El cardenal Virgilio Noé
Hace pocos días, el 24 de julio, falleció en Roma el cardenal Virgilio Noé a los 89 años de edad. Era arcipreste emérito de la Patriarcal Basílica de San Pedro, vicario general emérito de Su Santidad para la Ciudad del Vaticano y presidente emérito de la Fábrica de San Pedro.
Recuerdo que, durante mi etapa romana de estudiante de Teología, era bastante frecuente que acudiese los domingos a concelebrar la Santa Misa capitular a la Basílica de San Pedro. La Santa Misa se celebraba en latín, en el altar de la cátedra, aunque la primera y la segunda lectura, así como la oración de los fieles, se hacía, según la ocasión, en diversas lenguas modernas.
La liturgia se cuidaba muchísimo. La música era también muy digna. En las solemnidades oficiaba el cardenal Noé, entonces arcipreste de la Basílica. Verlo celebrar la Santa Misa inspiraba piedad, respeto y admiración. Piedad porque se notaba que aquel obispo se situaba ante Dios; respeto, porque todo era noble, majestuoso, pero a la vez sencillo, sin excentricidades “barrocas”; admiración, porque con su actitud el cardenal Noé nos estaba diciendo a todos los sacerdotes cómo debíamos celebrar la Santa Misa.
Sus homilías eran relativamente breves, muy comprensibles y, a la vez, formalmente muy elegantes. Su italiano era magnífico. Aunque la elegancia no era solo una característica de su palabra, sino una propiedad que definía toda su persona. A mí me gustaba especialmente su predicación cuando hablaba de la Virgen María; sobre todo, en la solemnidad de la Inmaculada. No se cansaba de exaltar la belleza de la Madonna. A la Santísima Virgen dedicó un precioso libro, escrito por él, con el título de “La Madonna nella Basilica Vaticana”. Un libro que guardo como un grato recuerdo.
Por la tarde, a las cinco, el cardenal siempre asistía a las Vísperas. Revestido con capa pluvial, con mitra y con báculo, presidiéndolas, en las grandes ocasiones. En los demás domingos, bien fuese en la Misa o en las Vísperas, ocupaba su sitial en el coro, siempre con el traje coral cardenalicio.
En la Semana Santa, ya que el papa celebra la Misa vespertina de la Cena del Señor en San Juan de Letrán, el cardenal Noé oficiaba en San Pedro. Era una ceremonia impresionante, verdaderamente ejemplar.
En una ocasión, en la Plaza de San Pedro, un amigo mío y yo nos encontramos con él por casualidad. Lo felicitamos por lo bien que se celebraba la liturgia en la basílica. Y él, con gran humildad, nos contestó: “No es nada especial, es lo que la Iglesia quiere para todas las iglesias”.
La última vez que hablé con él fue el 25 de abril de 2005, cuando Benedicto XVI, al comienzo de su pontificado, visitó la Basílica de San Pablo Extramuros. El cardenal estaba ya jubilado y enfermo. Pero mantenía su extrema finura y su amabilidad.
Me ha entristecido su muerte. Espero que el Señor, y su Santísima Madre, de quien tanto y tan bien habló, le conceda el descanso eterno y la luz eterna. Para el cardenal Noé, amante de la belleza de la liturgia, el cielo será, si cabe decirlo así, aun más cielo.
Guillermo Juan Morado.
45 comentarios
Su análisis parte además de su experiencia personal. Algo de lo que carecen otros que han hablado, y no precisamente bien, de él.
Con eso no digo que sea necesario conocer a alguien para opinar sobre su legado, pero este post sirve para enriquecer la visión que se tiene sobre este príncipe de la Iglesia que ya ha ido a rendir cuentas a Dios.
GJM. Pues sí. Yo lo que he visto de él ha sido ejemplar. Lo recuerdo con gran afecto.
GJM. Ay, Luis, Luis... Un saludo.
