Con solicitud pastoral y paterna misericordia : La remisión de la excomunión a los Obispos de la FSSPX

Hoy se ha hecho pública una buena noticia para los que amamos la unidad de la Iglesia: El Papa Benedicto XVI, mediante decreto de la Congregación para los Obispos de 21 de enero de 2009, “remite la excomunión que gravaba sobre los (…) Prelados” de la Fraternidad Sacerdotal San Pío X.

Ateniéndonos al comunicado de la Sala de Prensa de la Santa Sede, algunos aspectos merecen ser destacados:

1. Los cuatro Obispos de la Fraternidad habían incurrido en excomunión “latae sententiae”, declarada formalmente por la Santa Sede, por haber sido ordenados obispos sin mandato pontificio.

2. El Papa responde con esta remisión a una petición de los cuatro Obispos de la FSSPX; petición expresada en una carta de Mons. Fellay al Card. Castrillón del 15 de Diciembre de 2008.

3. El Papa concede esta remisión “benignamente, con solicitud pastoral y paterna misericordia”.

4. Se trata de un paso orientado hacia una completa reconciliación y hacia una plena comunión.

Veremos qué responden los Obispos de la Fraternidad. El Papa ha movido una nueva ficha. Esperemos que, como expresó Mons. Fellay en su carta, acepten las enseñanzas de la Iglesia Católica Romana “con ánimo filial”. No se entendería que esta disposición a aceptar las enseñanzas de la Iglesia Romana fuese selectiva (algunas enseñanzas sí, otras no). Si permaneciese esta reserva, flotaría sobre los responsables de la FSSPX la nube negra de la contumacia.

Después de la liberalización de la Misa según la forma extraordinaria y de esta remisión de las excomuniones, queda pendiente aún un diálogo doctrinal a fondo y una aceptación del magisterio del Vaticano II visto como un eslabón legítimo en la larga cadena de la tradición de la Iglesia.

Guillermo Juan Morado.

19 comentarios

  
juvenal
¿La excomunión también se le levanta a Lefevbre? A ver si vamos a estar ante un nuevo Formoso.
24/01/09 4:50 PM
  
rojobilbao
Dos cosas:
1º Ya han dicho (en nota oficial) que aceptan y hacens suyas todos los concilios hasta el Vaticano II, del que tiene reservas. Se muestran por ello algo contumaces ¿no?

2º Si ahora que tienen levantada la excomunión se niegan "a pasar por el aro" ¿se les vuelve a excomulgar? Si mantienen sus posturas contrarias al vaticano segndo ¿qué haremos?
24/01/09 5:10 PM
  
Ana
Estamos en el octavario por la unidad de los cristianos y parece una buena noticia, nunca me fueron simpáticos y tendrán que aceptar todo lo que haya que aceptar. Me pareció al principio que era el hermano del hijo pródigo que tan poco se alegró con la vuelta del hermano, no quiero tener reservas. Rezaré para que todo vaya bien y seamos todos y no ellos y nosotros
24/01/09 6:55 PM
  
Miguel Serrano Cabeza
Para discutir con los obispos de la FSSPX primero habrá que definir en qué consisten exactamente, sin ambigüedades, la Iglesia y el ecumenismo.

Gracias a Dios, Benedicto XVI ya está aclarando ambos asuntos. Por un lado, subsistit in no debe traducirse como existe en sino como es cuando hablamos del Concilio Vaticano II (aunque los diccionarios de latín eclesiástico no van a introducir la nueva acepción). Por otro lado, no es posible un verdadero ecumenismo con religiones no cristianas.

No estarían tan claros esos asuntos en los textos del CVII si Benedicto XVI necesita definirlos y exigir la aplicación de una hermenéutica de continuidad. Y si tantas personas (muchas de ellas obispos) parecen no estar de acuerdo ni con esas definiciones ni con la forma de aplicar esa hermenéutica de continuidad.

