¿Qué pasa? ¿No hay más salida que el aborto?

Confieso que estoy muy asombrado. Leo en la prensa local que se ha propuesto a “Red Madre” como institución candidata al reconocimiento de “Vigueses distinguidos”. Estoy plenamente convencido de que, si alguien, sea una persona física o una institución, hace algo bien, el mayor reconocimiento posible es ese bien que hace, sin necesidad de otras medallas. Si vienen, los reconocimientos, mejor. Si no vienen, no se pierde nada.

Lo que me sorprende – no tanto - es las reacciones de algunos ante la posible concesión de esta distinción a “Red Madre”. Las “Mareas” ven en “Red Madre” una “fundación antiabortista con sospechosas prácticas e ideología". La “Plataforma Galega polo Dereito ao Aborto”  también mostró su rechazo a premiar a la Red: “Sería una agresión y un gran paso atrás en la conquista y reconocimiento de los derechos de las mujeres", señala.

Se considera, parece, que no propiciar el aborto es un mal. Se considera, también, que, ante un embarazo que llega en un momento no especialmente propicio, lo único razonable es abortar. Sea cual sea la intención de la madre.

Esto es completamente absurdo. No tiene sentido que, a una madre que desea alumbrar a su hijo, se le nieguen todas las ayudas y todos los apoyos. No solo a una madre, sino a una madre y a un padre, y, por encima de todo, al hijo.

Las mayores barbaridades contra la humanidad se han justificado negando la condición humana de las víctimas: Los esclavos, los judíos, los niños… Y, ahora, tamnbién, cuando la evidencia científica apunta, en el menor de los casos, a la duda, a la casi certeza de que los aún no nacidos son seres plenamente humanos. Ellos son, pese a todo, en el sentir general, solo “cosas”.

Este año se da una peculiar coincidencia: El 25 de marzo, solemnidad de la Anunciación, coincide con el Viernes Santo. Es como si la muerte tuviese la última palabra. Pero esa percepción es errónea. La muerte de Cristo destruye la muerte. Da origen a una nueva vida. Es como si la muerte redentora de Cristo se empeñase en salvaguardar, y redimir, su Encarnación.

En muchos países, el día 25 de marzo se celebra, o se postula, como el “Día del niño por nacer”.

Y hoy mismo, 21 de marzo, es el día mundial del “síndrome de Down”. Pocos sobreviven al diagnóstico prenatal. Son candidatos al aborto, que no es ya el último recurso, sino, casi, el primer recurso.

Algo funciona muy mal. Lo normal es que una madre, y un padre, quieran que nazca su hijo. Con síndrome de Dwon o sin él. Ofrecer como única solución el aborto, es una injusticia y una crueldad. Y es una falta de respeto a la libertad de los padres y de las madres ofrecer esa solución como solución única; como la “solución final".

Lo fácil es apostar por la muerte. Stalin decía que la muerte soluciona todos los problemas. Les convencerá a ustedes, esta máxima. A mí, me da mucho miedo.

 

Guillermo Juan Morado.

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