Cristianos en riesgo

Más de 380 millones de cristianos enfrentan altos niveles de persecución o de discriminación debido a su fe, según datos de la ONG “Puertas Abiertas”; es decir, uno de cada siete cristianos es perseguido en el mundo. Uno de cada cinco, en África. Dos de cada cinco, en Asia. Uno de cada dieciséis, en América Latina. Por “persecución” se entiende no solo la violencia física ejercida contra los cristianos, sino también la presión practicada en el ámbito privado, familiar, social, eclesial y nacional.

“Puertas Abiertas” acaba de presentar la “Lista Mundial de la Persecución 2025”. Esta lista está integrada por cincuenta países donde la persecución contra los cristianos es alta, muy alta o extrema. La persecución es extrema en trece países, encabezados por Corea del Norte – que representa el peor de los escenarios – y seguido, en orden de gravedad, por Somalia, Yemen, Libia, Sudán, Eritrea, Nigeria, Pakistán, Irán, Afganistán, India, Arabia Saudí y Myanmar. La fuente de la persecución se debe a la opresión comunista, en Corea del Norte, a la opresión islámica en muchos otros países, a la paranoia dictatorial en Eritrea o al nacionalismo religioso, en India o Myanmar.

Llama mucho la atención el caso de Nigeria, que ocupa el séptimo lugar de la lista. Casi la mitad de los nigerianos son cristianos: 106,6 millones de personas, de una población de 229,1 millones. La mayoría de ellos se encuentran en el sur. El norte de Nigeria es mayoritariamente musulmán. Y es en el norte y en la región central del país donde tienen lugar la mayoría de los incidentes contra los cristianos.

El motor principal, aunque no único, de la persecución es la opresión islamista ejercida por combatientes fulani, Boko Haram e ISWAD (Provincia de África Occidental del Estado Islámico): “Los ataques son terribles y brutales. Muchos creyentes son asesinados, sobre todo hombres; las mujeres suelen ser secuestradas y convertidas en víctimas de violencia sexual. En Nigeria mueren más creyentes por su fe que en ningún otro lugar del mundo”, se puede leer en el informe de “Puertas Abiertas”. De 4.476 cristianos asesinados en el mundo a causa de su fe en 2023-2024, el 69% de ellos – 3.100 - fueron asesinados en Nigeria.

Es verdad que la violencia está muy presente en ese país; pero no es una violencia indiscriminada que afecte a todos por igual. Un informe elaborado en 2024 por el Observatorio para la Libertad Religiosa en África señala que “de entre los 30.880 civiles asesinados en Nigeria entre 2020 y 2023, el número de cristianos era de 22.360, mientras que el número de musulmanes asesinados era de 8.315, una disparidad de casi 3 a 1 en un país donde los porcentajes de la población cristiana y musulmana son prácticamente iguales”.

Es importante recordar el artículo 18 de la “Declaración Universal de los Derechos Humanos”: “Toda persona tiene derecho a la libertad de pensamiento, de conciencia y de religión; este derecho incluye la libertad de cambiar de religión o de creencia, así como la libertad de manifestar su religión o su creencia, individual y colectivamente, tanto en público como en privado, por la enseñanza, la práctica, el culto y la observancia”.

Al menos en cincuenta países del mundo – y, quizá de forma más sutil, en muchos más-, este derecho no es respetado. Donde se conculca el derecho a la libertad religiosa suelen cercenarse todos los demás derechos; entre ellos, el de reunión y el de expresión.

 

Guillermo Juan-Morado.

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