¿Por qué ir a Misa?
Llevo ya algún tiempo reflexionando sobre la relación entre la «sacramentalidad» de lo cristiano – es decir, la lógica según la cual lo invisible se comunica con nosotros a través de lo visible -, la Teología fundamental, que se ocupa de la revelación, de la fe, y de la credibilidad de ambas, y el culto cristiano.
Dar razón de la fe, explicar la responsabilidad social de creer en Cristo, es algo así como justificar con motivos conformes a la razón el porqué de ir a Misa cada domingo. Yo ya estoy muy harto de la expresión «católico no practicante». No sé lo que significa. Como tampoco entiendo muy bien el significado de «padre que ama a sus hijos, pero que siempre está ausente» o «persona muy trabajadora, que no se ocupa de su tarea».
En cierto modo somos lo que hacemos. O manifestamos nuestro ser en nuestras acciones. Claro, somos imperfectos. Tanto que hasta podemos caer en la contradicción suprema del pecado. Eso es, lamentablemente, verdad. Pero debemos intentar que el accidente no se convierta en sustancia.