La homilía del Domingo (escrito por Koko)
En la liturgia de este Domingo las lecturas se centran en la oración del pobre, es decir, en la oración del humilde.
En el Evangelio vemos claramente dos actitudes, una a evitar y la otra a tener en cuenta.
Vemos que el fariseo sube al Templo pero en vez de rezar, en realidad lo que hace es presentar a Dios sus virtudes, su méritos, y además lo hace despreciando a los demás, creyéndose mejor que nadie. Ésta es la oración del arrogante, del soberbio que Dios difícilmente puede atender.
Por otro lado vemos al publicano, que abrumado por sus pecados, se reconoce pecador delante de Dios, reconoce su nada, su miseria, y por eso Dios lo escucha.
Quizás esta parábola se entienda mejor con un cuento.
Dicen que una vez en las proximidades de un templo vivía un monje, y en la casa de enfrente moraba una prostituta. Al observar la cantidad de hombres que la visitaban el monje decidió llamarla.
Y el monje le dijo: Tú eres una gran pecadora. Y le reprochó: - todos los días y todas las noches le faltas el respeto a Dios. ¿Es posible que no puedas reflexionar sobre tu vida después de la muerte?
Entonces la pobre mujer se quedó muy deprimida con las palabras del monje y con sincero arrepentimiento rezó a Dios e imploró su perdón. Y le pidió también que le hiciera encontrar otra manera de ganarse el sustento. Pero no encontró ningún trabajo diferente, por lo que después de haber pasado hambre durante una semana volvió a prostituirse. Sólo que ahora, cada vez que entregaba su cuerpo a un extraño rezaba al Señor y pedía perdón. El monje irritado porque su consejo no había producido ningún efecto pensó para sí.
A partir de ahora voy a contar cuantos hombres entran en aquella casa hasta el día de la muerte de esa pecadora. Y desde ese día el no hizo otra cosa que vigilar la rutina de la prostituta. Y por cada hombre que entraba añadía una piedra a una montaña que se iba formando.
Cuando pasó algún tiempo, el monje volvió a llamar a la prostituta y le dijo:
¡Ves esa montaña de piedras!, pues cada piedra representa uno de los pecados que has cometido a pesar de mis advertencias. Y le dijo: - Ahora te vuelvo a avisar. Cuidado con las malas acciones.
Entonces la mujer empezó a temblar al percibir cómo aumentaban sus pecados. Cuando regresó a su casa derramó lagrimas de arrepentimiento mientras rezaba: - ¡Oh, Señor!, ¿Cuándo me librará tu misericordia de esta vida miserable?. De inmediato su ruego fue escuchado, y aquel mismo día el ángel de la muerte pasó por su casa y se la llevó. Pero por voluntad de Dios el ángel de la muerte atravesó la calle y también se llevó al monje consigo.
Sin embargo, el alma de la prostituta subió inmediatamente al Cielo, mientras que los demonios se llevaron al monje al infierno. Cuando se cruzaron a mitad del camino el monje vio lo que estaba sucediendo y clamó ¡Oh, Señor! ¿Es esta tu justicia? Yo que pasé mi vida en la devoción y en la pobreza, ahora soy llevado al infierno, mientras que esta prostituta que vivió constante en el pecado está subiendo al Cielo. Al oír esto, uno de los ángeles respondió:
- Los designios de Dios son siempre justos. Tú creías que el amor de Dios se resumía en juzgar el comportamiento del prójimo, mientras tú llenabas tu corazón con el control del pecado ajeno, esta mujer rezaba fervorosamente día y noche. Su alma quedó tan purificada después de llorar y rezar que podemos llevarla directo al Paraíso, sin embargo, la tuya quedó tan cargada de piedras que no conseguimos hacerla subir hasta las alturas.
Y es que el fundamento de la ley divina, no es simplemente la letra de la ley, sino que es la del amor a Dios y la del amor al prójimo. Se trata en definitiva, de un amor comprensivo.
Por tanto, no deberíamos perder el tiempo en criticar la conducta del prójimo, sino en tal caso deberíamos gastarlo en analizar nuestro interior.
Además como se suele decir, la humildad es la madre de todas las virtudes. Ya Santa Teresa de Jesús decía que la “humildad es andar en la verdad” y la verdad es que no tenemos nada de bueno que no hayamos recibido de Dios. La vida espiritual nace precisamente en este reconocimiento de no confiar en nuestras propias fuerzas y de confiar plenamente en Dios.
Hoy a menudo es fácil encontrarse a gente que dice “¿para qué me voy a ir a confesar si yo no tengo pecados?. Yo ni mato, ni robo, ni hago mal a nadie y trato de hacerlo todo bien”. Y éste es el defecto que Jesús criticaba al fariseo de entonces y al de hoy. Porque ser fariseo es creerse justificado, creerse bueno, y creer que no se necesita de la misericordia de Dios.
Ya San Agustín rezaba de esta manera “Señor que yo Te conozca y que yo me conozca”. Y es que la verdadera humildad es el exacto conocimiento de Dios y de nosotros mismos. Y además siempre ha sido cierto que cuanto más se acerca el hombre a Dios, tanto más pecador se ve. Y por eso el hombre nunca ha sido tan grande como cuando se ha puesto de rodillas en oración delante de su Señor.
Por tanto, ojalá que nosotros (como el publicano del Evangelio) no esperemos nada de nosotros mismos, sino que todo lo esperemos de Dios.
Koko.
133 comentarios
Pues no me gusta mucho el cuentecillo, la verdad, que el monje acabe en el infierno...Es cierto que "las prostitutas os precederán en el R. de los Cielos, pero que el monje acabe así no me parece bien, lo que no significa que esté de acuerdo con su actitud.
"- Los designios de Dios son siempre justos. Tú creías que el amor de Dios se resumía en juzgar el comportamiento del prójimo, mientras tú llenabas tu corazón con el control del pecado ajeno"
Pues eso, mientras estemos nosostros llevando las cuentas de los pecados ajenos, y cifremos en ello nuestr amor a Dios... mal, mal, mal.
Luego rezamos así: "Si llevas cuenta de los pecados, Señor, ¿quién podrá resistir?" O sea: "Señor no lleves cuenta de MIS pecados, pero sí de los pecados de los demás y, por si acaso se te pasa alguno, ya los iré contando yo"
Dios es justo. Cuánto nos gusta recordar que Dios es justo si, al recordarlo, queremos decir, en realidad "Dios te va a castigar a ti, prójimo pecador"
Pero en el Evangelio no hacen más que aparecer ejemplos de cómo la justicia de Dios se parece poquito a la nuestra: el hijo pródigo, el publicano justificado,los trabajadores de la última hora... etc muesttran un Dios misericordioso hasta extremos que escandalizan al que se cree justo y lleva cuenta de los pecados ajenos.
Jesús habló a veces con dureza,
pero, siempre, habló del amor de Dios.
Y, en su amor, parece tener prediclección por el pecador abrumado por la culpa.
Lo mires como lo mires,tu, no es como queda en el ánimo de la gente, y, ese dios que te espera al doblar la esquina,y, que sin aviso previo, te da el sartenazo, la pena del infierno, nada menos, no se compadece mucho con el Dios del "hijo pródigo", será que esas historietas me influyeron en mi infancia, que, verdaderamente no me gustan ni siquiera alegóricamente, D. Guillermo, ni tampoco me hacen "cuadrar" las cuentas, Tineo: el infierno es algo muy serio para bromas, aunque metafóricas.
Tenemos que tener en cuenta esta lección: que de la persona que menos sospechamos puede brotar una oración sencilla y confiada en el Señor. Con todo lo que eso supone de no juzgar a los demás, ni hacer de la Iglesia un club privado ni tantas otras cosas.