ADVENIAT REGNVM TVVM
24/01/09 7:05 PM
  
Luis Fernando
rojobilbao, a día de hoy las diferencias doctrinales no afectan a dogmas de fe y por tanto, aunque persistan, no son motivos de excomunión.
24/01/09 9:50 PM
  
rojobilbao
Luis Fernando, se les levanta la excomunión para que se acerquen, y ellos logrado lo que ansian pueden perfectamente continuar en sus trece y entonces ¿quien queda con el culo al aire?

Pues eso.
24/01/09 10:04 PM
  
Guillermo Juan Morado
"Al llegar a este punto, resulta necesario analizar un poco más a fondo el sentido de la palabra "subsistit". Con esta expresión el Concilio se aparta de la fórmula de Pío XII que, en su encíclica Mystici corporis Christi, había dicho: la Iglesia católica "es" ("est") el único cuerpo de Cristo. En la diferencia entre "subsistit" y "est" subyace todo el problema ecuménico. La palabra "subsistit" deriva de la filosofía antigua, desarrollada ulteriormente en la escolástica. A ella corresponde la palabra griega "hypóstasis", que en la cristología desempeña un papel fundamental para describir la unión de las naturalezas divina y humana en la persona de Cristo. "Subsistere" es un caso especial de "esse". Es el ser en la forma de un sujeto "a se stante". Aquí se trata precisamente de esto. El Concilio quiere decir que la Iglesia de Jesucristo, como sujeto concreto en este mundo, puede encontrarse en la Iglesia católica. Eso sólo puede suceder una vez, y la concepción según la cual el "subsistit" se debería multiplicar no corresponde a lo que pretendía decir. Con la palabra "subsistit" el Concilio quería expresar la singularidad y la no multiplicabilidad de la Iglesia católica: existe la Iglesia como sujeto en la realidad histórica.

Sin embargo, la diferencia entre "subsistit" y "est" encierra el drama de la división eclesial. Aunque la Iglesia sólo sea una y subsista en un único sujeto, también fuera de este sujeto existen realidades eclesiales, verdaderas Iglesias locales y diversas comunidades eclesiales. Dado que el pecado es una contradicción, en definitiva esta diferencia entre "subsistit" y "est" no puede resolverse plenamente desde el punto de vista lógico. En la paradoja de la diferencia entre singularidad y realidad concreta de la Iglesia, por una parte, y existencia de una realidad eclesial fuera del único sujeto, por otra, se refleja lo contradictorio que es el pecado humano, lo contradictoria que es la división. Esa división es algo totalmente diferente de la dialéctica relativista, antes descrita, en la que la división de los cristianos pierde su aspecto doloroso y en realidad no es una fractura, sino sólo el manifestarse de las múltiples variaciones de un único tema, en el que todas las variaciones, de alguna manera, tienen razón y de algún modo no la tienen. En realidad no existe una necesidad intrínseca para la búsqueda de la unidad, porque de todos modos, en verdad, la única Iglesia está en todas partes y a la vez en ninguna. Por tanto, en realidad, el cristianismo sólo existiría en la correlación dialéctica de variaciones opuestas. El ecumenismo consistiría en que todos, de algún modo, se reconocen recíprocamente, porque todos serían sólo fragmentos de la realidad cristiana.
El ecumenismo sería, por consiguiente, resignarse a una dialéctica relativista, dado que el Jesús histórico pertenece al pasado y, de cualquier modo, la verdad sigue estando escondida.
La visión del Concilio es muy diversa: el hecho de que en la Iglesia católica esté presente el "subsistit" del único sujeto Iglesia no es mérito de los católicos, sino sólo obra de Dios, que él hace perdurar a pesar del continuo demérito de los sujetos humanos. Estos no pueden gloriarse de ello, sino sólo admirar la fidelidad de Dios, avergonzándose de sus pecados y al mismo tiempo llenos de gratitud. Pero el efecto de sus pecados se puede ver: todo el mundo contempla el espectáculo de las comunidades cristianas divididas y enfrentadas, que reivindican recíprocamente sus pretensiones de verdad y así aparentemente hacen inútil la oración que Cristo elevó en la víspera de su pasión. Mientras la división, como realidad histórica, es perceptible a todos, la subsistencia de la única Iglesia en la figura concreta de la Iglesia católica sólo se puede percibir como tal por la fe.
El concilio Vaticano II advirtió esta paradoja y, precisamente por eso, declaró que el ecumenismo es un deber, como búsqueda de la verdadera unidad, y la encomendó a la Iglesia del futuro".

