La renovación de la Liturgia (y III)

Propongo un acertijo. Quien acierte sobre la identidad de quién dijo estas subversivas cosas en varios textos obtendrá como premio asistir a una Misa en rito extraordinario, celebrada por el presbítero Guillermo Morado. Las citas al final, pero no leerlas hasta terminar los textos.

Suerte!
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GJM: Usted no pierde ocasión. Bueno, si me ayuda en la Misa, todo podría hacerse. Paso a comentar cada texto.

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“Lo que sucedió después del Concilio es algo completamente distinto: en el lugar de la liturgia, fruto de un desarrollo continuo, se ha puesto un artefacto inventado. Se ha salido de un proceso vivo de crecimiento y desarrollo para entrar en una falsificación. No se quiso ya continuar con el devenir y la maduración orgánica del ser vivo a través de los siglos, sino que se los ha reemplazado, al modo de la producción técnica, por una invención, producto banal del instante”… “Pienso que debería acordarse mucho más generosamente el derecho de conservar el antiguo rito a todos los que lo desean. Por lo demás, no se ve qué peligro o algo inaceptable podría haber en ello. Una comunidad que, de pronto, declara estrictamente prohibido lo que era para ella, hasta entonces, lo más sagrado y más elevado, y el pesar que experimenta por ello se le presenta como inconveniente, se pone a sí misma en entredicho”[1].

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GJM. Aquí hay un matiz importante: "Lo que sucedió después del Concilio" no ha sido siempre lo que ha mandado el Concilio. Si ha sucedido eso ha sido por falta de obediencia a los libros litúrgicos. Sobre la conservación del "antiguo rito", hoy ya es una realidad el que puede usarse.

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“El Concilio fue, simplemente, sobrepasado. Había dicho que, por ej., el latín seguía siendo la lengua del rito romano, pero que había de conceder a las lenguas nacionales el lugar que les convenía”[2].

GJM. Bueno, el latín sigue siendo la lengua del rito romano. A mí me parece muy bien que se liberalizase el uso de las lenguas nacionales, pero creo que se debe preservar más el uso del latín.

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“El espantoso empobrecimiento que se manifiesta allí donde se ha expulsado la belleza (de la liturgia) y donde se la somete únicamente a lo útil, se manifiesta cada vez de modo más evidente. La experiencia ha demostrado que el hecho de preocuparse tan solo de que sea “accesible a todos” no ha hecho a las liturgias verdaderamente más comprensibles o más abiertas, sino solamente más indigentes. Liturgia “simple” no significa más miserable o de menor precio. Hay una simplicidad que brota de la riqueza espiritual, cultural e histórica”[3].


GJM. De acuerdo, con esa noble simplicidad, tan promovida por el Concilio Vaticano II. En las misas celebraciones de Benedicto XVI en el Vaticano se ve como, también con el nuevo Misal, ni se expulsa la belleza ni todo queda sometido a lo útil.

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“Aunque haya otros motivos que han impulsado a un gran número de fieles a buscar refugio en la liturgia tradicional, el más importante de ellos es el de hallar preservada la dignidad de lo sagrado. Después del Concilio, muchos sacerdotes han deliberadamente convertido a la desacralización en un programa de acción… Animados por tales ideas, han rechazado los ornamentos sagrados; en cuanto han podido, han despojado a las iglesias de los esplendores que recordaban lo sagrado y han reducido a la liturgia al lenguaje y a los gestos de la vida ordinaria por medio de saludo y signos de amistad y otros elementos”[4]


GJM. Donde se haya dado esto, sí. Pero "muchos sacerdotes" no son "todos" los sacerdotes.

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“Por lo menos sería necesaria una nueva conciencia litúrgica para hacer desaparecer este espíritu de improvisación. Se ha llegado a que círculos litúrgicos improvisen la liturgia del domingo… Pero no es esto lo que busco. Hoy día lo más importante es el respeto de la liturgia y del hecho de que no es manipulable. Hay que volver a aprender a considerarla como un organismo vivo y un don por el que participamos de la liturgia celestial. No hemos de buscar en ella nuestra propia realización, sino el don que se nos ofrece. Creo que es prioritario que desaparezca esa manera personal y arbitraria de hacer las cosas, que se despierte un sentimiento interior ante lo sagrado. En una segunda etapa, se podría ver en qué dominio se han suprimido demasiadas cosas de modo que la coherencia con toda la historia pueda regresar más evidente y más viva”[5].

