La cercanía de Dios
No es aconsejable sacar más de un post al día. Yo no lo hago. Entre uno y otro pasan horas, a veces muchas horas.
Pero si llega algo nuevo tampoco es plan de callarse. Pues una novedad es la publicación de un próximo libro, titulado “La cercanía de Dios".
Lo edita el CPL de Barcelona. Ofrezco, para quien esté interesado, la introducción de este texto:
“En la homilía pronunciada en la compostelana plaza del Obradoiro, el 6 de noviembre de 2010, Benedicto XVI se hacía eco de ‘lo más profundo y común que nos une a los humanos: seres en búsqueda, seres necesitados de verdad y de belleza, de una experiencia de gracia, de caridad y de paz, de perdón y de redención’.
En la profundidad del hombre puede ser captada la presencia de Dios. La aportación específica y fundamental de la Iglesia a nuestro mundo, añadía el papa, ’se centra en una realidad tan sencilla y decisiva como ésta: que Dios existe y que es Él quien nos ha dado la vida. Solo Él es absoluto, amor fiel e indeclinable, meta infinita que se trasluce detrás de todos los bienes, verdades y bellezas admirables de este mundo; admirables pero insuficientes para el corazón del hombre’.
Podríamos, quizá, pensar que Dios está muy lejos. Pero no es así. Sin dejar de ser Dios, Él se ha acercado a cada uno de nosotros. Se ha manifestado en Cristo de un modo concreto e histórico.
Esta manifestación de Dios en Cristo no ha quedado relegada a un momento del pasado. En la liturgia de la Iglesia, la obra de Cristo se hace presente y actual por el poder del Espíritu Santo.
A lo largo del año litúrgico se desarrollan ‘los diversos aspectos del único misterio pascual’ (Catecismo 1171) para que hoy llegue a los hombres la acción salvífica y santificadora de Cristo: ‘Cuando la Iglesia celebra el Misterio de Cristo, hay una palabra que jalona su oración: ¡Hoy!, como eco de la oración que le enseñó su Señor y de la llamada del Espíritu Santo’ (Catecismo 1165).
En cada celebración, la Palabra de Dios es anunciada, suscitando de este modo una respuesta de fe. La finalidad de este pequeño libro es ayudar a que esta respuesta sea cada vez más consciente y más libre. Dios no está lejos. Dios nos sale al encuentro, cada día, en la Persona de Cristo, el Esperado de las naciones, el Emmanuel, el Maestro.
Podemos escuchar a Cristo, cuya voz resuena en la voz de la Iglesia. Podemos unirnos a su itinerario que conduce a la Pascua, donde la muerte es vencida por la Vida. Para el Resucitado la vida es una acción permanente que no tendrá fin. Si creemos en Él, también nosotros tendremos vida en su nombre (cf Jn 20, 31)".
Guillermo Juan Morado.
6 comentarios
Saludos y Dios se lo pague...es que no llevo suelto...SPH
Es verdad que el Señor viene a nuestro encuentro, pero también cuando frecuentamos las visitas al Santísimo, oramos con devoción la oración del Santo Rosario, le estamos mostrando nuestro amor y respeto.
El Señor siempre nos trata con ternura, ya que somos sus hijos e hijas, Él es nuestra paz, queremos la paz en nuestra vida. No queremos separarnos del Señor que es el mejor Padre, tres veces Santo.
El Señor quiere acercarse a nosotros, pero muchas veces, con nuestra obstinación en el pecado en el vicio, estamos haciendo que el Señor se aleje de nuestra vida, esto no debe continuar así.
Dios nos ama, quiere vernos limpios y puros.
Por el contrario, nuestro enemigo el diablo, siempre quiere que estemos sucios y llenos de vicios y pecados, lo aprovecha para engañarnos de sus perversas intenciones contra Dios y contra nuestros hermanos. El enemigo no trae la paz, sino que siembra el odio, la cizaña, la mentalidad atea es una forma de degradar a quienes no aceptan a Dios que nos ama inmensamente.
Antiguamente, son una gran multitud de hombres que renunciaban a las comodidades terrenales, y se marchaban a los desiertos (Padres del Desierto), para prolongar su vida de oración. Hoy no se puede ir a los desiertos, pero la bondad del Señor ha querido que se fundase monasterios, conventos, Casas de Ejercicios Espirituales, los tenemos cercanos, coger el tren e ir al sitio para retiros espirituales; son regalos que el Señor nos concede a todos.
Si nuestro corazón está embotado, es hora de poner orden, hacer una limpieza general de toda la casa, que no haya rincones con telarañas o bichos que nos impida centrarnos en la oración.
Debemos evitar todo tipo de maldad, porque el Amor de Dios está muy cerca, y nuestras maldades nos impide reconocerle. Cuando vamos al encuentro con Dios, nada de nosotros mismos, ni del mundo deben estorbarnos.
La tibieza es otro de los graves problemas que nos impide reconocer el amor de Dios, y desterrar también la indiferencia, que se ha dicho alguna vez que es una especie de herejía.
Todo lo que nos acerca a Dios, debemos cogerlo de inmediato; pues hay muchas cosas en este mundo, en que el cristiano está sumergido en las diversiones mundanas, juegos, entretenimientos... que son una pérdida de tiempo.
¿Qué hacían los santos y santas para entretenerse sin perder a Dios? Lo consiguieron, se entretenían sanamente, siempre con el corazón puesto en Dios, no dejaba la oración ni la contemplación, tenían entretenimientos alejados de lo terrenal, de lo mundano. Todo cuánto hacía, incluso hace hoy día, con su apostolado y evangelización por los medios permitidos por la Santa Madre Iglesia Católica, es que no paran de dar gloria a Dios, la prensa, Internet, la televisión verdaderamente católica sin mezcla de lo terrenal, por la radio (Radio María), por los blogs, páginas webs enteramente católicas y fiel a la doctrina d ela Iglesia Católica, son ejemplos que nos animan a abrir nuestro corazón al Amor de Dios, nos anima a hacer renuncias a todo lo que nos aleja dfe la vida de Gracia, Él nos amó primero. El Señor quiere que crezcamos en la inteligencia espiritual.
Y como he referido, sobre todo, nos espera en el Sagrario, allí podemos hablar con Él, y resolverá ls dudas que podamos tener.
Bueno, pues nuevo volumen de la biblioteca moradiana.
Dejar un comentario