Comentario de Norberto
me parece que hay como dos dioses, uno justiciero, que aplica, sin previo aviso, la condenación eterna, sin misericordia,y,otro, con toda la misericordia para la prostituta, me parece una justicia de culebrón.
24/10/10 5:00 PM
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huyuyuyuy... Norberto, tú lo que quieres es que no te precedan as prostitutas en el Reino de los Cielos... Pues me temo que a la mayoría nos habrán de preceder.
Mira, yo de muy pequeña también padecí el terror ese al infierno, la amenaza espeluznante de la c ondenación eterna, que parecía lo más probable.. Sudores fríos, y no es una metáfora, pasaba yo con cinco o seis años con esa frase que decía "también me pesa porque podéis castigarme con las penas del Infierno..."
Así que, de adolescenete, recibí una sobredosis de todo lo contrario, se ve que para compensar: nada era pecado. Vamos, es que desaparació la palabra pecado, daba hasta vergüenza pronunciarla.
Total, que seguramente no es posible liberarse del todo de los fallos que se hayan cometido en nuestra educación:entre los terrores ante un Dios dispuesto a pillarte en pecado mortal para empujarte al infierno eterno frotándose las manos y el Dios coleguilla de tus fechorías que te ríe las gracias cuando hacer una barbaridad... pues ni lo uno ni lo otro.
Desde luego, antes que justiciero, Dios es misericordioso. Y quiere que nos salvemos todos: el monje, la prostituta, el publicano, el fariseo, etc...
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-¡Muy bien dicho!
-Sin olvidar que a toda sabiduría incumbe la responsabilidad en el obrar.
Y dijo Dios al Hombre: -¿Estás de acuerdo que a la responsabiliada de conocimiento incumbe reponsabilidad en el obrar?
Y el Hombre respondió: -¡Cierto Señor: Así es, así debe de ser!
Y dijo Dios: -Tú eres judío.
Y volvió a preguntar Dios al Hombre: -¿Estás de acuerdo que a responsabilidad de conocimiento incumbre responsabilidad en el obrar?
Y el Hombre añadió: -¡Cierto Señor!: Así es así debe de ser.
Y Dios añadió: -Tú eres rey.
Y el hombre supo quién era Dios; Y quién era el Hombre. Y lo que el Hombre debía de hacer por mandato de Dios.
En mi opinión, creo que el trasfondo subyacente de este cuento en forma de parábola, intenta arrojar las ideas-fuerza:
1. No juzgues el estado del alma de otro hermano o su posible condenación eterna cuando ese juicio sólo está reservado a Dios. Máxime cuando se arrepiente con humildad y contrición
2. No malgastes tu vida condenando sistemáticamente a los demás descuidando tu propia salvación.
Pero, también se podría argumentar:
1. No contradecir la misma parábola condenando irremisiblemente al monje al infierno porque su conducta (errónea o no), tal y como aparece en el cuento, puede interpretarse como una motivación por un celo pastoral(equivocado) y no como pecado mortal.
2. No podemos descuidar la doctrina sobre el purgatorio, la cual indica que las almas que mueren en estado de gracia pero imperfectas por el pecado, son purificadas antes de ir al cielo
3. No debemos, tampoco, olvidar que el pecado grave, reiterativo, por muchas justificaciones terrenales que tengan (pobreza económica en el caso de la prostituta) y sea hasta comprensible, tampoco se podría premiar con el cielo aunque se esté arrepentido.
Le puede devolver el estado de gracia, pero no a un estado perfecto. De nuevo, la misericordia de Dios es infinita pero sólo a Él le corresponde y es un misterio para nosotros.
4. En la Biblia, JesuCristo perdonó a la pecadora, pero le exhortó: Vete y no peques más.
En este cuento, la pecadora continuó cayendo en el pecado hasta que Dios misericordioso le concedió abandonar este mundo.
Es una opinión personal, como laico. No pretendo, ni mucho menos, sentar cátedra sobre homilética. No soy un pastor (ni merezco serlo)
Es complicado en un blog tratar de opinar sobre una homilía que, supongo, siempre está escrita en un tono generalizado y con la brevedad necesaria para no salirse de la idea principal.
Espero, deseo, que Koko acepte opiniones, las cuales desean ser constructivas.
La verdad es que estuve a punto de cambiar infierno y poner en su lugar purgatorio. Pero no quise modificar el cuento original. Además ¿por qué tenemos que tapar esta realidad eterna?. Mi intención no fue la poner a un Dios justiciero, sino justo. Es cierto que Dios es Padre, pero también es justo. Y sé que su misericordia es infinita incluso por encima de su justicia. Pero el mayor pecado que existe es el de la soberbia, es el pecado en el que cayeron nuestros primeros padres "seréis como dioses" les dijo la serpiente. Fue la soberbia la que les cegó y el "premio" fue ser desterrados del Paraíso.
Yo creo en la infinita misericordia de Dios, pero no obviemos que el infierno también existe y que por propia culpa uno puede caer en él si persiste en una conducta reprobable.
Mi intención a la hora de escribir la homilía no es que guste a los oyentes. Y eso, sabiendo que uno de los principios homileticos más importantes es predicar siempre Buena Noticia.
Pero es que el infierno también es "Buena Noticia" aunque parezca absurdo lo que estoy afirmando. Ya que si existe el peligro de caer en él, ¿no será mejor que nos avisen para que esta posibilidad no se dé en nosotros? Si el infierno no existiese Cristo no habría hablado de él, pero habló para advertirnos de que tengamos cuidado y seamos prudentes en nuestro actuar.
De todos modos esta homilía no iba por ese camino, pero si a alguien le incomoda algo de una homilia a veces puede ser una buena señal, o dicho con otras palabras:
CUENTAN que una vez en un hotel de cierta localidad turística se cele-braba una reunión de la junta directiva de una importante institución de caridad. Se contaba con que el hombre más rico de aquel lugar de veraneo daría una crecida contribución. Pero sus esperanzas se desplomaron cuando un distinguido sacerdote, que era el principal orador de la tarde, se desató en un violento ataque contra las carreras de caballos. "Si la gente diera para fines de caridad la décima parte de lo que malgasta en las carreras de caballos - dijo con vehemencia - las reuniones como ésta serían innecesarias".
- Probablemente ha ofendido usted a nuestro bienhechor - dijo al sacer-dote el asustado presidente de la junta -. Él, no sólo tiene locura por las carreras de caballos, sino que es dueño de un hipódromo que lleva su nombre. Estoy seguro de que ahora no nos dará nada.
El contrito sacerdote, tratando de enderezar las cosas, se dirigió apresu-rado al millonario y le dijo:
- Señor, si herí una de sus debilidades confío en que usted comprenderá que no lo hice intencionadamente.
Sin mostrarse alterado en lo más mínimo, el hombre acaudalado le con-testó:
- No se preocupe usted por eso, un sacerdote que hablara cinco minutos sin herir una de mis debilidades no merecería ni un céntimo falso.
Tineo "Está muy bien que la historia del monje y la prostituta no nos deje del todo satisfechos. Así nos obliga a reflexionar más que si cuadrase todo en nuestros esquemas mentales".
Tineo estoy de acuerdo con tu planteamiento.
Por supuesto que acepto opiniones. Para eso estamos aquí, además me parece interesante tu reflexión.
De todos modos, vistos los posibles efectos que puede causar en los lectores/oyentes, yo sería partidario de no contar esa historia/parábola en una homilía. A saber las conclusiones que extraería cada oyente...
Comprendo la viveza plástica de las historias, anécdotas y demás. Pero, por más exacto, prefiero un discurso más bien conceptual.
Es verdad que Jesús hablaba en parábolas. Pero también es verdad que San Pablo no lo hacía.
