Un eco de la Navidad
Domingo II después de Navidad. Homilía.
El segundo domingo después de Navidad constituye un eco de la solemnidad del Nacimiento del Señor. El eco es la resonancia o la repercusión de una noticia o de un suceso. La noticia que resuena en este día es la Buena Noticia de la Encarnación del Hijo de Dios: “Un silencio sereno lo envolvía todo, y, al mediar la noche su carrera, tu Palabra todopoderosa, Señor, vino desde el trono real de los cielos” (cf Sab 18,14-15).
La Liturgia nos invita así a adentrarnos en lo invisible, en la profundidad del misterio de Dios hecho hombre. Cristo es la Sabiduría y la Palabra del Padre, enviado a plantar su tienda en medio de nosotros, para que podamos llegar a ser hijos de Dios. No sólo es la Sabiduría, imagen de la Ley de Moisés, sino una Persona, la Palabra que es “Dios de Dios, luz de luz, Dios verdadero de Dios verdadero”: “Esta persona divina se ha encarnado verdaderamente. De este modo, ahora disponemos, para orientar nuestra vida, no sólo de una ley, de una institución, sino de una persona que se ha encarnado y ha asumido una naturaleza como la nuestra” (A. Vanhoye).
A la pregunta de por qué el Verbo se hizo carne, el Catecismo responde con cuatro motivos: El Verbo se encarnó para salvarnos reconciliándonos con Dios, borrando nuestros pecados. Se encarnó para que nosotros conociésemos así el amor de Dios. Se encarnó para ser nuestro modelo de santidad; el Camino, la Verdad y la Vida. Se encarnó para hacernos partícipes de su naturaleza divina: “Porque tal es la razón por la que el Verbo se hizo hombre, y el Hijo de Dios, Hijo del hombre: para que el hombre, al entrar en comunión con el Verbo y al recibir así la filiación divina, se convirtiera en hijo de Dios” (San Ireneo de Lyon).
Se hizo hombre para que “hiciera dioses a los hombres”, escribe Santo Tomás de Aquino. En la Carta a los Efesios, San Pablo resume las bendiciones que contiene el designio salvador de Dios. Necesitamos, también nosotros, que Dios ilumine los ojos de nuestro corazón, para que comprendamos cuál es la esperanza a la que nos llama, cuál la riqueza de gloria que da en herencia a los santos (cf Ef 1,18).
Al escuchar, en el silencio de la oración, este eco de la Buena Noticia debemos, más intensamente, reconocer la cercanía de Dios en Jesucristo. El Papa Benedicto XVI se preguntaba en su libro Jesús de Nazaret: “¿qué ha traído Jesús realmente […] ¿Qué ha traído? La respuesta es muy sencilla: a Dios. Ha traído a Dios. […] el Dios que sólo había mostrado su rostro en Israel y que, si bien entre muchas sombras, había sido honrado en el mundo de los pueblos; ese Dios, el Dios de Abraham, Isaac y Jacob, el Dios verdadero, Él lo ha traído a los pueblos de la tierra”.
Trayéndonos a Dios, Jesús nos indica el camino de la verdad, que conduce a la vida de la gloria: “Ha traído a Dios: ahora conocemos su rostro, ahora podemos invocarlo. Ahora conocemos el camino que debemos seguir como hombres en este mundo. Jesús ha traído a Dios y, con Él, la verdad sobre nuestro origen y nuestro destino; la fe, la esperanza y el amor” (Benedicto XVI).
Qué el Señor, por la eficacia de su Nacimiento, nos purifique de nuestros pecados y dilate nuestro espíritu para que deseemos a Dios por encima de todas las cosas; a Dios que es nuestra Verdad y nuestro Bien.
Guillermo Juan Morado.
80 comentarios
Cuando se pasa de la liturgia tradicional a la actual, el shock es muy fuerte...
Habrá que soportar la abstinencia.
El que mejor lo ha dicho es Ratzinger:
http://caminante-wanderer.blogspot.com/2009/12/un-amigo-e-impecable-anglofilo-ha.html
En todo caso, siempre se celebra el Misterio de Cristo.
Todo lo relacionado con la infancia de Jesús es un argumento apostólico de primera magnitud, la presencia de Jesús Niño, es Presencia necesaria en un mundo que banalizado la Navidad mutándola en Fiestas.
