Una buena iniciativa: el Premio Ratzinger

La Fundación Vaticana Joseph Ratzinger – Benedicto XVI ha instituido el Premio Ratzinger, que se otorga a personalidades destacadas en el ámbito de la teología. Me parece una iniciativa muy loable. Es necesario que la Iglesia reconozca y promueva la labor de los teólogos. La teología no es un lujo, es una necesidad interna de la fe. La “fides” es siempre “quaerens intellectum” y el cristianismo es, por esencia, la religión del Logos.

Ha habido, en la historia moderna y contemporánea, dos etapas de especial brillo de la labor teológica. La primera de ellas, auténticamente gloriosa, corresponde al concilio de Trento. Los documentos de ese concilio siguen sorprendiéndonos como verdaderas obras maestras. Pensemos, por ejemplo, en el decreto sobre la justificación. Parece casi imposible que un tema tan difícil pueda haber sido tratado con tal profundidad y, al mismo tiempo, con tanta claridad.

Otro momento ha sido el concilio Vaticano II. Los teólogos fueron, en buena medida, protagonistas del concilio. En su calidad de peritos o de asesores, los teólogos acapararon la atención no solo de la Iglesia, sino también del mundo. Dudo de que en ningún otro momento de la historia se hubiesen publicado y leído más libros de teología que en los años en los que se desarrolló el segundo concilio vaticano y en los inmediatamente posteriores.

¿Ventajas? Ha habido muchas. La palabra sobre Dios, y eso es la teología, ocupó espacios públicos. Y es mejor hablar de Dios que no hacerlo. Pero ha habido también desventajas, porque algunos teólogos han dado la impresión de aceptar con gozo el paso de ser humildes servidores de la verdad a ser “estrellas”, con los riesgos que comporta la fama. En años no tan lejanos, el fenómeno del “disenso” ha causado graves daños a la causa de la fe y a la comunión eclesial.

Pero los excesos de algunos no deben repercutir en el silenciamiento o en el desprecio de la tarea teológica. Y hoy, en la Iglesia – al menos en España - , la teología no es, en la práctica, sí en la teoría, suficientemente valorada. Que algo sea, en la práctica, valorado equivale a dedicación, a destinar recursos, a trazar prioridades. Por de decirlo de un modo provocador: si hubiese que optar entre cerrar una parroquia o una cátedra, mucho me temo que se elegiría cerrar la cátedra.

La Fundación Vaticana Joseph Ratzinger – Benedicto XVI ha querido distinguir a tres teólogos de procedencias culturales diversas y hasta de estados de vida diferentes. Manlio Simonetti es un laico italiano especialista en Literatura cristiana antigua y en Patrología. En Italia, la cátedra de Literatura cristiana antigua está presente en las universidades del Estado. Un dato a tener en cuenta.

Olegario González de Cardedal es un destacadísimo teólogo español que, en su día, fue miembro de la Comisión Teológica Internacional. Es un sacerdote diocesano que ha impartido, durante años, la docencia en la Universidad Pontificia de Salamanca. Creo que, entre nosotros, no solo es conocido como teólogo, sino, en el sentido más noble, como un hombre de cultura, de alta cultura, sin esquivar valientemente la presencia como columnista en los principales periódicos españoles.

El P. Maximilian Heim, abad del monasterio de Heiligenkreuz (Austria), es para mí el menos conocido de los tres. Un ejemplo, en cualquier caso, de la posibilidad de combinar la vocación monástica y la vocación teológica.

Habrá quien se regocije en tomar a broma estas iniciativas. Es verdad que todo lo humano es ambiguo, y la teología es humana. Pero yo me siento muy satisfecho. Una sociedad que no reconoce la excelencia de los suyos se arriesga a privarse de la misma. Veo que la Iglesia, con buen criterio, no es cicatera.

¡Felicidades a los tres!

Guillermo Juan Morado.

