La caja negra de Darwin (1)
Comentario de: Michael J. Behe, Darwin’s black box: the biochemical challenge to evolution, Free Press, New York 2006; 10th anniversary edition, with a new afterword.
En 1996, la primera edición de este libro (“La caja negra de Darwin”) ayudó a consolidar el Movimiento del Diseño Inteligente (MDI), planteando los enormes desafíos de la bioquímica a la teoría darwinista de la evolución. Desató un gran debate científico que continúa intensificándose. El concepto de “complejidad irreductible” propuesto por Behe en esta obra es uno de los principales aportes del MDI.
En el prefacio, el autor explica:
“La ciencia moderna ha aprendido que, en última instancia, la vida es un fenómeno molecular: todos los organismos están hechos de moléculas que actúan como las tuercas y tornillos, engranajes y poleas de los sistemas biológicos. Ciertamente hay características biológicas complejas (tales como la circulación de la sangre) que emergen a niveles superiores, pero los rasposos detalles de la vida son la provincia de las biomoléculas. Por ende la ciencia de la bioquímica, que estudia esas moléculas, tiene la misión de explorar el mismo cimiento de la vida.
Desde mediados de los años 1950 la bioquímica ha dilucidado esmeradamente las obras de la vida en el nivel molecular. Darwin ignoraba la razón para la variación dentro de una especie (uno de los requisitos de su teoría), pero la bioquímica ha identificado su base molecular. La ciencia del siglo XIX no podía siquiera adivinar el mecanismo de la visión, la inmunidad o el movimiento, pero la bioquímica moderna ha identificado las moléculas que permiten esas y otras funciones.” (p. X).
El libro está dividido en tres partes. La Parte I (“Se abre la caja”) introduce las nociones básicas y muestra por qué ahora la evolución debe ser explicada en el nivel molecular. La Parte II (“Examinando los contenidos de la caja”) contiene cinco capítulos, en cada uno de los cuales se examina un sistema biológico irreductiblemente complejo. La gran mayoría de los detalles técnicos están concentrados en esos cinco capítulos. Behe hace gala de maestría pedagógica al presentar esos sistemas tremendamente complejos: primero usa analogías con objetos de la vida cotidiana y sólo después se sumerge en descripciones técnicas detalladas de los sistemas bioquímicos. En la Parte III (“¿Qué nos dice la caja?”) el autor argumenta que los descubrimientos de la bioquímica tienden a apoyar la hipótesis del diseño inteligente de los seres vivos, en detrimento de la visión darwinista de la evolución como un proceso natural no planificado ni guiado por inteligencia alguna.
En el Capítulo 1 (titulado “Biología liliputiense”) Behe narra una muy breve historia de la biología, presenta “la química de la vida” y explica por qué los descubrimientos de la bioquímica revelan los límites de la evolución darwinista.
Se ha dado en llamar “cajas negras” a los dispositivos conocidos sólo desde un punto de vista externo (en términos de entradas y salidas, o insumos y productos), pero cuyo funcionamiento interno se desconoce. En tiempos de Darwin, la célula era una caja negra; pero la bioquímica ha abierto esa caja negra. Después de la segunda guerra mundial, cuando se volvió práctico el uso del microscopio electrónico, el conocimiento de la estructura interna de la célula creció espectacularmente.
Al final del Capítulo 1, Behe plantea con algún detalle el ejemplo de la visión. Para Darwin, la visión era una caja negra. Él desestimó la cuestión del origen último del ojo de la siguiente manera: “Cómo un nervio se vuelve sensible a la luz difícilmente nos concierne más que cómo se originó la vida misma” (p. 18). Sin embargo, la bioquímica actual se aproxima a resolver el problema de la visión.
“Uno de los principales defensores de la teoría de la generación espontánea durante mediados del siglo XIX fue Ernst Haeckel, un gran admirador de Darwin y un vehemente divulgador de la teoría de Darwin. Con base en la visión limitada de las células que suministraban los microscopios, Haeckel creía que la célula era un “simple bultito de una combinación albuminosa de carbono”, no muy diferente de un trozo microscópico de gelatina. Por lo tanto le parecía a Haeckel que una vida tan simple, sin órganos internos, podía ser producida fácilmente a partir de materia inanimada. Ahora, por supuesto, sabemos más.
He aquí una simple analogía: Darwin es a nuestra comprensión del origen de la visión lo que Haeckel es a nuestra comprensión del origen de la vida. En ambos casos científicos brillantes del siglo XIX trataron de explicar la biología liliputiense que les estaba oculta y ambos lo hicieron asumiendo que el interior de la caja negra debía de ser simple. El tiempo ha probado que estaban equivocados.” (p. 24).
