La vida eterna: ¿don de Dios o conquista humana?
Reflexiones sobre el árbol de la vida
Daniel Iglesias Grèzes
El árbol de la vida en el Jardín del Edén
El segundo relato bíblico de la creación presenta el Paraíso terrenal de la siguiente manera: “Luego plantó Yahveh Dios un jardín en Edén, al oriente, donde colocó al hombre que había formado. Yahveh Dios hizo brotar del suelo toda clase de árboles deleitosos a la vista y buenos para comer, y en medio del jardín, el árbol de la vida y el árbol de la ciencia del bien y del mal1.”
Los dos árboles ubicados en el centro del jardín del Edén tienen significados simbólicos. El árbol de la vida simboliza la inmortalidad, y por lo tanto la vida eterna. En cambio, el significado simbólico del árbol de la ciencia del bien y del mal no es tan fácil de captar. Ese árbol no representa, como podría pensarse, la ciencia moral (que puede ser definida sencillamente como la ciencia del bien y del mal), sino que simboliza el poder de determinar la ley moral, poder que corresponde sólo a Dios, el Creador.