GJM. Ok. Es más o menos lo que dice Juan Pablo II en "Spiritus et Sponsa".
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[1] Conversaciones con Meter Seewald. “Le Sel de la Terre”.
[2] “La Célébration de la foi”. Editios Téqui. Paris. 1981.
[3] “Entretiens sur la foi”. Fayard. Paris. 1985.
[4] Conferencia dictada a los obispos de Chile en Santiago en julio de 1988.
[5] “Voici quel est notre Dieu”. Plon Mame. 2001.
Fuente: La Porte Latine. Traducción Juan Carlos Ossandón Valdéz



GJM. Los textos ya me resultaban conocidos y familiares.

"Y no se inmute, amigo, la vida es dura,
con la filosofía poco se goza.
Eche veinte centavos en la ranura
si quiere ver la vida color de rosa".



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GJM. Bueno, si usted quiere verlo todo negro, es su opción.

Le felicito y le agradezco la serie de artículos sobre litúrgia. Así como sus generosos comentarios en el debate (marca distintiva de los bloggers de Infocatólica, chapeau). La verdad es que me están siendo muy útiles estos días que hay avalancha de críticas de algunas personas autoproclamadas tradicionalistas. Muchos de ellos aportan una gran cantidad de datos y citas con tal de minusvalorar (y digo poco) la liturgia actual y para justificar lo injustificable, la desobediencia al Papa. Y la cuestión es que si cogen a alguien poco formado o con poca información pueden llegar a desorientar y hacer dudar a algunos de que estén en la posición correcta al estar en comunión con la Iglesia. Aunque, esto se refiere sólo a algunos, otros hermanos con sensibilidad tradicionalista son más ecuánimes y tienen mucho que aportar. La Paz.

P.S. Por cierto, en ReL están poniendo a caldo al P. Iraburu y a usted, por esta serie de artículos, ya le han mencionado una vez.



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GJM. Gracias. Mi propósito es muy sencillo y muy claro: Hacerles ver a los católicos que pueden ir tranquilamente a Misa a sus parroquias y que si ésta se celebra tal como mandan los libros litúrgicos aprobados - sea en la forma ordinaria o en la extraordinaria - pueden estar muy tranquilos. Sembrar desconfianza, desasosiego, etc. no lleva a nada bueno.

1. La cumbre de la misa es la comunión. El desarrollo de la misa ha sufrido variaciones históricas pero siempre conservó su núcleo. Las misas pueden celebrarse egún los diferentes ritos occidentales y orientales. Todo rito autorizado por la Iglesia es querido y aceptado por Dios.

2. Hacer una misa de un rito depende de la tradición del lugar y en otros casos, del gusto o sensibilidad.
Un católico oriental no dejará su misa con cantos e iconostasio, un tradicionalista la misa trentina en latín, y a otros, la misa vaticanosegunda.

3. El problema de la Iglesia de rito latino es que cambió su misa invariable de cánon único en latín por otra misa que se fundamentaba en el principio de variación: muchas fórmulas, muchos prefacios, muchas plegarias ecuarísticas, muchos ciclos de lectura, muchos cantos, mucha variabilidad de gestos, formas de tomar la comunión...

4. Dicha misa vaticanosegunda tiene una estructura muy débil para impedir los abusos e irregularidades: oficiantes que han variado sus partes como las lecturas, prefacios o plegarias, así como han modificado la composición de la comunión (pan comercial, con rellenos, pastelería y bollería, vino de mesa...) y la manera de tomarla (de pie, con la mano, danzando, mojando el pan con el vino por el propio fiel...).

5. La debilidad procede de la existencia de gran número de variaciones, lo que hace imposible memorizar su estructura como pasaba con la misa trentina, junto con el hecho de que casi nadie acude con el misalito para seguirla. Ello ha hecho que los oficiantes abusadores tengan facilidad para introducir sus irregularidades.

