Una purificación de la fe

La fe es una virtud sobrenatural por la que confiamos en Dios y, basados en esa confianza, aceptamos lo que Él ha revelado. Creer es una realidad nueva, que no la da ni la carne ni la sangre, sino que procede de la gracia divina acogida por el hombre de un modo libre y razonable.

Hoy los creyentes vivimos un poco a la intemperie. No podemos refugiarnos en una cultura dominante afín a nuestras creencias. Más bien todo lo contrario. No está mal visto discrepar en público de la fe cristiana, sino al revés. No está bien visto definirse católico, obediente al papa y dispuesto a aceptar lo que la Iglesia nos enseña. Todo lo contrario. Se tolera, a lo sumo, un catolicismo “liberal” que, antes que la adhesión, interpone la distancia. Incluso en ambientes teóricamente muy católicos el criticismo excesivo parece querer levantarse como una pantalla protectora que pretende salvaguardar la propia “independencia” de juicio. Unos y otros, liberales y anti-liberales, dejan claro que, ante todo, está “su” pensamiento, “su” criterio, “su” modo de ver las cosas y de interpretarlas.

Culturalmente, nos encontramos a veces con la oposición y, más veces aún, con la indiferencia. Con la persecución o con el relativismo igualador de todas las creencias. En definitiva, si todas las religiones valen lo mismo es que ninguna vale nada. Si todos salvan, nadie salva.

Debemos, en cierto modo, aprovechar las posibilidades que ofrece el tan cacareado “pluralismo”, a veces puramente teórico, pero que puede permitir que “también” nosotros digamos “algo”. Y debemos decirlo, aprovechando todas las ocasiones, a tiempo y a destiempo, proclamando la novedad del Evangelio.

La indiferencia es un serio obstáculo que hay que sortear. La fe parece no interesar, parece no decir nada. La única manera de salvar esta barrera es, creo, la propia convicción, serena y esperanzada, de que al menos a mí la fe sí me dice mucho y sí me interesa en gran manera. Y, en buena lógica, cabe pensar que si me interesa a mí puede también, en línea de principio, interesar a otros.

El anuncio de la fe ha de ser, en buena medida, una provocación, un reto, un desafío, una llamada apremiante a romper con el desinterés y la insensibilidad espiritual. Hay que cargar de “realidad” las palabras, tantas veces desprovistas de su significado y convertidas en meros signos vacíos, que nada dicen porque nada, en las cosas, las respaldan. Cada palabra debe remitir a un hecho, a una vivencia, a una transformación experimentada personalmente y, en cierto modo, también comunicable.

No podemos asumir como un destino irreversible quedar al margen. Hay que hacerse presentes en el mundo: con la palabra, con el pensamiento, con la vida. Si yo no creo que el cristianismo sea decisivo para todo hombre, no podré comunicar a nadie esa convicción que me falta.

Hay buenas razones para la esperanza: Dios es el Creador de todos los hombres; el Hijo de Dios se hizo hombre para redimirnos; el Espíritu Santo anima la Iglesia y su soplo infunde vida al mundo. Podrá haber dificultades, que las hay, pero Dios no falla. Un sano optimismo, que yo llamaría “esperanza”, forma parte del realismo cristiano.

Guillermo Juan Morado.

17 comentarios

  
angel
Y hoy, Mª Auxiliadora,Ella arropa bajo su manto la Fé que gratuitamente hemos recibido.

Pido la caridad de una oración por alguien cercano que mañana se somete a opeación importante. Muchas gracias.


GJM. Es verdad. La fecha, 24 de mayo, la estableció Pío VII, que no lo pasó muy bien gracias a Napoleón. Rezaré por esa persona.
24/05/11 11:15 PM
  
Yolanda
Rezaré por esa persona a María Auxiliadora, Ängel, advocación muy querida por mí.
24/05/11 11:55 PM
  
Nerea
Y, en buena lógica, cabe pensar que si me interesa a mí puede también, en línea de principio, interesar a otros.
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Interesante planteamiento sobre la fe, gracias Padre Don Guillermo, es cierto, si nosotros creemos también otros pueden llegar a alcanzarla.
Hace días me decía un amigo (no creyente), ya sea por curiosidad o por interés. ¿ En que andas Nerea?porque a pesar de todo tus afanes siempre tienes una luz de esperanza, una fe esperanzada.
Yo diría Padre sencillamente magistral éste post, cómo se nota que el Espíritu Santo se avecina.
25/05/11 1:43 AM
  
Norberto
Si yo no creo que el cristianismo sea decisivo para todo hombre, no podré comunicar a nadie esa convicción que me falta

“Veía hace un poco, el sol poniente, que arrojaba sus últimos resplandores sobre la naturaleza, y las cimas de los árboles aparecían completamente doradas. Entonces me he dicho: así aparece mi alma completamente brillante y dorada, porque está expuesta a los rayos del amor. Si el sol divino dejara de enviarme sus resplandores, yo quedaría inmediatamente oscura y entre tinieblas” (Theresita)
25/05/11 10:27 AM
  
Eduardo Jariod
"No podemos asumir como un destino irreversible quedar al margen. Hay que hacerse presentes en el mundo: con la palabra, con el pensamiento, con la vida. Si yo no creo que el cristianismo sea decisivo para todo hombre, no podré comunicar a nadie esa convicción que me falta."

En este mundo la vía más directa para ser marginado es creer que el cristianismo es decisivo para todo hombre. No es la falta de esa convicción lo que margina, sino su posesión. Y en este sentido, y a falta de madera de mártir o de santo, sí cabe asumir como un destino irreversible la propia marginación.
25/05/11 5:09 PM
  
Amfortas
Muy buen post. Supongo que el artículo pertenece a la serie sobre la fe, tema que trata de forma muy sugestiva, creo yo.