Dom Winfrid, por el contrario, trata objetivamente qué ha tenido que ver Noé con la forma del "artefacto inventado y producto banal del momento" (Ratzinger).
Cada cual elija, como Luis Fernando.
GJM. Su objetividad, Tulkas, es, ya lo sabemos, "muy objetiva". Los demás, somos tontos. Vale.
Y ya siendo mayor Pablo VI y afectado de artrosis, después de las largas celebraciones, Virgilio Noé le preguntó en alguna ocasión: "¿Santidad, no está cansado?". Y el papa Pablo VI le contestó: "No, estas cosas no me cansan".
Yo de Pablo VI no tengo recuerdos directos. De Juan Pablo II, muchísimos. Y las celebraciones de Juan Pablo II en el Vaticano eran ejemplares.
Son cosas obvias, pero que, últmamente, algunos pretenden silenciar.
Y tu objetividad, Tulkas, una burla a quienes te lean citar a Ratzinger. Ayer se te respondió, no creas que no. Está en la hemeroteca del portal. Y vuelves con lo mismo, aprovechando que el Pisuerga pasa por donde a ti te plazca.
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GJM. Tiene usted toda la razón.
¿Pero quien la ha suprimido? Preguntó
. Su Santidad, el año pasado, le contesto Noé.
GJM. No la conocía... Ay! qué malo, malísimo!
GJM. No sé de qué habla. Y ni quiero saberlo!
Es una persona con ángel! Lo hermoso es que ni ellas mismas lo saben, porque son muy humildes, no presumen ni se engríen pero tiene algo especial.
Cautivan con sus palabras con su mismo ser o estar.
Los Santos..los santos.
Bonne nuit
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Jamás lo había oído. Siempre de aprende, de todo. Gracias.
Jajajajajaja.
Mrs. Virgilio Noé formó parte de una casta muy influyente en el Vaticano y en la gestación del Concilio Vaticano II. Una generación en franca extinción y que afortunadamente, casi nadie sigue. Se acaban. No dejan escuela.
El valedor de msr. Noé era monseñor Annibale Bugnini quien cayó en desgracia y fué prácticamente exiliado a Irán, uno de los sitios más inhóspitos del planeta, donde no pudiera hacer más daño. Dicen las malas lenguas, que se colgó de un árbol con una soga, arrepentido. Pero a ciencia cierta, nada se sabe.
He leído con atención los posts de La Cigueña de la Torre y del páter Terzio. No tienen desperdicio. En el de don Paco Pepe, pude hacer éste copy and paste:
(Ojalá que alguno que hable italiano pueda corregir la traducción del Messa in Latino) , referente al monseñor Noé:
"Trabajó extensamente con Monseñor. Bugnini para la redacción de los textos de la reforma litúrgica post-conciliar de la Novus Ordo Missae, se distingue por su aversión al rito tradicional y los intentos - un éxito parcial - la "sromanizzare" ... .. el rito romano.
Que era "por desgracia" el Maestro de las Celebraciones Litúrgicas Pontificias - va a Aníbal Bugnini - sobre todo durante el pontificado del Papa Pablo VI (así como con Juan Pablo II), 1970 1982.
Fue presidente de la Fábrica de San Peter, el Arcipreste de la Basílica Vaticana y luego desde 1991 hasta 2002: durante esta tarea fue el protagonista de la negación infame de la celebración de la Santa Misa Gregoriana - a los sacerdotes de la Fraternidad de San Pedro - a pesar de la celebret regulares realizados por ellos. Tuvieron que apelar directamente al Papa Juan Pablo II en busca de justicia. Durante su gestión de la basílica, la pronta eliminación de las tiaras papales en el nuevo escudo de armas papal.
El escritor recuerda la celebración de la parroquia de San Anna Ciudad del Vaticano 31 de diciembre como hace varios años: una casulla con un horrible descuidado Misa Te Deum en italiano, "por supuesto" cortar el último verso. Un espectáculo desolador.