Mucha gente huye de esa banalización, y, busca otra cosa, pues bien démosla:
-Mantengamos los belenes hasta la Presentación.
-Expliquemos a los catequizandos de qué estamos hablando.
-Celebremos la Pos-Epifanía.
-Traslademos la J. de la Paz a otra fecha,y,dejemos a Sª María Madre de Dios, dogma madre de los demás, donde siempre ha estado.
-Utilicemos el Prólogo del Evangelio de S. Juan, hasta quedarnos sin resuello.
Tiempo habrá para todo lo demás, pero la locura de Dios hecho hombre, mejor dicho Niño tiene que resonar, hoy, con un eco mayor que en otros tiempos, así lo percibo.
Perdón si me alargué.
Tienes razón en el diagnóstico pero no sé si en las soluciones. Un período se puede prolongar indefinidamente y no por ello ser más fructífero.
Las celebraciones de la Navidad están sometidas a un apabullante proceso de vanalización y de vandalismo litúrgico. Incluso en ciertos ambientes católicos da la impresión de que la Navidad es considerada una especie de asunto infantil. ¡Y si sólo fuera eso! Si sólo sufriéramos la infantilización de la Navidad! Pero también sufrimos su desacralización en muchos frentes, incluído el Litúrgico.
Un ejemplo flagrante es la Liturgia de la Nochebuena. En todas las parroquias, o en la mayoría, parece que celebramos no sé qué noche de paz, de amor y de cosas así... pero si nos atenemos a los textos del Propio (¡oh Dios, y a su música, el modo protus plagalis, el modus tristis impregnándolo todo esa noche, el modus humanus de los teóricos medievales!! No es casualidad que el propio Alleluia de la tercera misa de Navidad también esté en el modo II) hay poco de paz y de amor, es noche de insondable Misterio.
Y no es que esté defendiendo la letra de la Liturgia Tradicional, pero sí su espíritu, que creo ser el correcto.
Otro tanto sucede con la tan denostada Epifanía: el infantilismo ese de los Reyes Magos oculta un tanto a los Magos (¡qué de conclusiones y matices nos sacaría Tolkien de la raíz anglosajona común a las palabras wizard y wise, e incluso wit y wittiness!).
Muchas gracias por este "eco", D. Guillermo, tan evocador.
Si lo consideramos bien, el misterio de la presencia de Cristo en el mundo y en la historia es de tal magnitud que, litúrgicamente hablando, no debería existir ni un sólo día del denominado "Tiempo ordinario". Todo es extraordinario en Él: su encarnación, nacimiento, muerte y resurrección, además de su vida pública predicando la Buena Nueva.
Y, dicho sea de paso, qué maravillosa la homilía de ayer del Santo Padre. Toda una "teología del rostro", valga la expresión.
Y que nadie me llame ahora "papólatra" (eh, luis) porque le sacudo (virtualmente, claro).
La papolatría, Eduardo, pasa por otro lado.
¿No está mejor eso de Domingo ... después de Pentecostés? Los nombres, cuando más significativos y menos confusores, mejor que mejor.
Que si no... gritarán las piedras.
La cuestión es que incluso en nuestra vida, anodina, incómoda y gris, la Gracia ha de ser lo primero.
No sé si era Orígenes el que hablaba de que desde la cruz ya no hay tiempo, todo es un único Día, el Día de la salvación hasta que Él vuelva.
Un período se puede prolongar indefinidamente y no por ello ser más fructífero.
Eso se llama reducción al absurdo, no hablo de alargar, hablo que estamos a 2 de enero, estamos a ocho días del Bautismo del Señor,y se acabó.
Nos hemos dejado atras la Sgda. Familia, cuyo modelo inspiró a Ch. de Foucauld, a S. Francisco, a Theresita y a tantos santos y fieles, sin apenas promover, difundir y dar a conocer.
La octava de Navidad terminó ayer, y se acabó, vamos corriendo a Epifanía.
De Adviento, ni nos hemos enterado los que estamos en el mundo con el ajetreo de fin de mes, de trimestre, de año, de IVA, de IRPF, de inventario, de pedidos por suministrar, de servicios que atender, de cierre de mes , de cierre de ejercicio, de....
Y no es porque sea debelador de T. Ordinario, al contrario, en el me encuentro muy a gusto, pero cuando hay oportunidad, y se pierde, pues lo lamento y mucho.
