En el Bicentenario de la Batalla de Las Piedras: una reflexión

Hoy, 18 de mayo de 2011, los uruguayos celebramos el bicentenario de la Batalla de Las Piedras, la primera gran victoria militar del Gral. José Artigas, al comienzo de nuestro proceso de emancipación nacional. La ocasión se presta para una reflexión sobre las luces y las sombras de lo logrado a través de ese arduo proceso. Como punto de partida propongo la siguiente cita de Carlos Maggi, un conocido pensador uruguayo, liberal y batllista:

“En 1830 entró a regir en los papeles una Constitución de la República Oriental del Uruguay, republicana y democrática. Pero ese principio de autoridad en régimen de libertad obró como una maldición sobre los uruguayos. Hubo 71 levantamientos armados contra el poder constituido, entre 1830 y 1908.

Washington Lockhart los contó y refiere el nombre de cada uno: son 71 intentos de matar o morir por “razones”, mejor dicho por “pasiones”, en torno a tal o cual caudillo. 71 intentos en 78 años.

Lo más extraordinario de este siglo de barbarie tribal es su comparación con los trescientos años anteriores, que van del descubrimiento de América hasta la revolución de la independencia. Del 1500 al 1800 nadie se levantó en armas, en este vasto continente, contra el rey de España. Pudo haber rebeliones locales contra ciertos abusos, pero en ningún caso una revolución organizada contra el poder del monarca. La monarquía era un sistema asimilado, entendido y respetado, venía de la alta edad media.
” (Carlos Maggi, Tiempo y vigencia de un ideario memorable, en: El País, Montevideo, 16/07/2006).

Los datos aportados por Maggi, autor nada sospechoso de simpatías pro-españolistas y menos aún pro-católicas, son muy llamativos e irrefutables. Además, a lo dicho por Maggi se podría agregar que, indudablemente, después de los tres siglos de paz de la época colonial, el siglo XIX, no sólo en Uruguay sino en toda Hispanoamérica e incluso en España, estuvo marcado por frecuentes guerras civiles; y también por varias guerras entre diversas naciones hispanoamericanas.

No es nada fácil explicar este fenómeno, pero me aventuraré a ensayar aquí un intento de explicación: el ideario liberal de tantos de nuestros próceres, a través de su sesgo individualista, tendió a favorecer tanto un nacionalismo exagerado como un caudillismo anárquico.

En el plano internacional, la comparación entre el antes y el después de la revolución hispanoamericana resulta chocante: pese a sus innegables defectos, la América española constituyó una única comunidad política; al final del proceso revolucionario, en cambio, a pesar de los esfuerzos unificadores de Bolívar y otros, tenemos casi una veintena de estados completamente separados, que a menudo incluso se enfrentan violentamente entre sí. La “integración latinoamericana” que buscamos afanosamente en nuestra situación presente estaba en cierto modo ya dada en la época colonial. Al ideal liberal de la “independencia” le faltó ser complementado por un ideal de “interdependencia” armónica, responsable y solidaria. La independencia vista como legítima autonomía es justa y necesaria, pero degenera en fatídico nacionalismo si se absolutiza, al modo de un afianzamiento ilimitado de los intereses de la propia nación.

En el plano interno de cada nación, ocurre algo análogo. La libertad absolutizada degenera en intolerancia frente a las personas o grupos con ideas o intereses diversos a los propios. Los caudillos que, a lo largo de casi todo el siglo XIX y a lo ancho de todo un sub-continente, se enfrentaron a muerte entre sí en busca del dominio del poder estatal mostraron con los hechos, que no con sus palabras, que el valor de cada persona humana no estaba en el centro de sus ideologías políticas.

Lamentablemente, la doctrina social católica, que habría sido de gran ayuda para orientar más fructuosamente la vida política de las nuevas naciones hispanoamericanas, se desarrolló y se difundió más recién a partir de fines del siglo XIX. Además, para la Iglesia Católica, la revolución hispanoamericana fue una especie de terremoto; provocó un gran desorden, que se tardó mucho en reparar. Por ejemplo, en Uruguay la Iglesia sólo pudo reorganizarse adecuadamente a partir de la labor de Mons. Jacinto Vera, primer Obispo de Montevideo (1879).

Nada de esto debe interpretarse en un sentido de negación o rechazo de nuestra identidad nacional. Damos a gracias a Dios por lo que somos hoy, individual y colectivamente, sean cuales sean las sombras o errores de nuestro pasado. Tanto en las historias personales como en las historias nacionales, donde abunda el pecado, sobreabunda la gracia de Dios.