34 comentarios

  
Esteban
"La Comisión se compone de teólogos de diversas escuelas y naciones, eminentes por ciencia y fidelidad al Magisterio de la Iglesia. Los miembros —en número no superior a 30— son nombrados por el Santo Padre ad quinquennium a propuesta del Cardenal Prefecto de la Congregación y tras consulta con las Conferencias Episcopales. "

GJM. Por razones obvias, he editado parte de su comentario. Un saludo muy cordial.
14/06/11 11:31 PM
  
Luis Fernando
Pues yo, ante la concesión del Premio Ratzinger al sacerdote y teólogo Olegario González de Cardedal, sólo puedo decir aquello de: Exsurge domine et iudica causam tuam.


GJM. No veo que haya tanto problema. Se trata de un teólogo plenamente católico. Puede haber dudas sobre tal o cual punto, pero de la eclesialidad de este teólogo no me parece lícito dudar.
14/06/11 11:32 PM
  
César Fuentes
Un laico, un sacerdote-profesor y un monje. No está nada mal.

Sí, hay que reconocer a quien con paciencia y humildad pone los dones que Dios ha dado al servicio de los demás. Ratzinger ha sido así-y ahora como Benedicto XVI también, más aún si cabe-.
14/06/11 11:36 PM
  
Amfortas
Hay una tendencia bastante acusada a despreciar lo que no se conoce. En personas con pocos conocimientos se puede llegar a entender, pero es alarmante que eso se dé en quienes, al menos, se han asomado a las páginas de las obras de estos eminentes teólogos.
15/06/11 12:07 AM
  
Guillermo Juan Morado
Amfortas, cualquiera puede discrepar de un teólogo. Lo normativo es la revelación, no la teología. La teología es siempre parcial. SE le pide que piense la fe, no que la contradiga.

A mí no me escandaliza que haya "riñas" entre teólogos.
15/06/11 12:12 AM
  
Yolanda
Exsurge domine et iudica causam tuam!!!

Pero LF, ¿lo dices en serio o SPH?

¿Vamos preparando la leña?

Pero si es el propio Papa quien presta su nombre a los premios y quien los entrega, ¿quién prenderá la llama?

Yo no entiendo de teologías como otros expertos, pero entonces, si no nos fiamos del criterio del mismísimo Vaticano, ¿de quién nos fiamos?


GJM. Seamos ecuánimes. Un premio no "canoniza" una teología. La reconoce como relevante, eso sí.

Pero quien ayer tenía dudas fundadas - o menos fundadas- sobre una teología, hoy puede tenerlas del mismo modo.

15/06/11 12:19 AM
  
Amfortas
Posiblemente me haya explicado mal. Lo que quería decir es que cuando uno lee a estos teólogos -los premiados u otros de categoría similar-, a menos que se esté a su altura, lo mínimo es mostrar una cierta humildad. No entendería otra disposición en un estudiante de teología o persona aficionada a dicha disciplina. No me refiero al natural disenso y debate que alcanza a todas las áreas del conocimiento, sino a la honradez propia del lector, estudioso, intelectual...


GJM. Yo creo que se ha explicado usted muy bien. Y estoy de acuerdo con lo que dice.
15/06/11 12:44 AM
  
Luis Fernando
Yolanda, ¿a ti te parece que yo bromearía en un tema como este?
15/06/11 1:26 AM
  
Romero
De premio 50.000 € cada uno. ¿De dónde sale ese dinero? Es una cantidad sustanciosa, además de la propaganda gratuita y el consecuente aumento de venta de sus obras. Más dinerito...


GJM. Quizá sea de los derechos de autor de los libros del papa. De antes de ser papa y de después de serlo. ¿Y? ¿El dinero es un mal? ¿Qué tiene de malo premiar, también a un teólogo, con un premio que lleva consigo, también, el dinero?

Insisto: ¿El dinero es, en sí mismo, un mal?

