creencias humanas religiosas y filosóficas disfrazadas de ciencia.
Dudo mucho que Sto Tomás esté hablando de seis dias literales (terricolas). Eso ya hasta San Agustín decía que era todo metafórico. La Iglesia NUNCA ha enseñado eso.
Por otro lado, la primera lectura que se hace de los libros bíblicos debe basarse en su SENTIDO literal ( que no literalidad) como bien dices.
Pero, a modo de sencillo ejemplo, en las revelaciones a la beata Emmerick el mismo Señor le explica a la santa cómo se escribe el libro de Job, que no refleja una historia real, sino que es un libro narrativo con enseñanzas religiosas pero no histórico.
La Sagrada Escritura son muchos libros, no todos necesariamente históricos.
Dios inspira todo lo bueno, sea "buena" historia, buena "novela", buena música, arte, poema, etc etc.
Hay que discernir al Creador en cada una de sus obras.
Los matemáticos están diciendo que es imposible que tantas mutaciones al azar hayan ocurrido en tan "poco" tiempo.
Así que iros acostumbrando a que dentro de poco la antigüedad del universo sea "de pronto" muy muy superior a lo pensado.
Al fin y al cabo la evolución por azar es un hecho probado por sí mismo, y no puede ser que la masa de creyentes agringados se lleven una decepción religiosa.
:-)
* Se establece la "teoría" (léas "dogma").
* Se calcula según el modelo matemático más usual cuánto tiempo habría llevado concretar presumiblemente lo que postula la "teoría".
* Y ¡he aquí la edad del Universo! Con una yapa "razonable", claro, por las dudas.
Que si viene otra "teoría" y exige angunos miles de millones más para ser creíble, no hay problemas, concedemos.
Y así sucesivamente.
Así es como se ha gestado la "seriedad científica" que padecemos.
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"Sin embargo, con respecto a la producción de plantas opinan de forma distinta Agustín y los demás. Pues estos dicen que las plantas fueron producidas con sus especies en este tercer día según el sentido literal del texto." (ST,Ia,c.69,art.2)
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Otra cosa es que el texto de la Sagrada Escritura tenga varios sentidos sin que uno excluya al otro, esto es enseñanza de la Iglesia (Cat.115ss), y también es tratado por Santo Tomás en la Suma Teológica -> ST,Ia,c.1,art.10. Además es algo que ya se venía haciendo desde la época de los Santos Padres.
Respecto a las revelaciones privadas creo que es un error grave guiarse por ellas, al menos a priori, para interpretar la correcta lectura de la Biblia. La historicidad de Job está atestiguada en varios pasajes de la Escritura, por ejemplo en la carta de Santiago 5, 11 podemos leer: "Mirad como proclamamos a quienes sufrieron con paciencia. Habéis oído de la paciencia de Job y habéis visto el desenlace que el Señor le dio, porque el Señor es entrañablemente compasivo y misericordioso."
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Si puede admitirse como principio de la recta exégesis la sentencia según la cual los libros de la Sagrada Escritura que se tienen por históricos, ora totalmente, ora en parte, no narran a veces una historia propiamente dicha y objetivamente verdadera, sino que presentan sólo una apariencia de historia para dar a entender algo que es ajeno a la significación propiamente literal o histórica de las palabras.
Se respondió (con aprobación de Pío X):
Negativamente, excepto, sin embargo, el caso que no ha de admitirse fácil ni temerariamente, en que, sin oponerse el sentido de la Iglesia y salvo su juicio, se pruebe con sólidos argumentos que el hagiógrafo quiso dar no una historia verdadera y propiamente dicha, sino proponer, bajo apariencia y forma de historia, una parábola, alegoría, o algún sentido alejado de la significación propiamente literal o histórica de las palabras.
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¿Por qué los que sostienen miles de años son tildados de fundamentalistas, trasnochados, anticuados, y otras lindezas por el estilo, mientras que los que hablan de millones son por el contrario, calificados de sabios, entendidos, estudiosos, investigadores.
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¿Quizá porqué no hay ninguna prueba que date la edad de la Tierra en miles de años?
¿Quizá porqué todas las evidencias científicas van en otro sentido?
¿Quizá porqué hay gente que se pasa su vida entera tratando de descifrar por la vía de la razón esas preguntas mientras a otros "les parece" o "les da la sensación" simplemente meditando un rato que eso no es así?
Cuando dediquen años de su vida a buscar respuestas, a indagar sin prejuicios a admitir lo que no esperaban, entonces estarán aprendiendo una lección de Ciencia y de humildad cristiana.
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