En cuanto a las liturgias festivaleras, dentro del Tiempo, son consecuencia de una fe escasamente formada, que se encuentra, por parte de quien corresponda, más a gusto con ternurillas sentimentales que con expresiones de fe que hay que explicar desde la vivencia, porque desde la docta sapiencia no se entera ni el que la cuenta.
La Presentación del Señor en el templo y la bendición de los animales, quienes primero dieron calor al Niño (S. Antón), se han quedado en tierra de nadie, ¡incorporémoslas al Ciclo de Navidad y aprovechemos para evangelizar!
Creo que tienes parte de razón... pero no se puede alegar razones tan extrínsecas como el IVA y el IRPF porque por lo mismo distracciones hay en noviembre, en diciembre, en enero y en febrero.
Y digo lo mismo: si rescatamos el sentido de todo, es decir, de las palabras, de los nombres, de las festividades, de los gestos, si salvamos la intención de lo que la Iglesia nos ha legado también en la fiesta de la Presentación, ¡cuánto ganaremos!
Por eso yo, pueblo llano, quiero todos y cada uno de los "detalles", gestos, palabras, colores, localizaciones espaciales de los elementos litúrgicos, cuidado, que me ayuden a comprender lo que la Iglesia enseña.
Y no es exclusiva inclincación estética, es lo que decía Chesterton, pero generalizado: "el gótico es la clara exprsión de que se cumplió la profecía de Cristo: "gritarán las piedras". Y las piedras gritaron."
Sobre las características del parto podemos tener discrepancias, pero en lo que se refiere al embarazo no hay ni una duda: duró nueve meses.
Esa es la típica inteligencia de la Tradición, tan humana y tan divina, fruto selecto de este Día sin ocaso, de este Día post-Pentecostés.
El hecho es cómo conseguir cada uno que tal presencia del Señor no pierda su fuerza. Por supuesto, acudiendo a Misa y a los sacramentos lo más frecuentemente posible; la práctica asidua del ejercicio de la oración; poder vivir en comunidad, de la manera más efectiva posible, la fe, etc. No todo puede ser normativizado. Aunque multiplicáramos las solemnidades, siempre al final nos encontraremos en medio de las exigencias de un mundo casi siempre hostil al mensaje de Dios. Este es el reto que la liturgia no puede satisfacer ni plena ni exclusivamente. Es difícil adorar al Señor cuando se va en el metro, en medio del estrés de la gran ciudad y del trabajo; pero ese es nuestro desafío, el que nos llevará toda la vida: sentir la presencia de Dios, Su compañía, en todo momento. La liturgia nos ayuda a esto, porque como dice Ratzinger, ella es una forma de anticipación de la vida que nos espera en Dios.
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Otro motivo más que me va confirmando que esta parroquia virtual tiene mucho en común conmigo. Coincido con don Guillermno en esa párrafo; sin que ello signifique que yo quisiera un calendario litúrgico de TO continuo y único, claro.
Lo del "desarrollo sosegado y progresivo" que menciona el pater es justamente lo que me hacer sentir a gusto en el Tiempro Ordinario o como quiera Tulkas que lo llamemos.
Además, muchas solemnidades, tiempos fuertes prolongados... desvirtuarían su solemnidad y su hondura.
Particularmente tengo mis devociones preferentes: el 25 de marzo, el Miércoles de Ceniza y la noche santa del Jueves al Viernes Santo. Muy especialmente ésta última celebración.
Si una tiene que vivir con tanta intensidad muchas otras fechas, acabaría en un continuo sobresalto.
Lo que no sé es cómo los comentarios, más de treinta cuando yo he entrado y he leído la homilía, han llegado aquí, bueno, en realidad desde el principio han tratado los comentarios de los timpos litúrgicos.
(luis, me hago cargo de lo que debes de estar sufriendo con esos ritos antrópotrópicos a que te ves sometido: sé fuerte, te apoyamos desde todas las latitudes para que lo soportes sin desfallecer)
Eduardo, totalmente de acuerdo.
Sobre los demás comentarios, en síntesis, claro, ya que esto avanza de modo que parece un chat, pues me gustaría decir que la Liturgia es cumbre y fuente de la vida cristiana.
Pero ni suple ni puede suplir la catequesis ni la formación permanente. ¿Por qué motivo ha de ser tiempo de Navidad para catequizar sobre la Encarnación?
