Mayo virtual: Reina del universo
17. Reina del universo
“Un niño nos ha nacido, un hijo se nos ha dado: lleva a hombros el principado, y es su nombre: ‘Maravilla de Consejero, Dios guerrero, Padre perpetuo, Príncipe de la paz” (Isaías 9,5-6).
En la Anunciación, el ángel le dice a María que su Hijo “será grande y será llamado Hijo del Altísimo; el Señor Dios le dará el trono de David, su padre, reinará eternamente sobre la casa de Jacob y su Reino no tendrá fin” (Lucas 1,32-33). La Virgen es, pues, Reina del Universo porque es la Madre del Rey, de Jesucristo, nuestro Señor.
La Sagrada Escritura testimonia el respeto y la consideración con la que el rey Salomón trata a su madre, Betsabé. Al presentarse la madre ante su hijo, es el rey quien se levanta, sale a su encuentro y le hace sentarse a la diestra en su trono (cf 1 Reyes 2,19).
La fiesta de Santa María Reina, que se celebra el día 22 de agosto, en la octava de la Asunción, evoca una escena similar. El Señor, Rey de Reyes, Vencedor de la muerte, ensalza a su Madre como Reina del universo y la sienta a su derecha en el trono del Cielo. Cumple así, de modo eminente, la promesa que recoge el Apocalipsis: “Al que venza, le concederé sentarse conmigo en mi trono, igual que yo he vencido y me he sentado con mi Padre en su trono” (Apocalipsis 3,21).
El Reino de Cristo es el Reino de la verdad y de la vida, de la santidad y de la gracia, de la justicia, del amor y de la paz. Las características del Reino del Hijo nos ayudan a comprender la realeza de la Madre. María es la humilde esclava del Señor enaltecida como Reina gloriosa que, en el Cielo, no olvida a sus hijos ni deja de interceder por ellos. En María, Reina del universo, que está “a la derecha de Cristo, enjoyada con oro, vestida de perlas y de brocado”, la Iglesia aún peregrina contempla ya realizada la plenitud de su gloria futura.
Oración
Dios todopoderoso, que nos has dado como Madre y como Reina a la Madre de tu Unigénito, concédenos que, protegidos por su intercesión, alcancemos la gloria de tus hijos en el reino de los cielos. Por Jesucristo nuestro Señor. Amén.
Guillermo Juan Morado.
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