El neodarwinismo o “síntesis evolutiva” es la teoría elaborada a principios del siglo XX para combinar la visión darwinista de la evolución con los conocimientos de otras ramas de la ciencia, tales como la genética, la embriología, la anatomía comparada, etc. En ese entonces la bioquímica no existía. “Así, al igual que la biología tuvo que ser reinterpretada después que se descubrió la complejidad de la vida microscópica, el neodarwinismo debe ser reconsiderado a la luz de los avances en la bioquímica… Para que la teoría darwinista de la evolución sea verdadera, debe dar cuenta de la estructura molecular de la vida. El propósito de este libro es mostrar que no lo hace.” (pp. 24-25). (Continuará).
Daniel Iglesias Grèzes
12 comentarios
Mientras el proceso evolutivo por el que las partículas elementales llegaron a ser ADN no se explique, el evolucionismo no nos explica realmente el origen de la vida. Nos explica como seres ya vivos evolucionaron, pero no nos explica desde la materia elemental el origen mismo de la vida o la formación del ADN.
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DIG: La explicación de la evolución biológica dada por Darwin era macroscópica, por así decir. No entraba en los detalles bioquímicos, porque eran desconocidos en su época. Hoy esos detalles se conocen en gran parte y plantean desafíos formidables (y, con Behe, sostengo que insuperables) para esa explicación.
La célula viva es una unidad que con su morfología expresa una unidad viviente y por su reproducción forma los seres vivos entre ellos los seres humanos.
El ser humano en su origen es una célula totipotencial (zigoto) ,pero a su vez esta célula,primer esbozo del cuerpo humano,parte de dos células guardadas en órganos de los progenitores.
Estas células progenitoras tienen que reducir su dotación genética a la mitad, para unirse a la otra mitad del otro progenitor y producir un entrecruzamiento cromosómico que da origen a un nuevo ser celular, con igual dotación en número de cromosomas que los progenitores.
Aquí partimos de lo dado, no podemos afirmar que el ser humano vino por generación espontánea o de la nada.Los padres humanos dotando parte de su código genético en cada una de sus células germinales,dan hijos humanos con distinta composición genética, pero el mismo numero de cromosomas humanos.
La célula forma organismos vivos distintos, humanos ,animales, vegetales....y realiza sus funciones vitales a nivel intracelular y a la vez cada célula para formar el ser viviente organizado se encuentra en un entorno vital adecuado,esta abierta al medio e intercambia materia y energía con ese medio ej el embrión y su madre
El cigoto o primera célula de cada ser viviente lleva en su información genética hereditaria,el diseño llamémosle inteligente, con su ADN propio de cada especie, que es reproducido en cada célula a modo de arquetipo, para formar el organismo viviente y además controla el ciclo vital,crecimiento, desarrollo y el funcionamiento especifico del cada especie,y guarda en órganos adecuados la información celular para la transmisión de la vida a la generación siguiente,que empezará nuevamente el ciclo celular.
El organismo absorbe para su metabolismo sustancias de la materia órgánica,glucosa, aminoácidos,acidos grasos y almacena ATP,adenosin trifosfato,que es la biomolécula energética básica del metabolismo celular..Y de la materia inorgánica toma Cl ,Na, Fe, I ,S, K, F,O2 . etc,
A partir de lo dado, se puede ir hacia adelante estudiando la formación molecular, la base del ADN,pero cada especie conserva el suyo.
Otra forma si se puede y se logra es experimentar con los materiales básicos de lo que están formados los nucleótidos,la pentosa,los puentes de hidrogeno, adecuadar la Tº,la luz, las radiaciones solares etc y que se formen nucleótidos, adenina, timina, guanina, citosina,uracilo. etc
Estos experimentos demostraron la falsedad de la llamada "falacia de Hoyle", según la cual las posibilidades de que se formen al azar moléculas orgánicas eran similares a que un huracán dentro de un hangar ensamblara al azar las piezas de un avión comercial.
El estudio de la falacia de Hoyle demuestra cómo los creacionistas manipulan los cálculos matemáticos para reducir al mínimo las posibilidades de la evolución.
En los próximos post espero que algún antievolucionista me explique cómo es posible que nuestras mitocondrias tengan ADN bacteriano, si no es por evolución.
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DIG: Miller y Urey demostraron que en ciertas condiciones se puede sintetizar naturalmente algunos aminoácidos. Los aminoácidos son algo así como los bloques con que se construyen las proteínas y los ácidos nucleicos, que son los componentes más importantes de las células. A la tesis de que los experimentos de Miller y Urey demostraron la plausibilidad de la generación espontánea, se puede objetar, entre otras cosas que:
1) No obtuvieron todos los aminoácidos necesarios.