Por último, dado que lo que hoy se conmemora es un hecho bélico, no estaría de más que pidiéramos perdón a Dios por las luchas fratricidas del pasado y que, ante Él, nos comprometiéramos solemnemente: ¡Nunca más la guerra! Que Él nos dé luz y fuerza para construir una civilización del amor, del amor verdadero.

Daniel Iglesias Grèzes

20 comentarios

  
Ricardo de Argentina
No es nada fácil explicar este fenómeno,
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Bueno, yo siempre me lo expliqué muy fácil, no sé si estaré equivocado.

El liberalismo se cebó en el pequeño Uruguay de una manera más brutal que en los vecinos más grandes. Y como el liberalismo es "la absoluta soberanía del individuo con entera independencia de Dios y de su autoridad", como enseña Sarda y Salvaný en el blog Mater et Magistra, bueno, es natural que el criollo español, católico hasta la médula, reaccionase. Y ha reaccionado. Hasta que se cansó y lo han amansado, pero eso a los liberales les costó décadas.
Ahora el Uruguay es la nación americana más liberal, más de "primer mundo". Así por ejemplo, es el país americano demográficamente más estancado, aunque toda su población cabe cómoda en la Ciudad de Buenos Aires.
18/05/11 4:13 PM
  
Catholicus
No es nada fácil explicar este fenómeno,
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Qué gracioso, porque yo he recortado esta misma frase pero solo para comentar que sí, que es bastante fácil. Es el común a toda América y España. Uruguay es solo otra mota más.

Pero no quiero comentar porque lo último es herir sensibilidades de hermanos americanos.

Sólo diré lo evidente: durante casi 3 siglos la Monarquía Católica Hispana (aquí no había colonias sino todos ciudadanos bajo la Monarquía), nos hacía a todos respetados y "temidos" en el concierto de las naciones.

Hoy somos meros observadores de tercera, con una historia vergonzosa de desuniones y sujetos en todo al mandato de naciones protestantes. Para colmo la corrupción de los políticos y de las clases dirigentes es escandalosa. Y la violencia que recorre media América de una tristeza enorme.

Estábamos mucho mejor con reyes fuertes y católicos, mucho más cercanos y bendecidos de Dios. Hemos pactado con el mundanismo y el liberalismo y estamos, comparativamente a otras naciones, mucho peor que bajo aquellos regímenes por más que tampoco fueran perfectos.
18/05/11 4:41 PM
  
Luis I. Amorós
Hay muchas coordenadas políticas que comparten la Vieja España y las Nuevas Españas americanas a lo largo del siglo XIX. El triunfo del liberalismo provoca la segregación (lograda o intentada) del antiguo territorio común en varias decenas de estados; los partidos políticos liberales, infiltrados por jacobinismo y masonería, abolen la confesionalidad del estado y reducen el papel de la Iglesia (en algunos momentos históricos la persiguen con saña), los partidos políticos están dominados por militares, que se erigen en sus cabezas visibles. Como consecuencia, los pronunciamientos militares y las guerras civiles son numerosísimas.

Prácticamente la única diferencia es que las Españas americanas adoptan la república liberal y las Españas ibéricas adoptan la monarquía liberal.

Si cuando menos hubiesemos permanecidos unidos bajo un mismo Dios...
18/05/11 4:43 PM
  
Catholicus
Bueno, una dato sobre D. José Artigas:

http://www.granorientedeuruguay.org/modules.php?op=modload&name=Sections&file=index&req=viewarticle&artid=20&page=1

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DIG: Entré a ese link, pero no encontré ningún dato interesante sobre Artigas. Mi amigo el Dr. Pedro Gaudiano escribió un libro que tuvo bastante éxito titulado "Artigas católico", donde demuestra con abundantes documentos que Artigas fue lo que hoy llamaríamos un "católico comprometido", aunque ciertamente no fue en todo sentido un cristiano ejemplar.
18/05/11 5:01 PM
  
Marco
Permítanme la cita:
«CONSTITUCIÓN POLÍTICA DE LA MONARQUÍA ESPAÑOLA (1812)

En el nombre de Dios todopoderoso, Padre, Hijo y Espíritu Santo autor y supremo legislador de la sociedad.

