Bouzas y el Santísimo Cristo de los Afligidos
Decía el santo Cardenal Newman que el conocimiento humano puede ser de dos tipos: nocional o real. El conocimiento nocional es abstracto, tiene que ver con las ideas y es impersonal. El conocimiento real es concreto, está relacionado con las cosas, con la experiencia personal y con los recuerdos.
Mi conocimiento de la parroquia de san Miguel de Bouzas, en esta villa de Bouzas que es considerada el corazón marinero de Vigo, no es exclusivamente nocional. Es también real, porque forma parte de mi memoria existencial. Uno de los sacerdotes a los que más he admirado y querido era el Reverendísimo Monseñor Vicente Souto Doval, natural y vecino de Bouzas. Hace ya unos años, el entonces párroco, el Muy Ilustre Sr. D. Luis Hierro Najarro, me invitó a predicar este mismo triduo. Y, ahora, lo ha hecho el actual párroco, el Rvdo. Sr. D. Juan Carlos Rial González, amigo desde los años de estudios en el Seminario Mayor de Vigo.
Bouzas es el mar. Y la veneración que ha prendido en el alma de sus ciudadanos y feligreses está vinculada con el mar: la devoción al Santísimo Cristo de los Afligidos, a Nuestra Señora del Carmen, al querido patrono de nuestra Diócesis, san Telmo, y a san Pedro el Pescador.
Jesús dice en el Evangelio: “Venid a mí todos los que estáis cansados y agobiados, y yo os aliviaré. Tomad mi yugo sobre vosotros y aprended de mí que soy manso y humilde de corazón y encontraréis descanso para vuestras almas. Porque mi yugo es llevadero y mi carga ligera” (Mt 11,28-30).