Pero, con esto, no estoy contraponiendo mi predicación a la de Koko, sino mostrando mis preferencias.
de mi comentario, precisamente sacando a relucir el dictado del señor sobre las prostitutas no se infiere, lo que dices que te parece que me parece.
Mira me creo, convencido, además, el último de todos y el servidor de todos,y, para que no se me olvide,voy el último a comulgar, siempre.
Pero el hecho de que un monje, que ha sido educado "en la virtuosidad", que no la virtud, sea condenado por ser cuidadoso en la cuenta de pecados de otra, una prostituta, cuyo imaginario es irreal, pues ese perfil psicológico es fantasioso, además al infierno, me parece poco didáctico,y, me recuerda lo que tanto oía en mi infancia:"a pasárselo bien, que confesando antes de morir Dios te perdona y vas al cielo".
La historieta me parece deformante y deformadora, como bien apunta Marcos, "no peques más". Dios "es justo y compasivo, tardo a la ira y rico en clemencia no nos trata como merecen nuestros pecados"...
Pero todos los pecados y todos los pecadores, no indulgencia para unos y palo (infierno) para otros.
Así lo veo, jamás utilizaría la historieta para ninguna de mis charlas, numerosas, ni la propondría como ejemplo en las consultas que se me hacen frecuentemente.
Nunca sentí, Yolanda, terror al infierno, tal que me presentaban, sencillamente, porque no me lo creía, no podía compaginar "el hijo pródigo", y la historieta.
Fin, por mi parte, sobre el asunto.
...Mi intención a la hora de escribir la homilía no es que guste a los oyentes...
Claro que no se trata de agradar y caer bien , pero tampoco de exponer con riesgo de deformar.
Muchas gracias y un saludo muy cordial.
No es fácil hacerlo cuando predicamos. No sabemos lo que los oyentes interpretan. El blog nos da la posibilidad de captarlo de algún modo.
La parábola de Koko me parece buena, causa sorpresa, hace pensar, etc., pero también he de decir que me parece ambigua y un poco peligrosa, sí. No está asegurado que la interpretación que se haga de la misma sea la correcta.
Por supuesto, nada de esto cuestiona el pensamiento de Koko, que obviamente es correcto, sino sólo la oportunidad mayor o menor del uso de estas historias, por parte de él, por mi parte o por parte de quien sea.
Para mí contar los pecados de otra persona es un pecado, y todavía más grave si se hace "cuidadosamente.
Creo que eres injusto al resumir la historia de la prostituta con la expresión "a pasárselo bien, que confesando antes de morir Dios te perdona y vas al cielo". No creo que se pueda decir que lo pasaba bien, de hecho si sus oraciones llegaron a Dios fue porque surgían de un alma sumergida en un profundo sufrimiento.
Un saludo muy cordial.
Lo cierto es que en la homilía que prediqué hoy NO CONTÉ esta parábola, ya que al final por razones ajenas tuve que predicar en un bautizo, y no me pareció apropiado para las personas a las que me dirigía. Sí lo mantuve para el blog, porque es el que tenía escrito originalmente.
De todas formas agradezco las críticas constructivas ya que me enseñan a prepararme mejor en mi reciente ministerio de predicador.
Y aquí estamos todos aprendiendo.
La ventaja es poder captar la reacción de los lectores y ponderar personalmente en qué medida son pertinentes para nosotros.
Me alegra mucho que tenga ese afán: encajar las críticas constructivas, si las hay, y sobre todo, el deseo de prepararse bien para la predicación.
Es un ministerio terriblemente difícil, pero también apasionante.
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Ay, pues no se inferirá...
Yo, Norberto, los domingos por la tarde, casi estoy por darte la razón entodo loq ue digas y esperar a que sea lunes
SPH
(Y eso del ir el último a comulgar, hmmm, no sé, no sé... no será afán de llamar la atención????? más SPH aún)
También a mí por lo que he dicho.
¿Y si se lo había enseñado su magister novitiarum?, te recuerdo que en la confesión el confesor pregunta ¿cuántas veces?.
Si lees bien, no pongo en boca de la mujer de la historieta, lo que dices,sino que da pié a un lugar común de mi infancia y juventud que se enunciaba así.
Es que teniendo un obispo marxista no me extraña que opines así...:)
¿llamar la atención?
Desde luego, a mi conciencia, la gente con las idas , venidas, pasillos atascados y demás, no se da cuenta, lo sé de buena tinta.
Además, ya no tengo edad, ni condiciones, para llamar la atención.
Creo que Carlo, al decir que no existen "buenos" y "malos" quiere decir que no existe ningún hombre o mujer enteramente bueno (los cristianos exceptuamos a Jesús y a la Virgen María) o enteramente malo. Y al decir que el mayor enemigo es uno mismo, tal vez quiera decir que se puede cometer pecado hasta contra una brizna de hierba, pero que en realidad, el verdadero pecado siempre se comete contra uno mismo. ¿Quien dijo el domingo V de Cuaresma de este año que hay traducciones del Nuevo Testamento en las que Jesús le dice a la mujer adúltera: "Vete en paz y no te destruyas más"? Que Carlo me disculpe si lo he interpretado mal.
Tengo una duda: ¿Koko es sacerdote? ¿No dijo que se prepara para el sacerdocio? ¿Entonces es diácono? ¿Pueden los diáconos predicar?
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¡Ah!
- El primer cardenal más joven que un servidor (11 meses justos). O sea, que cumplió 38 años.
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jajaja!
Está claro que el sentido del humor en este blog nunca se pierde. Los nuevos-as, o sea, todos se habrán dado cuenta a estas alturas
En cuanto al cuento, se entiende muy bien, por el lado del monje, puede ser cualquier persona que actúa de esa manera, puede no ser un monje puede ser cualquiera de nosotros, es bueno decirlo para no caer en la tentación de juzgar a los demás, que eso no agrada al Señor.
Páter,puede explicarnos la foto que nos ha puesto hoy, es bonita pero tengo una curiosidad
Mientras que siga en vigor la ley LPD, además con carácter "infalible", y su aplicación que se está extendiendo internacionalmente alcanzando a Cardenales, no nos creeremos el cumple de César
;)
Una pregunta que estás al tanto de esas cosas, ¿un Sínodo ordinario no es uno en el que se sueltan palabras y expresiones verduleras y eso, verdad?.
El es africano y habla muchas lenguas, fue muy emocionante la misa de despedida. El párroco le regaló una casulla dorada muy hermosa, y le dijo para que celebres cuando seas obispo, toda la gente sonrió, y no paraba de aplaudir.
Persona sencilla, entregada al trabajo sacerdotal, con su acento francés, daba muy buenas homilías.
Desde aquí doy las gracias por él y todos nuestros amados sacerdotes, pido oración por él y por su trabajo evangelizador en Noruega.
Perdonar me he extendido mucho.
Bonne nuit
Por cierto, mi joven y marxista arzobispo recibirá el cardenalato en Roma el próximo 20-N. Buena ocasión para visitar de nuevo la Ciudad Eterna. Rezaré (allí también) por todos los parroquianos virtuales de LPD.
Un saludo muy cordial.
Y respecto a la parábola de Koko, creo que Fredense y aas dan en el clavo. El monje conoce a una prostituta y ¿todo lo que hace por ella es contabilizar los pecados que va cometiendo? Pues no parece una actitud muy virtuosa que digamos.
http://images.buch.de/images-adb/02/57/0257dfda-91a1-43b8-b7f4-57b096e1e322.jpg
Respondió:
- "Son los pecados CONTRA LA CARIDAD, contra el amor hacia el PRÓJIMO, la DUREZA del corazón, la hostilidad, la CALUMNIA; sí, todas estas cosas.