2) No demostraron que las proteínas y los ácidos nucleicos pueden generarse espontáneamente.
3) No demostraron que todos los componentes necesarios de una célula pueden generarse y ensamblarse espontáneamente.
4) Las condiciones del experimento no reproducen fielmente las condiciones reales de la Tierra antes del origen de la vida.
Sobre esto, véase por ejemplo: Jonathan Wells, Icons of Evolution.
Si recuerdo bien, Miller y Urey consiguieron moléculas levógiras y dextrógiras a partes iguales, pero para crear vida sólo es posible con las moléculas levógiras, porque las dextrógiras son veneno para la vida.
Si esto es cierto:
¿cómo pudo la vida seleccionar formas aminoácidas levógiras y discriminar las dextrógiras?
¿cómo pudo elegir la levógira y rechazar la dextrógira para fundamentar la vida?
Algunos afirman que fue un meteorito, pero es desplazar la pregunta ¿por qué el meteorito ama lo levógiro y odia lo dextrógiro?
- ¿Por qué aún los laboratorios neodarwinistas no han podido crear por azar ADN-ARN? Si salió por azar...
- En la creación humana, el católico sabe por revelación divina que el primer hombre fue perfecto y conoció a Dios, a diferencia del neodarwinismo, que proclama una familia mixta padre animal-hijo humano imposible.
- En el resto de la creación, como son las partículas, galaxias, soles, tierra y vida no humana, hay un mínimo de seguridad: también fue creada por Dios.
- Dios, creó cada criatura celular y vírica (ADN sin célula). La pudo crear por primera causa (Dios mismo) o por segundas causas (a través de leyes). Pero siempre Dios crea. Siempre. Negar a Dios siempre es aceptar un imposible: el azar: que demuestren en laboratorio y en fórmulas predictivas que todo se creó al azar.
Por eso, la Genética es quizás la rama de la ciencia que con más vehemencia refuta la evolución, utilizando para ello pruebas fehacientes con experimentos en laboratorio que muestran todo lo contrario a lo que dicha tesis pretendía demostrar originalmente.
La mutación es probablemente uno de los factores esenciales de la evolución en su parte teorética, y que los científicos partidarios de la evolución procuran asentar en su hipótesis para considerar la misma como un "hecho". Sin embargo, es urgente saber que las mutaciones son otro misterio para la ciencia en relación al proceso evolutivo, porque no se conoce como puede evolucionar el material genético desde sus fundamentos. Ya que todos los casos probados han sido negativos. Es decir, las investigaciones sobre mutaciones muestran que éstas no tienen propiedades evolutivas.
El genetista americano G. Ranganathan ilustra esto perfectamente con un sencillo ejemplo. Sostiene que:
"Primero, las mutaciones auténticas son muy raras en la naturaleza. Segundo: la mayoría de mutaciones son malignas, ya que ocurren al azar, en lugar de ser cambios ordenados en la estructura de los genes. Los cambios al azar en un sistema altamente ordenado siempre son a peor, no a mejor. Por ejemplo, si un terremoto sacudiera una estructura altamente ordenada como un edificio, habría un cambio al azar en el marco del edificio que, con toda probabilidad, no sería una mejora". (Origins?, Pennsylvania: The Banner Of Truth Trust, 1988).
Y después vienen a decirnos que todo eso es muy plausible porque sus partidarios son "mayoría".
Es de chiste.
Estoy totalmente de acuerdo con tu comentario y te agradezco la cita del genetista americano G.Ranganathan.
Yo no soy experto en genética, pero creo que mientras no se demuestre cómo procede el material genético, esencial a toda vida, por evolución de la matería cuántica más elemental, el salto monumental de la materia no viva a la viva no estará explicado conforme a las pretensiones de la teoría de la evolución de explicar todo lo que es posterior por evolución de algo anterior más simple y primitivo.
Afirmar que el hombre viene del mono repugna metafísicamente.
Por desgracia hoy son muchos los que creen que la ciencia puede explicarlo todo, absolutamente todo. Y por eso, tantos responden a las lagunas que presenta la ciencia actual diciendo: "da igual, con el tiempo, en el futuro, la ciencia lo acabará descubriendo". Pero a esto hay que responder que no, hay cuestiones en las cuales la ciencia quedará impotente y desnuda,tanto antes como después, y que existirán interrogantes permanentes que no se llegarán a responder adecuadamente por lo limitado de nuestro conocimiento finito.