J. Ratzinger, CONFERENCIA DEL CARDENAL JOSEPH RATZINGER
SOBRE LA ECLESIOLOGÍA DE LA "LUMEN GENTIUM"
PRONUNCIADA EN EL CONGRESO INTERNACIONAL
SOBRE LA APLICACIÓN DEL CONCILIO VATICANO II,
ORGANIZADO POR EL COMITÉ
PARA EL GRAN JUBILEO DEL AÑO 2000
24/01/09 10:09 PM
  
Blanca Guerrero
Rojobilbao, la conclusión a la que llegas ¿es por la carta de Mons. Fellay larga o por el comunicado corto? Con sus matices, la petición de remisión de la excomunión de los obispos y la concesión de la misma, y la extensión y explicación del Decreto de remisión y del Comunicado de gratitud... son dignos de mejor consideración, y de continuar en la oración. Y, desde luego, se me hace más complicado dialogar con "católicos" protestantes o budistas o laicistas que con católicos tradicionales o tradicionalistas. Al menos, reconocemos la gracia, el pecado original, la salvación por la pasión, muerte y resurrección reales de Cristo... y por consiguiente, tenemos un suelo y un techo que nos cobija y podemos pedir y obtener humildad, sinceridad, paciencia... virtudes y dones, gracia sobrenatural necesaria para superar el diálogo meramente humano que a ninguna parte conduce.
25/01/09 11:20 AM
  
Joaquín
D. Guillermo, como siempre, gracias por su aclaración, La generosidad del Santo Padre es infinita, sin embargo a los que nunca hemos abandonado la Comunión con la Santa Sede nos resulta difícil comprender la situación actual. Siempre he creído que, a pesar de los desvaríos y malas interpretaciones de algunos, el Concilio Vaticano II ha sido una gran bendición y un regalo del Señor a la Iglesia. En cualquier caso, el regreso del hijo pródigo es una buena noticia, rezemos por un final claro y definitivo de este cisma absurdo.
25/01/09 12:38 PM
  
rojobilbao
Blanca me refería a la carta, no el brevísimo comunicado. Y desde luego que me siento MUCHO más cercano a los rehabilitados que ha los protestantes (a los que sinceramente no me une nada) pero les falta humildad a paladas y no las tengo todas conmigo que vayan a plegarse a lo que dicta la Iglesia, acatamiento de los concilios, TODOS.
25/01/09 12:39 PM
  