Yolanda, que María Auxiliadora siga protegiendo a tu niño. ;) Al igual que a la persona allegada de Ángel que operaban hoy.

Nerea, eso digo yo, ¿en qué andas que trasnochas tanto? SPH
25/05/11 5:16 PM
  
rastri
-En definitiva, si todas las religiones valen lo mismo es que ninguna vale nada. Si todos salvan, nadie salva.
_________________

-¡"Clavado, y bien remachado"!

-De lo que se deduce que quien tolera la religión que no salva: "No siembra sino que desparrama".

-De aquí que donde solo hay una religión que salva: -No ha lugar a las demás en "libertad religiosa". Que la religión que no salva, pues, condena

-¡Santiago y cierra España!

-Elías, el primer Elías, quien en sus días mató a cinco mil blasfemos. El último Elías, el Tercer Elías, el que lo cambiará todo, al final: ¿a cuántos blasfemos matará?
25/05/11 6:53 PM
  
Nerea
Gracias Norberto por la aportación de Teresita,es realmente preciosa.

Amfortas: Jajaja... hoy entro antes de que me den las uvas,que alegría me da leerte, a ver si antes de que termine éste mes de Mayo, nos preparas un homenaje a Nuestra Señora,sabes hace un año por estas fechas visité por primera vez´La Puerta de Damasco,desde esa fecha hasta hoy tengo que agradecer mucho.
Bonne nuit.
25/05/11 10:58 PM
  
Amfortas
Gracias, Nerea, pero creo que este año no se me hubiera ocurrido nada. Me quedo con los "Treinta y un días de mayo" y algún testimonio suelto como éste que he leído hoy de RNA:

http://infocatolica.com/blog/puertadedamasco.php/mayo_virtual_maria_auxiliadora#c4845

Si anda por ahí la autora, espero que no se enfade por citarla. :)

Bonne nuit!
25/05/11 11:45 PM
  
Guillermo Juan Morado
Me quedo con los "Treinta y un días de mayo"

______

Gracias. Ahora me ha llegado una "petición". Que haga una especie de "30 días de junio". Junio es el mes del Sagrado Corazón.

Quizá dentro de mil años pueda escribirlo...

De momento, lo veo difícil.
26/05/11 12:00 AM
  
Yolanda
Hombre, mil años...

Por cierto, y ya que aas no se prodiga mucho, me permito recordar que mañana es san felipe Neri,un santo muy querido en este blog
26/05/11 12:06 AM
  
Amfortas
sí cabe asumir como un destino irreversible la propia marginación.
_____

Pues estoy bastante de acuerdo con esto, Eduardo. Habría además unas cuantas citas que lo corroborarían. Un cristiano que triunfe, en lo que el mundo entiende por triunfo, no me merece mucha confianza ni me sirve como modelo. Pero no por ello vamos a quedarnos al margen, por muchos palos que caigan. Siempre que tengamos un margen de maniobra, habrá que trabajar, estudiar, disfrutar, etc. cristianamente. O al menos intentarlo, ya que trabajo cada vez hay menos, la formación que se recibe es cada vez peor, y se pone cada vez más cuesta arriba encontrar a alguien con quien compartir sanamente tus alegrías.

Así que ánimo, Eduardo, que acabo de releer el poema que dedicaste a tu mujer, y estoy estremecido. Y al lado de alguien que escribe así no soy más que un pobre mediocre.
26/05/11 2:17 PM
  
Eduardo Jariod
Gracias, Amfortas. Y tú, de mediocre, nada. En un mundo como éste, ser marginado por él no es mal destino. Al fin y al cabo, no somos de este mundo, ¿verdad?

Un abrazo, Amfortas.
26/05/11 3:45 PM
  
Yolanda
Comparto con Amfortas y Eduardo la idea de que ser marginado de los que este mundo considera triunfar, es nuestro verdaero triunfo.

Y, a con los años y la experiencia, ¿qué éxitos mundanos nos pueden ya engañar o seducir? A mí, ya ninguno, desde luego. Cada día me resbala más casi todo lo que al mundo parece importarle mucho y cada día le veo menos gracia a esas cosas tras las que se corre tanto.

Así que, buen ánimo Amfortas y Eduardo, y todos los demás, y yo misma, qué Él ha vencido al mundo y nos ha hecho buena parte del trabajo.
26/05/11 5:06 PM
  
Eduardo Jariod
Eh ,eh... que sólo he dicho que estoy cansado, no que me haya dado por vencido.

A muchas cosas he renunciado ya, sobre todo terrenas, por así decir. De las espirituales, aunque me siento lejos de cualquier logro en este ámbito, nunca tiraré la toalla.

Mucho ánimo para ti también, Yolanda.
26/05/11 8:36 PM
  
angel
Muchas gracias por las oraciones.
La operación parece que ha ido bién, es la novia de un hijo. Levaba 2 meses sin poder moverse y hoy ha dado sus primeros pasos. Dios quiera que reconozca que las oraciones también curan físicamente. Excelentes personas los dos pero muy alejados de la Fe. Y el Señor no deja de enviarles avisos, pero nuestra esperanza no se debilita. Ya llegará su hora, pero que sea pronto, Señor.


GJM. Me alegro de que haya ido bien. Por desgracia, muchas personas están alejadas de la fe... Debemos orar por esa intención - el descubrimiento de la fe - con la misma insistencia con la que oramos por la curación física de alguien.
26/05/11 10:03 PM
  
Yolanda
Me alegro de corazón, Ángel. Seguiré recordando esa intención.
27/05/11 7:34 AM

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