El problema de fondo es que muchos ofuscando sus mentes, han convertido a la ciencia en el "nuevo becerro de oro", en el sustituto del verdadero Dios.
Quizás también en nuestra época tecnificada en la que parece que Dios ha quedado eclipsado por los "avances" científicos, deberíamos sentirnos interpelados por aquellas palabras que San Pablo dirigió a Timoteo:
"Guarda lo que se te ha encomendado, evitando las profanas pláticas sobre cosas vanas, y los argumentos de la falsamente llamada ciencia, la cual profesando algunos, se desviaron de la fe". (1Tim 6,20-21)
El sr. Behe ha defendido que existen estructuras tan complejas que no podían derivar de otras más sencillas, dejando la puerta abierta para que los creacionistas se consolaran pensando que igual eso quería decir que alguien invisible y todopoderoso los había creado.
Los ejemplos estrella de Behe eran el flagelo de las bacterias, que fueron desmontados en el juicio del distrito escolar de Dover, cuando el profesor Kenneth R. Miller de la Universidad de Brown demostró haber descubierto bacterias con flagelos más simples que los de Behe.
Por cierto, Miller es católico ha escrito varios libros contra el ID y defendiendo la compatibilidad de la evolución con la creencia en Dios. También ha esrito artículos refutando el libro "La caja negra de Darwin".
Nicholas J. Matzke director del NCSE (National Center for Science Education), ha creado un modelo explicativo de la evolución del flagelo bacteriano desde las proteínas del aparato escretor de otras bacterias hasta los flagelos actuales pasando por estructuras intermedias. Dicho modelo ha sido verificado por análisis de ADN.
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DIG:
1) Has descrito pésimamente la tesis de Behe.
2) Los ejemplos de "complejidad irreducible" que da Behe son muchos. El del flagelo de la bacteria es sólo uno de ellos.
3) Miller no ha refutado que el flagelo bacteriano sea un sistema con complejidad irreducible ni ha propuesto un modelo de evolución darwinista que explique el origen de todos los detalles bioquímicos de ese órgano. Apenas ha ofrecido un posible paso intermedio que podría explicar uno de esos cientos de detalles.
4) Mucho me temo que el caso de Matzke sea muy parecido al de Miller. Lo veremos al llegar al Capítulo 3. No te adelantes.
"Evolution in (Brownian) space. A model for the origin of the bacterial flagellum".
Para el que le interese.
El problema es que esos "experimentos" (como los que un químico orgánico hace sintetizando moléculas orgánicas, que no entes vivos) se han hecho en un laboratorio hecho por humanos (luego entes inteligentes) y dirigido por experimentadores humanos (luego inteligentes), que de antemano conocían lo que podía salir porque saben ciencia. Es decir, haciendo uso del "diseño inteligente", del diseñ-o dirigido de antemano a un fin (un "azar" aquí muy raro). Resulta que la Física Moderna hoy se está cuestionando, después de los experimentos con neutrinos en el LHC (¡nada menos que la más exacta de las ciencias!), y estos mitófilos del evolucionismo seudocientífico pretenden afirmar que con dos simples principios se ha originado todo el mundo vivo. Oiga, ni los magos.
En cuanto al ADNmt presuntamente solo bacteriano, es como si yo digo que el humano procede evolutivamente de un edificio de ladrillo solo porque tanto el humano como el edificio de ladrillo comparten ciertas semejanzas en su estructura atómica. Hay ADNmt en el humano. ¿Y qué? También hay carbono y no por ello decimos que los humanos proceden del carbón. Es que es indignante la manipulación falaz que estos presuntos científicos del darwinismo hacen de los datos experimentales, intentando forzarlos a encajar en su ridícula teoría. Y encima tienen la osadía de insultar a los cristianos, que como ningunos han contribuido a la ciencia (Mendel, Pasteur, Eccles, Galileo, Newton, Kepler, Maxwell, Gauss, ....) (mucho menos que los fanáticos ateos).
En cuanto a las refutaciones, también la refutación del DI ha sido a su vez refutada posteriormente en varios artículos refutatorios, Si vamos a eso... Dada una refutacuión del DI, tarde o temprano sale una refutación de la refutación del DI, y así sucesivamente. Menos soberbia seudocientífica, señor gringo (y más después del fiasco/susto de los neutrinos en el LHC, que cuestionan una parte importante de toda la Física Moderna), en una ciencia menor (casi semiciencia) como la Biología, y más amor a la verdad sin manipulaciones interesadas ideológicas, como el mito darwinista, que no cuela.
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