15/06/11 1:39 AM
  
Ricardo de Argentina
La iniciativa es buena.
La salud del lobby progre vaticano, también.
15/06/11 2:59 AM
  
luis
Es todo una gran estupidez, producto de pretender espejar al Nobel. Los verdaderos teólogos son rarísimos, como los filósofos: muy pocos por siglo. Lo que hay, y este fulano farragoso me da esa impresión, es profesores de teología, explicadores y glosadores de documentos. La critica de Iraburu, con ser estrecha como acostumbra, desnuda las ambigüedades típicas del sujeto, en la linea de los típicos lugares comunes de la caricaturizaron del pensamiento tradicional, a la luz de las deformaciones barrocas
Pero bueno, en la Iglesia del posconcilio todo es mas asequible y popular: los beatos, los teólogos, los doctores de la Iglesia... En cualquier momento lo hacemos a Cantalamessa Padre de la Iglesia, a Escribá de Balaguer Doctor de la Iglesia y a Pablo VI mártir del integrísimo.
Decadencia inexorable. Todos filósofos, como Heidegger. Todos teólogos, como Von Bslthasar
15/06/11 3:49 AM
  
cruz.de.burgos
No voy a discutir que el alumno/discípulo/amigo del Santo Padre tenga una dilatada trayectoria, reconocimiento en el mundo teológico y su intención del bien hacia la Iglesia.

El principal problema que le veo al premio es que se está empleando como aval para posiciones heterodoxas, o no plenamente fieles al Magisterio de la Iglesia, que este teólogo puede mantener en distintos puntos que bien señala el P. Iraburu en "Reforma o Apostasía".

Saludos.
15/06/11 7:58 AM
  
Romero
El dinero no es un mal. Puede serlo su uso.
Pero no era esa la cuestión, sino el hecho de hacer los reconocimientos públicos al estilo del mundo. No se ve mucho la novedad cristiana.
Y qué quiere que le diga, don GJM, 150.000 € (mas gastos) me parece un despropósito. Quizá sean cosas mías. Pero a la gente a la que pretendo evangelizar le resulta motivo de escándalo, no de testimonio que invite a entrar en la Iglesia. Y no es demagogia. Asi están las cosas, al menos en mi entorno.
15/06/11 8:20 AM
  
Guillermo Juan Morado
Estaré ausente un par de días. Es posible que los comentarios tarden en salir.
15/06/11 1:30 PM
  
Norberto
Una sociedad que no reconoce la excelencia de los suyos se arriesga a privarse de la misma.

Parece que a D. Olegario le han salido un grupo de amigos, para propalar loas y odas de su quehacer teológico. El procedimiento es simple:

a)Descalificar el galardón,y, de paso, aprovechando que el Tíber pasa por Roma, todo lo que rodea, toca, deriva,se origina en el círculo de la Fundación Ratzinger.

b)Item plus, todo lo que rodea, toca, etc. a JPII, pues también es motivo de befa,mofa y escarnio, ¿qué nos queda?...¡siempre nos quedará París!, no, mejor aún, nos quedará la ortodoxia microscópica, la deontología rectilínea, la acusación presta y documentada, ¿en aras de qué?, en aras de la ortodoxia misma.

c)Carga D. Olegario con la cruz del galardón, que, hete aquí, no comparte, la cruz, con el abad cisterciense bávaro, ni el patrólogo laico, porque D. Olegario, sí, ha sido señalado [... GJM. Editado], y eso...paga prenda.
15/06/11 1:47 PM
  
Norberto
Romero

Si tus evagelizandos, están pendientes del importe de los premios de una Fundación, identificándolo con el quehacer pastoral y evangelizador eclesial, es que alguien no les enseñó a qué Iglesia se vinculaban, o, tal vez se aburren y buscan "prensa rosa vaticana".
15/06/11 1:50 PM
  
Eduardo Jariod
Decir cuatro cosas tan sólo:

1.- Siento que es una buena iniciativa estimular con un premio, con un reconocimiento social, la producción teológica. Es evidente que nadie se dedica a la Teología para que le reconozcan, pero no es malo el hacerlo cuando es de justicia. Desconozco las condiciones particulares del galardón (su periodicidad, por ejemplo), pero si el requisito básico es la fidelidad al Magisterio, nada tenemos que temer, a no ser que dudemos de la aptitud y orientación intelectual de los integrantes de la Comisión que valore a los premiables. Por supuesto, podemos dudar de todo, pero no es ésta mi opción. Creo, tampoco la del Papa.