6. Además de la culpa de los oficiantes en los abusos, también son responsables algunos obispos y cardenales, que han contribuido con su tolerancia o disimulo, omitiendo su debida actividad de gobierno en no permitir la difusión, extensión y arrelamiento de dichas malas prácticas.

7. Con todo ello, se ha unido la confusión en la distinción entre [1] el Concilio Vaticano II, [2] el desarrollo ritual por el Vaticano y el Magisterio junto con la [3] aplicación práctica diaria por los oficiantes, sacerdotes y obispos con elementos de abuso e irregularidad.

8. En mi opinión, ya ha llegado el momento de que muchos consagrados públicamente pidan perdón y tengan propósito de enmienda frente al escándalo de abusos e irregularidades que se han dado desde 1965:

...por haber manipulado la Palabra, el Magisterio y la Tradición, por haber separado el Concilio Vaticano II del resto de Concilios Ecuménicos, por haber desobedecido abiertamente al Magisterio (Humanae Vitae de Pablo VI), por la desaparición de la confesión, por haber dicho que la misa trentina estaba prohibida, por no permitir que la comunión se tome de rodillas y en la boca de manos del oficiante, por haber suprimido las devociones y los sacramentales, por haber callado verdades de fe y moral como el infierno, los demonios, los ángeles, la defensa del matrimonio y la vida desde la concepción hasta la muerte natural... y muchos otros detalles menudos más (sacar los reclinatorios, no vestir ni hacer los gestos correctos, sacarse el hábito o la sotana, por abandonar el sagrario, no hacer adoraciones eucarísticas ni rezar el rosario...).

9. Observo que existe una división confrontacional entre los partidarios de la misa trentina y la vaticanosegunda. Por regla general, observo que los trentinos son más estrictos y conocedores de los rituales y verdades que los no trentinos, y no toleran en absoluto el cúmulo de irregularidades que cometen los abusadores (siempre el sacerdote que lo hace con su obispo que lo conoce y calla). Lo que es rigor peligra en separación, y lo que es tolerancia y disimulo orilla el cisma y la herejía. Y ello no es bueno en absoluto, porque divide de nuevo a la Iglesia (a la occidental). Por eso creo que lo mejor es obedecer a Benedicto XVI.

10. El principal amigo y enemigo de la iglesia es la santidad y el pecado en su interior. Lo demás, celebrar la misa en tal o cual rito, es secundario.

***(Ignoro qué experiencia vital habrá tenido el autor durante todo este período postconciliar en materia de abusos e irregularidades, pero en Barcelona y Cataluña, donde digo "algunos" y "muchos", entiéndase "casi todos" en el sentido de "todos menos unos muy pocos")

por cierto, Pater, esta cita de Ratzinger se refiere a la reforma litúrgica del Consilium, es decir, a los libros litúrgicos emanados de la comisión de Bugnini, por eso Ratzinger habla de "artefacto inventado", opuesto a la liturgia tradicional. Es el mismo concepto análogo sobre el cual venimos debatiendo. Es bien sabido que el Vaticano II no reformó la liturgia, sino que lo hizo un Consilium o Comisión, contra cuyas conclusiones vale lo dicho por Ratzinger. Ahora Usted contestará con algún sonsonete (la liturgia es siempre tradicional - toda liturgia es católica - la reforma la aprobó el Papa). Pero si tiene honestidad intelectual, al menos reconozca que esta cita sí se refiere a la reforma litúrgica, no conciliar, como hemos dicho, sino producto de una Comision:

“Lo que sucedió después del Concilio es algo completamente distinto: en el lugar de la liturgia, fruto de un desarrollo continuo, se ha puesto un artefacto inventado. Se ha salido de un proceso vivo de crecimiento y desarrollo para entrar en una falsificación. No se quiso ya continuar con el devenir y la maduración orgánica del ser vivo a través de los siglos, sino que se los ha reemplazado, al modo de la producción técnica, por una invención, producto banal del instante”…


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GJM. En la literalidad del texto que usted ha citado dice lo que dice, no más. Y yo ahora no tengo el original delante para situar ese texto en su contexto más amplio.