Las fiestas tienen un cierto carácter excepcional. La tensión de la Pascua o de la Navidad no se podría vivir todo el año.
Aunque en el sosegado ritmo del año litúrgico, cada domingo es Pascua; incluso lo es cada día.
¿Qué estamos atareados en miles de ocupaciones? Sin duda. Pero la Liturgia poco podría hacer separada de momentos de silencio personal y de oración.
La Liturgia no es toda la acción de la Iglesia. Hay que prepararse para la Liturgia y hay que sacar fuerzas de ella.
En definitiva, el culto espiritual es la ofrenda de la propia vida, de todo lo que somos y hacemos. La Liturgia, en este sentido, es una escuela de vida.
23. Parece llegado el momento de dar nuevo vigor al hálito que empujó a la Iglesia cuando la Constitución Sacrosanctum Concilium fue preparada, discutida, votada y promulgada, y cuando comenzó a aplicarse. El grano sembrado tuvo que soportar el rigor del invierno, pero la semilla ha germinado y se ha hecho árbol. Efectivamente, se trata del crecimiento orgánico de un árbol tanto más vigoroso cuanto más profundamente extiende sus raíces en el terreno de la tradición 95 . Deseo recordar lo que dije en 1984, con ocasión del Congreso de las Comisiones litúrgicas: En la obra de la renovación litúrgica querida por el Concilio hay que tener presente "con gran equilibrio, la parte de Dios y la parte del hombre, la jerarquía y los fieles, la tradición y el progreso, la ley y la adaptación, el individuo y la comunidad, el silencio y el canto del coro. De esta forma, la Liturgia de la tierra se conectará con la del cielo, donde (...) se formará un solo coro (...) para entonar un himno, a una sola voz, al Padre, por medio de Jesucristo" 96 ".
Juan Pablo II, Carta apostólica en el XXV aniversario de la constitución Sacrosanctum Concilium sobre la Sagrada Liturgia, 22 (4 de diciembre de 1988).
¡47 años tiene la SSC y ni uno sólo de aplicación!
Theothokos!!!
Las posturas de o 0 o 10, no suelen ser justas.
Digamos que la Sacrosanctum Concilium tendrá un 20/30 % de aplicación. Muchas de sus disposiciones son letra muerta, bien porque nacieron muertas, bien porque las mataron. Algunas fueron incumplidas deliberadamente por Bugnini.
Lo dice por ahí Ratzinger, cuando tenía un poco más de libertad para hablar. El Movimiento Litúrgico, de la que la SC era su culmen, fracasó en todos sus objetivos.
Digamos que la Sacrosanctum Concilium tendrá un 20/30 % de aplicación.
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Bueno, ya va subiendo el porcentaje...
Una celebración antropotrópica, con "morcilleo" permanente del cura, en lengua vernácula, con cantos sacados de la música profana, incumple un 100 % la Sacrosanctum Concilium. Y es lo "ordinario", ayer mismo fui a una misa así.
...la Liturgia es cumbre y fuente de la vida cristiana. Pero ni suple ni puede suplir la catequesis ni la formación permanente.
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Suplir no. Pero acompañar, sí.
Y, en ese sentido, se echa de menos la oración-catequesis.
Debería haber libros de cabecera con ese enfoque.
(sé fuerte, luis, sé fuerte, ya queda menos...)
No te preocupes, Yolanda, haré lo que hay que hacer y lo remediaré.
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Pobre clero argentino, y lo que tienen que sufrir ellos contigo... ¿qué? Ya llevan purgatorio encima.
Porque o se hace en ese tiempo propicio o no se hará.
Porque o se toma un tiempo para ello, o no se hará.
Y una pregunta, ¿por que el Ciclo de Navidad en mi infancia acababa con S. Antón 17 de enero?
Y otra cosa, si el Año Litúrgico no es para la Evangelización, sino para si mismo, como algunos abundan, ¿qué sentido tiene?.
Desde luego Eduardo, pero el asunto es si la Iglesia dispone de la pastoral adecuada, dada la rapidez vertiginosa del Ciclo Navidad-Adviento,y, si las personas, destinatarias de la Evangelización están en condiciones de recibir e interiorizar.
El asunto no es la diversidad, sino si en la Iglesia sabemos lo que se cuece en "la jungla de asfalto", o partimos de suposiciones de biblioteca pero sin habernos manchado las manos y sin haber pisado barro.