Las Cortes generales y extraordinarias de la Nación española, bien convencidas, después del más detenido examen y madura deliberación, de que las antiguas leyes fundamentales de esta Monarquía, acompañadas de las oportunas providencias y precauciones, que aseguren de un modo estable y permanente su entero cumplimiento, podrán llenar debidamente el grande objeto de promover la gloria, la prosperidad y el bien de toda la Nación, decretan la siguiente Constitución política para el buen gobierno y recta administración del Estado.
TÍTULO I: De la Nación española y de los españoles
CAPÍTULO I: De la Nación Española
Art. 1. La Nación española es la reunión de todos los españoles de ambos hemisferios.
Art. 2. La Nación española es libre e independiente, y no es ni puede ser patrimonio de ninguna familia ni persona.
Art. 3. La soberanía reside esencialmente en la Nación, y por lo mismo pertenece a ésta exclusivamente el derecho de establecer sus leyes fundamentales.
Art. 4. La Nación está obligada a conservar y proteger por leyes sabias y justas la libertad civil, la propiedad y los demás derechos legítimos de todos los individuos que la componen.
CAPÍTULO II: De los españoles
Art. 6. El amor de la Patria es una de las principales obligaciones de todos los españoles y, asimismo, el ser justos y benéficos.
Art. 7. Todo español está obligado a ser fiel a la Constitución, obedecer las leyes y respetar las autoridades establecidas.»

¿Qué es España, hermanos?
¿Está viva aún esta Nación de "ambos hemisferios"?
En Cristo.
18/05/11 5:17 PM
  
Ricardo de Argentina
Prácticamente la única diferencia es que las Españas americanas adoptan la república liberal y las Españas ibéricas adoptan la monarquía liberal.
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Bueno, aquí creo que está la clave de la crisis de la Hispanidad. Porque la Hispanidad será católica, o no será.
Y no es.
18/05/11 5:17 PM
  
José Ángel Antonio
Sería útil hacer una lista de todos los escenarios armados en la América hispana después de la conquista en el siglo XVI hasta las independencias:

- Guerras araucanas en el sur
- Apaches en el norte
- Mbororé y los esclavistas bandeirantes
- Revuelta Tupac Amaru

y algunas más... pero no muchas. Son casi 300 años de paz, ¿no?, frente a las guerras incesantes que habían en Europa en esos siglos.

La lista exacta de guerras de esos siglos (para no ser excesivamente paradisíacos) sería bastante útil. Pero es probablemente uno de los periodos con más paz para más gente durante más tiempo en el planeta.
18/05/11 5:30 PM
  
Catholicus
Y eso que las guerras araucanas, y no digamos de los apaches, son cosas insignificantes. Los bandeirantes es Brasil-portugal. Parecido pero no igual a la hispana.

Marco,
Sólo como habla esa Constitución ya es mundana. La Fe eterna de España, su ser más profundo, más íntimo y bajo el único que ha cosechado gloria ha sido con su Catolicismo proclamado.

Ahí, ya unos hombres se hacen jueces y portavoces de sí mismo, con el cuento chino eterno del "pueblo" y las "soberanía nacional".

De pequeñito me creía esas cosas, hoy ya maduro reconozco cuánto de mentira y cuánto de quítate-tu-que-me-pongo-yo hay en esas constituciones burguesas.

España ha dado gigantescos santos, capitanes y Reyes, y una ristra inacabable de políticos mediocres cuando no han tenido a un Rey firme por encima.

Solo tenemos que ver el siglo pasado y a cuántos horrores nos han llevado clases políticas débiles y Monarcas bienintencionados pero sin poder.

Créeme que no son pre-juicios, sino post-juicios.
18/05/11 5:55 PM
  
Catholicus
Verás el director como se va a poner conmigo (jeje):

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Ley de Principios del Movimiento Nacional

Yo, Francisco Franco Bahamonde, Caudillo de España, consciente de mi responsabilidad ante Dios y ante la Historia, en presencia de las Cortes del Reino, promulgo como Principios del Movimiento Nacional, entendido como comunión de los españoles en los ideales que dieron vida a la Cruzada, los siguientes:


- I -

España es una unidad de destino en lo universal. El servicio a la unidad, grandeza y libertad de la Patria es deber sagrado y tarea colectiva de todos los españoles.

- II -

La Nación española considera como timbre de honor el acatamiento a la Ley de Dios, según la doctrina de la Santa Iglesia Católica, Apostólica y Romana, única verdadera y fe inseparable de la conciencia nacional, que inspirará su legislación.

- III -

España, raíz de una gran familia de pueblos, con los que se siente indisolublemente hermanada, aspira a la instauración de la justicia y de la paz entre las naciones.