"No obstante, como dije antes, el simple retorno a la antigüedad, no sería una solución. En los últimos treinta años nuestra cultura ha cambiado tan radicalmente, que una liturgia celebrada en latín causaría extrañeza y sería difícil de aceptar para muchos. Lo que realmente necesitamos es una nueva educación litúrgica, sobre todo de los sacerdotes. Habría que insistir y explicar muy claramente que en la ciencia litúrgica no se producen continuamente modelos nuevos, como es costumbre hacer en la industria del automóvil. La liturgia está para ser incorporada a fiestas y a ferias litúrgicas y preparar al hombre para esos misterios. Deberíamos aprender de la Iglesia oriental, y también de todas las religiones del mundo, donde todos saben que la liturgia no está para descubrir nuevos textos y ritos, sino que perdura, precisamente, porque no se deja manipular. La juventud actual es muy sensible a esto. Existen muchos centros donde la liturgia se respeta y se vive sin aspavientos, que atraen a muchos aunque no entiendan todas y cada una de las palabras. Necesitaríamos más centros que sigan esa línea".

Sí tenía recogida esta cita de "La sal de la tierra", cap. II.

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Le rogaría que, si lo tiene a mano, comprobase la procedencia del texto 1 que ha citado.

una liturgia celebrada en latín causaría extrañeza y sería difícil de aceptar para muchos.
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Eso dice el Papa. Pero luego añade:

Existen muchos centros donde la liturgia se respeta y se vive sin aspavientos, que atraen a muchos aunque no entiendan todas y cada una de las palabras
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Se completan ambos párrafos, en la contextualidad, aunque el Papa hable, en el segundo caso, de las iglesias orientales. No es necesario ser Cicerón para entender el latín de una Misa.

Añado a mi nik la letra G para que no se me confunda con otra " Flavia " que anda por ahí y con cuyos comentarios NO estoy en absoluto de acuerdo.

Efectivamente, la primera cita es del artículo del cardenal Ratzinger en la Revue Théologisches, XX, de febrero de 1990, páginas 103 y 104, conforme lo que he encontrado. No tengo a mano el prólogo al libro de Gambler, recuerdo un pasaje similar.

En la Sal de la Tierra, está este otro pasaje respecto de la liturgia inventada por una comisión: "Porque en liturgia no hay que entender las cosas de forma racional, se entienden de múltiples formas, todas ellas con significado propio, e incorporándolas a una fiesta, que no es inventada por una comisión, sino que existe desde hace siglos muy lejanos, desde la eternidad"

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GJM. Se refiere, en ese pasaje, a la inculturación de la liturgia en el mundo moderno. Que no puede ser obra de un comité. Cito el mismo texto más ampliamente:

"En nuestra liturgia hay una tendencia que a mí me parece equivocada, y que consiste en la «inculturacón» de la liturgia que se quiere introducir en el mundo moderno: «tiene que ser más breve; tiene que desaparecer lo que parezca ininteligible; convendría transcribirlo todo a un lenguaje más popular». Con todo eso, se está entendiendo mal el verdadero sentido y lo fundamental de la esencia de la liturgia y las fiestas litúrgicas. Porque en liturgia no hay que entender las cosas de forma racional, se entienden de múltiples formas, todas ellas con significado propio, e incorporándolas a una fiesta, que no es inventada por una comisión, sino que existe desde hace siglos muy lejanos, desde la eternidad.

Cuando el judaísmo perdió el Templo, empezaron a celebrar sus fiestas y ritos en las sinagogas, y los ritos de las grandes fiestas también se empezaron a celebrar en las casas de los creyentes. Esos ritos dependen de formas determinadas de vida y, por tanto, no pueden comprenderse superficialmente, sino en su contexto y con la exposición de la historia de la fe; sólo en ese marco pueden interpretarse, y no aisladamente. El sacerdote no es un «Showman» al que se le ocurra algo que luego comunica a los demás. Al contrario, tiene que ser muy mal «showman», tiene que desaparecer, porque él está en representación de alguien, no actúa en nombre propio.