2.- Es cierto que verdaderos creadores de pensamiento (verdaderos creadores en cualquier campo, en definitiva) hay muy pocos. Pero ello no obsta para que sea valorado no sólo la innovación de una obra. No se puede descubrir nuevos mundos sin parar; ésta es una actitud histérica infantiloide. Se puede premiar la fidelidad a ciertas doctrinas magisteriales muy bien desarrolladas, el énfasis de una obra en ciertos aspectos poco tratados, las relaciones nuevas establecidas entre ciertos desarrollos conceptuales, etc. Todo ello puede y hasta debe ser susceptible de reconocimiento intelectual y social.

3.- Como dice D. Guillermo, este premio no va a suprimir el sano debate entre pareceres dentro de los teólogos o especialistas. Será un espaldarazo a una obra o a una trayectoria, pero no supone la asunción de la misma casi como si fuera Palabra de Dios.

4.- El premio dinerario no supone ningún desdoro. Es un reconocimiento cuanto menos a una vida entregada al estudio, vida que necesitó a su vez ser financiada para hacerla posible. Enseñar Teología también exige pagar un salario por ese servicio. Los viles somos nosotros con el uso que hacemos de los instrumentos, no éstos.

Y, por supuesto, felicidades a los premiados. Seguro que se lo merecían.
15/06/11 2:57 PM
  
Guillermo Juan Morado
Muy de acuerdo, Eduardo.
15/06/11 3:20 PM
  
Amfortas
3.- Como dice D. Guillermo, este premio no va a suprimir el sano debate entre pareceres dentro de los teólogos o especialistas. Será un espaldarazo a una obra o a una trayectoria, pero no supone la asunción de la misma casi como si fuera Palabra de Dios.
________________

Eduardo, el sano debate entre pareceres distintos no se va a suprimir ni con éste ni con ningún otro premio. Lo que sí queda muy tocado es aquello que no es sano o no raya a la altura académica exigible en estas cuestiones. Hace falta algo más sólido que un comentario o artículo para mostrar lo superado o errado de una obra teológica. Para una cuestión de índole menor o más concreta es posible que valga el comentario o el artículo, pero para desmontar la producción de un teólogo del reconocimiento de D. Olegario, con todas las horas de estudio que hay detrás, hay que esmerarse un poquito más... Y empezando por argumentar debidamente, de lo que tú das buena muestra en tu comentario.
15/06/11 4:04 PM
  
Percival
Tengo mis peros acerca de Olegario, pero entiendo que es de lo más potable que hay por esos lares (¡así estará una parte importante del resto!).

Y pretender que sólo merezca un premio, como explica luis, un filósofo o un teólogo sin mancha (si hasta San Agustín tuvo que escribir sus "Retractaciones"), y de una altura superior a no se sabe a quién (¿un Santo Tomás o un San Roberto Bellarmino?), me parece excesivamente mezquino. Es un premio teológico, no una canonización.

Y las otras ironías amargadas me parecen también fuera de lugar. ¿No se puede criticar razonablemente algo sin echar continuamente tierra sobre la Iglesia, el Papa y sus decisiones?
15/06/11 7:14 PM
  
Eric Culpe
[Editado]
Salud, pater.
15/06/11 7:57 PM
  
Longinos
Tengo un dilema: ¿es de buen cristiano criticar un premio como éste y la teología premiada, o es mejor que me calle prudentemente, pues bastante tiene nuestro pobre Papa con que le critiquen los enemigos de la Iglesia? Creo que mejor me callo y no digo más.
15/06/11 8:33 PM
  
Beatriz
Siempre estoy de acuerdo con sus artículos, padre Guillermo, pero esta vez no puedo estarlo. A mí no me preocupa a quienes se les ha dado el premio ni cuánto dinero, sino la Fundación misma y la manera como ha sido planteada.

http://www.aciprensa.com/noticia.php?n=31936

Se dice que "La fundación se propone promover el estudio de la teología y la espiritualidad de Ratzinger, difundir y hacer que la Iglesia y la sociedad asimilen su pensamiento. De esa forma, el futuro conservará su memoria".