Sé que la maldición y la calumnia se cuentan entre las culpas más graves que necesitan una larga purificación. María, al respecto, nos ofrece un ejemplo que la ha impactado mucho, y es un testimonio que quiero contarles.
Se trata de un hombre y de una mujer; de ellos se le pidió se informase si estaban en el Purgatorio. Con gran asombro de quienes se lo habían pedido, la mujer ya estaba en el Paraíso y el hombre en el Purgatorio. Pero en realidad esa mujer había muerto después de un aborto, mientras que el hombre iba con frecuencia a la iglesia y llevaba una vida, aparentemente, bastante digna y piadosa.
Entonces María se informa nuevamente, pensando que podría haberse equivocado. Pero no, era tal cual: en realidad los dos murieron contemporáneamente, pero la mujer se había arrepentido sinceramente de lo que había hecho, y había sido muy humilde; en cambio el hombre, aunque religioso, juzgaba todo y a todos, siempre se lamentaba, hablaba mal de la gente, y criticaba. Por eso su purgatorio era muy largo.
Y María concluyó: "Nunca se debe juzgar según las apariencias". Otros pecados contra la caridad son, por cierto, todos nuestros repudios hacia algunas personas que no amamos, nuestro rechazo en hacer las paces, en perdonar, y todos los rencores que encerramos en el corazón".
En todo caso este testimonio se trata de una revelación PRIVADA, y por tanto como sostiene el Catecismo de la Iglesia Católica en el número 67 "no pertenece al depósito de la fe", por otra parte, la función de las revelaciones privadas es la de "ayudar a vivirla (se entiende la Revelación pública) más plenamente en una cierta época de la historia".
Sin embargo en mi opinión me parece aleccionador.
De todas formas el "polémico" cuento del monje y la prostituta que he puesto, no me hace más que recordar la "parábola del rico epulón" del Evangelio, pero desde otra perspectiva. Y curiosamente esta parábola la menciona el evangelio llamado de la Misericordia.
En fin, ojalá que todo nos ayude para meditar la Palabra de Dios y que nos sirva para nuestra permanente conversión sabiendo que es un proceso que dura toda la vida.
...Llevar cuenta de los pecados ajenos...
¡Pues claro, quien dice lo contrario!, ¿en qué momento aprobé eso?, pero mi discrepancia no es con tal o cual detalle sino con lo que ya he dicho, y no es necesario repetir.
¿O sea que te vas de viaje con el marxista?, ¡tu verás cómo acabas!.
Gracias por tu perdón del otro día chez Cuatro rayas...los de Ciencias siempre generosos, no como otros/as de la "otra rama del ¿saber?".
Buen viaje, amigo, y mejor retorno.
No creo que sea negativo ver las diferentes interpretaciones aunque el mensaje subyacente sea compartido por todos
Un saludo muy cordial.
Nerea veo que has comprendido el sentido genuino que he querido dar a ese cuento.
Lo de las veces, si no recuerdo mal, tiene que ver, no con el morbo, sino,v.g., con la posible situación de "vicio", que no tiene la misma contemplación moral, que el hecho aislado.
También con la imposibilidad moral de evitación, en fin se trata de indagar en las causas de la reiteración.
Muchas gracias. Ya sabéis que todos los de aquí viajáis un poco también.
Los de cisncias lo usamos mucho.
SPH (por si acaso).
¿Qué organización, club de fútbol, entidad social (la que sea) no celebra asambleas ordinarias y extraordinarias?
Además, el obispo que rige una diócesis con carácter de residencial también recibe el nombre de ordinario. O sea, que el cardenal Marx es el ordinario de tu diócesis (Munich-Freising).
Caballeros, se ponen ustedes un pelín ariscos de más algunas tardes de domingo.
Sepan que sus actitudes tiquismiquis acaban de ponerle la guinda al abatimiento que invade las tardes de domingo a esta sufrida Abadesa.
Me retiro, que va a dar las 12. No sin antes saludar y despedirme.
Gracias a Koko por la homilía, ¡y por la controvertida historia del monje! Yo no sé qué pega hay que ponerle a una fábula en la que la ficción incluye convenciones de las que el lector debe hacerse necesariamente "cómplice": La condenación del monje va precedida de un "Dios es justo" y no hay que darle más vueltas. No discutimos si nos parece justo o no: desde la lógica interna del relato se da por supuesto que lo es. Y el mensaje es, en consecuencia, que es peor pecado llevar la cuenta de los pecados ajenos creyéndose una justo. Vamos, la sobrebia de toda la vida.
Saludos, Fredense, poco se te ve pero cuando vienes es una alegría. Cómo me he reído con la ocurrencia de tu obispo.
Y no menos alegría ver a Amfortas. Hoy te gano yo en eso de andar un poco mustia.
Nerea: con tu amigo africano de lengua francesa destinado a Noruega (vaya cosmopoltismo, debería ser parroquiano de LPD) he hecho lo que contó un día don Guillermo que le había recomendado otro sacerdote: cuando te piden una oración por alguien, mejor rezarla en el mismo momento.
En fin, que Dios os bendiga a todos.
Mañana lunes: ¡bendito lunes!
:)
En efecto, cada uno ha de confesar sus pecados tal como los tiene en su conciencia. Y especialmente en materia sexual nunca ha de formularse esta pregunta, ya que en este caso prima la buena voluntad del penitente que confiesa su pecado tal como lo tenía en su conciencia, o lo que es lo mismo, lo confiesa en su integridad material según su modo de entender. Y eso el confesor ha de respetarlo, porque no es lo mismo confesar a un letrado que tenga bien formada su conciencia que a una persona poco formada.
Existe un principio moral universal sobre la confesión y es que el penitente SÓLO tiene que confesar el pecado conforme a la idea que tenía del mismo a la hora de cometerlo.
Por tanto en este caso, la integridad material (especie y número de veces)se da por supuesta, ya que en materia sexual es suficiente que se de una integridad formal que es aquella que se refiere a una confesión en la que el penitente de buena voluntad confiesa todos los pecados graves que puede confesar en ese momento conforme a su conocimiento y capacidad. Por poner un sencillo ejemplo, la integridad formal en el caso de una persona moribunda puede ser sencillamente el arrepentimiento de sus pecados de la mejor forma que pueda en sus circunstancias, como sería una simple mirada. En el caso de personas escrupulosas la integridad formal podría darse con una confesión sumamente breve.
Por eso en materia contra el sexto mandamiento toda pregunta sería desatinada, a no ser que lo pidiera expresamente el penitente por ignorancia.
Entonces en ese caso, el sacerdote debería preguntar de forma vaga y general, sin entrar en ningún tipo de detalles morbosos, que lo único que conseguirían sería el efecto contrario, es decir, que el penitente volviese a imaginarse la escena escabrosa que precisamente quiere confesar para lograr olvidar.
En este terreno toda prudencia y delicadeza siempre será poca.
Yolanda la verdad es que cuanta "GUERRA" doy el Domingo día del Señor, sólo a mi se me ocurre(SPH).
Yolanda te digo lo mismo que a Nerea, pienso que has dado con el mensaje que he querido transmitir, y además lo haces sin entrar en disquisiciones bizantinas.
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Estupendo. Tanto el cuento que ilustraba el grave pecado de soberbia del monje - hasta el punto de ir al infierno - al llevar la cuenta de forma poco caritativa y advertir de la condenación, como las directrices que no lo recomiendan en la confesión, seguramente serán totalmente aceptadas por los cientos de catequistas (laicos, por cierto) en ciertos movimientos católicos.
No usan piedras como el monje, pero sí hoja de cálculo excel o papel para llevar "las cuentas".