Por cierto debes tener un asesor fiscal de primera, los que nos tenemos que las diversas declaraciones fiscales...tenemos un, muchos, problema/s.
Pues no sólo no apoyo a luis, sino que deseando estoy que se de un buen batacazo a ver si empieza a ver a Dios en todas las cosas, para variar.
Menos mal que Dios no tiene esas manías de las rúbricas etc (el Dios en el que creemos los cristianos, el Dios de Jesús) Parece que la única rúbrica importante la pone Él.
Siempre el mismo tema.
Hablando de otra cosa, la próxima fiesta importante es la de los reyes magos. Creo que debería ser tan importante para nosotros como cuando eramos niños. Vamos a pedirle a los Reyes la estrella del portal.
El artículo no tiene desperdicio. Las cuatro razones para la encarnación son de lo más contundentes.
Y me gusta la cita del Papa:
“Ha traído a Dios: ahora conocemos su rostro, ahora podemos invocarlo. Ahora conocemos el camino que debemos seguir como hombres en este mundo. Jesús ha traído a Dios y, con Él, la verdad sobre nuestro origen y nuestro destino; la fe, la esperanza y el amor” (Benedicto XVI)
Feliz año a todos.
Es en la liturgia donde aparece ese rostro de Dios.
De eso nada, la próxima fiesta litúrgica es la de la Epifanía del Señor, y podemos volver a los argumentos de por qué emplear a cada paso la terminología más correcta y significativa.
Norberto:
Me gusta lo que dices del asfalto porque es cierto. Pero si bajas al asfalto el panorama es muy desolador. Me refiero a que no todos los fieles católicos tenemos suficiente formación. En ello pueden influir varios factores: la mucha edad, la poca edad, el bajo nivel cultural, el alto nivel cultural, las obligaciones de esta vida de Dios que no dejan tiempo, el escaso interés por leer obras teológicas (que al fin y al cabo constituyen en sí mismas una disciplina científica que no tiene por qé sernos familiar). Puede que la situación esté cambiando un poco, pero parece mentira que sólo dos años atrás la Archidiócesis de Madrid hiciera una campaña para animar a ¡la lectura de la Biblia! Algo tan básico como eso.
¿Se trata entonces de Evangelización? Sí, a los que están fuera, pero, ¿y los de dentro? Evangelización y formación, llamémoslo catequización contínua que buena falta nos hace.
Pero el ser humano no es sólo una res intelectualis que aprende mediante un discurso abstracto. O dicho de otra forma, nuestras iglesias no son esas aulas calvinistas en las que el pastorcito o pastorcete imparte su lección. O por poner un ejemplo real de que a uno se le manifestó el sentido pleno de la festividad de Todos los Santos simplemente en la melodía del Alleluia propio del día, la melodía más gozosa que había escuchado nunca. No se puede seguir haciendo dejación en la Iglesia de la función docente, de la catequizaciòn contínua, y no se puede seguir prescindiendo de todos los símbolos, signos, gestos, actitudes, ornamentos que en sí mismos portan un mensaje dirigido no sólo a la inteligencia abstracta, sino a nuestra capacidad simbólica, a las emociones.
El Camino Neocatemunal, tan laudable en muchas cosas y tan aborrecible en otras, es un producto típico de la Iglesia del espíritu postconciliar, una consecuencia. Mira: quítale a la Iglesia sus símbolos, su estética, su música, su peculiaridad litúrgica, su ímpetu catequético, desnúdalo todo y obtendrás una iglesita paralela aunque aceptada, con su propia música, su propia estética, su propia Liturgia y su propio ímpetu catequético.
Bueno, que hoy en mi parroquia madrileña consiga hacerles entender que no se puede sustituir el Cordero de Dios por el canto "de la paz" va a ser no un mérito mío, sino del Espíritu Santo. Pues así todo.
Porque como dice Scott Hahn: "entendí entonces para qué Dios me había dado un cuerpo: para participar en la Liturgia".
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Buena cita. El hombre no se reduce a pensamiento, y la Liturgia no puede ser mera instrucción.
Por supuesto que el ímpetu que reclamo no es + de lo =, sino que el Evangelio avance por el testimonio de los cristianos, y, ese testimonio no se da por muchas razones; la primera, para mi,el miedo,o, más bien el respeto humano.