Para hacerme entender voy a cambiar el escenario:

Bill Gates crea una Fundación que otorgará el 'Premio Bill Gates' para quienes se dediquen a estudiar y desarrollar 'el pensamiento Bill Gates' para que el mundo 'conserve su memoria' y es el propio Bill Gates quien da el premio personalmente.

Soy una admiradora de Benedicto XVI, y no juzgo al Papa, en todo momento me refiero al teólogo Ratzinger, y no me termina de gustar esa Fundación.

Hemos tenido grandes Papas, ninguno creó una Fundación en vida para que estudien "su pensamiento y espiritualidad" o para hacer que el mundo "conserve su memoria".

Si lo que se busca es dar el debido reconocimiento a los teólogos, por qué no buscaron el nombre de un santo? por ejemplo "Fundación Santo Tomás de Aquino".

Estimo tanto a este Papa que prefiero pensar que le han hecho pisar el palito...

El teólogo brinda un servicio a la Iglesia y el único reconocimiento que debería esperar es el de Dios nuestro Señor (como todos nosotros).

Por eso admiro tanto a la madre Teresa de Calcuta. Ella recibió muchos premios en vida, y si asistia a las ceremonias era para recibir el cheque, dinero que servía para alimentar a sus enfermos en todo el mundo, el trofeo o diploma lo guardaba en un armario bajo llave, nadie más lo podía ver.



16/06/11 3:39 AM
  
luis
La misma mecánica de un premio periódico es una invitaciòn a la mediocridad, hay la "obligación" de darle el premio a alguien todos los años, y ahí surge el problema de "colocar" el premio, para peor si es mundial, con criterio geográfico o étnico. Los aficionados a la ciencia ficción lo sabemos bien con la experiencia de los premios Hugo y Nebula. Cuando no hay, no hay, y entonces aparecen las mediocridades. En cierto modo, el premio es el erzatz de la genialidad. Se termina dándole el Nobel a Dario Fo o a Vargas Llosa y dejando de lado a Kafka, a Joyce, a Borges.

El genio es impremiable. Y un teólogo, como un filósofo, es un genio o es nada. Los restantes, profesores de teología, redactores de manuales, explicadores. Como Ortega y Gasset, que funde de "filosofo" en una tierra particularmente árida de ellos.
17/06/11 4:37 PM
  
Jonás
Beatriz, buen comentario. Arciprensa ha metido la pata, es no es la misión de la fundación (creo que su error se debe a haber copiado de la Wikipedia).

Si visitas la página oficial de la Fundación Ratzinger, verás que sus objetivos son muy diferentes:

http://www.istitutogp2.it/presentazione/modello1.aspx?index=38
17/06/11 5:25 PM
  
Yolanda
Ay, luis, ... Qué bonito, qué idílico, qué fraterno, qué emocionante humildad la tuya...
17/06/11 6:16 PM
  
Roberto
Solo por aclarar, los objetivos de la llamada "Fundación Vaticana Joseph Ratzinger-Benedicto XVI" son:

Los objetivos de la "Fundación Peter Joseph Ratzinger - Benedicto XVI" se describen en el art. 2 del Estatuto, que aquí se resume como sigue:

• La promoción del conocimiento y el estudio de la teología;
• La organización y celebración de reuniones de alto valor cultural y científico;
• La adjudicación de los estudiosos que se han distinguido por sus destacados logros en la actividad de la publicación y / o de investigación científica.

Pueden checarse en la página oficial:

http://www.fondazioneratzinger.va/

AMDG
17/06/11 7:28 PM
  
luis
Lamentable esto de títulos de fundaciones con nombres en vida de personajes, así sean Papas. A ver si por un momento hacemos las cosas civilizadamente, sin cultos a la persona desmesurados propio de los totalitarismos del siglo XX, con Caudillos o dictadores con nombres de plazas y calles en vida.

La obsecuencia neocon no favorece a Benedicto, de ninguna manera.


GJM. Ese proyecto ya estaba en marcha antes de que Ratzinger fuese papa. No exageremos la nota, Luis, que no merece la pena hacerlo.
17/06/11 9:06 PM
  
luis
Peor. Eso de nominar instituciones con nombres de personas, en vida, no es conveniente para un cristiano.

