Los santos, intérpretes de la Escritura
En la conferencia dedicada al “mensaje de Jesús”, José Rico Pavés, ponente en las Jornadas Bíblicas de Vigo, proporcionó dos nuevas claves de intelección del libro de Benedicto XVI “Jesús de Nazaret”: la idea, expresada por el Papa, de que los santos son los auténticos intérpretes de la Sagrada Escritura y, en segundo lugar, el subrayado de la importancia de la tipología cristológica empleada en la exégesis patrística.
La referencia a los santos resulta necesaria para comprender el verdadero sentido de las bienaventuranzas. Benedicto XVI opta por recuperar la relación entre teología y santidad; una relación quebrada al final de la Edad Media. En esta misma línea, ya el Papa Juan Pablo II, en “Novo Millennio Ineunte” había hecho referencia a la “teología vivida” de los santos. “Para una teología rigurosa, necesitamos la ayuda de los santos, en quienes el Evangelio se ha hecho vida”, comentó José Rico.
La tipología cristológica resulta útil para comprender las parábolas. La Escritura, decían los Padres de la Iglesia, es un cofre cerrado, cuya llave es Cristo. Para acceder al sentido de las Escrituras hay que emplear esa llave. Esta temática está presente en el “Catecismo de la Iglesia Católica”, que alude a una triple presencia del Verbo en el Antiguo Testamento: En las teofanías, en las tipologías (o sentidos prefigurados) y en las profecías.
Con estas dos nuevas claves de lectura, Rico Pavés expuso el tratamiento que el Papa hace de las bienaventuranzas y de las parábolas. De las bienaventuranzas, destacó su definición, sus contenidos fundamentales y el diálogo que en “Jesús de Nazaret” el Papa mantiene con Nietzsche. Sobre las parábolas, Rico Pavés explicó qué son y expuso someramente el tratamiento que el Papa hace de tres grandes parábolas: la del Buen Samaritano, la de los dos hermanos y la de Epulón y Lázaro.
Guillermo Juan Morado.
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