Celebración de los sacramentos y encuentros interreligiosos
En el diálogo y en la relación del cristianismo con las otras religiones es muy importante tener presente la acción del Espíritu Santo. El Papa Juan Pablo II enseña en la encíclica Redemptoris missio que “el encuentro interreligioso de Asís, excluida toda interpretación equívoca, ha querido reafirmar mi convicción de que « toda auténtica plegaria está movida por el Espíritu Santo, que está presente misteriosamente en el corazón de cada persona»” (RM 29).
Sin cuestionar en absoluto esta enseñanza del Papa, relativamente novedosa, cabe preguntarse si la celebración de los sacramentos cristianos constituyen el marco adecuado para tener encuentros interreligiosos. Yo creo que no. Y por varias razones.
Los sacramentos son sacramentos de Cristo, instituidos por Él, que remiten a Él y que en Él tienen su fundamento. Quien no comparte la fe en Cristo no puede reconocer, en su verdadero sentido, qué acontece en un sacramento; porque este acontecer, que es el acontecer de la salvación, sólo se desvela a los ojos de la fe. Un sacramento no es, sin más, un genérico rito religioso.
Además, e inseparablemente, los sacramentos son sacramentos de la Iglesia, dispensadora de los misterios de Dios. Para poder celebrar la liturgia es preciso ser pueblo sacerdotal y esta condición se recibe por el Bautismo y la Confirmación. Quien no ha sido iniciado en los misterios de la fe no puede, en consecuencia, participar plenamente en ellos.
Los sacramentos son sacramentos de la fe; sin que el rito sacramental pueda ser disociado del consentimiento a la Palabra de Dios. Los sacramentos, precisa el Catecismo, “suponen la fe”, la fortalecen, la alimentan y la expresan con palabras y acciones. Lo que se expresa en las acciones, en los gestos, no es un indefinido sentido religioso, sino específicamente la fe cristiana, manteniendo una coherencia entre la ley de la oración y la ley de la fe, conforme al antiguo adagio: “Lex orandi, lex credendi”. Nadie puede, pues, alterar la fe ni manipular a su capricho la expresión de la misma.
¿Pueden asistir no cristianos a la celebración de los sacramentos cristianos? Sí, si lo hacen con respeto. Hay razones que pueden explicar esa presencia de no cristianos: la amistad con cristianos, el deseo de acompañar a esos amigos en momentos trascendentes de sus vidas, etc. Pero no resulta tan fácilmente explicable que los no cristianos “parezcan” tomar parte “activa”, digámoslo así, en los ritos cristianos; por ejemplo realizando gestos que, sin el humus cristiano que los fundamenta y que les da su sentido, podrían dar la impresión de sincretismo.
Cada cosa es para lo que es. Los sacramentos no son, por ello, el escenario apropiado para encuentros interreligiosos.
Guillermo Juan Morado.
11 comentarios
Y a propósito de celebraciones interreligiosas, ya he contado aquí y cuando estabas en RD, que somos asiduos de Taizé, y que aun en Madrid hacemos la oración de Taizé en mi cas. Pero mi duda, y querría saber qué piensas al respecto, es acerca de la celebración de la Eucaristía católica que, como mínimo, se celebra dos veces en semana en Taizé (generalmente más ). A los no católicos se les ofrece durane la comuniín, pam bendito, no consagrado y los católicos comulgamos. Por lo demás, la misa es la normal, más larga porque se celebra en tropecientos idiomas. ¿Qué piensa de las misas católicas en las que participan protestantes, ortodoxos y gente de confesiones aún mas raras?
El resto de las celebraciones no coinciden con ninguan liturgia de ninguna confesión concreta. Son: canto, lectura, canto, lectura, silencio, canto. Y finalmente silencio de rodillas ante la Cruz.
Si descuadra el blog lo suprime padre Guillermo.
http://www.feadulta.com/iglesia-SACRAMENTO-cap-9.htm
¿Le parece, padre, que lo que sigue significa querer que se ¡¡¡¿supriman?!!! los sacramentos?
Castillo no es santo de mi devoción (es más, me cae más bien pché tirando a mal) pero ni en la lectura más retorcidamente malintencionada (bueno, en esa lectura, sí, claro, si eso es lo que se quiere leer) se entiende "supresión" sino ¡justo todo lo contrario!
El texto iíntegro esta en el enlace, pero pego aqui lo más evidente, de manera literal:
el indicador más claro de la crisis que padece la Iglesia, en las sociedades avanzadas, es precisamente el abandono de las prácticas sacramentales
...si la crisis se nota, antes que nada, en el abandono de las prácticas sacramentales, la reforma vendrá mediante la RECUPERACIÓN de tales prácticas
los sacramentos (y la forma concreta de celebrarlos) son la dimensión más inmediatamente visible de la Iglesia. Por lo general, el pueblo cristiano no tiene a su alcance el conocimiento de los complicados estudios y análisis teológicos de la Iglesia. Lo que la gente ve y oye son bautizos y misas, confesiones, bodas
es urgente que los sacramentos dejen de ser meros actos sociales, como de hecho lo son para muchos ciudadanos. Esto se nota especialmente en determinados sacramentos, como es el caso de bautizos, comuniones y bodas
La eucaristía y el matrimonio son, en este sentido, insistentemente adulterados en actos eclesiásticos que se utilizan para satisfacer los intereses de determinados grupos políticos o de instituciones públicas. Es evidente que, en tales ocasiones, la sacramentalidad de la Iglesia queda seriamente dañada. Con lo que estamos afirmando que ese tipo de actos sociales o políticos pervierten, no sólo la celebración del sacramento, sino además el ser mismo de la Iglesia
Lo que la gente espera y necesita son experiencias que den sentido a sus vidas. Y eso, o se hace MEDIANTE LA CELEBRACIÓN COMUNITARIA Y LA EXPERIENCIA RELIGIOSA EN EL SILENCIO Y LA PAZ DEL RETIRO INTERIOR o no se hace de ninguna manera.
este protagonismo de las prácticas sacramentales en la reforma de la Iglesia está en que, como sabemos, los sacramentos son la manifestación, en los momentos más determinantes de la vida, del sacramento primordial que es la misma Iglesia
Por esto, en definitiva, es tan decisiva la reforma de la Iglesia-sacramento. Y tan urgente es una renovación en profundidad de todos y cada uno de los sacramentos de la Iglesia.
El que quiera saber cómo va, que me mande un email.
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