Mayo en el blog: Novena a Nuestra Señora del Carmen
Hoy me han llegado los primeros ejemplares de esta nueva publicación. Adjunto el texto de la introducción:
INTRODUCCIÓN
En su primera visita a España, en el encuentro con los hombres del mar celebrado en la compostelana Plaza del Obradoiro, el Papa Juan Pablo II se refirió al amor a la Santísima Virgen como “el mejor camino para llegar a Dios, siguiendo el impulso de la brisa favorable que hace avanzar la barca”. “Que la Virgen del Carmen – añadía - , cuyas imágenes se asoman a las rías que hacen la belleza de esta tierra gallega, os acompañe siempre. Sea Ella la estrella que os guíe, la que nunca desaparezca de vuestro horizonte. La que os conduzca a Dios, al puerto seguro” (9 de noviembre de 1982).
El 25 de marzo de 2001, el mismo Papa envió un “Mensaje a la Orden del Carmen con motivo de la dedicación del año 2001 a María”. En ese precioso documento, el Vicario de Cristo sintetizaba los grandes rasgos que caracterizan “la verdadera devoción a María, Estrella del mar y Flor del Carmelo”. Una devoción antigua, que nos remonta al bíblico monte Carmelo, al profeta Elías y a sus discípulos, y a los primeros tiempos del cristianismo.
En 1380 los carmelitas instituyeron la fiesta de Nuestra Señora del Carmen, que se celebra el día 16 de julio, y en 1726 el Papa Benedicto XIII la extendió a toda la Iglesia. No sólo en Galicia, sino en toda España, en especial en las zonas de mar, difícilmente se encontrará una parroquia en la que no se venere a la Virgen del Carmen: En Bilbao, Calahorra, Jaén, La Yesa (Valencia), Mula (Murcia), Revilla (Cantabria), Santurce y Sestao (en Vizcaya), entre otras muchas localidades. Y, fuera de España, la geografía carmelitana es igualmente amplia: En Recife (Brasil), Bogotá, Michoacán (México), Mendoza (Argentina), Buenos Aires, Chile – de donde es Patrona - , por citar sólo algunos lugares destacados.
María es la Flor del Carmelo que nos conduce a Cristo, Monte de Salvación. Ella es la Madre solícita que nos invita, con el signo del escapulario, a revestirnos de Cristo y a manifestarlo diariamente en la propia vida. La Virgen es, para los cristianos, la Guía segura en el camino de la santidad, la Estrella del mar que señala el puerto de la gloria, la Madre de la Misericordia. La devoción a María se traduce existencialmente en oración, alabanza e imitación de sus virtudes. A Ella, a Nuestra Señora del Carmen, nos encomendamos “ahora y en la hora de nuestra muerte”.
Guillermo Juan Morado.
Parroquia de San Pablo.
Vigo, 2 de abril de 2009.
IV aniversario del fallecimiento del Papa Juan Pablo II.
15 comentarios
Últimamente, D. Guillermo, recuerda usted a Umbral, que en gloria esté, tanto por la frecuencia de sus publicaciones como porque al igual que él "¡quiero hablar de mi libro!" (SPH).
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Exactamente!
Ahora, nadita nada.
el mejor camino para llegar a Dios, siguiendo el impulso de la brisa favorable que hace avanzar la barca
Magnífica frase del Siervo de Dios Juan Pablo II para este "Mayo en el blog".
(María) nos invita, con el signo del escapulario, a revestirnos de Cristo y a manifestarlo diariamente en la propia vida.
Esto otro me ha recordado a lo que escribe asrone en sus "Ráfagas":
Así, al santiguarnos, trazando en nuestro cuerpo las coordenadas redentoras de Dios, María nos mira esperando ver a Cristo.
Los estoy reservando para el final!
Quedan aún dos textos para "Mayo en el Blog": De Norberto y de Yolanda.
Los estoy reservando para el final!
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Comentario de Eduardo Jariod
Seguro que son excelentes.
28/05/10 6:12 PM
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Lo mío, ya lo veréis, es una cosita extremadamente elemental... ¡pero muy necesaria!
Os quedáis con la intriga de por qué es tan elemental pero tan "necesaria", je je
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