Puede que estén condenados al infierno, por grave soberbia. Qué curioso
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Oh! enough is enough...
Buenas noches
NO se puede EXTRAPOLAR ni sacar las cosas del CONTEXTO propio al que se hace referencia y eso en TODOS los ámbitos. El que quiera entender que entienda.
- No se puede "despachar" a personas que debaten desde la máxima cortesía exponiendo su punto de vista con un: "el que quiera entender que entienda"
- En mi humilde opinión, no se deberían contar cuentos en homilías que dejan abiertas las puertas a las mil y una dudas. La Biblia tiene parábolas, pero son de Jesús y muy concretas y concisas.
- No se puede tachar de discusiones bizantinas lo que los demás le intentan decir cuando a uno no le gusta que su mensaje no se haya comprendido en su totalidad
- Menos cuando uno pretende dedicarse a la pastoral y tiene que pastorear a un rebaño muy variado y ser muy conciso.
Todo lo anterior con mi máximo cariño y buenos deseos, que espero no ponga en duda porque era mi intención dar una visión "desde un laico" sentado en un banco. Pero es que soy un adulto, señor, no mi hija de 5 años para que despachen el razonamiento y el intercambio de opinión de esa forma.
Buenas noches
May God Bless you en su camino
Los impíos llaman a voces y con gestos a la muerte, se consumen por ella, creyéndola su amiga; hacen pacto con ella, pues merecen ser de su partido.
Se dijeron, razonando equivocadamente:
«Atropellemos al justo que es pobre, no nos apiademos de la viuda ni respetemos las canas venerables del anciano; que sea nuestra fuerza la norma del derecho, pues lo débil, es claro, no sirve para nada. Acechemos al justo, que nos resulta incómodo: se opone a nuestras acciones, nos echa en cara nuestros pecados, nos reprende nuestra educación errada; declara que conoce a Dios y se da el nombre de hijo del Señor; es un reproche para nuestras ideas y sólo verlo da grima; lleva una vida distinta de los demás, y su conducta es diferente; nos considera de mala ley y se aparta de nuestras sendas como si fueran impuras; declara dichoso el fin de los justos y se gloría de tener por padre a Dios.
Veamos si sus palabras son verdaderas, comprobando el desenlace de su vida. Si es el justo hijo de Dios, lo auxiliará y lo librará del poder de sus enemigos; lo someteremos a la prueba de la afrenta y la tortura, para comprobar su moderación y apreciar su paciencia; lo condenaremos a muerte ignominiosa, pues dice que hay quien se ocupa de él.»
Así discurren, y se engañan, porque los ciega su maldad; no conocen los secretos de Dios, no esperan el premio de la virtud ni valoran el galardón de una vida intachable. Dios creó al hombre para la inmortalidad y lo hizo imagen de su propio ser; pero la muerte entró en e1 mundo por la envidia del diablo, y los de su partido pasarán por ella..
Ánimo, pues. Dios nos ha creado para la inmortalidad, y siempre se ocupa de nosotros. Y, cuando estamos un poco "mustios" no hay mejor cosa que acudir a la Virgen María, para que nos mande un pequeño soplo del Espíritu santo. Un saludo muy cordial.
Confesar no es despachar como en la pescadería.
Norberto: En La Selva también gastamos bromas. También conozco L'Empordà, donde también las gastan. Sólo que al no ver el SPH me pareció que tras las ganas de bromear se ocultaba una segunda intención. Uno lee comentarios de gente que se siente poco feliz con lo que se ha hecho en la Iglesia desde 1962, incluyendo lo que han hecho los papas, también el actual, y hablo de sectores integristas. A éstos no debemos seguirles.
Esperemos que la Abadesa empiece menos mustia la semana para poder así equilibrar los excesos varoniles (SPH, a medias). Afortunadamente la presencia femenina se ha incrementado de forma notable. Hace un año casi se reducía a Yolanda-asun.
Marcos,
No sé lo que harán en ciertos movimientos, pero si alguien llevara un registro de mis pecados no sería yo quien frecuentara a esa persona. Bastante tenemos con las administraciones, que poseen todo tipo de datos sobre nosotros, como para que, por otro lado, alguien en una hoja de excel se dedique a recopilar pecados de la gente. Con el evidente peligro que puede acarrear el manejo de esa "información". Un gentleman como tú, Marcos, no creo que sea partidario de estas prácticas, más propias del Gran Hermano que de la Iglesia católica.
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Jesús no empieza a preguntar en tono perentorio a la adúltera, a Zaqueo y a todos los pecadores que encuentra «el número y la especie» de los pecados: «¿Cuántas veces? ¿Con quién? ¿Dónde?». Se preocupa ante todo de que la persona experimente la misericordia, la ternura y también el gozo de Dios al acoger al pecador. Sabe que tras esta experiencia será el propio pecador quien sienta la necesidad de una confesión cada vez más completa de las culpas. En toda la Biblia vemos en acto la pedagogía de Dios de no pedir al hombre todo e inmediatamente en materia de moral, sino sólo aquello que, por el momento, está en grado de comprender. Pablo habla de una «divina paciencia» al respecto (Cf. Rm 3,26). Lo esencial es que haya un inicio de verdadero arrepentimiento y la voluntad de cambiar y reparar el mal hecho.
P. Raniero Cantalamessa
Estraído de: http://www.franciscanos.org/frandp/presenta-1004.htm
P.D.- Disculpas por la extensión del mensaje.
Dices: Y es que el fundamento de la ley divina, no es simplemente la letra de la ley, sino que es la del amor a Dios y la del amor al prójimo. Se trata en definitiva, de un amor comprensivo.
Dices: ojalá que nosotros (como el publicano del Evangelio) no esperemos nada de nosotros mismos, sino que todo lo esperemos de Dios.
Que importante es todo lo anterior dicho por ti.
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Que bello Yolanda, y que verdadero.
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Sabias palabras Amfortas. Solo Dios conoce el corazón de cada uno y a veces de quién menos sospechamos, ése se va derechito al cielo.
El otro día estuve fuera de mi ciudad y acudí a un acto cristiano maravilloso, en el local de una parroquia. Era el segundo día de un curso, y tras una oración fervorosa de alabanza de no menos de 45 minutos, un sacerdote habló llanamente del amor de Dios. Luego, una persona del grupo dio su testimonio de conversión. Las dos terceras partes de las 50 personas allí congregadas, quizá hacía tiempo que no pisaban la iglesia, y es posible que muchos de ellos se sintieran tocados por la gracia al escuchar el auténtico y fresco mensaje de Cristo.
Me dio pena que, en la parroquia, sin embargo, no se anunciaba este acto, sino, con grandes y preciosos carteles, un curso de espiritualidad zen que tendría lugar en los mismos locales otro día.
No sé si me explico... Cambiar la sal por la arena es mal negocio.
Pero, a modo ilustrativo y muy concreto porque se acerca al ejemplo del cuento, sirve para enumerar una de las posibles interpretaciones y reacciones de un feligrés al escuchar en la Santa Misa un cuento así.
En todos mis posts es lo que intentaba transmitir: el peligro de dejar una homilía con tantas variantes interpretativas. No estamos hablando de catequésis para niños, sino de la Santa Misa. Y lo intenté siempre desde la cortesía y respeto. Lo cual no ha sido recíproco a tenor de la reacción.
Well, mejor dejamos el tema. No es cuestión de ahondar más.
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Sabe que tras esta experiencia será el propio pecador quien sienta la necesidad de una confesión cada vez más completa de las culpas. En toda la Biblia vemos en acto la pedagogía de Dios de no pedir al hombre todo e inmediatamente en materia de moral, sino sólo aquello que, por el momento, está en grado de comprender
Efectivamente, Amfortas, y esa necesidad de una confesión cada vez más completa de las propias culpas nos acerca más al perdón y la misericordia de Dios.