luis
Michael Davies, "El Concilio del Papa Juan";
"La redacción original de la Constitución Dogmática sobre la Iglesia establecía que la Iglesia, existente sobre la tierra como una sociedad estructurada, es la Iglesia Católica Esto se cambió a: ―Esta Iglesia, constituida y organizada en el mundo como una sociedad, subsiste en la Iglesia Católica...
¿Qué significa subsiste y por qué se hizo el cambio? Algunos comentaristas ortodoxos, sin duda con toda sinceridad, aseveran que es y subsiste significan lo mismo. Una vez más se debe preguntar: si es lo mismo, ¿por qué se hizo el cambio? Gregory Baum lo interpreta precisamente en el sentido modernista que el Cardenal Heenan dijo que era posible. ―En lugar de identificar la Iglesia de Cristo con la Iglesia Católica, la Constitución afirma más cautelosamente que la Iglesia de Cristo subsiste en la Iglesia Católica. El cuerpo de Cristo está presente en la Iglesia Católica pero, al mismo tiempo, sin perder su carácter histórico y encarnado, la trasciende... the Constitution on the Church of Vatican Council II, con comentarios de Gregory Baum, O.S.A. (Londres, 1965), p. 24.
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Sin embargo, el papa Pío XII hizo la simple identificación de la Iglesia de Cristo con la Iglesia Católica en sus encíclicas Mystici Corporis Christi y Humani Generis, y al hacerlo reflejaba fielmente la enseñanza tradicional de la Iglesia. Sin embargo, ahora un observador anglicano puede citar con gran aprobación la explicación de Gregory Baum de subsiste en y aseverar con seguridad completa que ―el Concilio, por lo tanto, ha admitido que la Iglesia de Cristo es algo más grande que la Iglesia Católica Romana.
25/01/09 2:31 PM
  
pablo
luis, me parece interesante tu comentario. Lo que dices es aceptado por la iglesia (me refiero a la jerarquia) ?
Por que si es asi, abre las puertas a las demas iglesias cristianas, sea la denominacion que sea, para que pueda haber una union, al decir que ellas tambien son cuerpo de Cristo.
Yo no dejo de pensar que las demas iglesias tambien creen el Credo que es la base de nuestra fe.
Un saludo
25/01/09 10:13 PM
  
pablo
padre Guillermo, tal vez Vd. quiso decir lo mismo que luis, pero Vd. lo ha expuesto mas intelectualmente, ha dado mas rodeos y no he captado bien su idea. Le digo esto por si le sirve para sus sermones. Sin embargo luis lo ha dicho mas claro y mas directo. Espero que lle sirva este comentario, sino considerelo de una persona poco instruida y borrelo. Yo necesito claridad y como se aplica a la vida diaria.
Un saludo a todos.
25/01/09 10:20 PM
  
luis
No, Pablo, he dejado una cita de Michael Davies, sobre el Concilio. Precisamente muestra cómo un término ambiguo como subsistit puede ser interpretado de una manera ortodoxa (en el sentido de ES) y de una forma heterodoxa (lo que tu dices, que otras iglesias comparten el carácter de Iglesia de Cristo). Contra esta última interpretacion, la doctrina tradicional catolica, desde el artículo del Credo que afirma que la Iglesia es UNA, señala que la Iglesia catolica ES la Iglesia de Cristo, el cuerpo místico de Cristo, y Cristo tiene un solo cuerpo.
Otra cosa es la mayor o menor participacion o comunión que los fieles de las otras iglesias, por la fe y por los sacramentos (pienso en la Ortodoxia) tienen en esa Unica Iglesia. Pero esta participacion no es A TRAVES de la Iglesia ortodoxa. Esta es la diferencia con la falsa nocion de ecumenismo postconciliar.
25/01/09 10:26 PM
  
pablo
Gracias luis por tu aclaracion.
26/01/09 9:03 PM
  
Guillermo Juan Morado
"Los fieles están obligados a profesar que existe una continuidad histórica —radicada en la sucesión apostólica—53 entre la Iglesia fundada por Cristo y la Iglesia católica: « Esta es la única Iglesia de Cristo [...] que nuestro Salvador confió después de su resurrección a Pedro para que la apacentara (Jn 24,17), confiándole a él y a los demás Apóstoles su difusión y gobierno (cf. Mt 28,18ss.), y la erigió para siempre como « columna y fundamento de la verdad » (1 Tm 3,15). Esta Iglesia, constituida y ordenada en este mundo como una sociedad, subsiste [subsistit in] en la Iglesia católica, gobernada por el sucesor de Pedro y por los Obispos en comunión con él ».54 Con la expresión « subsitit in », el Concilio Vaticano II quiere armonizar dos afirmaciones doctrinales: por un lado que la Iglesia de Cristo, no obstante las divisiones entre los cristianos, sigue existiendo plenamente sólo en la Iglesia católica, y por otro lado que « fuera de su estructura visible pueden encontrarse muchos elementos de santificación y de verdad »,55 ya sea en las Iglesias que en las Comunidades eclesiales separadas de la Iglesia católica.56 Sin embargo, respecto a estas últimas, es necesario afirmar que su eficacia « deriva de la misma plenitud de gracia y verdad que fue confiada a la Iglesia católica ».57