Basta de cultos a la personalidad, exaltación de personas, elogios turiferarios fuera de sentido.

Hay muchos santos, sobre todo después de Juan Pablo II, para usar como nombres. El Magno ha dado una buena provisión.


GJM. Bueno, ha quedado claro su criterio.
17/06/11 9:18 PM
  
luis
Por cierto: la jocosa aclaración del Olegario de que en el futuro podrá dársele el Premio Ratzinger incluso a teologos no católicos es muy reveladora de la idea que tiene el Fulano de la teología. Muy reveladora, porque creía que para hacer teologìa hacía falta la fe, y ahora resulta que según el Olegario no.
Al final, convertirán a la teología en una rama de la literatura, como blasfemamente decía un gran escritor que ya mencioné.
17/06/11 9:21 PM
  
Percival
Puede ser que Olegario merezca el premio, pero eso no significa automáticamente que sepa bien por qué se lo dan. Que lo pregunte él mismo, porque dudo muy mucho que se le vaya a otorgar también a cualquier "teólogo" aunque no sea católico (¿o cristiano?,) como ha dicho.

Y que seguidamente diga también que se ha forjado un complot del Opus y etc. contra él me parece que desdice mucho de él. Y, para mí, añade "peros" acerca de su elección como teólogo merecedor de ese premio.
17/06/11 10:34 PM
  
Beatriz
Jonás, Aciprensa no ha desvirtuado nada. De la misma página de la Fundación copio textualmente:

http://www.fondazioneratzinger.va/es_index.htm

"Fundación
El Santo Padre Benedicto XVI, habiendo tomado en consideración el deseo manifestado por numerosos estudiosos de crear un Ente con el objeto de promover la publicación, difusión y estudio de los escritos del entonces Prof. Joseph Ratzinger"

1. Esos "numerosos estudiosos" lo han metido en una situación rara a Benedicto XVI, por ser quien es actualmente.

2. El mejor reconocimiento que podemos esperar los cristianos ES en el cielo: la corona del triunfo.

3. No se ve bien que una persona en vida premie a los que estudien su obra. Parece auto-adulación, sea quien sea.

4. El Papa lamentablemente tiene muy malos asesores.

Lo siento, esa es mi impresión. Admiro a Benedicto, lo he visto hacer cosas que requieren de mucha valentía, pero esta vez le faltó un buen consejero.


17/06/11 10:35 PM
  
Beatriz
"Por cierto: la jocosa aclaración del Olegario de que en el futuro podrá dársele el Premio Ratzinger incluso a teologos no católicos es muy reveladora de la idea que tiene el Fulano de la teología. Muy reveladora, porque creía que para hacer teologìa hacía falta la fe, y ahora resulta que según el Olegario no."

¿El Vargas Llosa de la Iglesia Católica? je.


17/06/11 10:37 PM
  
Guillermo Juan Morado
Lo lamento: He llegado al límite de mi capacidad de soportar según qué comentarios. Con una intención o con otra, legítima más o menos, todo recae en lo mismo: la queja, la crítica exagerada, el lamento...

Parece que nada esté bien nunca.

Respeto, siempre que la fe quede a salvo, la libertad de los católicos.

Pero, por lo que respecta a este post, se acabó.

Disculpen, pero la paciencia no me da para más.

Saludos.

Obviamente, no subiré ningún comentario, sea a favor, en contra, neutral o sea como sea.

Desanima mantener un blog de esta manera.
17/06/11 11:16 PM

Dejar un comentario



No se aceptan los comentarios ajenos al tema, sin sentido, repetidos o que contengan publicidad o spam. Tampoco comentarios insultantes, blasfemos o que inciten a la violencia, discriminación o a cualesquiera otros actos contrarios a la legislación española, así como aquéllos que contengan ataques o insultos a los otros comentaristas, a los bloggers o al Director.

Los comentarios no reflejan la opinión de InfoCatólica, sino la de los comentaristas. InfoCatólica se reserva el derecho a eliminar los comentarios que considere que no se ajusten a estas normas.