¿Rebelión, desahogo o advertencia?
No acabo de entender cuál es la clave adecuada para interpretarlo. ¿Se trata de una rebelión, de un acto de levantamiento contra la autoridad del Papa, a quien, según el canon 377 del Código de Derecho Canónico, corresponde nombrar libremente a los obispos, o confirmar a los que hayan sido legítimamente elegidos? ¿Dicen los sacerdotes y religiosos firmantes de ese pronunciamiento que el Papa no es el responsable de elegir a los obispos o que, en este caso, no aceptarán el nombramiento efectuado por el Pontífice? No parece. Al menos explícitamente, si he leído bien el texto, no lo afirman.
Se entiende, pues, que los firmantes del texto – el 77% de los párrocos – aceptan que Mons. Munilla es su legítimo obispo, porque, como tal, ha sido nombrado libremente por el Santo Padre.
¿Se trata de un desahogo, de la manifestación de un estado de ánimo? Si nos atenemos a la literalidad de lo que dicen, sí; al menos en buena parte: “Hemos recibido con dolor y profunda inquietud”; “manifestamos nuestra disconformidad y desaprobación con la intencionalidad y el procedimiento seguidos”; “consideramos que en modo alguno es la persona idónea”. Es decir, este grupo de sacerdotes – por las razones que sean – se han sentido agraviados, o menospreciados, o afrentados por este nombramiento.
¿Es una advertencia? También. Muestran su clara intención de apoyar y adherirse “a la línea pastoral” y al “estilo eclesial que se han ido forjando” en su Diócesis. Un compromiso que reiteran ante sus comunidades y que esperan mantener con “el aliento del Espíritu”.
Yo hablo desde la libertad - y el relativo desconocimiento - . A mí no me agrada este manifiesto. Hubiera preferido más confianza en el Papa, más sentido de comunión con la Iglesia, más esperanza en que el Obispo designado llegase a ser, con el tiempo, apreciado como el pastor que Dios, a través de la autoridad de su Iglesia, quiere para esa Diócesis. Pero tampoco me desespera ese pronunciamiento. Creo que con paciencia, buena voluntad y afán de servir al Evangelio y al pueblo de Dios las cosas podrán enderezarse.
Que el nombramiento, o confirmación de la elección, de los Obispos esté reservado al Papa es, la historia lo prueba, una garantía para la libertad de la Iglesia. Mandar, siempre manda alguien. Mejor que sea el Papa y no el Gobierno o los intereses o el poder, sea del tipo que sea, de turno.
Pero también conviene, pienso yo, que, sin ceder en nada básico, sea tenido en cuenta el parecer de la iglesia local. Aunque el 77% de los párrocos – bueno es recordarlo – no son toda la Diócesis.
Le deseo, de corazón, a Mons. Munilla y a la Diócesis de la que ha sido nombrado Obispo un futuro apacible. No están los tiempos como para montar escándalos internos. Y conviene recordar las palabras de San Ignacio de Antioquía:
“debéis estar acordes con el sentir de vuestro obispo […]. Y en cuanto a vuestro colegio presbiteral, digno de Dios y del nombre que lleva, está armonizado con vuestro obispo como las cuerdas de una lira. Este vuestro acuerdo y concordia en el amor es como un himno a Jesucristo. Procurad todos vosotros formar parte de este coro, de modo que, por vuestra unión y concordia en el amor, seáis como una melodía que se eleva a una sola voz por Jesucristo al Padre, para que os escuche y os reconozca, por vuestras buenas obras, como miembros de su Hijo. Os conviene, por tanto, manteneros en una unidad perfecta, para que seáis siempre partícipes de Dios”.
Guillermo Juan Morado.
25 comentarios
Muchos ánimos a Mons. Munilla, que sin duda los va a necesitar.
De momento, no es un cisma. Confiemos en que no llegue a serlo.
Gotzain Munilla, beti aurrera!
Obispo Munilla, ¡siempre adelante!
Admás, manifestarse en público de esta forma no es el camino para subsanar los problemas. Es acceder a "jueces" (la opinión pública),que de Iglesia poco sabe, o más bien, se pone a priori contra la fe católica."¿Cómo esposible que, cuando alguno de vosotros tiene algún conflicto con otro se atreve a reclamar justicia a los injustos, en lugar de someterse al juicio de los santos?...¡Un hermno pleitea con otro y esto delante de los que no creen!" (I Cor 6, 1 . 6).
Cuando esta tarde leí el titular de Infocat me pareció excesivo, más que nada porqie habría que reservar palabras tan gruesas como rebelión o amenaza para casos de... de rebelión y amenaza. Cuando haya una rebelión o amnaza y contra el Papa, no contra Munilla... ¿qué palabras usaremos en los titulares?
Sólo critico el titular y las interpretaciones alarmistas.
¿Qué han dicho esos párrocos de la nueva ley del aborto? ¿qué opinan de que su diócesis -de la que soy oriundo-, antes vivero de vocaciones, tenga ahora los niveles más bajos de práctica religiosa?
¿Y la moralidad familiar, qué tal? ¿Y el apoyo soterrado a la ETA de buena parte del clero, incluidos muchos de los firmantes?
Digámoslo claramente: esos "párrocos" y "clérigos" no son católicos, ni siquiera son cristianos. Ésta es la realidad. Esperemos que Monseñor Munilla no se deje intimidar, y pueda devolver a esa tierra tan querida, lo que nunca debió perder: la fe.