17. Existe, por lo tanto, una única Iglesia de Cristo, que subsiste en la Iglesia católica, gobernada por el Sucesor de Pedro y por los Obispos en comunión con él.58 Las Iglesias que no están en perfecta comunión con la Iglesia católica pero se mantienen unidas a ella por medio de vínculos estrechísimos como la sucesión apostólica y la Eucaristía válidamente consagrada, son verdaderas iglesias particulares.59 Por eso, también en estas Iglesias está presente y operante la Iglesia de Cristo, si bien falte la plena comunión con la Iglesia católica al rehusar la doctrina católica del Primado, que por voluntad de Dios posee y ejercita objetivamente sobre toda la Iglesia el Obispo de Roma.60

Por el contrario, las Comunidades eclesiales que no han conservado el Episcopado válido y la genuina e íntegra sustancia del misterio eucarístico,61 no son Iglesia en sentido propio; sin embargo, los bautizados en estas Comunidades, por el Bautismo han sido incorporados a Cristo y, por lo tanto, están en una cierta comunión, si bien imperfecta, con la Iglesia.62 En efecto, el Bautismo en sí tiende al completo desarrollo de la vida en Cristo mediante la íntegra profesión de fe, la Eucaristía y la plena comunión en la Iglesia.63".

CONGREGACIÓN PARA LA DOCTRINA DE LA FE

DECLARACIÓN
DOMINUS IESUS
SOBRE LA UNICIDAD Y LA UNIVERSALIDAD SALVÍFICA
DE JESUCRISTO Y DE LA IGLESIA



26/01/09 9:19 PM
  
pablo
De un tiempo para aca me he preocupado por el destino en Cristo de nuestros hermanos protestantes. Tengo en mi barriada una iglesia de ellos y los veo sinceros en su fe y con ganas de seguirle. Y me pregunto ?si ellos tienen el credo igual que nosotros, aunque se separaron de la iglesia, como .los recibira Dios en el cielo?
Gracias padre por su aclaracion.
27/01/09 7:09 PM
  
Guillermo Juan Morado
No sé cómo los recibirá Dios... En todo caso, a cada uno de ellos se le podrá pedir que responda a Dios del mejor modo que, en sus circunstancias, puedan hacerlo.
27/01/09 7:13 PM
  
luis
Pablo, la clave está en la ignorancia invencible respecto de la verdadera Iglesia. Si esas personas tienen un desconocimiento de la verdad catolica, pues Dios no se los imputará.
Y ojo que la ignorancia invencible es más amplia de lo que habitualmente creemos. El cardenal Newman en su biografía explica lo difícil que es para un hermano separado reconocer a la Iglesia catolica como la única verdadera, y lo injusto que es negligir las dificultades de los no catolicos.
El problema con los modernistas no es que meritúen las circunstancias subjetivas que llevan a la ignorancia invencible, sino que relativizan la objetiva verdad de la fe catolica. La intencion puede ser buena, salvar a quienes estàn fuera de la Iglesia, pero alteran la verdad. Cuando un estudio detallado de los obstaculos objetivos y psicologicos para acceder a ella, comunmente denominados ignorancia invencible, es más realista y tiene los mismos efectos.
En cualquier caso, solo Dios, que escudriña los riñones y los corazones, puede merituar el grado de buena o mala fe de las personas.
27/01/09 8:21 PM

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