La analogía de la Palabra de Dios (Verbum Domini 7)
La expresión “Palabra de Dios” se usa de distintas maneras. No es una expresión unívoca, porque no se usa siempre con la misma significación. Por ejemplo, el término “animal”, aplicado en sentido propio, es unívoco porque se predica de varios individuos con la misma significación, ya que conviene a todos los vivientes dotados de sensibilidad.
No es tampoco una expresión equívoca, ya que no se emplea para designar a cosas completamente diferentes entre sí. El término “vela” es equívoco, pues su significación conviene a diferentes cosas; por ejemplo, a un turno de oración ante el Santísimo, a la lona que en los barcos recibe el viento para impulsarlos, a un cilindro con pábilo para que pueda encenderse y dar luz, etc.
La expresión “Palabra de Dios” es análoga. La analogía es la relación de semejanza que hay entre cosas distintas. Un término, o una expresión, es análogo cuando se puede emplear para referirse a realidades distintas que, no obstante, tienen una relación de semejanza entre sí. Por ejemplo, el término “padre”: Se lo aplicamos a Dios, al progenitor, al sacerdote, etc.
¿A qué se refiere la expresión “Palabra de Dios”?
- Se refiere a “la comunicación que Dios hace de sí mismo”. [En este sentido, equivale al término “revelación”].
- En el Prólogo de Juan, “Logos” (“Palabra”) indica:
- Originariamente, “el Verbo eterno”, el Hijo único de Dios, nacido del Padre antes de todos los siglos y consustancial a Él.
- Se refiere también a Jesucristo, el Verbo encarnado.
- Cristo, Verbo encarnado, es el centro y la plenitud de la revelación divina. Hacia Él apuntan otras expresiones de la Palabra de Dios:
- en la creación, en el “liber naturae”
- en la historia de la salvación
- La palabra predicada por los apóstoles es Palabra de Dios.
- La Palabra de Dios se transmite en la Tradición viva de la Iglesia.
- La Sagrada Escritura es la Palabra de Dios atestiguada y divinamente inspirada.
El Cristianismo es “la religión de la Palabra de Dios”, pero no es una “religión del Libro”. La Escritura es palabra de Dios, en tanto que atestigua en palabras humanas inspiradas por Dios la comunicación que Dios hace de sí mismo en su Palabra. Pero la Escritura no es, en sentido absoluto y único, “la” Palabra de Dios. La Palabra de Dios en sentido absoluto es el Verbo de Dios que, en la Encarnación, se hizo hombre.
Es necesario, pues, como indica el papa, “educar a los fieles para que capten mejor sus diversos significados y comprendan su sentido unitario”.
Guillermo Juan Morado.
10 comentarios
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-Que el Verbo de Dios; la Palabra de Dios; la Voluntad de Dios; el Poder de Dios, dentro de su infinita dimensión cúbica de Luz y de Vida, sea bsoluto o infinita: Ciertamente así lo veo yo.
-Mas que la parte de esta infinita dimensión ( Dios:Luz-Vida; y Vida-Luz) que en la Encarnación se hizo hombre sea absoluto o infinita. Ya no lo veo así.
-Pues una cosa que el "Verbo Encarnado" sea Dios limitado, parte del infinito Dios; Y otra cosa es que el "Verbo Encarnado" sea el absoluto o infinito Dios, sea: el "Unigénito Hijo de Dios"
-Obviamnete: El Unigénito Hijo de Dios, infinito Dios - Luz-, que junto; y más que junto infinitamente integrado en el infinito Dios Padre -Luz -; quen generando el infinito Dios Espíritu Santo -Vida- en unidad Trina mora en el infinito Espacio: no pueden morar, o encarnarse en el Tiempo, como limitada dimendión, que es este Unvierso.
Así es el misterio llamado del limitado "Dios Hijo del hombre"; Y del infinito "Dios Hijo, unigénito, Dios.
Pero puedo apuntarte algo: A veces escuchamos en la lectura de la PALABRA DE DIOS, en la celebración de la SANTA MISA, a algunos lectores que dicen al final: ES PALABRA DE DIOS, cuando es más acertado decir ¡PALABRA DE DIOS!!!.