Pero no se garantiza que se nos eleve directamente al Cielo, en todo caso, lo doctrinal sería el purgatorio. Es un misterio que sólo Él en su infinita misericordia sabe de cada hombre y ningún vidente o humano puede garantizar.
1º “No se puede "despachar" a personas que debaten desde la máxima cortesía expo-niendo su punto de vista con un: "el que quiera entender que entienda”
En ningún momento he “despachado” a alguno de los blogeros de forma descortés. La “muletilla”:"el que quiera entender que entienda" la he usado en otras ocasiones en este mismo blog y nadie se ha sentido ofendido, ni esa ha sido mi intención. Además lo uso por el hecho de que cualquier comentario es susceptible de ser interpretado interpretado “libremente”.
2º “En mi humilde opinión, no se deberían contar cuentos en homilías que dejan abiertas las puertas a las mil y una dudas”.
Mire, toda homilía está abierta a mil y una interpretaciones independientemente de que contengan cuentos o no. Y esto no hace falta teorizarlo, nos lo dice la misma expe-riencia. Sólo hace falta al salir de la Iglesia preguntar a los feligreses qué han entendido de la homilía, y ellos le darán interpretaciones de lo más dispar. Se de obispos que utilizan cuentos o parábolas en las homilías como una forma “amena” y “nueva” de evangelizar.
3º “No se puede tachar de discusiones bizantinas lo que los demás le intentan decir cuando a uno no le gusta que su mensaje no se haya comprendido en su totalidad”.
Usted está poniendo en mi boca o pensamiento lo que yo no he querido ni decir ni pensar. Cuando he usado la expresión “disquisiciones bizantinas” no la he utilizado en sentido peyorativo ni generalista, usted quizás piense que sí, de ahí que me interprete como lo hace. Y tampoco la he querido usar en sentido pedante o retórico. Sin embargo, por la rapidez con la que solemos escribir todos aquí, a veces tal vez no usemos el lenguaje más adecuado para expresar correctamente o exactamente lo que pretendíamos decir o transmitir.
Como sabemos el lenguaje humano es imperfecto y muchas palabras están abiertas a diferentes significados según el contexto donde se usen. Nadie es perfecto en su forma de expresarse, por no hablar de cómo después el mensaje sea recibido por los diferentes receptores, unos tendrán su particular manera de ver las cosas y el disentir es propio de la naturaleza humana.
En este blog se hacen multitud de disquisiciones de lo más variopinto, y yo reconozco que caigo en esto, en el sentido de que me salgo del tema principal del post. Pero eso es normal y común en un blog en el que lo que prima son las opiniones de unos y de otros, y a veces se hace necesario salirse del tema para abordar otras cuestiones también interesantes que surjan por el camino.
El término bizantino lo he usado como expresión hecha con disquisición, que en realidad significa “discusión” que deriva en detalles que no tienen una solución concreta. Esto es algo muy corriente en cualquier blog, donde se abordan cuestiones de lo más variado, y en la que muchas veces lo que realmente importa no es la solución a la que se llegue (que en la mayoría de ocasiones no existe dicha solución), si no el hecho de participar y compartir la propia opinión entre los demás usuarios.
4º “Menos cuando uno pretende dedicarse a la pastoral y tiene que pastorear a un re-baño muy variado y ser muy conciso”.
Respeto sinceramente su opinión, pero creo que esa es su apreciación personal. Yo tengo la mía, y todos los presentes en el blog tienen la suya.
Y eso precisamente es lo que enriquece una comunidad en la que se trata de compartir la unidad de la fe en la diversidad de pareceres. Esto es algo muy lógico y humano. Aquí no nos regimos por el pensamiento único. No somos autómatas, por eso, si le he ofendido en algo le pido disculpas desde este momento y a los que se hayan sentido aludidos también.
En todo caso, mal entendidos los habrá siempre en una comunidad (ya sea real o virtual), por muy buena que sea o aparente ser. La experiencia de la vida lo corrobora.
Título: La confesión
Autor: F.Luna y Luca de Tena
Editorial: Palabra.
Colección: Cuadernos Palabra.
http://www.edicionespalabra.es/default.asp
Título: Cómo confesarse bien.
Editorial: Palabra
Gracias, pablo. Eres persona considerada, lo cual se agradece mucho. El enlace que he puesto a la meditación del P. Cantalamessa también puede ayudar a lo que dices. A mí, por lo menos, me muestra aspectos que, hasta ahora, desconocía.
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Pues vas y se lo dices al cura pero en confesión. Y mejor, frecuente.
En serio, pablo, parece que lo veo superfácil y que minimizo tus problemas.Qué va. Es que sinceramente creo que es así como debe hacerse y, poco a poco, eso sí, poco a poco, se van aclarando tus dudas, del tipo que sean.
Bueno, Yolanda no sé... Depende de cómo le esté sentando este lunes (SPH)
Mientras que uno de ellos estaba tratando de serios asuntos de índole teológica, las enseñanzas del otro se componían principalmente de cuentos y parábolas.
Así, no pasó mucho tiempo hasta que toda la gente que se había congregado para escuchar al más erudito se pasara con la multitud reunida para escuchar los maravillosos cuentos del otro predicador.
Comprensiblemente, el erudito se quedó un tanto decepcionado cuando vio que se había quedado con nada más que unos cuantos oyentes. Cuando se quejó ante el otro de su fracaso, éste le dijo:
- Te voy a contar un cuento. En cierta ocasión, dos mercaderes llegaron a un pueblo para vender sus mercancías. Uno de ellos vendía piedras preciosas y el otro vendía bisutería barata.
Al principio, la gente del pueblo se reunió alrededor del comerciante que traía las mercancías más caras. Como es natural, tenían curiosidad por ver de cerca las finas gemas.
Pero, cuando llegó el momento de comprar y no sólo de mirar, acudieron en masa al mercader de la bisutería, y fue con él con quien se gastaron su dinero.
Personalmente pienso que nada toca más los corazones que los relatos simples y verdaderos(anécdotas, experiencias, testimonios, etc)donde el dedo de Dios se manifiesta.
Acudo rauda a tu sugerencia. No voy a gastar palabras, es tan fácil como echar mano de mi condición de Abadesa de LPD, así:
Reverendo, caballero: déjense de tonterías, ya: ¡Ar!
Se acabó.
Si son majos los dos, Amfortas, y enseguida echan el freno a esas ligeras tiranteces.
Creo que en la evangelización, la innovación es buena y necesaria, pero no partiendo de cero; tenemos un tesoro inmenso al que recurrir, ¿no?
¿Ar, Yolanda? ¿Pero ésas son maneras en una mujer? òó (SPH)
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Pero, Marcos, tampoco está mal que Koko haya sido un poco provocador, pues no poco provocativa resultaría la parábola del fariseo y el publicano en el momento en que fue pronunciada por Jesús. Se armaría una morrocotuda
He aquí el problema, porque desde mi punto de vista nunca elevaría ningún recurso literario humano o discursivo, a la misma categoría de La Palabra de Jesús o al nivel de los Evangelios.
En mi opinión, Amfortas, equivocada o no, las provocaciones de cualquier índole (política, deportiva, chistosas, amenas) o las historias ambíguas y cuentos, please, las agradecería fuera de la Santa Misa.
En un salón parroquial, en una catequésis, en una clase de religión it´s Ok.
Homilía
«Sacrosanctum Concilium» número, 52 (no recurro al Usus Antiquior, conste)
"Se recomienda encarecidamente, como parte de la misma liturgia, la homilía, en la cual, durante el ciclo del año, litúrgico, se exponen, a partir de los textos sagrados, los misterios de la fe y las normas de la vida cristiana.