- IV -

La unidad entre los hombres y las tierras de España es intangible. La integridad de la Patria y su independencia son exigencias supremas de la comunidad nacional. Los Ejércitos de España, garantía de su seguridad y expresión de las virtudes heroicas de nuestro pueblo, deberán poseer la fortaleza necesaria para el mejor servicio de la Patria.



- V -

La comunidad nacional se funda en el hombre, como portador de valores eternos, y en la familia, como base de la vida social; pero los intereses individuales y colectivos han de estar subordinados siempre al bien común de la Nación, constituida por las generaciones pasadas, presentes y futuras. La Ley ampara por igual el derecho de todos los españoles.

- VI -

Las entidades naturales de la vida social: familia, municipio y sindicato, son estructuras básicas de la comunidad nacional. Las instituciones y corporaciones de otro carácter que satisfagan exigencias sociales de interés general deberán ser amparadas para que puedan participar eficazmente en el perfeccionamiento de los fines de la comunidad nacional.

- VII -

El pueblo español, unido en un orden de Derecho, informado por los postulados de autoridad, libertad y servicio, constituye el Estado Nacional. Su forma política es, dentro de los principios inmutables del Movimiento Nacional y de cuanto determinan la Ley de Sucesión y demás Leyes fundamentales, la Monarquía tradicional, católica, social y representativa.

etc,etc
http://bib.cervantesvirtual.com/servlet/SirveObras/02449421981244052976613/p0000001.htm#I_2_
_____

Mi familia votó la Constitución, nadie se engañe, pero cuando pienso cómo Su Majestad el Rey y la propia Iglesia nos cambiaron esos PRINCIPIOS (ojo los Principios digo) por lo que tenemos ahora, sin necesidad de hacerlo, me tiro de los pelos.

Era perfectamente posible mantener ese vocabulario y Principios abriendo la libertad de partidos, prensa y demás para todo el que lo quisiese. Otro gallo nos cantaría.

Y no andar acomplejados mirando lo que hacían otras naciones con una Historia y un pasado mucho menos honroso que el nuestro.

Los complejos, la falta de autoestima, la mediocridad, ay, ay, ay.
18/05/11 6:03 PM
  
Ricardo de Argentina
Catholicus, ahora entiendo porqué los gobiernos liberales que padece España no han dejado una estatua de Franco en pie.
Serían imbéciles si no lo hubiesen hecho. Pero de tontos, ni un pelo.
18/05/11 6:09 PM
  
Pedro L.
Interesante artículo. Sin embargo contiene algunas expresiones erróneas. En América no hubo colonias, sino diferentes reinos bajo una misma monarquía. Colonias fueron, por ejemplo, los territorios bajo el dominio inglés. Tampoco podemos hablar de "nacionalismo exagerado" o de "fatídico nacionalismo", ambas son expresiones redundantes. El nacionalismo no tiene nada de bueno, es un egocentrismo nacional. Lo que sí es bueno, es el patriotismo, algo absolutamente diferente.

Saludos
18/05/11 6:36 PM
  
Ricardo de Argentina
Pedro L. te equivocas porque desconoces que la palabra "nacionalismo" tiene acepciones diferentes en ambas orillas del Atlántico.
Allí significa poner el localismo regional por encima del interés comun de la Patria. Aquí todo lo contrario, puesto que representa el interés por lo nacional autóctono -o sea lo hispánico y católico - que se enfrenta a la elite extranjerizante que predomina en la clase política en estas tierras desde mediados del siglo XIX.
18/05/11 7:20 PM
  
Catholicus
Allí significa poner el localismo regional por encima del interés comun de la Patria
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Bueno Ricardo, aquí también el nacionalismo "nacional" existe, y es igualmente condenado. Los nazis era nacionalistas, por ejemplo. Exaltaban la patria por encima de otros valores superiores, y de la patria de los vecinos, por ejemplo.

El nacionalismo condenado suele ser el "anti" algo. El patriotismo que bien dice Pedro L. solo necesita amar lo propio, y solo ante agresión injusta puede responder "anti" los otros.

En sí mismo el nacionalismo es una ideología (que se mezcla con otras). Grupos ultra "españolistas" modernmos son claramente "nacionalistas" y suelen derivar hacia el neonazismo, celtismo y demás estéticas y concepciones paganas.

Nada o poco que ver con lo que llaman la extrema derecha de "siempre" que era en su mayoría pura Hispanidad Católica en todos sus principios y sin el más mínimo ánimo de hacer concesiones en esos punto. Por eso son "extrema", porque no doblaban la rodilla.