Vemos que en algunos textos del ANTIGUO TESTAMENTO, el equivalente, a mi parecer de ¡ORÁCULO DEL SEÑOR! que es como un juramento por parte de Dios, para que sus palabras se tengan en cuenta de una manera especial. Por eso no dice en ninguna traducción: ¡ES ORÁCULO DEL SEÑOR!
Anécdota: En una iglesia conocida,un fiel respondió lo de "es palabra de Dios" con...¡Ya lo sabemos!. Porque no es una indicación del lector a la lectura.
No se si me he explicado bien. Ten paciencia con mi ignorancia escriturística.
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GJM. Gracias. Un saludo.
La palabra caridad o amor, también se pueden emplear para referirse a realidades distintas, un ateo puede ser muy caritativo sin estar ligada a una obra de fe, en cambio el creyente la caridad es una obra de fe porque une el servicio a Dios a la del prójimo.
No es que una sea mala y la otra buena, sino que una es mejor que la otra porque una da frutos y semilla para que se multipliquen y la otra da frutos pero sin semillas.
Por favor, que alguien me aporte luz en esto.
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GJM. Antes de la Encarnación el Hijo es Dios, no hombre. Desde la Encarnación el Hijo de Dios, sin dejar de ser Dios, se hizo hombre. Sin dejar de ser lo que era - Dios - asumió lo que no era - la naturaleza humana -.
Lo tienes en el Prólogo del Evangelio de S.Juan (Jn 1, 1-18), en el v.14 Y la Palabra se hizo carne, y puso su Morada entre nosotros, y hemos contemplado su gloria, gloria que recibe del Padre como Hijo único, lleno de gracia y de verdad.
ORACIÓN DE JUAN PABLO II
Doy fervientes gracias a Dios por la presencia singular de María en esta tierra española donde tantos frutos ha producido. Y quiero encomendarte, Virgen santísima del Pilar, España entera, todos y cada uno de sus hijos y pueblos, la Iglesia en España, así como también los hijos de todas las naciones hispánicas. ¡Dios te salve, María, Madre de Cristo y de la Iglesia! ¡Dios te salve, vida, dulzura y esperanza nuestra! A tus cuidados confío esta tarde las necesidades de todas las familias de España, las alegrías de los niños, la ilusión de los jóvenes, los desvelos de los adultos, el dolor de los enfermos y el sereno atardecer de los ancianos. Te encomiendo la fidelidad y abnegación de los ministros de tu Hijo, la esperanza de quienes se preparan para ese ministerio, la gozosa entrega de las vírgenes del claustro, la oración y solicitud de los religiosos y religiosas, la vida y el empeño de cuantos trabajan por el reino de Cristo en estas tierras. En tus manos pongo la fatiga y él sudor de quienes trabajan con las suyas; la noble dedicación de los que transmiten su saber y el esfuerzo de los que aprenden; la hermosa vocación de quienes con su conciencia y servicio alivian el dolor ajeno; la tarea de quienes con su inteligencia buscan la verdad. En tu corazón dejo los anhelos de quienes, mediante los quehaceres económicos procuran honradamente la prosperidad de sus hermanos; de quienes, al servicio de la verdad, informan y forman rectamente la opinión pública; de cuantos, en la política, en la milicia, en las labores sindicales o en el servicio del orden ciudadano prestan su colaboración honesta en favor de una justa, pacífica y segura convivencia. Virgen Santa del Pilar: aumenta nuestra fe, consolida nuestra esperanza, aviva nuestra caridad. Socorre a los que padecen desgracias, a los que sufren soledad, ignorancia, hambre o falta de trabajo. Fortalece a los débiles en la fe. Fomenta en los jóvenes la disponibilidad para una entrega plena a Dios. Protege a España entera y a sus pueblos, a sus hombres y mujeres. Y asiste maternalmente, oh María a cuantos te invocan como Patrona de la Hispanidad. Así sea.
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