Oramos por él y por su alma y espero que la próxima generación de los liturgistas es mejor". Rompo una lanza por la venerable Fraternidad Sacerdotal de San Pedro, que ha tenido su amarga cuota de lágrimas, de persecución y de desprecios.
Tanto don Paco Pepe, como el páter W+ coinciden con su apreciación: No fué amigo de la Santa Misa de las edades, la Tridentina. Su mayor mérito, en mi humilde opinión, es que no fué tan malo como monseñor Piero Marini, maeestro de ceremonias del juanpablismo, de ingrata memoria, que el actual papa SS Benedicto XVI tuvo a bien despedir por sus excesos en las vestimentas papales y su negro , historial litúrgico para llorar.
Un saludo , padre Juan Morado.
GJM. Creo que habla, usted, sin saber de lo que habla. He dudado si borrar su comentario o no. Da lo mismo. Creo que usted está muy equivocado, lo cual lamento.
Para Asís, a Dom Wilfrid.
"check and balances"
Digamos que se mordió la lengua.
Hermosos blogs y equilibrados. No se deje copar el blog por comentaristas que ya fueron arrojados de otro lado. Solo buscan confundir. Por más que Ud. diga que el Cardenal celebraba bien seguro ellos tienen una anécdota que cuenta que tenía el cordón del zapato desatado o que estaba despeinado en Pascua.
Collaborò lungamente con mons. Bugnini per la stesura dei testi della riforma liturgica postconciliare del Novus Ordo Missae, distinguendosi per la sua avversione verso il rito tradizionale e per i tentativi – parzialmente riusciti – di “sromanizzare”…..il rito romano.
Fu “tristemente” il Maestro delle Celebrazioni Liturgiche Pontificie – succedendo ad Annibale Bugnini - , prevalentemente durante il pontificato di papa Paolo VI (ma anche con Giovanni Paolo II), dal 1970- 1982.
¿Y todavía alguien pretende que destrozando el deseo de Señor, "que sean uno para que el mundo crea", vamos a alguna parte?.
Incluso en el plano humano si ha sido, el cardenal, un mentecato, es nuestro mentecato, ¿está claro?.
Desde luego que "somos dueños de nuestros silencios y esclavos de nuestras palabras".
¿Por qué atrincherarse en la reforma de Pío Vº, que tambièn supuso dejar de lado los ritos más antiguos?
Proponer el Misal de S. Pío Vº como si fuera un absoluto, pura y simplemente idéntico a la Eucaristìa del Señor, sin modificaciòn alguna, es una tesis que no tiene apoyo histórico. Es evidente que se trata de un texto santo, como lo es el de S. Hipólito (fines del Sigo IIº), que tenemos en el canon II, propuesto por el Vaticano II.
Y a ciertos comentaristas les rogaría al menos un poco de respeto y de educación, más aún ante la semblanza de un cardenal recién fallecido y ante el cariño genuino mostrado por un sacerdote ante su ausencia. Es penoso que haya que recordar lo obvio a quienes se suponen son católicos. Conozco ateos que se hubieran comportado con mucha mayor sensibilidad ante una situación similar.
GJM. Gracias, Eduardo. Sobre algún comentario, mejor ni hablar. Lo que debo hacer, en adelante, es borrar directamente los comentarios desagrables. La blogosfera "católica" a veces da asco, sí.
Sí; no tolere que este blog, auténtico como pocos, se lo llenen de porquería, como el recuerdo de este buen cardenal. Comprendo que sienta la tentación de cerrarlo. Hay cosas que desazonan a cualquiera.
"Conozco ateos que se hubieran comportado..."
Sí, yo también, lamentablemente, penosamente.
el anónimo, sea en italiano, castellano o lunfardo, se emplea como hábito y seña de identidad de esos sectores, para infamar la memoria de un difunto, con su cadáver aun caliente.