La homilía no puede ser un cuerpo extraño dentro del conjunto litúrgico, sino un elemento sintonizado desde dentro con el conjunto de la celebración. Esta no debe ser mero contexto sino concausa determinante de su realidad interior."
PS. Amfortas, yo no estoy enemistado con nadie :) Parece mentira a estas alturas! SPH
Lo que tengo que decir, lo expongo, espero, con suficiente claridad. Lo cual no significa que siempre sea lo acertado. Para eso están los debates entre miembros de la misma fe
¿supongo bien si pienso que usted, en su predicación, siempre acude a los Padres, o a métodos que también forman parte de nuestra más rica tradición, como es la composición de lugar; o a ejemplos tan claros de la historia de la Iglesia como el de Lutero vs. San Francisco, que en una ocasión comentó Juan Pablo II; o a todas esa fuentes de predicación que tan bien muestra conocer? Estoy segura de que es así y de que, de ese modo, compensa a cierto tipo de feligreses de tantas buenas homilías como se les habrán escatimado desde la niñez. En su parroquia, si tiene la suerte de que le acompañen otros sacerdotes, habrá varios estlos e predicación, como hay también diversos tipos de fieles. Los tendrán ustedes a todos muy contentos y edificados.
Por mala que sea, de toda homilía siempre hay un punto o, incluso una coma, que va directa al que escucha y le hace bién y todo lo demás queda justificado.
Yolanda, siendo el Domingo el día del Señor, las tardes también son parte del día santo. ¡Prohibido que sean tediosas!
Pablo en un comentario anterior me
hacia una pregunta. No soy diácono
Y ese cuento desorienta, Yolanda. Hoy, muchísima gente se niega a señalar el mal a su alrededor, en una actitud que no es nada evangélica. En el cuento, para que fuera verdaderamente acorde con la doctrina de Cristo, el monje debería haber subido también al Cielo, porque gracias a él se salvó la prostituta ("¡has salvado a tu hermano!"- le diría el Espíritu Santo). Y ambos se abrazarían castamente entrando por la puerta de San Pedro.
.A juzgar a los vivos y a los muertos.. Sólo él juzgará, ningún otro. La injusticia del mundo no tiene la última palabra, ni se disuelve en un acto gracioso general e intrascendente; hay, por el contrario, una última instancia a la que podemos apelar para que se haga justicia y el amor pueda realizarse. Un amor que destruyese la justicia, sería injusticia, caricatura del amor. El verdadero amor es exceso de justicia, superación de la justicia, pero no destrucción de la misma; la justicia siempre debe ser la forma fundamental del amor."
Ratzinger, Joseph. Introducción al Cristianismo. Comentario sobre Desde allí ha de venir a juzgar a los vivos y a los muertos.
Creo que en la evangelización, la innovación es buena y necesaria, pero no partiendo de cero; tenemos un tesoro inmenso al que recurrir, ¿no?"
Respeto su opinión. Pero me parece que usted se centra demasiado en el cuento. Yo le diría que si NO le sirve DÉJELO en una simple "anécdota", pero en el resto de la homilía, recurro en lo posible a los santos o a los Padres de la Iglesia porque creo que ellos son la prolongación del Evangelio, ellos son la huella de Dios presente a lo largo de los siglos.
Pienso que en toda homilía DEBERÍAMOS QUEDARNOS con aquello que más nos TOCA el CORAZÓN, no importa que el resto tal vez pase desapercibido para nosotros.
Lo realmente importante en mi opinión es que RESCATEMOS aquella frase, o aquella palabra que más nos haya IMPACTADO, para que la MEDITEMOS en nuestro INTERIOR.
Yo le preguntaría, ¿es que acaso no ve nada de positivo en esta homilía? ¿Ni siquiera la oración de San Agustín "Señor que yo Te conozca y que yo me conozca"?
Prefiero no insistir más en el tema. Pero una cosa está clara, cada uno uno hace lo que puede en este ministerio, a veces tan poco valorado. Y además como dice el refrán "cada maestro tiene su librillo", también aquí sucede lo mismo.
Tu primer nombre es mi segundo, el asunto, que no quería abundar lo has señalado,y, mira por donde me he animado.
En efecto, la historieta no es cristiana, no diría que New Age, que podría ser; yo lo que veo, en este cuentecillo, es algo que tengo muy, pero que muy déjà vu: la categorización sociológica del cristianismo católico.
Esto, tiene varias ramas de ¿pensamiento?, y una de ellas es la derivación deforme de la "opción preferencial por los pobres", la opción sociológica, como opción cristiana por los pobres.
Cuando hay opciones hay preferencias y rechazos, evidentemente, pues bien, rebus sic stantibus, el pobre, pa prostituta, hagan lo que hagan , por ser pobres, están siempre justificados.
Esto es tremendo, porque se le niega la capacidad de reconciliación con Dios y superación que todo hombre, en condiciones normales, tiene: está todo perdonado, sin pedir perdón, siquiera, y si se pide aunque vuelva a caer, no pasa nada, eso sí sin poner nada de su parte, ni siquiera el arrepentimiento.
No obstante por estar dentro del "grupo de...", se le concede carta blanca, patente de corso, pero de un modo paternalista, concesivo, condescendiente: eso no puede ser justo.
Por otra parte la actitud de la prostituta del cuentecillo es de imposible verosimilitud, salvo esquizofrenia.
Me retracto de lo dicho, ya que mientras escribía no leí su comentario anterior.
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Ah... me pareció, le vi dando ecciones tan seguro... que me dije, que no sólo sería sacerdote sino sacerdote bien veterano.
No obstante, no he hablado yo de que sea "cuestión de gustos".
Norberto, yo, en cambio, veo bastante bueno el "personaje" de la prostituta. La prostituta se da cuenta de su pecado, pero se siente aplastada por él (en este sentido, resulta muy gráfico lo de las piedras). No puede salir de ese pecado por sus propios medios, y adopta una actitud, sí, esquizofrénica, pero dramáticamente humana y real. Y cuando el monje vuelve a insistirle, ella actúa con humildad, y en lugar de rebelarse, esta vez no busca remedios por sí misma, sino que clama a Aquél que sí la puede salvar. Y Dios la salva liberándola, aunque sea mediante la muerte.
El personaje de la prostituta que haga lo que haga queda salvada, transmite la idea, falsa, de que basta con arrepentirse en el último momento y ya está.
Si te dijera que ceteris paribus, que con ese argumento se han justificado ciertas actuaciones interruptoras de la vida, entre otras.
Creo que el que ha escrito esto, aunque parece un poco alejado del cristianismo y el sentido principal del cuento es erróneo, ha crecido impregnándose de la doctrina cristiana, es un buen artista y se nota que refleja también ideas muy auténticas, por desgracia junto a errores muy gordos.
Koko: Cuando fue elegido Juan Pablo I había en mi parroquia un sacristán ya entrado en años (creo que éste sí tenía más de 39) que me dijo:
-"Este papa, en vez de escribir encíclicas contará chistes". Y en parte acertó.
Si Juan Pablo I hubiera vivido más también habría escrito encíclicas, nombrado cardenales, etc.
Pero en las pocas catequesis de los miércoles que dio contó algún ejemplo chistoso, como el de aquel albañil que se cayó de un andamio y al que preguntaron:
-"¿Se ha hecho daño al caer?"
Y el respondió:
-"Al caer, no. Me he hecho daño al llegar al suelo".
Los textos del pontificado de Albino Luciani están editados por EUNSA en la colección nt con el título "Juan Pablo I. Los textos de su pontificado" y por Libreria Editrice Vaticana. Hay edición en español: "Juan Pablo I. Enseñanzas al Pueblo de Dios". También puedes recurrir a los números de "Ecclesia" de septiembre y octubre de 1978.
