¡Bravo por Monseñor Alberto Cuevas!
La Comisión Episcopal para las Comunicaciones Sociales de la Conferencia Episcopal Española ha concedido el premio “Bravo”, en la categoría de comunicación diocesana, a Monseñor Alberto Cuevas, sacerdote y periodista. La Comisión Episcopal reconoce con estos premios “la labor meritoria de todos aquellos profesionales de la comunicación en los diversos medios, que se hayan distinguido por el servicio a la dignidad del hombre, los derechos humanos y los valores evangélicos”.
A Monseñor Cuevas le sobran méritos para este premio. Desde hace cincuenta y cuatro años es sacerdote de la diócesis de Tui-Vigo y, desde hace cuarenta y cuatro, periodista. Desempeña de modo ejemplar su tarea de delegado diocesano de medios de comunicación social de la Diócesis, además de ser párroco de Nuestra Señora de la Soledad, en el Castro de Vigo.
La Iglesia es muy sensible a la importancia de los medios. Baste citar el comienzo del “Decreto sobre los medios de comunicación social” del Concilio Vaticano II: “Entre los maravillosos inventos de la técnica que, sobre todo en estos tiempos, el ingenio humano, con la ayuda de Dios, ha extraído de las cosas creadas, la madre Iglesia acoge y fomenta con especial solicitud aquellos que atañen especialmente al espíritu humano y que han abierto nuevos caminos para comunicar con extraordinaria facilidad noticias, ideas y doctrinas de todo tipo. Entre tales inventos sobresalen aquellos instrumentos que, por su naturaleza, pueden llegar no solo a los individuos, sino también a las multitudes y a toda la sociedad humana, como son la prensa, el cine, la radio, la televisión y otros similares que, por ello mismo, pueden ser llamados con razón medios de comunicación social”.
El Evangelio se comprende a sí mismo como “Buena noticia” que pretende ser anunciada a todos los hombres de todos los tiempos. Los medios de comunicación han de favorecer, en bien de la humanidad, todo lo que destaque la virtud, la ciencia y el arte, evitando lo que pueda ser ocasión de daño, lo que pueda poner en peligro a otros, o lo que dificulte las informaciones buenas y promueva las malas.
La tarea de Monseñor Alberto Cuevas es significativa para la Diócesis de Tui-Vigo y para la sociedad de la que la Diócesis forma parte. La comunicación es diálogo, es relación, es intercambio. Gracias a don Alberto Cuevas, la vida de los católicos que forman la Iglesia particular de Tui-Vigo está en permanente diálogo con todos los demás conciudadanos de nuestro pueblo. A través de los medios, todos pueden saber lo que la Diócesis hace y, también a través de los medios, la Diócesis puede ser consciente de cómo es percibida su tarea en el entorno social.
Un sacerdote es un mediador, es un puente, es un cable conductor. Un periodista también lo es, a su modo. Monseñor Cuevas ha sabido encajar perfectamente una y otra vocación, haciendo converger, desde ambos lados, la hermosa misión de abrir canales de comunicación.
La Conferencia Episcopal Española ha acertado al concederle el premio “Bravo” y nosotros, los diocesanos de Tui-Vigo y ciudadanos de la mitad sur de la provincia de Pontevedra, nos alegramos de este acierto. Nuestra más sincera felicitación a don Alberto, extensiva a todos los periodistas.
Guillermo Juan Morado.
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