Hay bloggers anónimos (porque llamarse don tal o don cual, o ponerse un latinajo de nombre no deja de ser un anonimato intolerable cuando se emplea para la difamación) que moderan su blog (es decir, que criban lo que publican y lo que no y, si suben un comentario,lo hacen con toda intención)y que admiten las peores calumnias contra un difunto... sin demostrar, sin referencias y anónimamente. No es solo la crítica a la obra, no es eso,no: es la infamia y la calumnia aprovechando que el cardenal ha muerto.
Por eso, ya que el muerto no habla, este post, que no es más que un elogio fúnebre a un entrañable cardenal, a un maestro, un elogio casi filial, es conveniente. Infamar a un muerto es abyecto. Hacerlo anónimamente retrata la ruindad de quien lo promueve y participa en ello.
Ya ves, luis, otra asimetría,y muy significativa, de FODA...
Descanse en paz. No dudo que será juzgado por el mismo, y no por los "sufragios" que desde aquí se le tributan, o por lo menos Dios tendrá en cuenta los sufragios bienintencionados que hablen bien de su persona.
¡¡Convertíos!!
http://rorate-caeli.blogspot.com/2011/07/you-report-first-solemn-high-mass-in.html
Y con el señor obispo Jurgis asistiendo. Déo Grátias!
[GJM.Editado: No viene a cuento criticar aquí la reforma litúrgica. Es un tema ya cansino].
Coincido con usted, ya que yo también estudié en Roma y participe en tantas celebraciones presididad por el Cardenal.
Desgraciadamente la opinión que se da sobre muchos liturgistas ha pasado en los últimos años de ser considerados los más carcas del mundo a los más progres y causa de todos los males.
Al menos su escrito da un equilibrio al asunto.
Había leído la que hizo el padre Terzio en su blog, y allí siempre se encuentra uno con expresiones en mi opinión un pelín radicales: "Los críticos de la reforma litúrgica vaticanosecundista no guardamos simpatía alguna a Noé". (esta no es un pelín sino un pelazo, y además es un auténtico derechazo en el mentón, hablando en términos pugilísticos).
Pero ya se sabe, en cada blog acaba saliendo a flote lo que el autor lleva en el fondo del corazón, y me callo porque si hablara más me tendría que recordar de aquello que dice la sabiduría popular: "las comparaciones siempre son odiosas".
GJM.
GJM. Me da pena que usted se defina de ese modo. No se aparte del papa. No se separe del papa.
GJM. No, pero no dude del papa.
Además se hablò de "dejar de lado ritos más antiguos" en lo referente, precisamente, a los que fueron "restaurados, "expurgados" y...,a mi pobre entender, "reformados".
Claro que siguieron existiendo el rito ambrosiano, el dominicano, cartujano, etc.
Seguiré buscando ratos para leer los posts en los que D. Guillermo sigue destilando su estilo de "mano de hierro en guante de seda" que viene a ser lo mismo que lo indicado en el post anterior.
Normalmente coincido con comentarios ya hechos por lo que no veo ningún sentido repetir, con otras palabras lo ya dicho.
Tú y yo no somos ejemplo de amistad, es evidente, pero eso no quita para que simepre os prefiramos en comunión con Roma, siempre, Semper...
Haz caso a don Guillermo.
Cada uno es libre de tomar sus propias decisiones, y ante este misterio del amor de Dios en nosotros, hemos de ser respetuosos. Podemos y debemos hacer lo que esté en nuestra mano para evitar el error o remediarlo, pero al final es cada uno ante Dios (como en este caso) y su conciencia quien opta.
Recemos porque vuelva, porque cada día volvamos todos a ser lo que somos: lo que el Señor quiere de nosotros.
Un saludo muy cordial.
GJM. Editado: Luis, es mejor que cualquier observación sobre el portal la dirija al director... Gracias.
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