La liturgia, como es natural, debe ser inteligible. Es muy importante que se lea y se interprete bien la Palabra de Dios. Pero entender debidamente la Palabra de Dios requiere otra clase de comprensión. No es una novedad que deba ser estudiada por diversas comisiones. De ser así, se reduciría a algo que se realiza conforme a las reuniones de las comisiones de estudio en Roma, en Tréveris o en París. Por el contrario, tiene que conservar siempre todo, su continuidad, manteniendo las últimas indicaciones, para que a través de ella yo pueda encontrarme con lo eterno en una misma comunidad festiva a lo largo de los siglos; eso es muy diferente a algo planifica por un comité o una comisión de festejos".




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GJM. No está hablando del "Consilium" para nada, ni de los libros litúrgicos reformados. sino más bien de los "comités" de Liturgia que, como si fuesen una comisión de festejos, pretenden inventarla de cada vez.

En el prefacio a la obra de Mons. Gamber dice algo similar. Por las palabras que usa se ve explícitamente que se refiere a "comités" parroquiales de Liturgia.

Es absolutamente inconcebible pensar que el Card. Ratzinger se expresase de ese modo sobre un organismo de la Santa Sede. Y el tenor literal del texto no permite esa interpretación.

Ahora, P. Guillermo, perdone que insista, espero que en ese afan de "continuidad" continúe usted con algo del Magisterio de Benedicto XVI sobre la renovación litúrgica, mucho más extendido que el de Juan Pablo II. Y se lo digo, como dijo aquel: sin acritud.

Cuando toque, me ocuparé del magisterio de Benedicto XVI, que sigo con gran atención.

Nunca me he implicado en estas controversias: ni en algunas muy agrias que hubo aquí hace tiempo ni en las de ahora. Sigo sin ver dónde está la cuestión, frente a otras mucho más graves que aquejan a la Iglesia. La principal, sin duda, la falta de conversión personal de cada uno de nosotros. Más convertidos,más y mejor evangelizaríamos al mundo, con unos u otros ritos.

Hoy es Miércoles de Ceniza. Supongo que todos los que nos encontramos por aquí hemos participado en este comienzo de la Cuaresma. Hoy el Papa, como todos los Miércoles de Ceniza, ha oficiado en el bellísimo Aventino, en la impresionante basílica de Santa Sabina. Recientemente la he visitado tres veces, anhelando poder encontrarme ahí algún Miércoles de Ceniza. De momento, no puede ser. Pero sería bueno que añadiéramos a la predicación de los sacerdotes con los que haya celebrado hoy cada uno, la del Papa:

http://www.vatican.va/holy_father/benedict_xvi/homilies/2011/documents/hf_ben-xvi_hom_20110309_ceneri_it.html

Efectivamente es un tema recurrente que de vez en cuando vuelve a surgir. Siempre me sorprende que los partidarios del Usus Antiquor parace que creen que no hay mejor defensa que un buen ataque. Creo que convencerían más con un tono menos agrio.

Yo no me incluyo entre ellos. Mi experiencia personal sobre el asunto es que cuando se produjo el cambio de la forma de celebración, las señoras dejaron de llevar el rosario a la Misa (yo lo hacía por imitación a mi madre)y en el entorno se dejó de oir la sucesión de avemarías en voz baja mientras el sacerdote seguía con "lo suyo".

Habrá que corregir muchos de los abusos a los que se ha llegado con la reforma, no lo dudo, pero de ahí a que TODO esté mal también hay un trecho.

Ah¡ y es de agradecer la paciencia de D. Guillermo para contestar siempre con las citas oportunas, sin acortarlas, poniéndolas siempre en su contexto, pero sin incluir sus apreciaciones personales.

Se dice que los profesores deben tener vocación para la enseñanza......En su caso creo que es vocación al cuadrado, como corresponde a un sacerdote didacta.

Se te echaba de menos, Nieves.

Gracias, Yolanda. Yo también echaba de menos poder participar en el blog.

A ver si encuentro un rato para preparar unos ensayos de cantos gregorianos para el coro.....y conste que va sin "demasiada" ironía. Siempre procuro entonar con ilusión y emoción todo cántico dirigido al Señor.......¿será esto buenismo?


GJM. Hace usted bien. El Papa ha escrito también mucho sobre música.