Es bien sabido que la "santa más grande del siglo XX", Theresita, no estudió cursillo alguno de teología, tampoco Teresa de Calcuta, Ch. de Foucauld,etc.,etc.
El eco prolongado de la Navidad, como rescoldo que no se deja apagar (soplar un poquito o avivar con un cartón), puede permitir un clima favorable a lo que se dice en 2 Timoteo 1,6-10:
Por lo cual te aconsejo que avives el fuego del don de Dios que está en ti por la imposición de mis manos.
Porque no nos ha dado Dios espíritu de cobardía, sino de poder, de amor y de dominio propio.
Por tanto, no te avergüences de dar testimonio de nuestro Señor, ni de mí, preso suyo, sino participa de las aflicciones por el evangelio según el poder de Dios,
quien nos salvó y llamó con llamamiento santo, no conforme a nuestras obras, sino según el propósito suyo y la gracia que nos fue dada en Cristo Jesús antes de los tiempos de los siglos,
pero que ahora ha sido manifestada por la aparición de nuestro Salvador Jesucristo, el cual quitó la muerte y sacó a luz la vida y la inmortalidad por el evangelio
No te contesté a lo de la Jornada por la Paz, mi opinión es que se merece un día ,vg domingo después de Epifanía, solo para ello, pues desde luego la importancia es máxima.
Hablo de paz en el sentido bíblico como plenitud de la bendición de Dios, como opus iustitiae est, no como opera rock.
Todo ello aprovechando el eco de Navidad, con las ventanas abiertas, ¡claro está!
Vos también, oh Virgen Santísma, como en otros tiempos de terrible prueba, protegednos, salvadnos. Así sea.
Porque Él es nuestra paz:
http://www.youtube.com/watch?v=f5cOfF9ZDAM
No, no que Beethoven sea nuestra paz, sino Otro, por lo que la "paz" no es un contexto abstracto y ni siquiera un potencial orden de cosas todo lo desiderable que se nos antoje.
El gran sordo pidió que viniera un cura a su lecho de muerte y por lo tanto o está dirigiendo a los 24 ancianos o está dirigiendo el coro de las benditas ánimas.
¡Y pensar que en tiempos estas cosas se podían cantar no donde ahora, sino tras la Elevación!
Theothokos!!!
Pues chico el segundo o el tercero, y que no se extinga el eco de la Navidad
Un amigo, que llevaba ocho años luchando, hasta ahora exitosamente, contra el cáncer, ha entrado con una rapidez inesperada y fulminante en fase terminal duranet estas vacaciones. Tiene 37 años, dos hijos pequeños de 10 y 6 año, y una esposa que se desespera de dolor e impotencia. Él se llama Anselmo; ella, Elena. Os ruego que pidáis por su fortaleza y por el alivio de su sufrimiento físico y moral. Estoy muy impresionada poqreu sólo puedo ayudarles con mi experiencia y mis oraciones. Que no es poco, pero querría que se curara como esperábamos. Eso no lo esperábamos. Rezad, por favor.
Es la Epifanía del Señor, pero se manifiesta a los tres sabios de oriente que representan a todas las naciones, por la estrella sobre el portal.
Por eso digo que se la pidamos a los reyes magos. Que nos marque la dirección de nuestras vidas esa estrella, y que sepamos ver a Dios en ese niño.
Yo al menos pido para mí esa estrella.
Luis,
Benedicto XVI no es el disco rayado que pone wanderer a todas horas.
En este caso, la cita es la que puse arriba. De modo que te deseo que te dediques a contemplar el rostro humano de Dios en ese niño del pesebre, con rubricas o sin ellas.
Yolanda,
Recordaremos a tu amigo en nuestras oraciones.
Paz y bien.
Como no pude insertar mi comentario en el post sobre Juan Pablo II lo hago aqui.
Juan Pablo II... Mi opinion es que era grande mui grande, ha tenido sus errores pero mayores fueron sus haciertos.
D Guillermo animo que los que entran en estos sitios para asoballar ni caso, si pudiesen ...
Por cierto seguro que Ud. conocia a los sacerdotes que fallecieron en nustra diocesis en la ultima semana, para cuando un post magistral?
El post sobre esos dos buenos sacerdotes lo han escrito ya sus feligreses, con la masiva asistencia a las exequias. Poco tendría yo que añadir a ese clamor.
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