Veremos en qué queda todo.
Confío en que reine el buen sentido.
Seguro que todo lo que usted dice es cierto; vamos, que eso lo sabemos todos que es así. Y el juicio que merecen esos curas seguramente será el que usted hace.
Yo personalmente me refería a la nota y al titular que emplea la portada de Infocatólica para dar la noticia.
Ahora bien, si Infocatólica sabe algo más no contenido en la nota...
¡Feliz Navidad!
Pero no debemos añadir leña al fuego.
No olviden que desde los mismos núcleos se alentaron y redactaron las cartas de repudio y/o consejo cuando los nombramientos de mons. Sebastián, mons. Blazquez, mons. Francisco Pérez y mons. Iceta. Más o menos, del mismo tenor. Dimisiones, amenazas veladas, rebeldías abiertas o latentes, vacío o silenciamiento... Esto, si cabe, suscita mayor reconocimiento de la buena elección hecha por el Papa, y reforzamiento de oración en favor de nuestros obispos.
Eliza 2000, en las diócesis vascas y en Pamplona y Tudela, y otros modos de agruparse, no son desactivables fácilmente; mejor es que de vez en cuando se dén a conocer. Guipúzcoa está mucho peor, en lo que se conoce, que Bilbao, al menos hasta cierto punto, o en ciertos arciprestazgos. Cuestiones graves: la proporción de clero diocesano/clero religioso; el endiosamiento de órganos de consejo o de colaboración a un nivel por encima del Obispo; la dejación o apropiación de "facultades ministeriales" a laicos especialmente radicales en disenso eclesial y separatismo estatal; la abundancia de recursos económicos a disposición de los gestores de la heterodoxia y heteropraxis; el encerramiento en modelos sobradamente verificados como no eclesiales ni evangelizadores... Pero con eso y con mucho más puede el Señor con sus apóstoles.
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Sí, pero algunos no parecen que lo hayan percibido.
Tengo confianza en que se resolverá el tema. Mons. Munilla tendrá que ganárselos con cabeza y corazón. No conozco a Mons. Munilla, pero espero que sepa hacerlo.
Es más, pienso que este comunicado, tiene dos orígenes, yuxtapuestos, que coinciden en "defender al pueblo vasco", pero Mn Munilla conoce esto muy bien.
Pido, desde mi modesta posición, un pronunciamiento por parte de los obispos vasconavarros.
No habrá cisma, porque los susodichos perderán paga y casa. Y con las cosas del pan no se juega. Si José Ignacio mantiene el pulso y la firmeza con la "finezza" necesaria, este toro tiene fácil lidia. Es cuestión de años y de crear un "Seminario nuevo y libre" (como diría el bueno de don Marcelo, maestro de quienes ustedes saben). Y en poco, ir mandando a estos pájaros a su nido. ¡Qué pena acabar nuestros días sacerdotales con la bandera infeliz de la desobediencia al Papa!
Y para mí me sirve de indicador, como ya han dicho más arriba, de lo oportuna y acertada de la designación.
Todo mi apoyo y mi afecto por monseñor Munilla y mi agradecimiento por la clarividencia del Santo Padre al nombrarle. Estoy seguro que va a renovar la iglesia vasca a fondo, en el sentido del verdadero servicio al Evangelio. Le llevará tiempo y, en efecto, habrá de lidiar con más de un morlaco. Y como en toda lidia, habrá de picar, banderillear y estoquear. Y que cada palo aguante su vela.
Y no albergo la más mínima duda sobre las cualidades de Mons. Munilla.
Estoy plenamente de acuerdo con esto. El problema es cuando al Papa le envían mensajes que distorsionan su ejercicio de autoridad. No es la primera vez que sucede. El Papa, en esto, no es infalible y se puede equivocar. Ya venían avisando de que este nombramiento podría ser un error. Munilla es conocido en la diócesis por su reiterada falta de comunión con sus anteriores obispos y pastores y con el presbiterio. ¿cómo pretender que ahora las cosas no sean así? Creo, D. Guillermo, que esto es lo que ha pasado. Al margen de lecturas políticas, lo que más duele es que esto los curas lo sienten como una "bofetada" y un castigo a una trayectoria y un hacer que no están dispuestos a recibir así, "de rositas". Con todo, nunca es tarde para recular y renunciar al nombramiento. Mejor antes de que tome posesión. Más vale un minuto colorao que ciento amarillo...
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Estimado "unobservante"
No soy descortés cuando se trata de sacerdotes. Es una norma personal pero, quizá, en este caso haga una excepción.
Espero y deseo que ejemplos como el siguiente(uno de los firmantes y muy del estilo del resto que "defienden una línea pastoral") NO se vaya de "rositas" ni ante Altísimo cuando sea su hora, ni ante los feligreses a los que despreció en su dignidad. Y, sí, ojalá sea una "bofetada" a sus trayectorias "pastorales" sin dudarlo.
http://www.intereconomia.com/blog/cigueena-torre/como-todos-los-firmantes-sean-como
José Ramón Treviño, en 1992 arcipreste de Irún, detenido y condenado por ocultar en su casa a dos etarras que huían de la policía.
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Y es que me va a perdonar el pater, aquí en su blog, porque entiendo su postura, pero hay cosas con las que no puedo "comulgar".
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