¿Quién se anima a escribir una edición-crítica de las fábulas de Esopo?... SPH
...Es increíble para cuanto da...
Increíble para ti, que estás empezando a vivir, la vida es más profunda de lo que parece.
Vamos a ver, como es posible que un cuento traiga tanta materia teológica y folosófica. No veo la importancia de examinar el cuento con lupa, cuando no está concebido para eso.
Si el cuento solo quería resaltar el legalismo del fariseo y la misericordia de Dios para con el caído arrepentido.
Es solo una anécdota dentro de un contexto mucho más importante: "la inmensa miseridordia de Dios".
El cuento resalta ese dualismo: legalismo-juicio y amor-misericordia.
Propongo:
1. Que ya dejemos lo del cuento. Ya le hemos dicho a Koko que la historieta en cuestión podía ser malentendida. Y él lo ha comprendido perfectamente. Como es obvio, nada de esto eclipsa la clara vocación de homileta de Koko. Creo que lo hace muy bien y que tiene muchas ganas de hacerlo bien. Y eso me alegra.
2. Ha salido también el tema de la confesión, sobre el que habría que hacer matices (por ejemplo, sobre la integridad de la confesión, porque no es lo mismo, digamos, matar a una persona que a cincuenta). Pero eso lo dejaremos para otro día.
A todos, feliz descanso.
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No es lo mismo un hecho aislado que una actitud.
Pero cuando el hecho aislado o la actitud son matar...
Vamos, que no veo claro que al que mata a una persona, aunque "sólo" sea una, se le pueda aplicar aquéllo de "por un perro que maté, mataperros me llamaron" (para excusarle) como al que sólo una vez robó una bicicleta, que se puede restituir, como si se mata un perro se puede comprar otro. Pero ¿Se puede comprar una persona? Lo digo, entre otras cosas, porque aún siento la pena de ver ayer a los padres y el hermano (o tal vez el novio) de la joven asesinada ayer en Cambrils (la ciudad donde nació el cardenal Vidal i Barraquer), abrazarse llorando. Tengo padres, un hermano y un hijo, y casi lo he sentido como si me lo hubieran hecho a mí.
Sólo quiero decir que, como dice Amfortas, estoy de acuerdo en que se incluyan pequeñas historias en la predicación. Norberto me dice que en la historia se está jugando la salvación o condenación eterna, y que eso es muy serio. Claro que lo es. Sólo me refería a la relación de la historia con las actitudes del fariseo y del publicano, que es para lo que se trae la narración aquí.
No se trata de ponerla al mismo nivel del Evangelio, sino de apoyarse en ella para la predicación, y la historia no es ni mucho menos la totalidad de la homilía de Koko.
Incluso quienes la rechazan como historia propia de una homilía, a aconsejan como texto interesante para reflexionar sobre él en la catequesis. Hoy, la homilía es, lamentablemente, el único momento en que se puede catequizar a mucha gente. Por eso se aprovechan los funerales, las comuniones, bodas y bautizos para "llegar" a los que sólo aparecen en esas especiales ocasiones en el templo.
Perdón, pero me quedaba con las ganas de decirlo, y ya sabéis que soy un Deán parabólico...
Y, no, La Santa Misa y la homilía no es la sustituta de catequésis o reuniones parroquiales de vecinos, ni el lugar de cuentos, ni de chascarrillos locales.
Si existe un problema de falta de fieles en las catequésis, no por ello vamos a disminuir el Sacramento de la Eucaristía y convertir la Misa en otra cosa.
Y no es porque lo diga yo, sino que me asombra y de forma muy triste, comprobar que el significado de la Santa Misa no se comprende, se disminuye, se usa para otras actividades predicadoras ajenas al sacramento de la Eucaristía.
Con la Misa no se juega, ni se practican veleidades amenas.
Benedicto XVI
"La Eucaristía no es una fiesta mundana, no es una reunión con el fin de pasar un buen rato. No tiene importancia que el sacerdote de la parroquia piense mucho para llegar con ideas sugestivas e imaginativas o con novedades en la liturgia.
La Eucaristía es lo que hace el misterio de la Trinidad presente entre nosotros, es la zarza ardiente, es la Alianza de Dios con el hombre en Jesucristo, que ha muerto y resucitado.
La grandeza de la liturgia no se basa en el hecho de que ofrece un entretenimiento interesante, sino en la representación tangible de Aquel al que no somos capaces de convocar. Él viene porque él quiere. En otras palabras, lo esencial en la Misa es el misterio que se realiza en el ritual común de la Iglesia, el resto lo disminuye.
Los hombres que experimentan con la moda e innovaciones se encuentran engañados cuando el misterio se convierte en distracción, cuando el centro de la liturgia no es el Dios vivo, sino el sacerdote"
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Espero, deseo, que quede suficientemente claro lo que es la Santa Misa.
Saludos a todos.
Contrapuesta a la "soberbia" de un monje, consistente en enojarse ante el pecado mortal reiterado.
Y una vuelta de tuerca final: hay "misericordia" con la pecadora empedernida, no con el monje que en realidad, con sus advertencias, fue causa de salvación. Parece que Dios está en todas partes, pero atiende sólo en el prostíbulo, no la ermita.
Cuántos infiernos se habrán ganado San Pío de Pietrelcina, Natán o San Juan Bautista, verdaderos monjes admonitores del pecado.
Da asco.
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...¿Cuál de los dos cumplió la voluntad de su padre?". "El primero", le respondieron.
Jesús les dijo: "Os aseguro que los publicanos y las prostitutas llegan antes que ustedes al Reino de Dios.
En efecto, Juan vino a vosotros por el camino de la justicia y no creísteis en él; en cambio, los publicanos y las prostitutas creyeron en él
¿Y con esta ingenua consideración de las prostitutas no te enojás? ¿Ni te enojás tampoco con la presentación ingenua de Juan Bautista? Si vos lo ves facilista y pútrida...
Del P. Raniero Cantalamessa
http://www.franciscanos.org/frandp/presenta-1004.htm
Esto es un poco como los profesores, supongo. Con el tiempo recordamos a los buenos, a los que nos hicieron bien, con idependencia de que fueran severos o dulces en el trato. Pero para ser buen profesor siendo severo hay que valer, porque hay, a lo mejor, quien se propone tratar de usted a sus alumnos y acaba quedando más pedante que otra cosa.
Y luego están las diferentes disposiciones del penitente. De ello hablaba el santo cura de Ars. No soy sacerdote y es un tema que se me escapa, pero entiendo que las disposiciones y circunstancias del penitente inciden en que un sacerdote pueda proceder de una forma u otra.
Me encontraba en una ocasión en la fila del confesionario (había vuelto a confesarme después de tiempo alejado), y, a medida que iba avanzando posiciones, empecé a oír unas voces tremendas, que sin lugar a dudas provenían del sacerdote. Estuve varias veces por abandonar la fila. Te lo aseguro. Acabé aguantando el tipo y no recuerdo luego que a mí me voceara especialmente. Debió ser que de los nervios que tenía confesé que hasta había matado a Manolete. (SPH)
Cuentan de un sacerdote medio sordo, a quien acudían muchos penitentes con la esperanza de que apenas se enterase de nada. Pero, como le sucede a muchos sordos, solía elevar mucho la voz. Un día se oyó en la fila de penitentes: "¿Y esa señora era su mujer?".
El P. Cantalamessa es predicador de la Casa Pontificia.
Se refiere el P. Cantalamessa a San Leopoldo Mandic, capuchino. Tampoco yo sabía de este santo.
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