Otra parte, no la mayor desde luego, tenía ascendencias fascistoide-paganas y estaba alojada en la Falange, pero ya ves que no eran esos los principios asimilados por el anterior régimen. (sí en algo la estética de los primeros años por la moda).

Meinville lo cuenta razonablemente bien en su escrito sobre la sangre de España.
18/05/11 7:31 PM
  
Martino
Interesante, aunque he echado de menos alguna referencia al papel de la masonería.

De acuerdo con las precisiones de Pedro L.

18/05/11 8:27 PM
  
Pedro L.
Ricardo:

La verdad es que yo estoy, desde donde tu te ubicas, allende los Andes, a la orilla del Pacífico. Hice el comentario porque patriotismo y nacionalismo son términos diferentes, uno positivo y el otro negativo. El ser patriota no tiene nada de malo, es un deber. En cambio, el nacionalismo comprende sentimientos exagerados, concepciones irreales respecto del país o nación a la que cada uno pertenece.

Saludos
18/05/11 10:32 PM
  
Catholicus
Martino, según el link que adjunto el "libertador",como tantos otros, era masón.
Traiciones desde España misma eran de corte mason anglo, pero las republicas que se establecen son masonas latinas e irregulares. De ahí, a mi entender, tanta guerra y tantísima corrupción en todos esas naciones hermanas.
Ojo, que para muchos hermanos americanos es completamente desconocido (y doloroso) que sus héroes eran masones.
Decir que en justicia el deber de gratitud persiste por lo bueno que ellos, en conciencia, crean que hicieran sus "libertadores".
Para nosotros españoles, sin acritud ninguna, es algo que sabemos tiene ramificaciones masonas para destruir la "Monarquía católica" por así decirlo. Se enmarcaría así todas esas independencias en la lucha total Iglesia-anti Iglesia.
Eso en general, que America es muy grande.
18/05/11 10:54 PM
  
Pedro L.
Catholicus:

En Chile los "libertadores" también fueron masones. Hoy la mayoría lo niega, pero O´Higgins fue masón (participó en la logia lautarina, junto con San Martín); Rodríguez y Carrera también lo fueron. Prueba de ello es la bandera chilena, con los colores de la masonería y su estrella de cinco puntas (Hoy, algunos románticos defensores de los "padres de la patria" dicen que esa estrella representa a la Virgen María).
18/05/11 11:05 PM
  
Ricardo de Argentina
(pido disculpas a Daniel, que no quiere más de 2 comentarios diarios por persona)
Pedro, la Logia Lautaro era una logia, sí, pero no de obediencia masónica. Y lo que defines no se llama nacionalismo sino chauvinismo o patrioterismo, que es cosa muy diferente, es la caricatura del nacionalismo.
Catholicus, San MArtín no era masón, eso está demostrado. Y sostener que la independencia de América fue fruto de una mera conspiraciópn masónica, (éso justamente es lo que afirman los masones), es una simplificación que no tiene en cuenta otros factores relevantes y decisivos. Como los Borbones, por ejemplo.
Pero bueno, si puedo mañana me extiendo.
19/05/11 12:01 AM
  
Daniel Iglesias
Estimados lectores: Me voy por dos días a Maldonado. Dios mediante, me reencontraré con ustedes el sábado. Por favor no olviden respetar las reglas de los comentarios.
19/05/11 11:24 AM
  
Catholicus
Ricardo y Pedro, no he dado nombres, pero libertadores en otras naciones, sacerdotes icluso, excomulgados y miembros reconocidos de la masonería son muchos los nombrados. Sé de las discusiones de si uno sí u otro no...

Los masones son pocos, pero siempre parecen estar alrededor de todo lo malo para la "España católica". Obviamente el "imperio" territorial también contaba.

Y mirar que hablo de traiciones en "la península" igualmente. A grandes rasgos, toda la época de las independencias coincide con la entrada de las logias y las ideas de la ilustración en la misma España.
Y seguro que como bien dices Ricardo hay muchas ramificaciones.

¿Estas cosas se plantean abiértamente en la educación de vuestros paises o los medios,o pasa como aquí que es cosa reservada de los eruditos?

Buen viaje Daniel.

P.d: La Lautaro yo la tenía como de corte masónica igualmente. Lo de la "obediencia" no entiendo bien qué quieres decir, porque las irregulares no obedecen a nadie, pero colaboran en lo común.
19/05/11 6:48 PM

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